
Mother (John Lennon)
Hold On (John Lennon)
I Found Out (John Lennon)
Working Class Hero (John Lennon)
Isolation (John Lennon)
Remember (John Lennon)
Love (John Lennon)
Well Well Well (John Lennon)
Look At Me (John Lennon)
God (John Lennon)
My Mummy’s Dead (John Lennon)
Productor: John Lennon, Yoko Ono y Phil Spector
A mediados de 1969, John Lennon era un adicto a la heroína retirado junto a su inseparable Yoko en su finca de 72 acres en Ascot, Tittenhurst Park. Los Beatles habían comenzado a desintegrarse y tanto John como Yoko comenzaron un proceso de retorno a la vida pública que comenzó por el abandono de la heroína (hola, metadona), su participación en campañas pacifistas y algunas excursiones musicales.
Una de sus más conocidas campañas pacifistas se desarrolló, una vez la pareja contrajo matrimonio, en marzo de 1969. John y Yoko citaron a la prensa en la suite presidencial del Hotel Hilton de Amsterdam y , durante seis días sin salir de su cama, realizaron varias declaraciones en favor de la paz mundial. Una segunda «encamada» tuvo lugar en el Hotel Queen Elizabeth de Montreal y, en la misma, uno de los periodistas preguntó a John acerca de qué intentaba conseguir con toda aquella campaña. John contestó de forma espontánea: «todo lo que estamos diciendo es : dadle una oportunidad a la paz». A Lennon debió gustarle la frase puesto que, rápidamente y de forma casi improvisada, compuso un tema -«Give Peace a Chance»- en torno a la proclama. La grabó en una sencilla grabadora de ocho pistas alquilada en una tienda de música sita en las inmediaciones del hotel. El single que contenía “Give Peace A Chance” (enlace) se editó en julio de 1969 por primera vez bajo el nombre de Plastic Ono Band y con los créditos del tema aún a nombre de Lennon y McCartney, puesto que los Beatles aun no se había separado y el acuerdo entre Paul y John para firmar las canciones aún seguía vigente.
Acto seguido John se enfrascó en la grabación del excelso «Abbey Road» de los Beatles. Desgraciadamente, a pesa del maravilloso nivel artístico del álbum, el grupo estaba absolutamente roto para estas fechas. Paul seguía
siendo un Beatle hasta la médula, pero era el único. John seguía haciendo su vida y, de nuevo bajo el nombre de Plastic Ono Band, grabó una canción sobre la dura experiencia del mono que vivió en sus propias carnes. “Cold Turkey” (enlace), que era la canción en cuestión, fue grabada por John con Ringo Starr a la batería y Klaus Voorman (antiguo amigo de Hamburgo) al bajo, y es un sucio y descarnado rock que acabó editando en Octubre de 1969.
La canción no era gran cosa, pero tampoco justifica el descarnado y furibundo ataque de la crítica que recibió, si bien éste fue ocasionado más por la sórdida temática del tema que por su calidad musical. No obstante, ninguna de las críticas hizo que John frenara su particular proceso de independencia respecto al grupo. A principios de septiembre, aún durante la grabación de “Abbey Road”, John había recibido una invitación de los organizadores del festival Rock and Roll en Toronto. Lennon junto a Yoko, Eric Clapton, Klaur Voormann y Alan White (que acabaría siendo el batería de Yes), no sin antes advertir “no hemos tocado ni ensayado nunca juntos, así que tocaremos canciones que todos conocemos”, tocaron “Blue Suede Shoes“, “Money“, “Dizzy Miss Lizzy” (horriblemente mal, por cierto), “Yer Blues“, “Cold Turkey” (con Yoko haciendo el payaso), “Give Peace a Chance” y dos basuras integrales cantadas por Yoko como “Don’t Worry Kyoko” y “John, John (Let’s Hope for Peace)“. La verdad es que fue un mal concierto pero sirvió para que John sintiera la emoción del directo y que fuera consciente de lo encerrado que se sentía dentro de los Beatles. Ni corto ni perezoso, Lennon llamó al manager del grupo, Allen Klein y se lo dejó claro: “Me voy de los Beatles, voy a montar un grupo con Eric Clapton y Klaus Voorman. Quiero anunciarlo a la prensa, prepáralo todo”. Klein consiguió disuadirle diciéndole que no anunciara nada hasta que hubiera terminado la negociación que estaba llevando con EMI para renovar su contrato.
John aceptó no decírselo a la prensa, pero nada iba a privarle de decírselo al resto del grupo, y en especial a Paul. El 20 de septiembre de 1969, seis días antes de la edición de “Abbey Road”, John le dijo a Paul en medio de una fuerte discusión: “Ya no soy un Beatle. Quiero el divorcio, cómo lo hice de Cynthia, ¿cabe eso en tu jodida cabeza?”.
Era el final, y aunque Paul pensó que sólo era una de las rabietas de John, decidió darle tiempo mientras él se trasladaba con toda la familia a la granja que había comprado en Escocia decidido a grabar su primer disco en solitario. George y John lo habían hecho, ¿por qué él no? Pero lo de John no era una rabieta, aunque aún quedaba para el final…, porque ningún gran relato acaba sin una gran batalla … Pero eso es otra historia que, podéis seguir en este mismo blog en la sección biografías de grupos.
John y Yoko seguían haciendo de las suyas y, en noviembre de 1969, editan “The Wedding Album“
, otra basura disfrazada de obra experimental. Incluye únicamente dos temas, uno en cada cara de la edición original de vinilo. “John & Yoko”, en la primera cara, es una grabación de John y Yoko llamándose entre sí con distintos rangos vocales; “Amsterdam”, en la segunda cara, está compuesto de entrevistas, conversaciones y sonidos registrados durante la conocida encamada por la paz de la pareja.
No fue hasta enero de 1970 cuando la producción en solitario de John comenzó a dar muestras de su verdadero e indudable talento. Entonces edita un nuevo single y esta vez, al fin, es un tema propio. John escribió “Instant Karma” (enlace) y ese mismo día la grabó junto a Billy Preston (teclados), Klaus Voormann (bajo y piano eléctrico), Alan White (batería), George Harrison (guitarra eléctrica) , y Yoko Ono y Mal Evans (coros). Buena canción de John que alcanzó el número 3 en lista y que fue producida por el archiconocido productor Phil Spector.
Tras la dolorosa separación del grupo en la primavera de 1970, John, animado por Yoko, se trasladó a Los Angeles para conocer al doctor Arthur Janov, un psicoanalista que había escrito «The Primal Scream, Primal Therapy: The Cure for Neurosis», el libro de cabecera de Lennon por aquel entonces. El libro defendía la premisa basada en que las neurosisse basan en dolores reprimidos causados por traumas infantiles. John y Yoko estuvieron siguiendo una terapia diseñada por Jacov durante cuatro meses hasta que, como le ocurriera con el Maharishi, John acabó desencantándose de su nuevo gurú.
No obstante, John aprovechó su retiro para componer y, en septiembre de 1970 y ya en Inglaterra, John y Yoko llamaron a Ringo, Klaus Voorman, Billy Preston y el productor Phil Spector para trabajar en lo que sería su nuevo LP. La idea de Lennon era huir de artificios de estudio -de los que acabó hastiado en su época Beatle- e intentar interpretar y producir el tema en su forma más básica, casi en directo. De esta forma, trabajaba rápido dando instrucciones básicas a los músicos. Ringo recuerda al respecto que «era una especie de jam, se sentaba, nos cantaba la canción y empezábamos a tocar…, era genial. Creo que, además, la simplicidad de la instrumentación le permitió enfocarse en su voz y cantar con mucho más sentimiento».
Las sesiones duraron aproximadamente un mes, bajo la supervisión y la producción de Phil Spector. No obstante el genial productor norteamericano faltó en muchas ocasiones y, en gran medida, fue el propio Lennon quien produjo la mayoría de las canciones de un disco que acabó publicándose el 11 de diciembre de 1970 y un par de semanas después en Estados Unidos. El público lo recibió de forma tibia en Reino Unido (número 11) y sensiblemente mejor en Estados Unidos (número 6), muy lejos de los resultados de los álbumes de debut McCartney y Harrison, números 1 y 2 respectivamente, e incluso por debajo del número 7 conseguido por Ringo.
No obstante, y a pesar de sus escasos réditos comerciales -que provocaron no pocos quebraderos de cabeza al propio Lennon-, el disco es sencillamente fantástico. De una sinceridad conmovedora, nos muestra a un Lennon desnudo, sin complejos y presentando al público sus traumas, miedos y frustraciones. La carrera de John en solitario alterna luces y sombras y resulta bastante irregular, pero quizás estamos ante la más pura y honesta muestra de música genuinamente lennoniana. «John Lennon/Plastic Ono Band» es un gran disco. Quizás no es muy accesible y puede resultar algo desasosegante para quien busque algo más ligero, pero tanto las melodías como los versos de John rayan a gran altura…, posiblemente en el mejor nivel que llegó a mostrar alejado de los Beatles.
Unas fúnebres campanadas sirven de preludio a la primera canción del disco: «Mother«, una verdadera joya con la que Lennon pone sus cartas sobre la mesa. Con sólo la
compañía de un piano y el minimalista acompañamiento de Klaus Voorman al bajo y Ringo a la batería, John convierte en una sobresaliente canción las experiencias vividas bajo la terapia del doctor Janov, destinada a superar los traumas con los que convivía el músico tras la muerte de su madre, Julia. Con versos como «Madre, tu me tuviste, pero yo nunca te tuve», queda poco que decir… La emocionante voz de Lennon, los dramáticos acordes (con el sustain por las nubes) y la fantástica melodía hacen el resto. Una maravilla. Únicamente al alcance de los grandes genios.
La optimista y esperanzadora letra de «Hold On» es una isla dentro en el océano de melancolía que empapa los versos del álbum. Sin ser un festival es, de lejos, la canción más alegre de un disco con el que Lennon parece querer poner punto y final a su jovial y gloriosa etapa juvenil para empezar una nueva fase vital junto a Yoko. De nuevo, una instrumentación minimalista para una muy disfrutable canción. Mucho más caustica resulta «I Found Out«,un agresivo tema en el que Lennon no deja títere con cabeza, desde Jesucristo hasta Paul McCartney pasando por toda la colección de gurús que consideraba que le habían engañado años atrás. Todos reciben su ración. Es un rock sucio y muy eficaz merced a la distorsionada y acertada guitarra de John y la potente base rítmica de Ringo y Voorman.
«Working Class Hero» nos devuelve al Lennon mas folkie. En esta ocasión, John deja de mirar en su interior para escribir una canción muy influenciada por las corrientes de izquierdas de la época. Buen corte acústico en el que la influencia de Dylan es evidente, a pesar de que John lo negara en su momento, («no pienso que suene a Dylan… Pero claro, siempre que toques un tema serio y lo hagas con una guitarra acústica, pueden decirte que suenas como Dylan. Puede haber influencia, supongo, al fin y al cabo nunca me gustaron Judy Collins y Báez y todas esas cosas. Así que la única música folk que conozco es sobre los mineros de Newcastle o la de Dylan… Pero no suena a Dylan»). A pesar de su aparente sencillez estructural, fue una de las canciones que más tiempo le costó grabar, llegando a repetirla docenas de veces. Un clásico. La cara A se cierra con la extraordinaria «Isolation«, una fabulosa balada soul plena de sensibilidad en la que John estás especialmente brillante frente al micrófono. Instrumentación ultra sencilla, producción casi inexistente, una melodía gloriosa… Lennon en estado puro.
El vibrante piano de «Remember» abre la cara B. posiblemente el corte más pop del disco y una canción que John grabó el día de su trigésimo cumpleaños.Es el único tema del disco en el que hay armonías de voces (realizadas por el propio Lennon en pistas diferentes) a las que John había sido tan aficionado pero que en este LP brillan por su ausencia. Otra muy buena canción.
Mejor aún resulta la esencial «Love«, una de las baladas más delicadas de la historia del rock. Una obra maestra de la melodía que, sin duda, supone el momento más tierno del LP y es completamente ajena al espíritu deliciosamente amargo que rodea al disco. En esta ocasión John se encarga de la guitarra y Phil Spector del piano. Joya entre las joyas.
El John más rockero vuelve con «Well Well Well«, de estructura y sonido muy similar a «I Found Out» pero mucho menos notable en todos los sentidos, quizás el tema menos brillante del disco. Un pequeño tachón que se ve completamente corregido por «Look At Me«, otra joyita. Se trata de una de las canciones que el Beatle John escribió durante su estancia con el resto del grupo en la India en 1968, pero que no llegó a acabar en su momento . De hecho, su estilo es muy similar al de «Dear Prudence» que acabó incluida en el «Album Blanco» del cuarteto de Liverpool, el LP que grabaron justo después de regresar de la India.
Palabras mayores.»God«.Una de las más enormes canciones que Lennon grabara nunca y por extensión uno de los mejores temas de la historia. Billy Preston aporta su pericia al piano para dar brillo al combo Lennon (piano), Starr (batería), Voorman (bajo). La voz de John es perfecta, la melodía es maravillosa pero la letra es aún más impresionante. John pone fin al sueño, punto final a los mágicos años 60 y a su glorioso pasado musical cuando, tras renegar de la religión (Jesuscristo, La Biblia, Buda, Gita), personajes históricos (Hitler, Kennedy), ídolos musicales (Elvis, Dylan) afirma «…no creo en los Beatles… sólo creo en mí, en Yoko y en mí. Esa es la realidad. ¿Qué Puedo Decir? El Sueño Termino. Ayer. Yo era el tejedor de sueños, pero ahora he vuelto a nacer. Yo era ea morsa, pero ahora soy sólo John. Así es, queridos amigos, tendrés que seguir adelante por vuestra cuenta. El sueño terminó». Trágico y emocionante. Brutal. Una de las mejores canciones de todos los tiempos. Tras semejante descarga emocional, el disco concluye con «My Mummy’s Dead«, una sencilla grabación casera realizada mientras John sequía la terapia del doctor Janov.
La crítica recibió razonablemte bien el disco en su momento, pero su prestigio y fama incluso han crecido con el tiempo. Junto a «Imagine» es, sin lugar a dudas, el mejor trabajo de John Lennon en solitario. Si bien su ruda producción y su caustica temática pueden resultar duras a orejas acostumbradas a sonidos más radioformuleros, su honesta y brillante propuesta deberían ser suficientes para llegar a oídos sensibles. ARTE con mayúsculas. «Mother», «Working Class Hero», «Isolation», «Love» o la estratosférica «God» son prueba palpable de algo que -entiendo- nadie discute a estas alturas: John Lennon fue uno de los mejores creadores de canciones de toda la historia del rock.
VALORACIÓN GUILLETEK: 9,5/10
Texto: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 10 de agosto de 2014
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mayo de 1969 su segundo LP en solitario: «Electronic Sound«. Compuesto sólo por dos largos temas, uno para cada cara, es un pretencioso álbum experimental que gira en torno a un sintetizador Moog «tocado» por el propio George. Absolutamente infumable. Ruido. Otra porquería al nivel de «Two Virgins»
John tampoco colaboró demasiado a prestigiar los lanzamientos en solitario de los miembros del grupo. John y Yoko editan, también en mayo de 1969, su segundo álbum conjunto: «Unfinished Music No. 2: Life with the Lions». Otra basura integral que gira en torno al aborto que sufrió Yoko y en el que perdieron al que iba a ser el primer niño de la pareja. Es más audible que «Two Virgins» pero sigue sin merecer una sola escucha.
. En cuanto a la canción, es buena, pero quizás no tanto como para ser un single del grupo…, por lo que no sería de extrañar que su edición fuera un intento de contentar a John ante los últimos acontecimientos acaecidos. La canción, con todo, fue un éxito en Europa incluso a pesar del veto de la BBC por el verso «Cristo, sabes que no es fácil… tal como van las cosas, van a crucificarme»…, en Estados Unidos alcanzó «sólo» un número 8 por la actuación de Cinturón Bíblico en contra de la canción.
protestar contra las guerras en general y en particular contra la de Vietnam. Consistía en quedarse en la cama, en una habitación de hotel decorada con carteles en pro de la paz y convocar a cuanta prensa fuera posible. Yoko y John llevaron a cabo dos encamadas de dos semanas de duración en pro de la paz, en Ámsterdam (durante su viaje de novios) y en Montreal. Un reportero le preguntó a John que qué intentaba hacer. Y John le contestó espontáneamente, todo lo que estamos diciendo es : «dale una oportunidad a la paz» («Give Peace a Chance»), y tal como lo dijo, le gustó la frase y la preparó musicalmente para una canción.
atribuida a Lennon y McCartney. Fue la forma de agradecer a Macca su participación en «The Ballad Of John And Yoko». La cara B del single la ocupaba la composición de Yoko, «Remember Love» (
McCartney.
especie de ópera pop que hay en la otra cara. Es chatarra, trozos de canciones que fuimos echando ahí y juntando. Fue un álbum competente, estaba conjuntado, pero carecía de vida». De hecho, no es el mejor disco de Lennon en cuanto a aportaciones. John que demostró estar en forma extraordinaria con el «Álbum Blanco» baja mucho enteros en este disco. Sin embargo Ringo se sale, George se confirma como un maestro de la composición y McCartney está de monumento.
fuera grabado más rápidamente que cualquier otro LP de los Beatles desde 1965.
Los ánimos se sosiegan con la maravillosa e incomparable balada de George «Something» (
boudeville. La canción tardó varias sesiones en grabarse -en gran medida por el uso del sintetizador Moog-, provocando la ira de Lennon, «La odio. Sólo recordar la grabación… nos la hizo repetir cien mil veces. Hizo todo lo posible para que fuera un single, pero nunca lo fue y nunca hubiera podido serlo…, pero bueno mientras Paul vaya haciendo cancioncillas folk resultonas como ‘Maxwell’s Silver Hammer’ para las abuelitas, los Beatles podrán seguir llegando al gran público». Melódicamente la canción es irreprochable y, como dice George, «es una de esas canciones que algunos odian y a otros les encanta». A mí me resulta adorable.
McCartney vuelve a la carga y elimina el azúcar de la canción anterior con «Oh! Darling» (
acordes. Con la guitarra le pasa lo mismo. Sin embargo, esta canción te llega al alma por la paz que emana. Supongo que actualmente Ringo debe de estar componiendo canciones cósmicas sin darse cuenta». La intro de guitarra de George merece una tesis doctoral.
(cuidado) y llega la sublime «She Came In Through The Bathroom Window» (
Aunque este debía ser el final del disco, si dejamos el CD sonar oiremos una breve y sencilla canción acústica de Paul, «Her Majesty» (
siendo un Beatle hasta la médula, pero era el único. John seguía haciendo su vida y, tras pasar unos días desintoxicándose de su adicción a la heroína, grabó una canción sobre la dura experiencia del mono que vivió en sus propias carnes. «Cold Turkey» (