McCARTNEY, Paul. «RAM» (1971). (9,5/10)

Too Many People
3 Legs
Ram On
Dear Boy
Uncle Albert/Admiral Halsey
Smile Away
Heart Of The Country
Monkberry Moon Delight
Eat At Home
Long Haired Lady
Ram On
The Back Seat Of My Car

Producido por Paul y Linda McCartney

En mayo de 1971, Paul  McCartney editó su segundo disco en solitario: “RAM”. Tras «McCartney», publicado el año anterior y  merecedor de duras críticas por su austera producción a pesar de su éxito comercial, Paul contó con numerosos músicos de sesión para afrontar este álbum. Así, aunque McCartney se encargó de las voces, bajo, piano, teclados, ukelele y varias guitarras, contó con los guitarristas Dave Spinoza y Hugh McCracken y con el baterista Denny Seiwell, y utilizó los estudios A&R de Nueva York en busca de un sonido mucho más «profesional».

Paul decidió que su esposa, Linda, participara activamente en el álbum al punto que aparece acreditada y hace los coros en varias canciones McCartney, siendo éste uno de los hechos que más polémica causó en su momento entre los críticos del álbum… Porque «Ram» recibió algunas críticas durísimas. Rollingstone llegó a hablar de un disco que «representa la descomposición del rock de los sesenta. Es inconsecuente e irrelevante. Está claro que McCartney necesita un compañero musical al lado, y no puede ser Linda». Curiosamente en 2012 esta misma publicación dijo «es una obra maestra que quizás no entendimos en su momento». Y es que lo que le ocurrió a Rollingstone le ocurrió a gran parte de la crítica, el disco fue tan machacado en los 70 («Insustancial y moñas» según Playboy, «Mediocre» para NME), como elogiado 20 años después («Gran disco con enormes melodías», Allmusic; «brillante y fascinante», Uncut).

Incluso los ex-compañeros de Paul fueron muy duros con el LP. Ringo dijo «me hace sentir triste escuchar los discos de Paul. Sé que es un gran artista, creativo e inteligente, pero escuchas RAM y no hay ni una canción que merezca la pena…, desaprovecha su talento» y John no dudo en decir «¿RAM?, es una mierda. «McCartney» no era gran cosa pero por lo menos había alguna buena canción, como «Junk». «Three Legs» y los principios de «Ram On» y «Uncle Albert» no están mal pero toda esa basura a lo opera-pop…»

¿Por qué tanta animadversión ante un LP que, como veremos, es realmente fantástico? No nos olvidemos de que Paul fue proclamado oficialmente el «culpable de la separación de los Beatles» y que, en este momento, se encontraba en litigios legales contra George, John y Ringo por la disolución de sus negocios comunes. «Ram» no recibió críticas justas, estaban criticando a Paul McCartney, no a su obra. Una vez la imagen pública de Paul mejoró, el disco comenzó a valorarse.

Centrándonos en lo musical, el disco se abre con la polémica «Too Many People«, un excelente medio tiempo que no pasaría a la historia por su indudable valía melódica sino por sus mensajes velados hacia John. Y es que , aunque Paul McCartney y John Lennon fueron como hermanos durante casi 15 años,  a partir de 1970 su relación fue espectacularmente hostil. La tensión llegó al gran público cuando ambos músicos empezaron a lanzarse dardos desde sus canciones. En este aspecto fue Paul el primero en golpear  con su disco “Ram” (en cuya contraportada se pueden ver dos escarabajos –beetles- en actitud de darse por culo-).  La primera de las canciones con mensaje es esta Too Many People”. Paul arranca criticando la pose de John y Yoko (“Demasiada gente haciéndose el “underground, demasiada gente predicando sermones. No les dejes que te digan lo que quieres ser, es una locura, yo no lo hago), para luego recriminar a John no haber aprovechado la suerte de estar en los Beatles y renegar de ellos  (“Ese fue tu primer fallo, cogiste tu golpe de suerte y lo partiste en dos). Lennon contestaría con la mordaz «How Do You Sleep», pero eso es otra historia.

El buen nivel se mantiene con el blues «3 Legs«, un estupendo tema fabulosamente interpretado, y la extraordinaria y campestre «Ram On«, en la que Paul se encarga de todos los instrumentos. Uno de los momentos del disco llega con «Dear Boy«, una joya pop que no desmerece en nada la obra de Paul con los Beatles. Tan hermosa como inteligentemente arreglada, recibe claras influencias de los Beach Boys en cuanto a los arreglos vocales (Paul profesa absoluta admiración por el líder de los Beach Boys, Brian Wilson). Una canción 10.

«Uncle Albert/Admiral Halsey» es el single del álbum y alcanzó el número 1 en las listas, además de suponerle un premio Grammy. Inspirada «opera-pop» de Paul en la que destacan especialmente sus extraordinariamente melódicos primeros dos minutos. Supuso la primera colaboración post-beatle entre Paul y George Martin, que escribió el arreglo para la canción que, en la grabación, interpretó la Filarmónica de Londres. Tras un inicio de álbum muy sosegado y alejado del rock, la cara A se cierra con «Smile Away«,  la primera subida de decibelios del disco. Un tema correcto, nada más, con una estúpida letra. Posiblemente, lo peor del LP.

La cara B se abre con la jazzy e inspirada «Heart Of The Country«, una de mis debilidades y una canción brillante que nos retrotrae a los tiempos del «Álbum Blanco» de los Beatles. El sosegado aire country-jazz de la cancion sirve de perfecto preludio a la bizarra «Monkberry Moon Delight«, una interesante y extraña canción, con una aún más extraña letra, en la que Paul literalmente se desgañita sacando un tremendo provecho a sus versátiles cuerdas vocales y que fue versionada con éxito en 1979 por Screamin’ Jay Hawkins.

«Eat At Home» es el tema más comercial del LP y todo un homenaje musical de Paul a su ídolo Buddy Holly en el que Paul juguetea con metáforas sexuales. Buen tema. «Long Haired Lady» es un nuevo «tema río» de Paul que, si bien queda lejos de «Uncle Albert/Admiral Halsey» y tiene momentos que pueden resultar tediosos, tiene pasajes francamente interesantes.

Y llegamos al final, la magnífica «The Back Seat Of My Car«, un tema sencillamente prodigioso que Paul ya ofreció sin éxito a los Beatles en su última época. Los arreglos, la instrumentación, la voz de Paul y su estupendo coro final («Ooooh We believe that we can’t be wrong»)…, todo es magistral. Una canción para la historia, que sirve de colofón a un magnífico álbum injustamente denostado por la crítica (no por el publico que lo aupó al número 1), y al que el tiempo le ha dado la razón. Uno de los mejores álbumes de los 70.

VALORACIÓN GUILLETEK: 9,5 / 10.