Paul McCartney: «Driving Rain» (2001) (8/10)

Lonely Road (McCartney)
From A Lover To A Friend (McCartney)
She’s Given Up Talking (McCartney)
Driving Rain (McCartney)
I Do (McCartney)
Tiny Bubble (McCartney)
Magic (McCartney)
Your Way (McCartney)
Spinning On An Axis (McCartney-McCartney)
About You (McCartney)
Heather (McCartney)
Back In The Sunshine Again (McCartney-McCartney)
Your Loving Flame (McCartney)
Riding Into Jaipur (McCartney)
Rinse The Raindrops (McCartney)

Freedom (McCartney)

Es cierto que el Paul McCartney crepuscular no es cool... Su parecido cada vez más acusado con Angela Lansbury (la Sra Fletcher), su imagen de «abuelete molón», su a veces patético postureo o sus videoclips de dibujos animados llenos de ranitas, no juegan en su favor. Pero es de necios o simplemente de sordos no reconocer la enormidad artística de su obra, con y sin los Beatles. Su carrera en solitario contempla varios discos flojos, algunos directamente malos, pero está salpicada de discos fabulosos y de canciones absolutamente sobresalientes que, de haber sido editados por otros artistas menos brillantes pero más «molones,» hubieran sido elevados a los altares, No tengo ninguna duda de que si Neil Young hubiera escrito «From A Lover To A Friend» se consideraría la quintaesencia de la madurez musical, si Clapton se hubiera marcado «Back In The Sunshine Again» se valoraría su autenticidad, o que si Keith Richards se hubiera atrevido con algo parecido a «Rinse The Raindrops» se hubiera elogiado su temeridad pro-rockera… Pero es el siempre sonriente McCartney el que se atreve a estas cosas…, y Paul no mola…

Y es que este disco, frecuentemente olvidado, es un claro ejemplo del «maltrato» al que se ha sometido la carrera en solitario de Paul McCartney. Producido por David Khane (The Strokes, Sugar Ray), «Driving Rain» nos presenta a un McCartney aún tocado por la muerte de su esposa Linda y, a la vez, ilusionado por su nueva relación con Heather Mills. Esta situación deriva en un disco lleno de claroscuros, si bien es el ambiente triste y taciturno el que gobierna el disco.

Grabado en apenas dos semanas, es un notable disco que, a pesar de obtener críticas favorables en la mayoría de medios (4/5 en Rolling Stone), fue un rotundo fracaso comercial obteniendo un puesto 26 en Estados Unidos y un terrible 46 en su país natal, siendo este el disco de Paul que peores resultados consiguió en el Reino Unido. La falta de un single que tirara de las ventas y el ambiente tristón del álbum supuso un bajo resultado en ventas injusto a todas luces puesto que, lejos de ser uno de los peores trabajos de McCartney, se encuentra entre los más destacables.

El álbum arranca con «Lonely Road«, un meritorio blues-rock de amarga melodía que deja claro desde el primer momento que los luminosos sonidos de «Flaming Pie» quedaron atrás. Una canción estupenda que, sin embargo, queda ensombrecida por la enormidad de la excelente «From A Lover To A Friend«, sencillamente una de las mejores canciones de lo que llevamos de siglo. Todo en ella es genial: una melodía de otro mundo,su acertada y parca producción, una línea de bajo estratosférica, la afectada voz de Paul, su excelente letra en la que McCartney pide permiso a su difunta esposa para rehacer su vida…, un clásico. Una canción que, insisto, de haber escrito otro «dinosaurio del rock» tendríamos hasta en la sopa. Sublime.

«She’s Given Up Talking» introduce a Paul McCartney en nuevas sonoridades minuciosamente tejidas por David Khane. Se trata de un tema de aires folkies que Paul escribió tras conocer a una niña con mutismo selectivo (un trastorno de origen emocional que consiste en que los afectados, en determinados contextos o circunstancias, no pronuncian ni una sola palabra) y que se tiñe de modernidad merced a unos acertados efectos de estudio. Mucho más clásica, aunque también mucho menos estimulante es la anodina «Driving Rain«, una de las canciones más prescindibles del álbum.

El maravilloso baladista que siempre fue McCartney se deja ver en la romántica «I Do«, una estupenda canción al igual que «Tiny Bubble» un moderno ejercicio de pop con un marcado tono bailable que recuerda poderosamente los sonidos de Wings. Menos agraciada es «Magic» que, a pesar de su emotiva letra (acerca del día en el que Paul y la fallecida Linda se conocieron), resulta bastante plana en lo musical.

Con «Your Way«, Paul construye una de sus fantásticas canciones folkies basadas en su depurada técnica de finger picking y que tantas joyas ha regalado a la historia del rock. Genial porción de clasicismo antes de llegar a «Spinning On An Axis«, un sorprendente collage sonoro que viaja desde el clásico crooning inicial a sonidos muy pegados a la actualidad. Un curioso y meritorio corte que supone el debut de la pareja de compositores McCartney-McCartney…, Paul y su hijo James.

«About You» nos devuelve al McCartney rockero, al que ya echábamos en falta y que, acompañando de una pequeña banda, suena de fábula. Y es que, en un ejercicio similar al que hizo en las fechas previas a «Flowers In The Dirt», Paul reclutó una banda para que le acompañaran durante las sesiones de grabación y en la posterior gira de promoción. Así, Rusty Anderson (músico de sesión de Elton John, Sinead O’Connor, Santana…) a la guitarra, y el sobresaliente batería Abe Laboriel Jr (Seal, Steve Vai) entraron a formar parte de la McCartney Crew y permitieron a McCartney centrarse en el bajo y se nota… Muchas  de las mejores líneas de bajo del McCartney maduro están en este disco.

«Heather» es otro de los momentazos del álbum. Un temazo, en su mayoría instrumental, que recuerda poderosamente el sonido de los Beatles del 68. De hecho, según cuenta el propio McCartney, «estaba tonteando al piano cuando surgió la melodía de esta canción… Heather, que desconoce el material de los Beatles, me preguntó «¿qué canción de los Beatles es esa?»… Yo le dije que era una nueva…, y entonces ella, emocionada, me animó a grabarla. Es por lo que decidí decicarle la canción». Es un tema excelente y que se hace corto, no hubieran estado de más unas cuantas estrofas cantadas adicionales.

La dupla McCartney-McCartney vuelve a la carga con la fantástica «Back In The Sunshine Again«, un pesaroso e inspirado blues al que no le sobra ni le falta nada y sirve de contrapunto a la romanticona «Your Loving Flame«, una gran balada que Paul dedica a Heather Mills, su nueva pareja. Buena canción, con el punto justo de azúcar.

La recta final se inicia con «Riding Into Jaipur«, una notable canción que Paul compuso tras el segundo viaje que hizo a la India tras el que hiciera acompañado de John, George y Ringo en aquel lejano 1968. No hubiera extrañado oírla en un disco de George Harrison, es fantástica en cualquier caso. El gran final llega en forma de 10 minutos de desparrame rockero con la genial «Rinse The Raindrops«, para la que Paul cantó la misma estrofa en una cincuentena de diferentes estilos de los que Khane extrajo los que conforman la edición final. Una gozada de principio a fin que como ocurría con «From A Lover To A Friend», hubiera recibido todo tipo de elogios de haber sido escrito por alguna otra luminaria del  rock de los 60… Poco antes de la edición del álbum, se produjo el atentado de las torres gemelas de NY. Paul compuso un tema conmemorativo que interpretó en The Concert for New York que él mismo organizó y en el que participaron varias estrellas. El tema es la vulgar y absolutamente prescindible «Freedom» que también acabó incluyéndose en el álbum, si bien como tema oculto, puesto que las carátulas ya habían sido impresas.

Un muy buen álbum escrito e interpretado por un adorable y nada molón casi-sesentón McCartney al que recurrentemente se le niega un mayor reconocimento. Me gustaría oír más álbumes actuales de músicos (jóvenes y viejos) con temas como «Lonely Road», «From A Lover To A Friend», «I Do», «About You», «Heather», «Your Loving Flame», «Back In The Sunshine Again» o «Rinse The Raindrops».

VALORACIÓN GUILLETEK’S: 8/10