John Lennon. «Plastic Ono Band» (1970). (9,5/10)

Mother (John Lennon)
Hold On (John Lennon)
I Found Out (John Lennon)
Working Class Hero (John Lennon)
Isolation (John Lennon)

Remember (John Lennon)
Love (John Lennon)
Well Well Well (John Lennon)
Look At Me (John Lennon)
God (John Lennon)
My Mummy’s Dead (John Lennon)

Productor: John Lennon, Yoko Ono y Phil Spector

A mediados de 1969, John Lennon era un adicto a la heroína retirado junto a su inseparable Yoko en su finca de 72 acres en Ascot, Tittenhurst Park. Los Beatles habían comenzado a desintegrarse y tanto John como Yoko comenzaron un proceso de retorno a la vida pública que comenzó por el abandono de la heroína (hola, metadona), su participación en campañas pacifistas y algunas excursiones musicales.

Una de sus más conocidas campañas pacifistas se desarrolló, una vez la pareja contrajo matrimonio, en marzo de 1969. John y Yoko citaron a la prensa en la suite presidencial del Hotel Hilton de Amsterdam y , durante seis días sin salir de su cama, realizaron varias declaraciones en favor de la paz mundial. Una segunda «encamada» tuvo lugar en el Hotel Queen Elizabeth de Montreal y, en la misma, uno de los periodistas preguntó a John acerca de qué intentaba conseguir con toda aquella campaña. John contestó  de forma espontánea: «todo lo que estamos diciendo es : dadle una oportunidad a la paz». A Lennon debió gustarle la frase puesto que, rápidamente y de forma casi improvisada, compuso un tema -«Give Peace a Chance»- en torno a la proclama. La grabó en una sencilla grabadora de ocho pistas alquilada en una tienda de música sita en las inmediaciones del hotel. El single que contenía “Give Peace A Chance” (enlace) se editó en julio de 1969 por primera vez bajo el nombre de Plastic Ono Band y con los créditos del tema aún a nombre de Lennon y  McCartney, puesto que los Beatles aun no se había separado y el acuerdo entre Paul y John para firmar las canciones aún seguía vigente.

Acto seguido John se enfrascó en la grabación del excelso «Abbey Road» de los Beatles. Desgraciadamente, a pesa del maravilloso nivel artístico del álbum, el grupo estaba absolutamente roto para estas fechas. Paul seguía siendo un Beatle hasta la médula, pero era el único. John seguía haciendo su vida y, de nuevo bajo el nombre de Plastic Ono Band, grabó una canción sobre la dura experiencia del mono que vivió en sus propias carnes. “Cold Turkey” (enlace), que era la canción en cuestión, fue grabada por John con Ringo Starr a la batería y Klaus Voorman (antiguo amigo de Hamburgo) al bajo, y es un sucio y descarnado rock que acabó editando en Octubre de 1969.

La canción no era gran cosa, pero tampoco justifica el descarnado y furibundo ataque de la crítica que recibió, si bien éste fue ocasionado más por la sórdida temática del tema que por su calidad musical. No obstante, ninguna de las críticas hizo que John frenara su particular proceso de independencia respecto al grupo. A principios de septiembre, aún durante la grabación de “Abbey Road”, John había recibido una invitación de los organizadores del festival Rock and Roll en Toronto. Lennon junto a Yoko, Eric Clapton, Klaur Voormann y Alan White (que acabaría siendo el batería de Yes), no sin antes advertir “no hemos tocado ni ensayado nunca juntos, así que tocaremos canciones que todos conocemos”, tocaron “Blue Suede Shoes“, “Money“, “Dizzy Miss Lizzy” (horriblemente mal, por cierto), “Yer Blues“, “Cold Turkey” (con Yoko haciendo el payaso), “Give Peace a Chance” y dos basuras integrales cantadas por Yoko como “Don’t Worry Kyoko” y John, John (Let’s Hope for Peace)“. La verdad es que fue un mal concierto pero sirvió para que John sintiera la emoción del directo y que fuera consciente de lo encerrado que se sentía dentro de los Beatles. Ni corto ni perezoso, Lennon llamó al manager del grupo, Allen Klein y se lo dejó claro: “Me voy de los Beatles, voy a montar un grupo con Eric Clapton y Klaus Voorman. Quiero anunciarlo a la prensa, prepáralo todo”. Klein consiguió disuadirle diciéndole que no anunciara nada hasta que hubiera terminado la negociación que estaba llevando con EMI para renovar su contrato.

John aceptó no decírselo a la prensa, pero nada iba a privarle de decírselo al resto del grupo, y en especial a Paul. El 20 de septiembre de 1969, seis días antes de la edición de “Abbey Road”, John le dijo a Paul en medio de una fuerte discusión: “Ya no soy un Beatle. Quiero el divorcio, cómo lo hice de Cynthia, ¿cabe eso en tu jodida cabeza?”.

Era el final, y aunque Paul pensó que sólo era una de las rabietas de John, decidió darle tiempo mientras él se trasladaba con toda la familia a la granja que había comprado en Escocia decidido a grabar su primer disco en solitario. George y John lo habían hecho, ¿por qué él no? Pero lo de John no era una rabieta, aunque aún quedaba para el final…, porque ningún gran relato acaba sin una gran batalla … Pero eso es otra historia que, podéis seguir en este mismo blog en la sección biografías de grupos.

John y Yoko seguían haciendo de las suyas y, en noviembre de 1969, editan “The Wedding Album, otra basura disfrazada de obra experimental. Incluye únicamente dos temas, uno en cada cara de la edición original de vinilo. “John & Yoko”, en la primera cara, es una grabación de John y Yoko llamándose entre sí con distintos rangos vocales; “Amsterdam”, en la segunda cara, está compuesto de entrevistas, conversaciones y sonidos registrados durante la conocida encamada por la paz de la pareja.

No fue hasta enero de 1970 cuando la producción en solitario de John comenzó a dar muestras de su verdadero e indudable talento. Entonces edita un nuevo single y esta vez, al fin, es un tema propio. John escribió “Instant Karma” (enlace) y ese mismo día la grabó junto a Billy Preston (teclados), Klaus Voormann  (bajo y  piano eléctrico), Alan White (batería), George Harrison (guitarra eléctrica) , y Yoko Ono y Mal Evans (coros). Buena canción de John que alcanzó el número 3 en lista y que fue producida por el archiconocido productor Phil Spector.

Tras la dolorosa separación del grupo en la primavera de 1970, John, animado por Yoko, se trasladó a Los Angeles para conocer al doctor Arthur Janov, un psicoanalista que había escrito «The Primal Scream, Primal Therapy: The Cure for Neurosis», el libro de cabecera de Lennon por aquel entonces. El libro defendía la premisa basada en que las neurosisse basan en dolores reprimidos causados por traumas infantiles. John y Yoko estuvieron siguiendo una terapia diseñada por Jacov durante cuatro meses hasta que, como le ocurriera con el Maharishi, John acabó desencantándose de su nuevo gurú.

No obstante, John aprovechó su retiro para componer y, en septiembre de 1970 y ya en Inglaterra, John y Yoko llamaron a Ringo, Klaus Voorman, Billy Preston y el productor Phil Spector para trabajar en lo que sería su nuevo LP. La idea de Lennon era huir de artificios de estudio  -de los que acabó hastiado en su época Beatle- e intentar interpretar y producir el tema en su forma más básica, casi en directo. De esta forma,  trabajaba rápido dando instrucciones básicas a los músicos. Ringo recuerda al respecto que «era una especie de jam, se sentaba, nos cantaba la canción y empezábamos a tocar…, era genial. Creo que, además, la simplicidad de la instrumentación le permitió enfocarse en su voz y cantar con mucho más sentimiento».

Las sesiones duraron aproximadamente un mes, bajo la supervisión y la producción de Phil Spector. No obstante el genial productor norteamericano faltó en muchas ocasiones y, en gran medida, fue el propio Lennon quien produjo la mayoría de las canciones de un disco que acabó publicándose el 11 de diciembre de 1970 y un par de semanas después en Estados Unidos. El público lo recibió de forma tibia en Reino Unido (número 11) y sensiblemente mejor en Estados Unidos (número 6), muy lejos de los resultados de los álbumes de debut McCartney y Harrison, números 1 y 2 respectivamente, e incluso por debajo del número 7 conseguido por Ringo.

No obstante, y a pesar de sus escasos réditos comerciales -que provocaron no pocos quebraderos de cabeza al propio Lennon-, el disco es sencillamente fantástico. De una sinceridad conmovedora, nos muestra a un Lennon desnudo, sin complejos y presentando al público sus traumas, miedos y frustraciones. La carrera de John en solitario alterna luces y sombras y resulta bastante irregular, pero quizás estamos ante la más pura y honesta muestra de música genuinamente lennoniana. «John Lennon/Plastic Ono Band» es un gran disco. Quizás no es muy accesible y puede resultar algo desasosegante para quien busque algo más ligero, pero tanto las melodías como los versos de John rayan a gran altura…, posiblemente en el mejor nivel que llegó a mostrar alejado de los Beatles.

Unas fúnebres campanadas sirven de preludio a la primera canción del disco: «Mother«, una verdadera joya con la que Lennon pone sus cartas sobre la mesa. Con sólo la compañía de un piano y el minimalista acompañamiento de Klaus Voorman al bajo y Ringo a la batería, John convierte en una sobresaliente canción las experiencias vividas bajo la terapia del doctor Janov, destinada a superar los traumas con los que convivía el músico tras la muerte de su madre, Julia. Con versos como «Madre, tu me tuviste, pero yo nunca te tuve», queda poco que decir… La emocionante voz de Lennon, los dramáticos acordes (con el sustain por las nubes) y la fantástica melodía hacen el resto. Una maravilla. Únicamente al alcance de los grandes genios.

La optimista y esperanzadora letra de «Hold On» es una isla dentro en el océano de melancolía que empapa los versos del álbum. Sin ser un festival es, de lejos, la canción más alegre de un disco con el que Lennon parece querer poner punto y final a su jovial y gloriosa etapa juvenil para empezar una nueva fase vital junto a Yoko. De nuevo, una instrumentación minimalista para una muy disfrutable canción. Mucho más caustica resulta «I Found Out«,un agresivo tema en el que Lennon no deja títere con cabeza, desde Jesucristo hasta Paul McCartney pasando  por toda la colección de gurús que consideraba que le habían engañado años atrás. Todos reciben su ración. Es un rock sucio y muy eficaz merced a la distorsionada y acertada guitarra de John y la potente base rítmica de Ringo y Voorman.

«Working Class Hero» nos devuelve al Lennon mas folkie. En esta ocasión, John deja de mirar en su interior para escribir una canción muy influenciada por las corrientes de izquierdas de la época. Buen corte acústico en el que la influencia de Dylan es evidente, a pesar de que John lo negara en su momento, («no pienso que suene a Dylan… Pero claro,  siempre que toques un tema serio y lo hagas con una guitarra acústica, pueden decirte que suenas como Dylan. Puede haber influencia, supongo, al fin y al cabo nunca me gustaron Judy Collins y Báez y todas esas cosas. Así que la única música folk que conozco es sobre los mineros de Newcastle o la de Dylan… Pero no suena a Dylan»). A pesar de su aparente sencillez estructural, fue una de las canciones que más tiempo le costó grabar, llegando a repetirla docenas de veces. Un clásico. La cara A se cierra con la extraordinaria «Isolation«, una fabulosa balada soul plena de sensibilidad en la que John estás especialmente brillante frente al micrófono. Instrumentación ultra sencilla, producción casi inexistente, una melodía gloriosa… Lennon en estado puro.

El vibrante piano de «Remember» abre la cara B. posiblemente el corte más pop del disco  y una canción que John grabó el día de su trigésimo cumpleaños.Es el único tema del disco en el que hay armonías de voces (realizadas por el propio Lennon en pistas diferentes) a las que John había sido tan aficionado pero que en este LP brillan por su ausencia. Otra muy buena canción.

Mejor aún resulta la  esencial «Love«, una de las baladas más delicadas de la historia del rock. Una obra maestra de la melodía que, sin duda, supone el momento más tierno del LP y es completamente ajena al espíritu deliciosamente amargo que rodea al disco. En esta ocasión John se encarga de la guitarra y Phil Spector del piano. Joya entre las joyas.

El John más rockero vuelve con «Well Well Well«,  de estructura y sonido muy similar a «I Found Out» pero mucho menos notable en todos los sentidos, quizás el tema menos brillante del disco. Un pequeño tachón que se ve completamente corregido por «Look At Me«, otra joyita. Se trata de una de las canciones que el Beatle John escribió durante su estancia con el resto del grupo en la India en 1968, pero que no llegó a acabar en su momento . De hecho, su estilo es muy similar al de «Dear Prudence» que acabó incluida en el «Album Blanco» del cuarteto de Liverpool, el LP que grabaron justo después de regresar de la India.

Palabras mayores.»God«.Una de las más enormes canciones que Lennon grabara nunca y por extensión uno de los mejores temas de la historia. Billy Preston aporta su pericia al piano para dar brillo al combo Lennon (piano), Starr (batería), Voorman (bajo). La voz de John es perfecta, la melodía es maravillosa pero la letra es aún más impresionante. John pone fin al sueño, punto final a los mágicos años 60 y a su glorioso pasado musical cuando, tras renegar de la religión (Jesuscristo, La Biblia, Buda, Gita), personajes históricos (Hitler, Kennedy), ídolos musicales (Elvis, Dylan) afirma «…no creo en los Beatles… sólo creo en mí, en Yoko y en mí. Esa es la realidad. ¿Qué Puedo Decir? El Sueño Termino. Ayer. Yo era el tejedor de sueños, pero ahora he vuelto a nacer. Yo era ea morsa, pero ahora soy sólo John. Así es, queridos amigos, tendrés que seguir adelante por vuestra cuenta. El sueño terminó». Trágico y emocionante. Brutal. Una de las mejores canciones de todos los tiempos. Tras semejante descarga emocional, el disco concluye con «My Mummy’s Dead«, una sencilla grabación casera realizada mientras John sequía la terapia del doctor Janov.

La crítica recibió razonablemte bien el disco en su momento, pero su prestigio y fama incluso han crecido con el tiempo. Junto a «Imagine» es, sin lugar a dudas, el mejor trabajo de John Lennon en solitario. Si bien su ruda producción y su caustica temática pueden resultar duras a orejas acostumbradas a sonidos más radioformuleros, su honesta y brillante propuesta deberían ser suficientes para llegar a oídos sensibles. ARTE con mayúsculas. «Mother», «Working Class Hero», «Isolation»,  «Love» o la estratosférica «God» son prueba palpable de algo que -entiendo- nadie discute a estas alturas: John Lennon fue uno de los mejores creadores de canciones de toda la historia del rock.

VALORACIÓN GUILLETEK: 9,5/10

 

Texto: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 10 de agosto de 2014

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THE BEATLES. Capítulo 16 (1970-1974). Ex-Beatles, los restos del naufragio. Parte I

Tras el razonable éxito de Paul con su primer disco en solitario (nº2), George fue el primero en dar un golpe encima de la mesa tras la separación del grupo. La edición de el triple álbum «All Things Must Pass» el 27 de noviembre de 1970, demostraba que Harrison tenía muchas canciones que «vomitar» tras haber estado años bajo la sombra de Lennon y McCartney. El disco tiene canciones fabulosas como la homónima «All Things Must Pass«, «What Is Life«, «Beware of Darkness«, «Isn’t It A Pity«, «Wah-Wah» (dedicada a los dolores de cabeza que le daba Paul durante las grabaciones), pero sobre todo será recordado por la mítica «My Sweet Lord«. Una canción fabulosa por la que George tuvo que acudir a los juzgados por una reclamación de plagio por parte The Chifons y su «He’s so fine«. George fue multado «plagio inconsciente», potencialmente provocado por un caso de criptomnesia. Sea como fuere el disco de George -su tercero en solitario- alcanzó el número 1 en listas.

Apenas un mes después, en diciembre de 1970 y ya afincado definitivamente en Nueva York, Lennon edita su fabuloso «Plastic Ono Band» (review en Guilletek’s), el mejor disco que grabaría durante su carrera en solitario. Recibió muy buenas críticas pero, a diferencia de lo que había ocurrido con los discos de Paul y George, tuvo que conformarse con un número 8. No obstante el LP tenía canciones sublimes como «Mother«, «Isolation«, «Love» o la intimista «God«, en la que el verso «I don’t in Beatles, I just believe in me, in Yoko and me» pone en claro la situación. Y más cuando ese mismo mes, como hemos visto en el capítulo anterior, McCartney demandó a sus compañeros de grupo, disolviéndose su sociedad en abril de 1971.

Poco después de la edición de «Plastic Ono Band», en marzo de 1971, John editó su famosa «Power To The People» (enlace) como single

En mayo de 1971, Paul editó el exitoso single «Another Day» (enlace)  -numero 2 en listas- y su segundo disco en solitario: el exquisito y estupendo «RAM» que, aunque no recibió muy buenas críticas en su momento hoy en día está considerado uno de los mejores álbumes de un ex-beatle. Con todo, el LP alcanzó el número 1 a ambos lados del Atlántico y contenía grandes canciones como «3 legs«, «Heart Of The Country«, «Uncle Albert/Admiral Halsey» -el single del disco y rutilante número 1-, o la enorme «The Back Seat Of My Car«. Pero la atención fue acaparada por dos canciones Too Many People (enlace) y “Dear Boy” (enlace), que, aunque brillantes en lo musical, no es por su melodía por lo que obtuvieron relevancia sino por contener posibles mensajes velados de Paul hacia John.

Y es que , aunque Paul McCartney y John Lennon fueron como hermanos durante casi 15 años,  a partir de 1970 su relación fue espectacularmente hostil. Aunque ya desde la segunda mitad de 1969 la relación se había enfriado, en 1970 la situación se hizo casi insostenible. La tensión llegó al gran público cuando ambos músicos empezaron a lanzarse dardos desde sus canciones. En este aspecto fue Paul el primero en golpear  con su disco “RAM” (enlace a crítica en Guilletek’s), en cuya contraportada se pueden ver dos escarabajos –beetles- en actitud de darse por culo.  La primera de las canciones con mensaje es Too Many People. Paul arranca criticando la pose de John y Yoko (“Demasiada gente haciéndose el «underground» / Demasiada gente peleando por un trozo del pastel / Demasiada gente en un tira y afloja / Demasiada gente esperando un golpe de suerte”), luego recrimina a John no haber aprovechado la suerte de estar en los Beatles y renegar de ellos en los últimos dos años (“Ese fue tu primer fallo / cogiste tu golpe de suerte y lo partiste en dos / ¿qué puedo hacer por ti? / lo partiste en dos”). McCartney critica también la moralina de las canciones de John (“Demasiada gente predicando sermones / No les dejes que te digan lo que quieres ser / Demasiada gente haciéndolo /  es una locura, yo no lo hago”), para terminar dejando claro que ha cambiado de compañero, John por Linda (“Ese fue tu último fallo / yo encontré a mi amor / y ahora ¿Qué va a ser de ti / mi amor me espera”).

Paul reconoció que «Too Many People» estaba dedicada a John pero, además, Lennon entendió que en  “Dear Boy” también había referencias hacia él y Yoko. Según John, Paul le recriminaba que le hubiera  dejado para irse con Yoko (“Espero que nunca te des cuenta, querido chico, de lo que has encontrado / Espero que nunca te des cuenta de que es la cosa más dañina / Espero que nunca te des cuenta, querido chico / Espero que no tengas que darte cuenta de que el amor estaba aquí / y quizás con lo fastidiado que estás no recuperes el sentido común / espero que no lo recuperes, querido chico”), para luego dejarle claro que él sí había encontrado en Linda a la sustituta perfecta tras la separación del grupo (“Cuando salté estaba destrozado / pero ella y su amor aparecieron y me levantaron”). Paul siempre afirmó que esa canción iba dedicada al ex-marido de Linda.

El caso es que John era un hueso de roer… y vaya si contestó… En su siguiente disco, el extraordinario «Imagine» (review en Guilletek’s), de septiembre de 1971, incluyó una foto de regalo que hacía referencia a la portada de «RAM» en la que sostenía a un cerdo por las orejas en posición similar a la de Paul en la cubierta de su LP. Pero con lo que se despachó a gusto fue con la brutal «How Do You Sleep?» (enlace). John empieza atacando a la obra cumbre de Paul («Incluso el Sargento Pepper te pilló por sorpresa, te veías bien a los ojos de esa mamaíta») e incluso ironiza con la «histeria Paul is Dead («Esos locos tenían razón cuando decían que estabas muerto,  tu gran problema es tu cerebro / ¿Cómo puedes dormir por las noches?»). En la siguiente estrofa («Lo único que hiciste fue «Yesterday» y ahora eres «Another day»), John hace un buen juego de palabras diciéndole a Paul que lo único que hizo fue «Yesterday» (su mejor canción) y que ahora es «Another day» (que era el single de Paul que estaba en el mercado), por otro lado «Yesterday» es «ayer» y «another day» tiene la acepción de «día cualquiera», con lo que viene a decir que Paul hizo su mejor trabajo en el pasado y ahora es un vulgar autor… Al final, John es especialmente duro (» Una bonita cara dura un año o dos, veremos que puedes hacer después / La música que hace es como música de ascensores (musak), ¿no has aprendido nada en estos años?, ¿Cómo duermes?).

Además, por si fuera poco, George participó también en la canción…Eso le dolió aún más a Paul.  Años después, el propio Harrison, habló de este tema: «Supongo que después de la ruptura, -aunque en el fondo todos la deseábamos- lo más fácil era encontrar un culpable dentro de nuestro pequeño circulo y por lo menos para John y para mí la culpa recayó directamente en Paul. Por eso y porque su canción también me gustaba y además porque tampoco me había agradado en absoluto la actitud de Paul conmigo durante las sesiones de Let it be, fue que acepté la invitación de John para grabar la guitarra slide en «How do you sleep?» Recuerdo que cuando escuchamos el tema terminado, sonreímos un poco, pero era una sonrisa un poco amarga o forzada, como la que se ofrece por compromiso cuando alguien cuenta un chiste de pésimo gusto. Con el tiempo he pensado que John se pasó un poco, sobre todo en líneas como «the sound you make is musak to my ears». Parece que Ringo también estuvo invitado a la grabación pero se retiró al conocer la letra. El propio Lennon se arrepintió públicamente, años después, de haber editado esta canción

Esto no puede hacernos olvidar que «Imagine» es un disco magnífico con canciones enormes como la propia «Imagine«, «Jealous Guy«, «It’s So Hard«, «Gimme Some Truth» o «How?» que hicieron que tuviera un gran éxito de crítica y ventas, alcanzando -esta vez, sí- el número 1 a ambos lados del Atlántico.

El conflicto entre ambos se llevó también a la prensa escrita, John Lennon hizo declaraciones a Rollingstone en las que decía que «El primer disco como solista de Paul es basura. Esperaba más. Paul es capaz de grandes trabajos» para luego hablar sobre la separación del grupo, «Nos aburrimos de ser actores secundarios de Paul. Después de que muriera Brian creyó que podría sustituirle. George y yo no queríamos seguir adelante con «Let it Be», pero Paul lo arregló todo. A mi no me importaba, yo ya estaba con Yoko. Fue una sensación muy desagradable en el estudio, siendo filmados todo el tiempo. Yo sólo quería que se fueran. Así que la grabación terminó y no queríamos saber nada más de ella, por primera vez desde el primer álbum. Las cintas eran malas así que fuimos y produjimos Abbey Road a la carrera para hacer algo presentable y perpetuar el mito. Poco después, un día le dije a Paul: “Me voy a ir”. No había decidido como hacerlo, si iba a armar otro grupo permanente, o lo que fuera. Al final decidí que no quería quedarme atascado con otro grupo de personas. Y entonces un día estábamos discutiendo algo con Paul en una oficina y le estaba diciendo que no a todo, hasta que finalmente dije: “Ya está. El grupo ha terminado. Me voy”. Paul me pidió que lo pensara. Sin embargo, fue Paul quien lo anunció seis meses después para promocionar su disco solista. Fui un tonto por no hacer lo que hizo Paul.  Yo no estaba molesto con Paul por haberlo anunciado a su manera. Sólo estaba sorprendido. Es un buen relaciones públicas. Tal vez el mejor en el mundo. Nos dolió que no nos hubiera avisado de lo que iba a hacer. Me llamó una tarde, y me dijo “voy a hacer lo que tú y Yoko hicieron el año pasado, voy a sacar un álbum solo y me voy del grupo también”. Fue raro oírlo de su boca, pues el era el que más quería a Los Beatles. Y entonces los periódicos de medianoche salieron con la noticia. Yo estaba maldiciendo por no haberlo hecho yo mismo. Lo que tengo claro es que no hay posibilidad de que volvamos a grabar juntos. No volvería a grabar nunca con nadie, sólo con Yoko, pero no con otro ego maníaco. Hoy en día solo hay sitio para uno en un álbum»

Paul, cuya segunda hija -Stella- acababa de nacer en septiembre,  también concedió entrevistas explicando su versión: «Se hizo un contrato de sociedad —años atrás— para mantenernos juntos durante diez años. A causa de lo que éramos entonces, ninguno de nosotros lo miró dos veces al firmarlo. Lo firmamos en 1967 y lo descubrimos el año pasado; un contrato que nos ligaba por siete años más. Está claro que había que romperlo si no íbamos a seguir juntos, el problema reside en que a los otros tres les aconsejaron no anularlo, les dijeron que en caso de romperlo las consecuencias impositivas serían desastrosas para ellos. No es un problema con los otros tres. Creo que los cuatro todavía nos queremos mucho y no creo que haya resentimientos, no de mi parte por lo menos. Hace poco hablé con los otros y tampoco me lo demostraron… Es Allen Klein… Traté de pensar en la manera de llevar a Allen Klein ante la justicia. Pero la acción tendría que llevarse a cabo también contra los otros tres. En un principio me negué. «Viviremos con eso a cuestas». Durante todo el verano que pasé en Escocia luché contra mí mismo pensando si debía hacer algo parecido. Fue espantoso; tenía permanentemente un nudo en el estómago… Pero tuve que hacerlo…, ¿sabes? John tiene una canción llamada «Power to the People». En ella hay un verso —una especie de grito al gobierno— que dice: «Dennos lo que nos pertenece». Y para mí Apple representa al gobierno. Denme lo que me pertenece… La gente dijo: «Es una lástima que algo tan lindo tenga que terminar de esta manera». Yo también lo creo, es una lástima. Me gustan los cuentos de hadas. Me encantaría ver a Los Beatles envueltos en una nube de humo, con ropas mágicas. Pero es la vida real. El asunto Beatle era algo fantástico. Me encantó cada minuto vivido, era hermoso. Pero era una vida muy protegida y ahora tenemos que empezar a vivir. Musicalmente somo todos válido, individualmente somos todos buenos…, sólo hay que ver el disco de George»

A pesar de todo el conflicto, el primer conato de reunión se produjo poco después, cuando George pidió a Paul y John que se unieran a Ringo y a él mismo durante el concierto benéfico que Harrison había organizado en favor del pueblo de Bangla Desh. Parece que John, en un primer momento y a pesar de la oposición de Yoko, acabó aceptando… aunque al final no acudió; Paul directamente declinó la invitación porque «todo estaba demasiado caliente». No obstante el concierto de Bangla Desh, que pasará a la historia por haber sido el primer recital de rock benéfico de la historia, fue un éxito y contó con luminarias como Billy Preston, Bob Dylan, Leon Russell, Eric Clapton y los propios George y Ringo. El concierto fue un éxito (se donaron 243.418 dólares a UNICEF) y George se «atrevió» a interpretar dos de sus temas con los Beatles, siendo el primer miembro del grupo en tocar canciones del grupo en solitario. Las canciones elegidas fueron: «Something» y «While My Guitar Gently Weeps«

Mientras, Paul dio un giro a su carrera a finales de 1971 formando su propio grupo: Wings. Para ello reclutó, además de a su esposa Linda, al guitarrista ex-Moody Blues Denny Laine y al batería Denny Seiwell. Su disco de debut, «Wild Life» (enlace a crítica en Guilletek’s) editado en diciembre de 1971, es francamente malo, pero contiene en su interior la canción «Dear Friend» que, además de ser un muy buen tema, es una invitación a John para sellar la paz que aparentemente tuvo éxito, puesto que las hostilidades públicas cesaron. La crítica fue muy dura con el LP a pesar de que tuvo un relativo éxito comercial (número 10). Mal debut para el nuevo proyecto de Paul quien, ni corto ni perezoso, se subió en una furgoneta con sus compañeros de grupo e inicio una gira por Universidades británicas y pequeños escenarios.

Mientras, John y Yoko continúan con su activismo político y lo refrendaron con su siguiente lanzamiento discográfico, el flojísimo «Sometimes In New York City» (review en Guilletek’s) en junio de 1972. Es un LP realmente malo del que apenas puede rescatarse «Woman Is The Nigger of The World«. Como le ocurriera al disco de Paul y Wings, la crítica fue muy dura  pero, a diferencia de lo que le ocurriera a McCartney, el público también le dio la espalda y fue un absoluto fracaso comercial, especialmente en Estados Unidos donde John se había convertido en un personaje incómodo. La administración Nixon lo clasificó como persona non grata y consideró su deportación como «estratégica» y utilizaron la detención por posesión de drogas que había sufrido en Inglaterra en 1968 como excusa. John tuvo que pelear su estancia en los Estados Unidos,  la batalla legal le hizo pasar varias veces por los tribunales y, mientras, atendió a reuniones e hizo apariciones en televisión. Finalmente, el 23 de marzo de 1973, recibió una carta del Gobierno Federal que le ordenaba salir de los Estados Unidos en los próximos días. En respuesta, Lennon y Ono, realizaron una conferencia de prensa el 1 de abril de 1973 en Nueva York, donde anunciaron la formación del estado de Nutopia: «Anunciamos el nacimiento de un país conceptual, Nutopia. La ciudadanía del país se puede obtener mediante una declaración de su conciencia de Nutopia. Nutopia no tiene tierra, ni fronteras, ni pasaportes, gente solamente. Nutopia no tiene leyes que no sean cósmicas. Todas las personas de Nutopia son embajadores del país. Como dos embajadores de Nutopia, pedimos inmunidad diplomática y reconocimiento en las Naciones Unidas, de nuestro país y su gente». Agitando la bandera blanca de Nutopia (dos pañuelos), pidieron asilo político en los Estados Unidos. El escándalo del Watergate, que supuso la dimisión de Nixon, hizo que la presión sobre John se aliviara. El sucesor de Nixon, Gerald Ford, no prestó demasiada atención al caso y cayó en el olvido. No obstante John no consiguió su permiso de residencia hasta 1977.

Lo más destacado de este 1972 para John fue su actuación en directo en el Madison Square Garden de Nueva York en agosto, su primera actuación en directo (obvio esa «cosa» de Toronto) en solitario. Lennon atacó su «Come Together» y realiza estupendas versiones de temas como «Instant Karma«, «Mother» o «Imagine«, en lo que fue un concierto más que notable.

Entre tanto los Wings de Paul McCartney, que habían incorporado al guitarrista irlandés Henry McCulloug, comienzan su primera gira europea («Wings Over Europe»). Tras su mini gira por universidades, Paul consideró que el grupo estaba preparado para su primera gira internacional. Durante dicha gira Paul cantó una nueva canción dedicada a John «Best Friend» (enlace) que nunca llegó a editar a nivel discográfico, pero que demostraba a las claras la voluntad de Macca de enterrar definitivamente el hacha de guerra («Dime por qué me tratas tan mal, cuando eres el mejor amigo que pude tener…»). La banda comienza a sonar conjuntada y a conseguir cierto crédito entre el nuevo público. Temas como «Hi hi hi» , definitivamente más rockero y con una letra con claras alusiones sexuales que hizo que fuera censurada por la BBC, y sobre todo la extraordinaria «Live And Let Die«, compuesta para la película de James Bond «Vive y deja morir» y producida pro George Martin, hicieron que el público y la crítica comenzaran a respetar a los Wings

En su intento de promover su nueva carrera, Paul y los Wings protagonizan, ya en abril de 1973, un especial de televisión de una hora titulado James Paul McCartney (enlace) en el que Paul hace una interpretación soberbia de «Yesterday«, además de tocar otras canciones de los Beatles («Blackbird», «Michelle») y otros temas que sirven de adelanto de lo que será su próximo disco: «Red Rose Speedway» (enlace a crítica en Guilletek’s). Con este LP, Paul se reconcilia con la crítica y los Wings alcanzan su primer número 1 en ventas. Es un disco sólido y notable aunque algo falto de temas inolvidables. No obstante, canciones como «Big Barn Bend«, «One More Kiss«, «Little Lamb Dragonfly«, «Single Pigeon» y sobre todo el baladón «My Love«, número 1 en Estados Unidos, demuestran que McCartney comienza a recuperar la forma.

En el mismo abril de 1973, EMI decide editar dos discos dobles recopilatorios de The Beatles, “The Beatles/1962-1966” y “The Beatles/1967-1970”, popularmente conocidos como los discos Rojo y Azul. Probablemente las compilaciones de éxitos más completas del grupo mostrando la evolución de la banda desde “Love Me Do” hasta “The Long And Winding Road”. Fueron editados simultáneamente en formato de dos discos dobles. El “Rojo”, contenía las siguientes canciones:  Disco 1: Love Me Do, Please Please Me, From Me To You, She Loves You, I Want To Hold Your Hand, All My Loving, Can’t Buy Me Love, A Hard Day’s Night, And I Love Her, Eight Days A Week, I Feel Fine, Ticket To Ride , Yesterday. Disco 2: Help, You’ve Got To Hide Your Love, We Can Work It Out, DayTripper, Drive My Car, Norwegian Wood (This Bird Has Flown), Nowhere Man, Michelle,  In My Life,  Paperback, Eleanor Rigby,Yellow Submarine. Fue número 3 tanto en listas británicas como americana. En cuanto a su hermano, “The Beatles/1967-1970”, el “Azul” contenía: Disco 1: Strawberry Fields Forever, Penny Lane, Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band/With A Little Help From My Friends, Lucy In the Sky With Diamonds, A Day In The Life, All You Need Is Love, I Am The Walrus, Hello Goodbye, The Fool On The Hill, Magical Mystery Tour, Lady Madonna, Hey Jude, Revolution. Disco 2: Back In The USSR, While My Guitar Gently Weeps, Ob-La-Di, Ob-La-Da, Get Back, Don’t Let Me Down, The Ballad Of John And Yoko, Old Brown Shoe, Here Comes The Sun, Come Together, Something, Octopus’s Garden, Let It Be, Across The Universe, The Long And Winding Road. Tuvo mayor éxito que su hermano y consiguió un número 2 en Inglaterra y un número 1 en Estados Unidos.

El 73 fue un año de auténtica sobredosis Beatle. El siguiente en editar disco fue George. «Living in the Material World «, junio de 1973, está muy lejos del nivel exhibido en «All Things Must Pass», pero contiene algunas canciones memorables como el mega éxito «Give Me Love (Give Me Peace On Earth)» (número 1), «The Light That Has Lighted the World» y «Don’t Let Me Wait Too Long«. El disco fue un nuevo éxito de ventas y alcanzó el número 2.

John y Ringo también se unieron a la fiesta con sendos LP’s en noviembre de 1973. El LP de Ringo,  homónimo, a punto estuvo de suponer una reunión de The Beatles. De hecho, en el disco coinciden Paul, George, John y Ringo…, pero por separado… Ringo pidió ayuda a sus amigos para que le cedieran canciones para hacer un buen disco. George tocó la guitarra y le dió  sus canciones «Sunshine Life For Me (Sail Away Raymond)«, «You And Me (Babe)» y co-escribió con él «Photograph» (número 1 en Estados Unidos), Paul le regaló «Six O’Clock«, en la que también hace coros y toca el bajo. Pero la canción que desató los rumores fue la que aportó John, la genial «I’m The Greatest«. Durante la grabación Ringo (batería y voz), George (guitarra) y John (piano y voces) y Billy Preston (teclados) hicieron que la formación de la época de «Let It Be» estuviera completa al 80%. La rumorología hablaba de una re-formación de los Beatles con Klaus Voorman -que es quien toca el bajo en la canción- sustituyendo a Paul. Sea como fuere, el disco fue el mayor éxito de Ringo en su carrera (número 2)

John editó «Mind Games» (review en Guilletek’s) también en noviembre de 1973. Durante la grabación del LP (verano del mismo año) Yoko y John decidieron romper su relación, de ahí que este disco esté lleno de canciones sobre su ruptura. Es un disco definitivamente mucho más comercial que sus anteriores trabajos y con el que Lennon quiso conseguir el éxito en solitario que ya habían conseguido George y Paul…, pero no lo consiguió. El disco fue un fracaso y fue vapuleado -injustamente- por la crítica. Se le acusó de ser muy comercial (cuando con «Sometimes in New York City» le acusaban de serlo demasiado poco). Es obvio que John deja de lado la política para volver a temas universales, concretamente al desamor, puesto que la mayoría del disco es una petición de disculpas a Yoko por su reciente ruptura. Es un disco muy melódico y canciones como «Mind Games«, «Aisumasen«, «Out The Blue» y «I know I know» son sencillamente fantásticas.

Antes de acabara este muy activo 1973, Paul y sus Wings editarían otro LP -el segundo del año-, su celebérrimo y brillantísimo «Band On The Run» (enlace a crítica en Guilletek’s). Paul quería grabar un disco en África y decidió que podrían viajar a Nigeria, pero Henry McCullough, el guitarrista, abandonó el grupo unos meses antes de partir (Paul y él discutían frecuentemente y tenían diferencias artísticas) y a Denny Seiwell -el batería- le daba terror ir a África, así que decidió dejar también la banda. Paul, Linda y Denny Laine viajaron igualmente, «eso sólo significaba que yo tendría que tocar la batería y Denny  y yo nos repartiríamos los solos de guitarra, no hay problema». El resultado es el mejor disco en solitario de McCartney , uno de los mejores trabajos -si no el mejor- que un ex-beatle grabara y uno de los clásicos de todos los tiempos. Hasta Lennon reconoció que era  un álbum «muy bueno«. Es variado, inteligente, bien acabado …y, sobre todo, tiene unas melodías que quitan el hipo.  Canciones como la gigantesca «Band On The Run«, la comercial «Jet«, la sofisticada «Bluebird«, «Let Me Roll It» o la brutal «Nineteen hundred and eighty five» son muestra del nivelazo del disco. Número 1 planetario y la confirmación de Wings como banda.

1973 no acabó sin que los Beatles se reunieran…pero en los tribunales. John acaba demandando al Allen Klein  por mala administración…Paul,George y Ringo se unieron a la demanda… Pero,quien sabe si por la demanda conjunta, si por la desaparición de Yoko del panorama Beatle o simplemente por el paso del tiempo, la relación entre John y Paul comienza a destensarse en este punto de la historia 1974.

 Tras su separación de Yoko, John se refugia en los brazos  de May Pang, que había estado trabajando como secretaria de la pareja. Lo más sorprendente en que fue la propia Yoko la que propició la relación, prefiriendo que John estuviera con Pang, conocida, que con otras mujeres.

John y May Pang, dejaron Nueva York a finales de 1973 para trasladarse a Los Ángeles. Una vez allí, John recibió por parte de su amigo Harry Nilsson, el encargo de producir el que iba a ser su nuevo disco («Pussy Cats»). A John y May les pareció buena idea que los músicos vivieran bajo el mismo techo y tener el estudio instalado allí mismo. Así que Pang alquiló una casa de playa en Santa Mónica en marzo de 1974, instalaron un estudio de grabación, y  Ringo Starr, Harry Nilsson y Keith Moon se trasladaron allí.

Fue una época muy convulsa para Lennon. que se refugió en las drogas y en el alcohol para superar la depresión que le había ocasionado la separación de Yoko. May Pang, que fue fundamental para John durante este periodo, intentó que John afrontara sus problemas y se enfrentara a sus fantasmas, especialmente su familia y sus amigos. En primer lugar, hizo que John retomara su relación con Julian, su hijo, al que no veía desde hacía cuatro años, “Papá y yo conseguimos un mejor trato entonces, tuvimos un poco de diversión, nos reíamos un rato y en general tuvimos un gran momento cuando él estuvo con May Pang. Mis recuerdos de ese tiempo con papá y May son muy claros – fueron los momentos más felices que puedo recordar con ellos”, recuerda Julian.

Pero quedaba un cabo suelto: Paul.

Los McCartney decidieron visitar a John, sabedores de que éste estaba en Los Ángeles donde ellos se encontraban aquel 28 de marzo de 1974. Christopher Sandford, presente, describió la escena del reencuentro Lennon-McCartney de la siguiente manera: «La habitación se congeló cuando McCartney entró, y se quedó en absoluto silencio hasta que Lennon dijo: ‘Valiant Paul, supongo?’ McCartney respondió: ‘Señor Jasper Lennon, supongo? (Valiant Paul y Sir Jasper eran personajes interpretados por los dos, en un juego televisado de Navidad a inicios de la carrera de The Beatles). Extendió una mano McCartney, Lennon se la estrechó, y el ambiente era agradable, pero moderado, cordial, pero no especialmente cálido, por lo menos inicialmente». Paul y John, prácticamente no se hablaban desde hacía cuatro años y el reencuentro fue no demasiado afectuoso en un principio. Poco a poco el ambiente se relajó y comenzaron a hablar sobre los viejos tiempos, especialmente sobre la época de Hamburgo. Los litros de alcohol y las drogas probablemente contribuyeron a rebajar la tensión, hasta el punto que Lennon y McCartney empezaron a mostrarse a gusto con la situación y empezó a respirarse una auténtico ambiente de camaradería.

Última foto de John y Paul juntos, marzo de 1974

Paul y Linda se quedaron en casa de John y May unos días. El 31 de marzo de 1974, Stevie Wonder y Harry Nilsson, en mitad de una juerga, convencieron a John y Paul de que estaría bien grabar algo de música… y ocurrió…

Paul, en ausencia de Ringo, se sentó a la batería e hizo voces y John cantó y tocó la guitarra. Les acompañaron Stevie Wonder (voz y piano eléctrico, Harry Nilsson (voz), Jesse Ed Davis (guitarra), Bobby Keyes (saxofón), Ed Freeman (bajo), Linda McCartney (órgano) y May Pang (pandereta).

La sesión no tuvo mucha calidad a causa de la borrachera que llevaban todos. La marihuana y la cocaína también contribuyeron. Las cintas, recogidas en los Burbank Studios de Los Ángeles, nunca fueron editadas oficialmente (repito que su calidad es muy baja), pero sí en forma de álbum pirata bajo el título de «A Toot and a Snore in ’74».

El disco arranca con John ofreciéndole una raya a Stevie Wonder («¿Quieres esnifar, Steve? ¿Un golpe? Lo están pasando«), para atacar «Bluesy Jam» (enlace), una alocada improvisación sobre una base de blues con John a la voz principal. La siguiente canción es el clásico de Little Richard «Lucille» (enlace), en una versión mucho menos acelerada que la original y en la que podemos escuchar por primera vez a Paul y John cantando juntos (Lennon el tono alto y McCartney el bajo). El siguiente tema, «Nightmares» (enlace) es una versión del «Sleep Walk» de Santo & Johnny. Una floja versión del «Stand By Me» (enlace) de Ben E. King, llena de problemas técnicos y con John y Paul cantando juntos de nuevo, es la siguiente canción. La sesión terminó con un medley compuesto del «Cupid» y el «Chain Gang» de Sam Cooke más «Take This Hammer» de  Leadbelly.

Tras esta sesión Paul y John se vieron en muchas ocasiones durante 1974. May Pang recuerda esos encuentros: «Un día, los McCartney nos hicieron una visita sorpresa, después de la primera noche de grabación del disco Pussy Cats de Harry Nilsson. De hecho, después de ese encuentro, nos vimos harto con los McCartney. Cuando John y yo estuvimos juntos, él realmente estaba mucho más tranquilo y más abierto a sus viejos amigos y a su familia. Además de ver con frecuencia a Paul en Los Angeles y Nueva York, Ringo estuvo con nosotros varios meses, así que todos los sentimientos estaban mucho más cálidos… También estuvimos con George en Nueva York, , Paul y Linda también estaban con nosotros«.

Podríamos decir que nunca existió una posibilidad tan real de que los miembros de los Beatles volvieran a trabajar juntos como a lo largo de este periodo de 1974. La guerra Lennon vs McCartney llegó a su fin. Harry Nilsson contó años después, cuando recordaba este periodo, que un día paseando con John y May por la calle, un periodista los paró y se fijó en que Lennon llevaba una chapa que rezaba «I Love Paul» («Quiero a Paul»), habituales entre las fans de los Beatles años atrás. Cuando el periodista preguntó a John por qué la llevaba, la contestación fue obvia: «…porque quiero a Paul» 

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 23 de marzo de 2013

THE BEATLES. Capítulo 14 (1969), El canto del Cisne. «Abbey Road»

A mediados de 1969, los Beatles eran poco más que una «marca». Poco quedaba de la banda unida de antaño y cada uno de los miembros -especialmente George y John- hacía si vida. En este entorno, Harrison edita en mayo de 1969 su segundo LP en solitario: «Electronic Sound«. Compuesto sólo por dos largos temas, uno para cada cara, es un pretencioso álbum experimental que gira en torno a un sintetizador Moog «tocado» por el propio George. Absolutamente infumable. Ruido. Otra porquería al nivel de «Two Virgins»

John tampoco colaboró demasiado a prestigiar los lanzamientos en solitario de los miembros del grupo. John y Yoko editan, también en mayo de 1969, su segundo álbum conjunto: «Unfinished Music No. 2: Life with the Lions». Otra basura integral que gira en torno al aborto que sufrió Yoko y en el que perdieron al que iba a ser el primer niño de la pareja. Es más audible que «Two Virgins» pero sigue sin merecer una sola escucha.

Pero John, a pesar de que sus lanzamientos en solitario se empeñasen en demostrar lo contrario, seguía siendo un músico maravilloso y apareció en el estudio con una nueva canción. La letra seguía siendo, como todo lo que hacía últimamente, sobre su relación con Yoko. Lennon quería grabarla con los Beatles, pero George no estaba y Ringo estaba desarrollando su carrera como actor rodando The Magic Christian con Peter Sellers. Sólo quedaba Paul. «The Ballad Of John And Yoko» (enlace) fue grabada por John (voz y guitarras) y Paul (voces, bajo, piano, batería y maracas) en uno de los últimos momentos se estrecha colaboración de los que otrora fueron inseparables amigos. Los asistentes a la sesión hablaron de un ambiente de verdadera camaradería entre ambos. En cuanto a la canción, es buena, pero quizás no tanto como para ser un single del grupo…, por lo que no sería de extrañar que su edición fuera un intento de contentar a John ante los últimos acontecimientos acaecidos. La canción, con todo, fue un éxito en Europa incluso a pesar del veto de la BBC por el verso «Cristo, sabes que no es fácil… tal como van las cosas, van a crucificarme»…, en Estados Unidos alcanzó «sólo» un número 8 por la actuación de Cinturón Bíblico en contra de la canción.

La cara B del single quedó para «Old Brown Shoe» (enlace), una buena canción de George con una frenética línea de bajo que, aunque los registros de grabación atribuyen a McCartney, Harrison siempre ha reclamado.

La actividad de John y Yoko era imparable y el 26 de mayo viajan a Montreal (Canadá) para comenzar su «encamada por la Paz», su forma no violenta de protestar contra las guerras en general y en particular contra la de Vietnam. Consistía en quedarse en la cama, en una habitación de hotel decorada con carteles en pro de la paz y convocar a cuanta prensa fuera posible. Yoko y John llevaron a cabo dos encamadas de dos semanas de duración en pro de la paz, en Ámsterdam (durante su viaje de novios) y en Montreal. Un reportero le preguntó a John que qué intentaba hacer. Y John le contestó espontáneamente, todo lo que estamos diciendo es : «dale una oportunidad a la paz» («Give Peace a Chance»), y tal como lo dijo, le gustó la frase y la preparó musicalmente para una canción.

El 1 de junio de 1969, alquiló una grabadora de 8 pistas en unos almacenes locales de música, volvió a la habitación del hotel y la grabó cantando junto a docenas de periodistas y varias celebridades, incluyendo a Timothy Leary, Rosemary Woodruff Leary, Petula Clark, Dick Gregory, Allen Ginsberg, Murray the K y Derek Taylor. «Give Peace a Chance» (enlace) se editó como single bajo el nombre de Plastic Ono Band alcanzando un número 2 en listas y, a pesar de que Paul no tuvo nada que ver, su composición aparece atribuida a Lennon y McCartney. Fue la forma de agradecer a Macca su participación en «The Ballad Of John And Yoko». La cara B del single la ocupaba la composición de Yoko, «Remember Love» (enlace), quizás lo mejor de la artista japonesa.

Paul McCartney observaba en la distancia toda esta actividad de John y Yoko con cierta pasividad, pero entrado el verano de 1969, pensó que era momento de recuperar el timón de su carrera. El proyecto «Get Back» había sido muy doloroso, tenían que volver a trabajar como en los viejos tiempos. Lo primero que hizo fue telefonear a George Martin. «Paul me dijo: ‘Volvamos a empezar y grabemos como antes, ¿producirías un álbum como solíamos hacerlo?’. ‘Bueno, si me dejáis, sí’. Le dije. Y así lo hicimos. Aunque no fue realmente como en los buenos tiempos, porque seguían componiendo aparte y utilizaban a los demás como músicos de acompañamiento en vez de trabajar en equipo, pero fue fantástico, es mi álbum preferido de los Beatles».

Fue Paul también el que llamó , con su incontenible entusiasmo por todo lo que tuviera que ver con los Beatles, a John, George y Ringo. Los cuatro sabían que el grupo estaba roto y los cuatro sabían que el proyecto «Get Back» no era un final a la altura del grupo. Paul explica que querían «terminar el trabajo de una forma honorable». El truco fue dejar todo a un lado, ponernos el mono de trabajo para hacer un álbum muy especial. De alguna manera, pensábamos que este sería nuestro último trabajo, así que… todavía podíamos mostrarnos a nosotros mismos de lo que eramos capaces de hacer, y tratamos de divertirnos mientras lo hacíamos». Geoff Emerick, el ingeniero de sonido, que había dejado al grupo durante las sesiones del «Álbum Blanco», también se unió al proyecto trayendo a un joven ayudante…, un tal Alan Parsons.

«ABBEY ROAD«

«Come Together» (Lennon-McCartney)
«Something» (Harrison)
«Maxwell’s Silver Hammer» (Lennon-McCartney)
«Oh Darling» (Lennon-McCartney)
«Octopus’s Garden» (Starkey)
«I Want You (She’s So Heavy)» (Lennon-McCartney)

«Here Comes The Sun»(Harrison)
«Because» (Lennon-McCartney)
«You Never Give Me Your Money» (Lennon-McCartney)
«Sun King» (Lennon-McCartney)
«Mean Mr. Mustard» (Lennon-McCartney)
«Polythene Pam» (Lennon-McCartney)
«She Came In Through The Bathroom Window» (Lennon-McCartney)
«Golden Slumbers» (Lennon-McCartney)
«Carry That Weight» (Lennon-McCartney)
«The End» (Lennon-McCartney)

«Her Majesty» (Lennon-McCartney)

Seamos claros, «Abbey Road», el último disco que los Beatles grabaron, es una absoluta obra maestra. No tiene ni un sólo momento bajo y es, sin duda, su álbum más refinado y su cénit como banda, tanto a nivel instrumental como vocal. A pesar de que la banda en lo personal estaba absolutamente rota, es uno de los discos más coherentes del grupo y aparecen como un conjunto especialmente compenetrado. Es, de hecho, el disco con más fragmentos cantados en armonías de tres voces. No obstante esta cohesión es un espejismo cuidadosamente elaborado. Realmente los cuatro Beatles coincidieron en el estudio en pocas ocasiones (en parte debido al accidente de coche que sufrió Lennon el 1 de julio de 1969) y para evitar la tradicional guerra de egos entre John y Paul, se llegó a un acuerdo fundamental según el cual la cara «1» se haría a criterio de Lennon y la cara «2» (la suite) según McCartney.

John y Paul estaban para entonces en mundos separados y, como recuerda McCartney, «cuando hicimos Abbey Road, John y yo éramos abiertamente críticos con la música del otro, y me dio la sensación de que a John no le interesaba demasiado interpretar nada que no hubiera compuesto él mismo». John por su parte acabó harto del perfeccionismo de Paul. Como ocurriera en el «Álbum Blanco», cada uno de ellos utilizaba al resto como músicos de apoyo. De hecho el disco, como he dicho antes, está claramente diferenciado en dos partes: la cara A, mucho más tradicional y la cara B en la que McCartney construye una suite, una especie de opereta-pop con varios fragmentos de canciones, «tanto John como yo teníamos varias canciones que eran fantásticas tal cual estaban pero que nunca terminamos, así que pensé que podríamos juntarlas». Es esta cara B lo que hace al disco especial y único, haciendo avanzar al grupo hacia nuevas atmósferas sonoras e incluso lo acerca al rock progresivo. Sin embargo a John nunca le gustó esta parte, «Me gustaba la cara A, pero nunca me gustó esa especie de ópera pop que hay en la otra cara. Es chatarra, trozos de canciones que fuimos echando ahí y juntando. Fue un álbum competente, estaba conjuntado, pero carecía de vida». De hecho, no es el mejor disco de Lennon en cuanto a aportaciones. John que demostró estar en forma extraordinaria con el «Álbum Blanco» baja mucho enteros en este disco. Sin embargo Ringo se sale, George se confirma como un maestro de la composición y McCartney está de monumento.

Paul, que ya era el líder musical de la banda (en parte por talento y en parte por dejadez del resto) de forma indiscutible, acrecentó dicho papel durante la grabación de este álbum. «En Abbey Road empecé a ocuparme demasiado de la producción, en opinión de todos. El productor era George Martin y yo me metía demasiado. George Harrison y Ringo se daban la vuelta y me decían: ‘Mira, ¡piérdete!. Ya somos mayorcitos y podemos arreglarnos perfectamente sin ti’. Para las personas que, como yo, no se dan cuenta de cuándo son demasiado arrogantes, que te digan eso te coge por sorpresa. Así que me cerré completamente y me retiré: ‘Vale, vale, tienen razón». Así pasaron uno o dos días, hasta que la sesión empezó a decaer un poco y al final Ringo se giró hacia mí y me dijo: ‘Venga…¡produce!’. Una de dos. O yo hacía lo que había estado haciendo, lo cual, en honor a la verdad, no estaba tan mal, o me retiraba y también me volvía paranoico, que es lo que sucedió».

bocetos de Paul

La idea era titular el disco «Everest» y tenían preparado un viaje al Himalaya para realizar la sesión de fotos para la portada, pero esta idea se abandonó y Paul hizo la sugerencia de salir fuera del estudio, hacer las fotos para la portada y llamar al álbum sencillamente «Abbey Road«. McCartney preparó los bocetos para que el fotógrafo Iain Mcmillan realizará el 8 de agosto de 1969 una de las portadas más famosas de la historia. La foto de la portada es, además, uno de los fetiches de los defensores de la conspiración «Paul is dead», tal y como relata en su libro Wiliam J. Dowlding: «Se dijo que la portada representaba un cortejo fúnebre. Paul, por ser el cadáver, llevaba el paso cambiado con respecto a los demás Beatles. Por su indumentaria, John era el cura, Ringo el empresario de pompas fúnebres y George el enterrador. Asimismo, Paul va descalzo, y así entierran a sus muertos algunas sociedades. El actor que aparece en la portada no podía ser Paul porque sostenía el cigarrillo con la mano derecha; el Paul de verdad era zurdo, claro. Por otra parte, la matrícula del Volkswagen es «28IF», supuestamente la edad de Paul si («si»- condicional-, en inglés if) hubiera estado vivo.» Paul explicó años después la razón por la que aparece descalzo, «En Londres hacía calor aquel día, un día cálido y agradable… Buen tiempo, no me apetecía llevar zapatos. Así que me presenté en la sesión de fotos en sandalias… luego durante la sesión me las quité y en la foto elegida para la portada, aparezco descalzo, cosa que para la Mafia es un viejo signo de muerte o algo así».

Fue el primer disco del grupo en hacer uso de una máquina de 8 pistas, aunque en el Álbum Blanco hicieron uso de dichos aparatos de forma ocasional. Esto permitió que este álbum fuera grabado más rápidamente que cualquier otro LP de los Beatles desde 1965.

«Shoot me» («dispárame») canta John, junto a una línea de bajo de Paul para la historia y unos acertados redobles de Ringo…, «Come Together» (enlace). Lennon compuso este sucio y glorioso rock poco después de su accidente de coche, «Tim Leary me pidió que compusiera una canción para su campaña para gobernador de California y ‘Come Together’ (Juntémonos) era una expresión que él utilizaba mucho… Lo intenté una y otra vez, sin lograrlo. Lo que sí compuse fue esto, ‘Come Together’, que a él no le servía: una canción de campaña electoral no puede ser así, ¿verdad?«. Para su composición, Lennon tomó como base «You Can’t Catch Me» de Chuck Berry de la que de hecho mantiene el verso ‘Here comes old flat-top’ (Aquí llega el viejo portaaviones). Berry demandó a John por plagio y Lennon zanjó el asunto negando haber copiado la canción y aceptando grabar algunas de las canciones de Berry y compensarlo con los derechos de autor generados («You Can’t Catch Me» y «Sweet Little Sixteen«, aparecerían en su álbum en solitario «Rock ‘n’ Roll» de 1975). Es un temazo con John y Paul destacando a nivel instrumental de forma sobresaliente, John a la guitarra solista y Paul con el bajo y el piano eléctrico.

Los ánimos se sosiegan con la maravillosa e incomparable balada de George «Something» (enlace). Pattie, la mujer de George, inspira esta excepcional canción que mereció los elogios de sus compañeros de grupo, Lennon dijo: «yo creo que es la mejor pista del álbum, en serio», mientras que McCartney mencionó: «Para mí, es la mejor canción que él haya escrito». Con este tema George consigue por primera vez la cara A de un single (junto a «Come Together), «hasta entonces sólo se habían dignado a darme un par de caras «B», pero era la primera vez que obtenía una cara «A». ¡Ya ves!», situación que, aunque dolorosa para Harrison, John explica de forma tan cruel como sincera: «Con ‘Something’, fue la primera vez que George logró una cara «A», y es que de todas formas Paul y yo siempre componíamos las dos caras… No por que quisiéramos apartarle, sino, simplemente, porque su material no estaba a la altura». Es una canción sublime que la gloriosa base rítmica -a cargo de Paul y Ringo- y el enorme arreglo orquestal de George Martin elevan hasta los cielos.

La primera aparición de McCartney como compositor llega con la simpática «Maxwell’s Silver Hammer» (enlace), una siniestra historia sobre un estudiante que asesina a sus víctimas con un martillo de plata edulcorada por una melodía al más puro estilo boudeville. La canción tardó varias sesiones en grabarse -en gran medida por el uso del sintetizador Moog-, provocando la ira de Lennon, «La odio. Sólo recordar la grabación… nos la hizo repetir cien mil veces. Hizo todo lo posible para que fuera un single, pero nunca lo fue y nunca hubiera podido serlo…, pero bueno mientras Paul vaya haciendo cancioncillas folk resultonas como ‘Maxwell’s Silver Hammer’ para las abuelitas, los Beatles podrán seguir llegando al gran público». Melódicamente la canción es irreprochable y, como dice George, «es una de esas canciones que algunos odian y a otros les encanta». A mí me resulta adorable.

McCartney vuelve a la carga y elimina el azúcar de la canción anterior con «Oh! Darling» (enlace), una desgarradora balada rock en la que Paul se deja la garganta. A John siempre le encantó este tema y deseó haberlo cantando, «‘Oh! Darling’ fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer«. La sencilla, pero efectiva, instrumentación a lo años 50 sirve de contrapunto ideal a un McCartney con auténtico serrín en las cuerdas vocales. Gloriosa.

Tras su debut con «Don’t Pass Me By», Ringo se consagra como compositor en este álbum con la deliciosa «Octopus’s Garden» (enlace). George ayudó (mucho) a Ringo a terminar esta adorable canción que el batería comenzó a componer en Cerdeña (cuando abandonó a los Beatles en 1968) y no dudó en elogiarla: «‘Octopus’s Garden’ es una canción de Ringo. Fíjate que es sólo la segunda canción compuesta por él, y es deliciosa. A Ringo acaba aburriéndole tocar la batería todo el rato, así que en casa toca un poco el piano, aunque por desgracia sólo sabe unos tres acordes. Con la guitarra le pasa lo mismo. Sin embargo, esta canción te llega al alma por la paz que emana. Supongo que actualmente Ringo debe de estar componiendo canciones cósmicas sin darse cuenta». La intro de guitarra de George merece una tesis doctoral.

Lennon vuelve al mando con la hipnótica y fantástica «I Want You (She’s So Heavy)» (enlace), uno de los temas más heavy de la carrera de los Beatles tras la tremenda «Helter Skelter», «… Realmente es muy heavy. John toca la guitarra solista y canta, y no es más que un viejo riff de blues, pero también es una canción muy típica de John… Y una secuencia de acordes muy buena», afirmaba George. La voz de John recita una letra premeditadamenete minimalista frente a un pesado manto de guitarras -que John y George doblaron una y otra vez- y una espectacular línea de bajo de McCartney. Es una de las canciones más largas de la banda y su seco final, que además da por concluida la cara A, uno de los más sorprendentes.

La cara B no puede empezar mejor, si George había demostrado con «Something» que podía acercarse mucho al nivel de Lennon y McCartney, con «Here Comes The Sun» (enlace) lo confirma de forma contundente. Uno de los temas definitivos del pop de todos los tiempos. «La escribí cuando ir a Apple era como ir al colegio (principios de 1969), cuando teníamos que hacer de hombres de negocios, firmar cuentas y ‘firmar esto’ y ‘firmar aquello’. En fin, como en Inglaterra parece que el invierno no acaba nunca, cuando llega la primavera es jauja. Así que un día decidí huir de Apple y me fui a casa de Eric Clapton. Caminaba por su jardín y el alivio de no tener que ver a todos aquellos estúpidos contables era maravilloso. Paseando por el jardín con una de las guitarras acústicas de Eric compuse ‘Here Comes The Sun'». Las guitarras acústicas de esta canción son un tratado de buen gusto. Maravillosa

A pesar del ambiente enrarecido reinante en el seno del grupo, «Because» (enlace) es canción en la que los miembros del grupo más conjuntados parecen en toda la carrera de los Beatles. George, John y Paul cantan en armonía de forma absolutamente admirable esta canción que John compuso basándose en la Sonata del Claro de Luna de Beethoven. Los tres cantantes del grupo grabaron hasta nueve pistas de voz, tal y como explica el productor George Martin : «Una vez grabadas las bases, John, Paul y George cantaron la canción a tres voces. Entonces lo doblamos dos veces, convirtiéndola en una pieza global de nueve voces, es decir, tres voces grabadas tres veces». Bellísima y realmente prodigiosa a nivel vocal.

Con la fastuosa «You Never Give Me Your Money» (enlace) de Paul McCartney, con la crisis financiera de Apple como temática, da comienzo la extraordinaria suite de más de 16 minutos (que recomiendo escuchar de un tirón) con la que los de Liverpool nos obsequian en éste su último disco juntos. De hecho, esta canción en sí ya es un medley puesto que fusiona cuatro temas inacabados de Paul: arranca con la impresionante melodía al piano de «You Never Give Me Your Money» arreglada (¡qué bajo!) de forma magistral, para luego pasar a «That Magic Feeling» con un McCartney tan brillante como teatral al micrófono…, unas bellas armonías seguidas de un brillantísimo puente instrumental nos lleva a la parte «One Sweet Dream», para acabar con el «one, two, three, four, five, six seven, all good children go to heaven». Una obra de arte integral, absolutamente magistral…, cuando termina sólo oímos unos grillos… Grillos que, unidos a un bellísimo fraseo de guitarra reverberado muy influenciado según palabras del propio George Harrison por el ‘Albatross’ de Fleetwood Mac , nos llevan a la delicada «Sun King» (enlace) de John. Con fragmentos cantados en castellano, portugués e italiano utilizados de forma ininteligible, a pesar de su absurda letra y de ser, con mucho la peor canción del disco, es un tema formidable que nos da paso a otra composición de John, «Mean Mr Mustard» (enlace), compuesta en la India y con John y Paul cantando a dos voces como en los buenos tiempos. Sin pausa John ataca de nuevo con «Polytheme Pam» (enlace) la mejor de esta triada de canciones de John. Enormes George y Paul a las armonías y con John recuperando su brío de antaño. Muy buena…, aunque muy corta…pero… Seguimos sin pausa, un inspirado puente instrumental, alguien grita «Look Out!» (cuidado) y llega la sublime «She Came In Through The Bathroom Window» (enlace). ¡Qué canción! Paul compone y canta de forma magistral esta extraña canción sobre unas fans que se colaron en su casa. Instrumentalmente sublime (grandes Ringo y Paul a la base rítmica), fue compuesta originalmente para Joe Cocker, quien acabó cantándola un tiempo después.

Los Beatles nos dan una pausa de apenas un segundo antes de de suenen las primeras y dulces notas de la gran traca final el medley «Golden Slumbers«/»Carry That Weight» / «The End» (enlace del medley completo). Extraordinario trío de canciones de Paul fusionadas de forma magistral. Arrancamos con la dulce «Golden Slumbers» (enlace) que Paul compuso basándose en un poema de Thomas Dekker del que tomó tres versos y sobre el que construyo el resto de la letra y compuso la música. Arreglada con un gusto exquisito, en su minuto y medio transmite una belleza no descriptible con palabras…, cuando, de repente, los timbales de Ringo nos despiertan del sueño en el que estábamos sumergidos para unirnos al coro de «Carry That Weight» (enlace). Cantada a cuatro voces, Paul compuso este tema sobre su sensación de llevar todo el peso de la unión del grupo. Musicalmente parece una prolongación de «You Never Give Me Your Money» (de la que incluye un fragment0) y nos prepara para el gran final. «The End» (enlace) es la última canción del último disco que grabaron los Beatles, ¿cómo podría titularse de otra forma? De nuevo, Paul es el autor de esta joya en la que la banda despliega sus virtudes instrumentales. En primer lugar, Ringo hace su primer y único solo de batería, Paul recuerda; «nunca logramos convencer a Ringo para que hiciera un solo. Únicamente logramos persuadirle de que hiciera los redobles en ‘The End’, de Abbey Road. ‘Odio los solos’, decía», pero la interpretación de Starr, sin ser un prodigio de complejidad, es muy efectiva. Luego tenemos un fantástico duelo de guitarras solistas en el McCartney, Harrison y Lennon van turnándose, por este orden, tocando un compás cada uno. Acojonante. El gran y melódico final acaba con Paul al piano cantando un verso que John definió como «cósmico»: ‘The love you take is equal to love you make’ (El amor que recoges es igual al amor que das). ¿Se puede mejorar esto?

Aunque este debía ser el final del disco, si dejamos el CD sonar oiremos una breve y sencilla canción acústica de Paul, «Her Majesty» (enlace), que está allí fruto de la casualidad, tal y como explica el segundo ingeniero de grabación, John Kurlander: » «Her Majesty» tenía que colocarse en medio del medley del álbum, entre «Mean Mr. Mustard» y «Polythene Pam». Hicimos todas las mezclas y los fundidos para encadenar las canciones, Paul estaba presente y lo escuchamos juntos por primera vez. Dijo: ‘No me gusta «Her Majesty», tírala’, así que la corté y la saqué. Me habían dicho que no tirase nunca nada, así que cuando se fue la recogí del suelo, le puse unos veinte segundos de cinta neutra y la pegué al final de la cinta de montaje. Al día siguiente, en Apple, Malcolm Davies hizo una copia de trabajo de toda la secuencia y, aunque yo había escrito en la caja que «Her Majesty» se había descartado, él también pensó: ‘No hay que tirar nada, así que la pondré al final’. No lo sé a ciencia cierta, pero cuando Paul escuchó la copia de trabajo, seguramente le gustó oír «Her Majesty» colocada al final… No volvimos a mezclar «Her Majesty», así que aquella fue la mezcla que finalmente acabó en el LP«. Por esto «Her Majesty» no tiene acorde de guitarra final (que está aunque inaudible, al principio de «Polythene Pam») y se explica el estridente acorde que marca el principio de «Her Majesty», que pertenece en realidad al final del «Mean Mr. Mustard» original.

«Abbey Road» se editó el 26 de septiembre de 1969 y entró directamente en el nº 1 en ventas y permaneció en él 11 semanas; en diciembre volvió al nº 1 durante 6 semanas, permaneciendo en listas más de año y medio. Pero su éxito va mucho más lejos de lo comercial, en tanto en cuanto es la obra final, el canto del cisne, de la formación musical más prodigiosa de la historia del rock. Nunca tanto talento estuvo al servicio de un solo grupo musical, y ahí están los resultados: una colección de discos maravillosa, el 99% absolutamente imprescindibles, de la que este «Abbey Road» es el epílogo perfecto.

Desgraciadamente, a pesa del excelso nivel artístico exhibido en su último disco es grupo estaba absolutamente roto para estas fechas. Paul seguía siendo un Beatle hasta la médula, pero era el único. John seguía haciendo su vida y, tras pasar unos días desintoxicándose de su adicción a la heroína, grabó una canción sobre la dura experiencia del mono que vivió en sus propias carnes. «Cold Turkey» (enlace), que era la canción en cuestión, fue grabada por John con Ringo a la batería y Klaus Voorman (el de Hamburgo) al bajo, y es un sucio y descarnado rock que John incluso llegó a proponer a Paul como próximo single de los Beatles y que acabó editando en Octubre como trabajo de la Plastic Ono Band ante el rechazo inicial de McCartney.

La canción no era gran cosa, pero tampoco justifica el descarnado y furibundo ataque de la crítica que recibió, si bien éste fue ocasionado más por la sórdida temática del tema que por su calidad musical. No obstante, ninguna de las críticas hizo que John frenara su particular proceso de independencia respecto al grupo. A principios de septiembre, aún durante la grabación de «Abbey Road», John había recibido una invitación de los organizadores del festival Rock and Roll en Toronto. Lennon junto a Yoko, Eric Clapton, Klaur Voormann y Alan White (que acabaría siendo el batería de Yes), no sin antes advertir «no hemos tocado ni ensayado nunca juntos, así que tocaremos canciones que todos conocemos», tocaron «Blue Suede Shoes«, «Money«, «Dizzy Miss Lizzy» (horriblemente mal, por cierto), «Yer Blues«, «Cold Turkey» (con Yoko haciendo el payaso), «Give Peace a Chance» y dos basuras integrales cantadas por Yoko como «Don’t Worry Kyoko» y «John, John (Let’s Hope for Peace)«. La verdad es que fue un mal concierto pero sirvió para que John sintiera la emoción del directo y que fuera consciente de lo encerrado que se sentía dentro de los Beatles. Ni corto ni perezoso, Lennon llamó al manager del grupo, Allen Klein y se lo dejó claro: «Me voy de los Beatles, voy a montar un grupo con Eric Clapton y Klaus Voorman. Quiero anunciarlo a la prensa, prepáralo todo». Klein consiguió disuadirle diciéndole que no anunciara nada hasta que hubiera terminado la negociación que estaba llevando con EMI para renovar su contrato.

John aceptó no decírselo a la prensa, pero nada iba a privarle de decírselo al resto del grupo, y en especial a Paul. El 20 de septiembre de 1969, seis días antes de la edición de «Abbey Road», John le dijo a Paul en medio de una fuerte discusión: «Ya no soy un Beatle. Quiero el divorcio, cómo lo hice de Cynthia, ¿cabe eso en tu jodida cabeza?».

Era el final, y aunque Paul pensó que sólo era una de las rabietas de John, decidió darle tiempo mientras él se trasladaba con toda la familia a la granja que había comprado en Escocia decidido a grabar su primer disco en solitario. George y John lo habían hecho, ¿por qué él no?

Pero lo de John no era una rabieta, aunque aún quedaba para el final…, porque ninguna gran historia acaba sin una gran batalla …

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 9 de marzo de 2013