My Brave Face (McCartneyMacManus)
Rough Ride (McCartney)
You Want Her Too (McCartneyMacManus)
Distractions (McCartney)
We Got Married (McCartney)
Put It There (McCartney)

Figure Of Eight (McCartney)
This One (McCartney)
Don’t Be Careless Love (McCartneyMacManus)
That Day Is Done (McCartneyMacManus)
How Many People (McCartney)
Motor Of Love (McCartney)

Las versiones CD y casette incluían un tema adicional: «Où est le Soleil?»

Productores: Paul McCartney, Trevor Horn, Steve Lipson, Neil Dorfsman, Mitchell Froom, Elvis Costello, David Foster, Ross Cullum

El fracaso comercial de la película «Give My Regards To Broad Street», unido al fiasco en ventas del LP «Press To Play» fueron la señal que los críticos de McCartney esperaban. Si a esto añadimos la mitificación de la figura de John Lennon tras su trágico asesinato y que Paul empezaba a mostrarse como un músico aburguesado y complaciente con su trabajo, tenemos el origen de los estúpidos argumentos que defendieron de forma peregrina que  el único genio de los Beatles era Lennon. Es una estupidez pero, con todo, este tipo de afirmaciones siempre machacaron a McCartney.

McCartney comenzará a partir de ahora a reivindicar su puesto en la historia del rock y, mientras prepara con mimo el que será su próximo LP edita un grandes éxitos, «All The Best» (nº2 en UK y 62 en USA) y comienza a colaborar con un nuevo compañero: su brillante paisano Elvis Costello. McCartney y Costello (de nombre real Dean MacManus) se conocieron en 1982 y tuvieron buen feeling desde un primer momento, pero no fue hasta el verano de 1987 que unieron sus guitarras y, en una sesión en las oficinas de Paul en Londres (MPL) concluyeron juntos tres canciones que cada uno por su cuenta tenían a medio acabar, concretamente»Pads, Paws And Claws» y «Veronica» de Costello y «Back On My Feet» de Paul. Ambos quedaron tan satisfechos que quedaron un par de meses después en el estudio que Paul tiene en su casa de  Sussex y, según Costello «componer delante de una grabadora de 24 pistas con dos guitarras acústicas, un piano eléctrico y una cuaderno». Al parecer fue Costello quien animó a Paul a defender su puesto en la historia del rock, «parece que Paul tuviera que disculparse por ser encantador y estar siempre sonriente…, yo le dije, oye, has escrito toda esa música fantástica y es lo que importa, pasa de todo lo demás».

El caso es que por una cosa o por otra, esta nueva situación pareció encorajinar a McCartney que volvía a encontrase en plena forma y tuvo en Costello al compañero perfecto. «Era lejanamente parecido a estar con John, tenía ese estilo de contrapunto al mío que me recordaba mucho a John». Costello también se mostró encantado con la colaboración: «fue mágico, empecé a escribir el puente de «My Brave Face», ya sabes ese trocito descendente en estilo Beatle ‘Ever since you’ve been away…’, pero no lo terminaba de cerrar. Entonces nos pusimos a ensayarla y Paul cantó ese ‘Take me to that place’, yo hice la armonía por debajo y ¡Guau!, ¡era demasiado bueno para ser cierto!, era como «There’s A Place» o «I’ll Get You» de Los Beatles». Las sesiones concluyeron con las demos de 9 canciones:  cinco aparecieron en discos o singles de McCartney «The Lovers That Never Were«, «You Want Her Too», «Don’t Be Careless Love», «My Brave Face» y «Flying To My Home», dos en álbums de Costello («So Like Candy«, «Playboy To A Man«) y otras dos, «Twenty-Five Fingers» y la preciosa «Tommy’s Coming Home» permanecen inéditas.

Con las canciones escritas junto a Costello bajo el brazo, Paul se propuso reunir una serie de músicos que pudieran servirle de banda de acompañamiento, porque tenía una cosa clara: saldría de gira. «Yo quería grabar un disco con el que salir de gira. No quería que fuera uno de esos discos «excusa» para hacer un tour. Debía tener peso en el repertorio». De esta forma reclutó al guitarrista/bajista Hamish Stuart, el ex-Pretender Robbie McIntosh y al batería Chris Whitten.

Las sesiones comenzaron en diciembre de 1987 con los productores Trevor Horn y Steve Lipson a los mandos. No obstante no fueron los únicos productores presentes en la grabación,  Neil Dorfsman, Mitchell Froom, David Foster, Ross Cullum, Elvis Costello y el propio McCartney también aportaron su granito de arena a la producción de alguno o varios temas del disco.

En las fechas previas al lanzamiento del disco, Paul anunció una extensa gira mundial, la primera que realizaba desde el asesinato de John Lennon, que comenzaría en septiembre de 1989. McCartney realizó dicho anuncio acompañado de su banda con Linda, Hamish Stuart, Robbie McIntosh y Chris Whitten, a los que se incorporó el teclista Paul «Wix» Wickens. También declaró que el repertorio se basaría en las canciones de su nuevo disco pero que la idea era tocar sus mejores canciones en solitario, con Wings… y con los Beatles… , pero esta vez no serían cuatro o cinco, sino que constituirían gran parte del setlist. Paul estaba decidido a recuperar su posición en la historia de los Beatles:  «sé que hay mucha gente a la que no le caigo simpático y que creen que John hizo todo… John era muy bueno pero yo no soy tan malo…, si ves cualquier recopilatorio de los Beatles verás que la mayoría de las canciones son mías».

Volviendo a lo que nos ocupa, el LP, se editó en junio de 1989 entre críticas elogiosas. Rolling Stone escribió «McCartney ha vuelto a la vida con este disco. Hay más de media docena canciones que están entre lo mejor de su repertorio y tratándose de uno de los mejores compositores de la historia esto es mucho decir» y la mayoría de reviews le otorgaron, como poco, un notable alto. Comercialmente también tuvo un éxito enorme alcanzando los puestos de relumbrón en Europa (nº1 en Inglaterra) y Asia. Estados Unidos se le resistió pero mejoró mucho sus números alcanzando un número 21 y consiguiendo el Disco de Oro.

Y es que estamos ante un fantástico álbum de Macca en el que no tiene reparos en volver a sus orígenes. Paul ya no evita -como hacía hasta este momento- que las reminiscencias Beatles aparezcan en sus álbumes en solitario y la mejor prueba de ella es la fantástica canción que abre el disco: «My Brave Face«, un extraordinario corte pop compuesto con Elvis Costello y que es pop en estado puro. Recuerda poderosamente a clásicos de los Beatles, merced a sus armonías, su excelsa melodía y esa línea de bajo ejecutada por McCartney con su clásico bajo violin Hofner. De acuerdo con el documental de «Put It There»  fue Costello quien sugirió a McCartney que recuperara el ilustre instrumento que andaba cogiendo polvo en algún armario. Una enorme canción que fue editada como single con éxito moderado (18 UK, 25 USA), acompañado en la cara B de otro fantástico tema McCartney-MacManus como «Flying To My Home«,una joyita escondida que debería ser más conocida.

«Rough Ride» es un buen tema country que suena muy moderno y funky bajo la producción de Trevorn Horne, una de las mejores aproximaciones de Paul a los sonidos bailables que sirve de introducción a «You Want Her Too«, el segundo de los temas con Costello y en el que ambos músicos ejecutan un muy buen dueto.

Hasta aquí el disco es robusto y brillante, pero a partir de ahora alcanza cotas de excelencia. «Distractions» es una fabulosa y delicada balada con una increíble capacidad evocadora. Los arreglos, la línea de bajo y esa perezosa melodía… Poco más que decir, sólo que es perfecta. Pero por si fuera poco la excelsa cara A concluye con dos canciones con sabor a clásico histórico, a cual mejor. La primera de ellas, «We Got Married» fue escrita alrededor de 1984 y, además de contener un espacial solo del Pink Floyd Davis Gilmour, es un tema sencillamente espectacular de cabo a rabo; pero es que la segunda, la que pone fin a una cara A para el recuerdo, es una canción que podría formar parte de cualquier disco de los Beatle, la encantadora: «Put It There«. Una canción para la historia y una cara A de sobresaliente alto.

Y la cara B arranza con más fuerza si cabe con «Figure Of Eight«, un tema por el que tengo debilidad. Un buen rock en la línea de siempre de McCartney que si ya es fantástica en grabación de estudio, gana aún más enteros en directo. Una canción excelente que ya nos hace tener la sensación de que, bien pasado el ecuador del álbum, estamos ante un señor LP… Sensación que termina de confirmarse con «This One«, de nuevo ecos de los Beatles en este enorme tema pop que fue editado como single y en el que McCartney vuelve a hacer gala de su maestría con las melodías. Una barbaridad de canción. Si no te gusta esto, la calidad no es lo tuyo, amigo.

Pero, ¿entonces estamos ¿estamos ante el mejor disco de Paul McCartney en solitario?, ¿supera a «Ram», «Band On The Run» o «Tug Of War»? El caso es que, hasta aquí, podría igualar a sus mejores trabajos en solitario, lástima que a partir de este punto el LP empiece a bajar seriamente su nivel… Es lo que le impide ser un disco 10…, aunque lo roza.

Y no es que «Don’t Be Careless Love«, la tercera aparición de Costello como co-compositor, sea un mal tema ni mucho menos. Simplemente es una buena canción pero no alcanza el sobresaliente nivel exhibido hasta aquí. Mejor resulta «That Day Is Done«, donde Costello colabora de nuevo, pero son los dos últimos cortes, el bienintencionado reggae sobre la deforestación del Amazonas, «How Many People» y, sobre todo, la tediosa y pomposa «Motor Of Love» las que impiden el puntaje perfecto. Una lástima teniendo en cuenta que temas como la anteriormente mencionada «Flying To My Home» o la brillante «The Loveliest Thing» fueron «desaprovechadas» como caras B. La versión CD/casette concluía con un divertimento electrónico-bailable que bajo el título de «Ou Est le Soleil?» tuvo cierto predicamento en las discotecas de finales de la década de los 80.

En resumen, un disco soberbio, con apenas debilidades y que permitió a Paul McCartney volver, si es que alguna vez la abandonó, a la élite. Tras esto vendría una brutal gira mundial, la más grandiosa de su carrera y que le llevó a llenar el estadio de Maracaná en Río de Janeiro con más de 184 mil espectadores. Aún hoy en día, es el concierto Imagenmás grande que se ha dado en recinto cerrado.

McCartney cierra así su década más complicada, los 80, con un disco excelente que borra los tachones en su expediente que supusieron «Pipes Of Peace», «Press To Play» y la película «Give My Regards To Broad Street». Tiene cierta tendencia a la sobreproducción (un mal propio de la época) pero la colección de canciones que nos presenta son la mejor prueba definitiva de que el más brillante orfebre de la melodía lo seguía siendo en los albores de la última década del siglo XX.

VALORACIÓN GUILLETEK’S: 9/10

 

7 comentarios sobre “Paul McCartney: «Flowers In The Dirt» (9/10)

  1. Excelente! Un disco con el que renace Paul fiel a su estilo y sobre todo porque aquí brilló otra vez la posibilidad de verlo nuevamente en vivo y hasta nuestros días!

  2. Estoy totalmente de acuerdo, es estupido afirmar que Lennon era el único genio, de hecho para ni siquiera podría decir que Lennon y McCartney era los únicos genios, ya que para mi, Harrison alcanza esa categoría y en algunos momentos, algunas de sus canciones me llegan a emocionar más que algunas de John y Paul.

  3. Excelente e incluso difiero contigo ya que para mí Motor of love creo que es excelsa… sólo hay que estar a modo para disfrutarla… excelente disco que adquirí en 1989 después de haber adquirido Press to play en 1986, Give my regards to Broad Street, en 1985, Pipes of peace en 1983 y Tug of war en 1982 y de Wings sólo había adquirido el Greatest Hits,…. compré todo lo de la década de los 80’s y obviamente el Tripping… fue genial, me costó más trabajo digerir al McCarney de los 90’s y del nuevo siglo pero al escucharlo en equipos de alta fidelidad con audífonos de alta calidad me he percatado del al genialidad del tipo… no hay huecos en su sonido, es rico.. el sitar en This One no lo había escuchado hasta hace unos años…creo que la gente opina por desconocimiento… los arreglos son soberbios… en lo personal prefiero a un cuate creador aunque no muestre demasiadas habililades en los intrumentos como digamos los solos del heavy metal pero que empalme frecuencias y sonidos para hacer un stream consistente y que satisfaga el sentido auditivo… saludos…

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