La actividad del grupo, agotado tras el gira, bajó sensiblemente. Pete estaba seco tras el tremendo esfuerzo de creación que había supuesto el malogrado proyecto «Lifehouse» y el grupo se tomó la resaca de «Who’s Next» con calma. «Let’s see action«, un correcto rock que originalmente pertenecía a «Lifehouse» fue el último single editado en 1971 y no tuvo mucho éxito (número 16). No es una gran canción y, en mi opinión, la cara B del single, el «When I Was a Boy«de John es bastante superior. Ya en 1972, en junio, editaron
un nuevo single proveniente de las sesiones de la malograda fantasía futurista de Pete: «Join Together» que les devolvió al Top-10 en Reino Unido pero no en Estados Unidos.
Y así fue transcurriendo un anodino -en materia Who- año 1972, hasta que Pete anuncia, en octubre, la edición de su primer disco en solitario. Ya había editado colaboraciones con otros artistas en discos de tributo a su mentor espiritual Meher Baba («Happy Birthday» y «I Am»), pero este «Who Came First» puede considerarse su primer trabajo en solitario.
El LP, nada convencional, incluye versiones del propio Pete de canciones que habían editado los Who («Let’s See Action«), demos de temas desechados de «Lifehouse» (la estupenda «Pure & Easy«) y canciones que le prestaron amigos como el Small Faces Ronnie Lane («Evolution«). Las nuevas aportaciones son «Time Is Passing«, y la notable «Sheraton Gibson» y, aunque son buenas canciones (sobre todo la segunda), no parecen fruto de un esfuerzo real de Pete para lanzar su carrera en solitario…, entre otras cosas, porque su mente estaba ocupada en un nuevo macro-proyecto: una nueva Ópera Rock y, ésta, tras el fracaso de «Lifehouse», tenía que ser su obra definitiva.
Pete seguía creando y, mientras, el resto del grupo esperaba. Keith y John, amigos del exceso, multiplicaron exponencialmente sus juergas y unieron varios tipo de drogas a su habitual mezcla de alcohol, sexo y rock and roll. Especialmente Moon había convertido su día a día en una continua bacanal que comenzó a afectar a su salud. Sus escándalos se sucedieron a lo largo de los meses convirtiéndolo en un habitual de las páginas de sucesos.
A pesar de ser (casi) tan juerguista como Keith, John tuvo tiempo para la edición de su segundo disco en solitario «Whistle Rymes«. Editado en mayo de 1972, cuenta con Keith Moon, un entonces desconocido Peter Frampton y el futuro miembro de Wings Jimmy McCulloch entre sus músicos. Es un disco notable que supone el debut del bajo sintetizado en una grabación comercial y que demuestra que John no era solo el mejor bajista sobre la faz de la tierra sino un fabuloso vocalista y un destacable compositor, como demuestra canciones como «Ten Little Friends«, «Who Cares» o las sobresalientes «Thinkin It Over» y «I Feel Better«.
Pero John estaba desatado y aún editaría un tercer LP, titulado «Rigor Mortis Sets In» compuesto por versiones de clásicos del rock’n’roll, nuevas versiones de canciones del propio Entwistle («My Wife«) y algunas nuevas composiciones propias como «Gimme That Rock’n’Roll«. Un LP sin mucha historia que no aguanta la comparación con sus dos trabajos anteriores y que no es demasiado aprovechable. De hecho, John lo editó por su necesidad de pagar las deudas que su excesivo ritmo de vida le generaba. Necesitaba ingresos para cubrir sus dispendios. Tenía centenares de zapatos, y según una declaración suya, «una colección de automóviles que no sé conducir».
Por su parte, Roger empezó a preparar su disco en solitario que, bajo el título de «Daltrey» se editaría ya entrado 1973 y tendría cierta notoriedad merced al éxito del single «Giving It All Away«, escrito por David Courtney y un entonces desconocido Leo Sayer. En el momento que Daltrey comenzó a conocer más de cerca las «tripas» del negocio musical, decidió auditar el trabajo de los managers de The Who (Kit Lambert y Chris Stamp). Descubrió que sus prácticas financieras eran «poco claras» y habían perjudicado al grupo. Cuando Roger le contó lo que había descubierto a Pete, éste se tomó el fraude muy a pecho ya que su relación con ambos era muy estrecha. Como era habitual, vomitó su frustración encerrándose a trabajar, aún más si cabe, en una nueva ópera-rock…, de nombre…, «Quadrophenia«
«The Real Me» (Townshend)
«Quadrophenia» (Townshend)
«The Punk and the Godfather» (Townshend)
«The Dirty Jobs» (Townshend)
«Helpless Dancer» (Townshend)
«Is It in My Head» (Townshend)
«I’ve Had Enough» (Townshend)
«Sea and Sand» (Townshend)
«Drowned» (Townshend)
«Bell Boy» (Townshend)
«The Rock» (Townshend)
«Love Reign O’er Me» (Townshend)
Alejándose de la espiritualidad de Tommy y del malogrado proyecto «Lifeouse», Pete Townshend afronta con «Quadrophenia» su ópera-rock más terrenal. En primera instancia, la idea era reflejar la historia de The Who y llamar a la obra «Rock is Dead – Long Live Rock», pero, tras un encuentro con Irish Jack -un amigo que seguía al grupo desde sus inicios- Pete decidió que sería más interesante cambiar la perspectiva y escribir la historia de un fan de los Who.
El protagonista sería Jimmy, un mod que trabajaba a brazo partido para poder comprarse una GS motorscooter y los consiguientes ropajes de la parafernalia mod. Los conflictos de la adolescencia, sus problemas con las chicas, su deseo de pertenencia a un grupo, el consumo de anfetaminas y demás psicotrópicos, tiene en él una extraña consecuencia: divide su personalidad en cuatro conviertiéndolo en un «cuadrofénico». Cada personalidad es representada por un miembro de The Who y por una de las cuatro canciones troncales del álbum, así, en las notas del álbum se dice que Jimmy es, a la vez:
«Un chico terco, un bailarín impotente«, papel representado por Roger y el tema «Helpless Dancer”
«Un romántico, ¿soy yo por momentos?», John Entwistle e «Is It Me?» (incluida en «Doctor Jimmy»)
«Un maldito lunático, te llevaré el equipaje«. Keith Moon y «Bell Boy»
«Un mendigo, un hipócrita, el amor reina en mí». Pete Townshend y “Love, Reign O’er Me”
Pete lo explica para que no queden dudas, «Jimmy es un personaje que tiene cuatro caras. Una de ellas es la violenta y agresiva. La segunda tiene algo de romántico y tierno. La tercera es alocada y despreocupada mientras que la cuarta y última es la más inquieta, la de un joven que se hace preguntas y busca respuestas. Cada una de estas caras está representada por un miembro del grupo. Así, Roger es la primera en ‘Helpless dancer’; John representa la segunda en ‘Doctor Jimmy’; Keith la tercera en Bell Boy y yo la cuarta ‘Love reign o’er me’
«Quadrophenia» tuvo problemas de grabación. La idea era mezclarlo con el nuevo sistema cuadrofónico de cuatro canales, y así se hizo. El problema fue que, al pasarlo a estéreo, la instrumentación se «comía» las pistas vocales para desesperación de Daltrey. A pesar de todo estamos ante, sin duda, el último GRAN disco del grupo y el que Townshend siempre ha defendido como su «obra maestra» («es lo mejor que he hecho, la mejor música que jamás escribiré»). Musicalmente, extiende las sonoridades de «Who’s Next» combinando el rockero sonido del grupo con el aún novedoso uso de los sintetizadores, mucho más presentes aquí que en el LP de 1971.
Editado en octubre de 1973 como doble LP junto a un lujoso libreto con las letras y un resumen del historia ilustrado con fotografías, no fueron pocos los que consideraron su sonido demasiado «ampuloso y excesivamente pretencioso». El público recibió mejor que la crítica el LP llevándolo al segundo puesto tanto en listas británicas como yanquis. La crítica mundial acogió con tibieza el lanzamiento de “Quadrophenia”, quizá porque los mods fueron un movimiento típicamente británico y el argumento no fue muy bien entendido fuera de las islas, especialmente en los Estados Unidos.
El disco arranca con «I Am The Sea» y el sonido del mar junto a diversos efectos introductorios entre los que se filtran versos de los cuatro temas troncales («Helpless Dancer”, «Is It Me?», «Bell Boy» y “Love, Reign O’er Me”) representantivos de las cuatro personalidades del protagonista. «Nuestra historia empieza en una roca, en medio del mar tormentoso.”, comenta el propio Pete Townshend. El relax al que nos lleva tan sosegante introducción salta en mil pedazos con la enorme «The Real Me«, si acaso la mejor base rítmica jamás grabada en un disco de rock y en la que, en palabras de Townshend, escuchamos como Jimmy busca ayuda en «psiquiatras, en casa y hasta en una visita a un cura…., pero no le sirve para nada». Sencillamente espectacular en lo instrumental, en lo vocal y ¡¡qué demonios!!, ¡en todo!
«Quadrophenia» vuelve a recurrir a los cuatro temas troncales, esta vez en forma instrumental, para ilustrar las cuatro personalidades de Jimmy. «El concepto de las cuatro personalidades proviene de una comprensión naive de la esquizofrenia, una malinterpretación de la patología. Jimmy es un chico que sufre de esquizofrenia, y cuando toma la medicación su enfermedad se divide y sufre de Quadrophenia”, explica Townshend. Estupendo instrumental en el que Pete se suelta como nunca con la solista y John y Keith vuelven a hacer de las suyas, esta vez sobre un espeso manto de sintetizadores.
Jimmy participó en una macro concentración mod en Brighton que acabó en un violenta pelea contra los rockers, sus históricos enemigos. En «Cut My Hair«, Jimmy recuerda como ese conflicto acabó con su expulsión de casa de sus padres, sin que eso merme su orgullo de pertenencia a su grupo, a su manada, es un mod convencido. Músicalmente brillante con sus punzantes sintetizadores, su brutal bajo y la siempre brillante batería de Moon, supone la primera intervención vocal de Pete. Una canción fantástica, de las mejores de un álbum ya de por sí buenísimo.
Jimmy necesita repuestas y, en busca de nuevos ídolos, acude a un concierto de rock -aparentemente de los propios Who. En palabras de Townshend, “el héroe va a un concierto de rock. Decide ir al backstage a ver a los miembros del grupo y uno de ellos llega y le manda a la mierda. Entonces se da cuenta que en realidad nada interesante pasa en el rock. Es otra cosa que tacha de su lista de esperanzas”. Son los hechos narrados en «The Punk And The Godfather«, un tema más hardrockero e igualmente brillante en el que los sintetizadores vuelven a tener mucha presencia. La parte más tranquila , cantada por Pete, es deliciosa.
Y llegamos a «I’m One«, una de las mejores canciones del disco. Mucho más clásica en su concepción (uno de los pocos temas sin sintetizadores) trata temas más personales que identifican a Jimmy con el propio Townshend: “Cuando yo era un niño pensaba que mi guitarra era todo lo que tenía. No era suficiente para integrarse en un grupo, ni te hacía más apuesto ni inteligente como para ser popular en el colegio, ni suficiente para ser buen deportista…era un perdedor. Creo que todos nos sentimos así en algún punto. Sin embargo, ser un Mod daba una sensación de pertenencia. Jimmy está pensando que él, por lo menos, es un mod”. La introducción nos presenta al propio Pete sólo con su voz y su guitarra, al que se van uniendo -¡y de qué forma!- Keith y John dádole un fabuloso tono rock. Genial.
Según nos cuenta Townshend, en «The Dirty Jobs«, “Jimmy, desencantado con el rock, su “religión”, consigue un trabajo como basurero. Desafortunadamente, sus ideas de izquierda no son bien tomadas por sus compañeros de trabajo y entonces el sigue haciendo otras cosas», a los que Roger añade: «Acaba trabajando como basurero como le pasa a la mayoría de los chicos cuando dejan el colegio a los 15 años. Ve que no tiene otra salida y esa situación le cabrea. Por supuesto, cuando haces algo que apesta siempre alrededor hay otras cosas que también apestan. Y él se ve confundido y molesto por la suciedad de la política!”. Una canción soberbia y una de las menos reconocidas. Fabulosa melodía que sobrevuela un punzante manto de sintetizadores. Una vez más, el bajo de John es digno de un extraterrestre. Una de mis favoritas.
Y así llegamos al primero de los temas troncales sobre los que se apoya el argumento del LP, «Helpless Dancer (Roger’s Theme)», la canción que define la primera de las personalidades de Jimmy – la de un muchacho duro y rudo que reacciona que lo es porque está amargado. Este tema representa la personalidad de Roger y, según Pete: “Vemos de dónde viene la agresión realmente. Jimmy tiene una conciencia profunda que golpea. Su frustración con el mundo sólo lo hace estar más enojado, incluso amargado”. Espectacular y breve tema en el que destacan la voz de Roger, el buen uso del «pan», y la vibrante guitarra rítmica de Pete.
No obstante , a pesa de su rudeza, en «Is It In My Head?» comprobamos que Jimmy, «es sólo un chico común, no sólo tiene conciencia, sino que duda. Se preocupa por sí mismo y cree que quizás su visión está empañada por el pesimismo”. Otro buen tema (es un Lp sin grandes bajones musicales) que mantiene el disco a un alto nivel cuando estamos a punto de terminar el primer LP de los dos que componen «Quadrophenia»
Los fantasmas de Jimmy reaparecen cuando, como se narra en «I’ve Had Enough«, «ve a la chica que le gusta con un amigo suyo. En un estado de desesperación, destruye su scooter y decide irse a Brighton, donde lo pasó tan bien con sus colegas persiguiendo a rockers y comiendo fish & chips”. Espectacular tema que arranca con una potentísima intro con Roger a la voz principal, para luego ceder el turno a Pete y, tras rozar el estribillo de «Love Reign O’er Me», desembocar en una brillantísima sección folk liderada por un banjo. Otra joya que pone fin el primer disco.
El segundo disco arranca con la excesiva y brillante «5:15«, en la que Pete narra el viaje de Jimmy a Brighton, «apretujado entre dos caballeros encorbatados, en medio de los subidones y bajones que le producían las absurdas dosis de anfetaminas que tomaba». Gran rock en la que es una de las canciones más recordadas del disco. Poco tiene que ver el dulce inicio del tema con su potentísimo desarrollo posterior. Fue editada como single en 1973 en Inglaterra, antes de la salida del álbum y alcanzó el número 20 en listas.
Una vez llega a Brighton y según se nos cuenta en la sobresaliente «Sea And Sand«, Jimmy parece relajarse un poco rememorando tiempos pasados y especialmente los disfrutados en los lugares que ahora revisita. Tal y como describe Pete, «esto ocurre en 1965 y la escena Mod realmente estaba desintegrándose y él lo único que hace es ir a Brighton a recordar los días en que 300.000 mods de Londres iban a la playa, sólo tres semanas atrás. Pero él ya está viviendo en el pasado”. Extraordinaria canción, con continuos y brillantes cambios que alternan vibrantes tempos de rock con secciones maravillosamente dulces y melódicas.
La melancolía de Jimmy le hace pensar en el suicidio como una alternativa y «Drowned» nos muestra a «nuestro trágico héroe desesperado y nihilista». Otra canción estupenda en la que destaca el soberbio piano y el excelente nivel instrumental de todo el grupo, así como la fabulosa voz de Roger. Todos se lucen, de hecho, es la canción del álbum más tocada en vivo debido a que sus pasajes instrumentales permiten largas y locas improvisaciones.
Pero la frustración de Jimmy acaba tocando techo cuando se encuentra a un líder mod venido a menos que ha acabado trabajando como botones en un hotel. Llegamos así a «Bell Boy (Keith’s Theme)«, el segundo de los temas troncales para el argumento de la ópera. Este tema describe la cara mas inestable y locuaz de Jimmy y qué mejor forma de hacerlo que a través del lunático Moon. Jimmy, en voz de Keith (en los estribillos), recrimina al otrora líder mod que se dedique a servir a la gente. Según Townshend, “Jimmy conoce a un Ace Face venido a menos, convertido en botones en el hotel donde los Mods se juntaban. Éste lo mira a Jimmy con una mezcla de pena y desprecio, y le dice “Mira, mi trabajo es una mierda y mi vida es una tragedia, pero tú…, mirate tú, estás muerto!».
El tercer tema troncal, «Is It Me? (John’s Theme)» está incluida dentro de «Dr. Jimmy«. Excelente canción que describe por un lado el lado más explosivo, abandonado y salvaje de Jimmy y, por otro lado, su parte más reflexiva y autoconsciente. En sus partes rápidas, la batería es prodigiosa, veloz e incendiaria…, lo más parecido al Moon de los 60. En sus secciones lentas -las que corresponden a «Is It Me?-, la melodía es simplemente maravillosa.
El segundo instrumental del disco, «The Rock«, muestra la desesperación y frustración de Jimmy que acaba subiéndose en un bote, adentrándose en el mar y sentándose en una roca esperando que las olas lo golpeen. Impresionante y ampuloso corte que fusiona, de nuevo, los cuatro temas troncales de la Ópera para desembocar en el cuarto de ellos: el grand finale de Quadrophenia, la espectacular «Love Reign O’er Me (Pete’s Theme)«, Roger ruge como nunca en una recreación musical perfecta del romanticismo más descarnado. En la cuarta representación de su personalidad, llegamos a un Jimmy que, solo en su roca, se encuentra a si mismo y sufre una especie de iluminación.
Y así termina un disco fabuloso. No es injusto tacharlo de pomposo y pretencioso -como de hecho se hizo-, porque lo es, pero tampoco se puede negar que es arriesgado, imaginativo y realmente brillante. Pete siempre lo consideró su obra maestra. Puede que sea su trabajo más perfecto en cuanto a la fusión música-argumento y, aunque musicalmente «Tommy» me parece netamente superior, seguro que será uno de los LP por los que la banda será eternamente recordada. También tiene el honor de ser el último gran disco del grupo, que nunca volverá a alcanzar este nivel a lo largo del resto de su carrera.
Sus resultado en listas fueron curiosos, tuvo un arranque arrasador, pero, en un momento dado, las ventas se pararon en seco y ya no se recuperaron. Gran parte de la responsabilidad de este bajón comercial fue la ausencia de una buena gira de apoyo. La gente identificaba al grupo como una banda de directo…, y la gira de Quadrophenia fue un pequeño gran desastre.
Desde el primer concierto de la gira se vio que las cosas iban a ser complicadas. Poco antes de que el tour comenzará, Kim, la mujer de Keith lo abandonó llevándose a la hija de ambos con ella. Esto provocó que Moon se desbocara (aún más). Keith bebía como un auténtico descosido y consumía todo tipo de sustancias. Horas antes del primer concierto de la gira, el que se celebró en el Cow Palace de San Francisco, Keith mezcló ingentes cantidades de coñac con tranquilizantes equinos. Durante la interpretación de «Won’t Get Fooled Again», Moon se desmayó sobre la batería y, aunque logró recuperarse, se colapsó completamente tocando «Magic Bus» y tuvo que abandonar el escenario. Ni corto ni perezoso, Townshend se dirigió al micrófono y dijo: «¿hay alguien entre el publico que pueda tocar la batería?, necesitamos a alguien bueno«. Scott Halpin, una afortunado músico de 19 años que se encontraba entre el público, tocó las tres canciones que restaban para acabar el concierto.
No obstante, este hecho no hizo sino encender la luz de alarma entre los miembros del grupo. Townshend empezaba a estar preocupado por el estilo de vida de Moon y Entwistle, «no sé ni qué ni cuánto consumen John y Keith. Lo que sé es que Keith toma de todo… Mandrax para irse a dormir, tranquilizantes de elefante. Toma todo lo que pasa delante de él».
Keith no estaba en forma, pero lo que más complicó los conciertos fue la utilización de cintas pregrabadas que permitieran reproducir en directo los mantos de efectos y sintetizadores presentes en «Quadrophenia», lo que en muchas ocasiones no funcionaba correctamente. Pete insistió en lo necesario de estas reproducciones para mantener la esencia del sonido de «Quadrophenia» para disgusto de Roger, con el que mantuvo acaloradas discusiones. La propia banda acabó definiendo la gira como «desastrosa…, aunque lucrativa», según el propio Pete, «ganamos mucho dinero, más de un millón de libras esterlinas cada uno…, una pequeña fortuna, que a John no le duró ni un año». Hay cosas que no cambian.
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 10 de agosto de 2013