«Fragments» (Townshend/Lawrence Ball)
«A Man in a Purple Dress» (Townshend)
«Mike Post Theme» (Townshend)
«In the Ether» (Townshend)
«Black Widow’s Eyes» (Townshend)
«Two Thousand Years» (Townshend)
«God Speaks of Marty Robbins» (Townshend)
«It’s Not Enough» (Townshend/Rachel Fuller)
«You Stand by Me» (Townshend)

  • Wire & Glass: A Mini-Opera

«Sound Round» (Townshend)
«Pick Up the Peace» (Townshend)
«Unholy Trinity» (Townshend)
«Trilby’s Piano» (Townshend)
«Endless Wire» (Townshend)
«Fragments of Fragments» (Townshend/Ball)
«We Got a Hit» (Townshend)
«They Made My Dream Come True» (Townshend)
«Mirror Door»(Townshend)
«Tea & Theatre» (Townshend)

En verano de 2004, Pete Townshend anunció, a través de su página web la edición de un nuevo disco en el que la mayor parte de las canciones basadas en la novela «The Boy Who Heard Music», escrita por el propio Pete y publicada de forma periódica en su blog personal. Tras múltiples retrasos, en octubre de 2006, se editó el primer álbum de los Who desde 1982: «Endless Wire«, su mejor trabajo desde «Who Are You». Esta afirmación es más una crítica negativa a «Face Dances» e «It’s Hard» que un elogio a este álbum, pero en cualquier caso, estos Who  diezmados y crepusculares demuestran mantener, aunque de forma evocadora, parte de la magia de antaño.

Con Pino Palladino al bajo, Pete Townshend a las guitarras, su hermano Simon Townshend  en los coros,  John «Rabbit» Bundrick y Peter Huntington en la batería ( Zak Starkey no pudo estar en la grabación por estar de gira con Oasis) y Roger Daltrey tras el micrófono, el nuevo disco de los Who debutó en el número 9 de las listas británicas y en el 7 de las nortemaericanas, dando muestras de que la esperanza de que Townshend volviera a sorprender seguía viva…  Pero el primer tema del álbum, «Fragments«,  lejos de sorprender arranca con una intro que no deja de ser un pastiche de la gloriosa «Baba O’Riley» para luego convertirse en una canción que, sin ser ninguna maravilla, es bastante disfrutable. Las sonoridades acústicas de «A Man in a Purple Dress» no acercan a los ambientes de «Who’s Next» y «Quadrophenia», buen tema en el que destaca la madura pero aún poderosa voz de Daltrey.

Pete y Roger siguen sonando convincentes en «Mike Post Theme» -un rock marca de la casa-, e incluso brillantes en «In The Ether«, un gran tema acústico en el que Pete utiliza un estilo vocal cavernoso  (el protagonista de la novela de Pete en la que se basa el disco es una vieja estrella de rock destrozada por el abuso de drogas y su garganta se ve afectada por sus excesos) que llega a recordar al mismo Tom Waits. De nuevo las sonoridades propias de los Who de principios de los 70 están muy presentes.

«Black Widow’s Eyes«, única canción con Zak Starkey tras los tambores, es uno de los mejores temas del álbum y comienza a tranquilizar a los oyentes escépticos: este disco no va a naufragar y temas como el acústico «Two Thounsand Years» no hacen sino confirmarlo.  Y es que a pesar de cierto tufillo a disco de dinosaurios del rock, y pese a la natural tendencia de este tipo de megaestrellas del rock pretérito a repetir fórmulas de antaño, este «Endless Wire» muestra a un grupo que aún tiene cosas que decir…, y no hay mejor forma de demostrarlo que con una canción absolutamente sobresaliente como «God Speaks of Marty Robbins» en la que Pete se lo guisa y se lo come todo. Temazo.

«It’s Not Enough«, el single del LP, demuestra que estos Who del siglo XXI ya no son tan eficientes ni espectaculares con el rock como antaño y es uno de los temas en el que más nos acordamos de los desparecidos Entwistle y Moon. Los nuevos Who se mueven mucho mejor en trazos acústicos y Pete vuelve a demostrarlo con la notable «You Stand By Me«, un fantástico y breve tema al mejor estilo de Paul Simon en el que agradece a Roger su apoyo en los malos momentos. Un buen cierre para una primera parte del álbum que, sin ser sobresaliente, sí deja muy buenos momentos y un agradable sabor de boca.

A partir de aquí entramos de lleno en la miniópera «Wire & Glass», compuesta de diez temas (algunos brevísimos) divididos en dos actos, a través de los que se nos narra la historia de Ray High, un rockero sexagenario que, tras años de excesos,  se encuentra internado en un psiquiátrico.

El primer acto arranca con la magnífica «Sound Round«, un tema que cabría en «Quadrophenia», y en el que vemos a un joven Ray (1971) que tiene una especie de alucinación sobre un futuro repleto de redes de comunicación. Ya en nuestros días, el viejo Ray, ve desde su celda del psiquiátrico a tres brillantes jóvenes (Gabriel, Josh y Leila) que hablan de formar una banda de rock: The Glass Household. Ray está convencido que serán estrellas y así nos los cuenta en «Pick Up the Peace«. A continuación Pete, en la también destacable «Unholy Trinity«, nos presenta al trío: Gabriel, de familia cristiana,  Josh -judío y enfermo de esquizofrenia paranoide- y  Leila, musulmana.

«Trilby’s Piano» viene a ser la primera canción que el grupo de muchachos escribe inspirándose en las relaciones amorosas de sus familiares, y durante los ensayos en el estudio encuentran unos documentos que debieron pertenecer a Ray. En «Endless Wire«, última canción del primer acto, nos cuentan como esos documentos contenían información sobre un plan para usar una red global con el objeto de unificar la música y sublimarla…, los jóvenes creen que merece la pena intentarlo. Parece que el viejo Pete insiste en la temática de Lifehouse.

El segundo acto arranca con «Fragments of Fragments«, que es la canción que  The Glass Household  ha creado siguiendo el plan encontrado en los documentos de Ray, y que se convierte en un éxito que les lleva a aparecer en televisión y a llenar espacios de Internet, tal y como se nos cuenta en  «We Got a Hit«, otro tema muy «Quadrophenia». Mientras, Ray, en su celda observa el ascenso a la gloria de los tres muchachos y cómo han convertido su sueño en realidad («They Made My Dream Come True«), pero tiene un mal presagio en el que prevé que alguien morirá en el próximo concierto del grupo.

En «Mirror Door» la banda celebra un macroconcierto en el Central Park de Nueva York. La música alcanza tal nivel de sublimación que músicos legendarios muertos, entre los que se encuentran Elvis, Buddy Holly, Johnny Cash, Amadeus Mozart y Beethoven, aparecen sobre el escenario para unirse a la fiesta. Entonces, en medio del éxtasis general, Josh, enfermo de esquizofrenia paranoide y que había dejado su medicación,  asesina a su compañero Gabriel sobre el escenario…, pero nada puede parar la catarsis general. El cadáver de Gabriel en forma fantasmal se une al coro de leyendas del rock. La miniópera concluye con «Tea & Theatre«, y Josh y Leila, ya mayores reflexionan sobre su vida y milagros

Si la primera parte del disco era bastante satisfactoria, esta miniópera lo es más aún y hace que la espera desde 1982 haya merecido la pena. Este «Endless Wire» es un último álbum a la altura de la leyenda de un grupo que no podía permitirse firmar el final de su carrera con un disco tan anodino como «It’s Hard». La crítica recibió el disco con reservas: elogió la miniópera y acusó la primera parte del álbum de repetitiva y poco sorprendente, pero -en general- recibió buenas calificaciones (4/5 en Rolling Stone y Allmusic, 3/5 en Uncut y The Guardian)…, Mojo habló del «mejor disco del grupo tras Quadrophenia», y el Chicago Tribune de «el mejor trabajo de Townshend en décadas».

Fueron la mejor banda de rock en vivo de la historia, innovadores y geniales, los padres y absolutos dueños del genero de la ópera rock, creadores de decenas de himnos y uno de los grupos más carismáticos del rock. Comenzaron siendo ídolos de los mods en los 60 y acabaron siendo aclamados como la mejor banda de rock en los 70. Pete una vez dijo «Nunca quisimos ser ni los Beatles ni los Stones», ni falta les hizo, es más que suficiente ser los Who.

VALORACIÓN GUILLETEK: 7/10

Un comentario sobre “THE WHO. «Endless Wire» (2006) (7/10)

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