El anunciado reencuentro de la banda fue recibido con alborozo por público y prensa especializada. Los ensayos entre los cuatro miembros del grupo se sucedieron a buen ritmo y, aunque en un principio a todos se les hizo un poco extraño, enseguida reinó la camaradería. «Ya no éramos un grupo, sino cuatro individuos que deciden estar juntos», dijo Alex James. Todos habían madurado, habían cruzado la cuarentena, tenían familia y estaban juntos «porque nos apetecía, no por el dinero», como dijo Damon. La situación más especial era la de Graham, el hijo pródigo, «la tensión desapareció tan pronto como empezamos a tocar…, sonó fantástico desde el principio. Incluso me dijeron que subiera más el volumen de mi ampli… ¡¡me pasé 13 años oyendo «baja eso»!!, fue genial».
Coxon aún tuvo tiempo para dar las últimas pinceladas y editar su séptimo álbum es solitario en mayo de 2009: «The Spinning
Top«. Un estupendo y relajante álbum de folk en el que Graham recupera algunos de los sonidos de su álbum de debut. Los ambientes acústicos dominan por completo un disco en el que Graham pretende narrar la «vida de un hombre desde su nacimiento a su muerte». Está lleno de delicados y deliciosos momentos como «Look Into The Light«, «This House«, la estupenda y paulsimoniana «In The Morning«, la dinámica «Sorrow’s Army«,»Brave The Storm» o la inconmensurable «Feel Alright«…, haciendo aparición las guitarras eléctricas en contados momentos como en la notable «If You Want Me» o la petetownshendiana «Caspian Sea«. La crítica recibió el disco, de nuevo, con entusiasmo. No es para menos.
Y mientras, EMI, intentó sacar tajada comercial de la esperada reunión de la banda editando en junio de 2009 un nuevo recopilatorio del grupo, el segundo de su carrera. «Midlife: A Beginner’s Guide To Blur«, es un sorprendente doble álbum que, a diferencia de lo que suele ocurrir en este tipo de compilaciones, no se centra en
los grandes éxitos del grupo recopilatorio sino en los temas cruciales en la historia del grupo. Así, de su primer álbum incluyen unicamente «She’s So High» y la estupenda «Sing», del frecuentemente olvidado y notabilísimo Modern Life Is Rubbish incluyen hasta cuatro canciones, «For Tomorrow», «Blue Jeans», «Chemical World», «Advert», además del single del 1993 «Popscene». El exitoso Parklife está representado por «Girls & Boys», «Parklife», «Badhead» y «This Is A Low» y The Great Escape por «He Thought Of Cars», «The Universal» y «Stereotypes». La época «madura» del grupo es la más representada con cuatro canciones del álbum Blur «Beetlebum», «Song 2», «Death Of A Party» y «Strange News From Another Star», otras cuatro de 13, «Coffee & TV», «Bugman», «Tender» y «Trimm Trabb» e incluso tres del polémico «Think Tank», «Out Of Time», «Good Song» y «Battery In Your Leg». La verdad es que se echa de menos algún clásico del grupo como «Sunday Sunday», «Star Shaped», «Tracy Jacks», «End Of A Century», «To The End», «London Loves», «Charmless Man» o «No Distance Left to Run», pero es un muy buen disco.
Y entonces empezaron los conciertos de la «Gira de Reunión», primero fueron ocho shows «menores» en el East Anglian
Railway Museum en Chapel, en el Rough Trade, el O2 Academy, el Goldsmith College de Londres, el Cliffs Pavilion de Southend, el Civic Hall de Wolverhampton, el O2 Academy de Newcastle y el Manchester Evening News de Manchester. El 28 de junio de 2009 cerraron, aclamados por la multitud, el festival de Glastonbury con un show simplemente sobresaliente que, aún hoy en día es considerado el mejor concierto de la historia del celebre festival. Inolvidable concierto de poco más de una hora (enlace), con un setlist de auténtico lujo: «Girls & Boys», Tracy Jacks», «There’s No Other Way», «Jubilee», «Badhead», «Beetlebum», «Out Of Time», «Tender», «Country House», «Sunday Sunday», «Parklife», «End Of A Century», «Song 2», «For Tomorrow» y «The Universal».
Y, entonces, llegó el gran día: el 2 de julio de 2009. Las 60.000 entradas a la venta se agotaron en dos minutos, por lo que Blur decidió hacer un segundo concierto el día siguiente…, los tickets volvieron a durar un visto y no visto. A las 20:30 horas, son el sol despidiéndose de Londres tras un calurosísimo día, la banda apareció en el escenario con «The Debt Collector» sonando de fondo y Graham atacando sin piedad los riffs arpegiados de «She’s So High«, el primer single del grupo a principo de los 90. Todo un símbolo, su primer single ilustraba el retorno de una de las más importantes bandas británicas de la historia.
Nada había cambiado, ¿o sí? Damon es por el que más se notaba el paso de los años, aunque mantuvo su megadinámica forma de comportarse en un escenario. Alex estaba momificado, como hace 15 años. Dave, también notablemente envejecido seguía en su discreto segundo plano…, quizás el que más había evolucionado fuera Graham, visiblemente más participativo y -si cabe- más seguro con su sobresaliente
guitarreo (parece que los conciertos en solitario le hicieron ganar aplomo sobre el escenario). El caso es que la música de Blur, como comentó el NME, apoyada por coristas, sección de viento y teclados parecía haber ganado aplomo con el paso del tiempo, y nada como escuchar el tema que les llevó, junto a su ilustre «Parklife» que ya cumplía quince años por aquel entonces, a la fama definitiva: «Girls & Boys«. Fue emocionantemente coreada por el público mientras Damon entraba definitivamente en calor. La maravillosa «Tracy Jacks» sonó simplemente arrebatadora con el respetable entregado, pero no menos que ese himno shoegaze que siempre fue «There’s No Other Way«… Damon empebaba a a desatarse y sus saltos nos hacían recordar tiempos pretéritos… y dorados. Y volvemos a «Parklife» con la dinámica «Jubilee» y la
frecuentemente olvidada «Badhead«, joya del pop.
Con los primeras notas de la estratosférica «Beetlebum«, las 60.000 personas reunidas en Hyde Park se unieron en una sola voz consiguiendo un absoluto climax musical, con Graham literalmente desatado en la parte final. Acojonante. El guitarrista más emocional de todos los tiempos.
Resulta especialmente curioso escuchar «Out Of Time» con Graham, ya que no participó en la grabación original. Al parecer, fue el propio Coxon el que inistió en que se tocaran canciones de «Think Tank», puesto que «es un disco de Blur, ¿no?», en cualquier caso, suena fantástica. Llegó el momento de atacar «13», primero con «Trimm Trabb» y luego con la excelente «Coffe & TV«, coreada apasionadamente por el gentío. Y así llegamos al momentazo de la noche: «Tender«, nueve minutos de deparrame emocional con el público entregado y cantando de forma catártica «Oh My Baby/Oh My Baby/Oh Why/Oh My» . Brutal. «Supongo que esto es como el «Hey Jude» de Blur», dijo Albarn, «es increíble lo especial que se ha hecho esta canción». Impresionante.
Tras tanta transcendencia «Country House» y sus fantásticos metales devolvieron el aire festivo y permitieron a Damon demostrar el gran frontman que siempre
fue. El público definitivamente en el bolsillo. Graham vuelve a salirse, por cierto.
La banda mira a sus orígenes atacando tres temas de su segundo álbum, «Modern Life Is Rubbish». La primera de ellas «Oily Water«, tan buena como poco conocida suena calcada al disco, pero el público disfrutó mucho más la excelsa «Chemical World«, todo un monumento al pop británico, como «Sunday Sunday«
El actor Phil Daniels (protagonista de la ópera rock de los Who ‘Quadrophenia’), como hiciera en la versión de estudio de 1994, tomó el micrófono para interpretar un eufórico y gozoso «Parklife» y dar paso a un nuevo set basado en el álbum homónimo. «End Of A Century«, para mí una canción de calibre histórico y probablemente el mejor tema de los años 90, provocó de nuevo la fusión de la banda y el público en una sola garganta y resultó sencillamente emocionante, y algo parecido ocurrió con la romántica «To The End«, fantástica. El maravilloso setlist concluyó con la excelsa «This Is A Low«, en la que tanto la guitarra de Graham como la voz de Damon demostraron un gran nivel. Enorme canción. Gran final para un gran concierto.
Pero…, el ´publico no se movía y seguía cantanto… «Oh My Baby/Oh My Baby/Oh Why/Oh My»…, y, ¿cómo no?, llegaron los bises y lo hicieron con una salvaje descarga de adrenalina encadenando las punkis «Popscene» y «Advert«, antes de incendiar el parque londinense con la mítica «Song 2» y de nuevo a camerinos…
El público quería más… «Oh My Baby/Oh My Baby/Oh Why/Oh My»… y aún hubo unos segundos bises. La fenomenal «Death of a Party» fue una de las grandes sopresas ya que no la habían tocado en directo desde la gira del álbum «Blur». La fiesta se acababa definitivamente pero antes los asistentes pudieron disfrutar de «For Tomorrow» y llegar al absoluto éxtasis comercial con la espectacular «The Universal«, la parte final con el público cantando es sencillamente orgásmica. Al día siguiente, todo se repitió. Un concierto histórico, al alcance de muy pocos…, si es que está al alcance de alguien.

Como podía preverse, semejante acontecimiento fue recogido en su correspondiente álbum en directo y «All The People Blur Live At Hyde Park» se editó en agosto de 2009, convirtiéndose en su primer disco en directo. Los fastos por la reunificación del grupo concluyeron con el estreno en cines de la película
documental «No Distance Left To Run», un fabuloso documental de 104 minutos que recoge la historia del grupo así como numerosas entrevistas con los miembros del grupo. Sin duda el mejor documento gráfico sobre la banda que se ha editado hasta el momento. La versión doméstica, en DVD, se publicó en febrero de 2010 incluyendo un segundo DVD con la actuación en Hyde Park completa. Imprescindible para los fans del grupo.
Con todo el subidón del regreso, a muchos les pilló por sorpresa la salida al mercado de un nuevo álbum de Gorillaz. Cierto es que nadie nunca dijo que Damon fuera a centrarse en Blur, es más, todos los miembros del grupo hablaron de esta reunión como un hecho concreto que podía o no extenderse en el tiempo.De hecho, en septiembre de 2008, casi un año antes de los conciertos de Hyde Park, Damon y Hewlet ya afirmaron «estar trabajando en un nuevo disco de Gorillaz».
El caso es
que «Plastic Beach«, el tercer disco de Gorillaz, fue editado el 8 de marzo de 2010, contando con importantes colaboraciones. El gran Lou Reed aparece en la notable «Some Kind Of Nature«, mientras los Clash Paul Simonon y Mick Jones participan en «Plastic Beach«, el rapero Snoop Dogg en «Welcome to the World of the Plastic Beach» y Bobby Womack lo hace por partida doble en la soul «Cloud of Unknowing» y el exitoso single «Stylo«.
Entre lo mejor del álbum sin duda estarían la exitosa «Superfast Jellyfish» (con De La Soul), la sosegada «Empire Ants«, la breve «Pirate Jet» y sobre todo la estupenda «On Melancholly Hill«, una joyita pop que Damon originalmente compuso para The Good, The Bad And The Queen y que demuestra una vez más que, aunque maneja varios estilos, Albarn es un verdadero maestro en esto de las melodías pop que se clavan en tu cerebro. Curiosamente la versión de estudio es probablemente la peor de todas las que se hicieron de la canción, basta con ver la actuación del grupo en el programa de Jools Hooland, o, sobre todo, la impresionante versión acústica que grabaron para la BBC. Producido por el propio Damon, es el trabajo más melódico de Gorillaz, mucho más cálido y orgánico que los anteriores. Fue un nuevo éxito alcanzando el número 2 tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.
El álbum de Gorillaz dejó un buen gusto entre los fans y recibió críticas súper favorables pero, porqué no decirlo, supuso un pequeño bajón para los seguidores de Blur que veían como la
reunificación del grupo parecía ser un bello sueño de una noche de verano…, hasta que llegó el 18 de abril de 2010, fecha en la que se editó, en vinilo y con una distribución limitada a 1.000 copias, el primer single de Blur desde 2003: la sobresaliente «Fool’s Day«. La canción es simplemente maravillosa, una absoluta joya, británica hasta la médula y, como se publicó, «heredera de todas las épocas de la banda, tiene un poco de cada una de ellas pero sigue siendo fresca y con un toque de magia que pocas bandas pueden conseguir». La crítica se deshizo en elogios y NME habló de una canción «jodidamente fantástica» mientras The Guardian habló de un «tema adorable». Ante el éxito de la canción, el grupo decidió colgarla en su web para que quien quisiera pudiera descargarla de forma gratuita y así «evitar que la gente escuche copias de poca calidad». Temazo, a la altura de muchas de sus mejores obras.
A partir de la edición de «Fool’s Day» los rumores de reunión definitiva se dispararon y la edición de un nuevo álbum de estudio empezó a ser una opción. Los miembros de la banda daban una de cal y otra de arena y tan pronto decían «bueno, lo estamos pasando bien y tenemos material nuevo, ¿por qué no?», como decían «no creo, una cosa es tocar en unos escenarios y pasar un buen rato y otra es hacer un disco».
Mientras, y antes de que concluyera 2010, el hiperactivo Damon decidió editar bajo el nombre de Gorillaz las canciones que había grabado en su iPad durante la gira que realizaron por América para promocionar «Plastic Beach». El disco, al que tituló «The Fall«, se editó en formato digital el día de navidad y obtuvo muy buenas críticas a pesar de ser un disco mucho menos comercial y obviamente menos pulido que los anteriores. Muchas de las canciones son experimentos bastante oscuros como «Phoner To Arizona«, «Shy Town» o «Little Pink Plastic Bags«, pero también tiene momentos notables como «Revolving Doors» o la relajante «Amarillo«. A pesar de lo arriesgado del invento, el disco consiguió un número 12 en Inglaterra y un 24 en Estados Unidos. Era obvio, Gorillaz era un éxito y casi todo lo que tocaban se convertía en oro…, pero ¿y Blur?
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 25 de enero de 2014

En los meses posteriores a la salida de Graham de Blur y a la edición de «Think Tank», tanto Albarn como Coxon hicieron numerosas declaraciones públicas al respecto. Damon declaró estar muy satisfecho con el último disco del grupo y que a pesar «echar de menos a Graham, no pienso que sea ningún drama. Hoy por hoy la comunicación es más fluida entre tres que entre cuatro. Lo que pasó entre nosotros es que cuando nos citamos en el estudio para grabar Think Tank, Dave, Alex y yo estábamos allí y Graham no… Luego supimos que Graham iba a estar fuera un par de meses…» (recordemos que Coxon había ingresado en una clínica de desintoxicación) «fue una decisión difícil, ¿qué hacíamos, nos íbamos a casa i intentábamos hacer algo en el estudio?, así que decidimos empezar a trabajar y sonaba muy bien… Cuando Graham volvió ya no éramos un grupo de cuatro, así de simple. No hubo grandes peleas ni nada así. Simplemente Blur está por encima de los individuos, nada más».
bajo el título de «Democrazy«. Albarn grabó la mayoría de estos temas en un sencillo cuatro pistas en hoteles durante los descansos de la gira de «Think Tank». El formato elegido para su edición fue un doble EP de vinilo en edición limitada, por lo que no se puede considerar un debut en solitario propiamente dicho, sino más bien una rareza. En él encontramos temas muy en la línea de Gorillaz, como «
que se convierte en el mayor éxito comercial del guitarrista alcanzando un meritorio puesto 19 en listas. La crítica, además, recibió muy bien el álbum hablando de un disco de «onda new wave con locos y geniales solos de guitarra y que, por momentos, suena más Blur que Blur». Es sin duda el disco más accesible de Graham Coxon, en una dirección que ya apuntó en «The Kiss Of Morning», pero con la ayuda de la excelente producción de Street.
(22), el disco -editado en mayo de 2004- huye de cualquier efecto electrónico y muestra una clara vocación revisionista situándose en el extremo contrario a lo que habían hecho sus ex-compañeros de banda en «Think Tank». Mucho de punk melódico y más luces que sombras en un disco que demuestra que Coxon nunca fue sólo un comparsa. «
mediados de 2006 que estaba trabajando con una nueva formación. Se levantaron todo tipo de especulaciones hasta que se supo que Albarn había formado una banda con el ex bajista de The Clash, Paul Simonon, el guitarrista de The Verve, Simon Tong (que sustituyó a Graham en Blur durante la gira de Think Tank), y el veterano batería Tony Allen, creador del afrobeat y descrito por Brian Eno como «el más grande baterista que haya vivido». Al parecer, lo que estaba concebido como un disco en solitario de Damon acabó convirtiéndose en un grupo que editó su primer single, la sobresaliente «
En esta ocasión Albarn sorprende al más pintado, con una ópera moderna en idioma chino. Sí, no me he vuelto loco. Damon formó equipo con el director chino Chen Shi-Zheng y su compañero de Gorillaz Jamie Hewlett (que se ocupó del diseño artístico), para narrar un cuento tradicional chino del siglo XV basado en el viaje espiritual de un mono. Como no podía ser de otra forma dada la naturaleza del proyecto, es un disco muy complejo, de melodías enrevesadas. No se pueden aislar temas sueltos y debe ser escuchado en su totalidad. Sirvan este 
personales Damon estaba absorbido por su nueva aventura con Gorillaz y dedicado a su novia Suzi y la hija de ambos, por su parte, Coxon y su pareja Anna Norlander habían tenido a su primera hija, Pepper, en marzo de 2001.
primer single del nuevo grupo, «
Sit on Blood Tree» su tercer álbum en solitario. Tras el relativo traspiés que supuso el caústico «The Golden D», Graham retoma los sonidos de su primer trabajo en solitario, el notable «The Sky Is To Hight», si bien este disco es mucho más oscuro y siniestro que su bucólico debut. El folk lo-fi vuelve a dominar, y a buen nivel, en temas como «
compilado de lados B y remixes de Gorillaz titulado «G-sides«, sorprende a propios y extraños publicando «Mali Music«en abril 2002. Albarn viajó a Mali en julio de 2000 con novia, hija y poco más equipaje que una guitarra y una melódica. Damon intentó y consiguió alternar con los más prestigiosos músicos contemporáneos de la ciudad. Damon tocó en varios bares y clubs de la
ciudad en actuaciones improvisadas junto a los músicos locales y, entre todos, decidieron que lo que sonaba era suficientemente bueno para convertirse en un disco. El Lp, editado bajo el nombre de «Afel Bocum, Damon Albarn & Friends : Mali Music» tuvo una finalidad benéfica, pues todo lo recaudado con sus ventas fue donado a programas de Oxfram Mali. Los sonidos africanos dominan en el álbum (sirva este «
probablemente su trabajo más accesible hasta esa fecha. Un muy buen disco en el que se filtran influencias de Nick Drake, Elliott Smith, Pavement, Sonic Youth y Nirvana unidas a sonidos mucho más retro en lo que algunos han definido como una «reacción anti-Gorilllaz». Ya desde el comienzo del disco, la excelente «
desintoxicación cuando apenas habían empezado las sesiones. El grupo simplemente decidió seguir adelante con Damon liderando la grabación y hacíendose prácticamente con el control del sonido de la banda. Las nuevas y variadas influencias de Albarn (dance, hip hop, jazz, dub y la música africana) dotan de nuevas y enriquecedores perspectivas a las nuevas composiciones del cantante.

indie americano… Ambientes densos y tupidas atmósferas parecen sobreponerse a una melodía que, aunque interesante, queda demasiado relegada como un instrumento más al servicio de la ambientación general. Susto. No obstante, las casi siempre excelentes melodías de Albarn vuelven a cobrar el protagonismo en la excelente «
digno, no sobrevive a la ausencia de Graham ni resiste la comparación con otros temas similares del grupo editados en el pasado. Un buen tema en cualquier caso que también fue editado como single con escaso éxito en Inglaterra pero alcanzando un meritorio puesto 22 en la siempre hostil para el grupo norteamérica.
la canutera «
todo si la relación es tan pública como era la nuestra. Fue poco realista e ingenuo pensar que podíamos atravesar aquella fama y no quedarnos en el centro. Estaba en una mala relación. Mi vida no estaba bien. No estaba en armonía. Fue una gran experiencia pero la verdad es que la cosa se jodió», declaraba el propio Albarn . Como ya hiciera en otros tiempos, se refugió en la bebida («El único momento en el cual yo me sentía seguro era encima de un escenario o cuando estaba realmente borracho. Beber se convirtió en un estilo de vida. Era una forma más llevadera para estar. Suena ridículo pero no sentía que fuese a vivir mucho tiempo, sentía que podía morir en cualquier instante«). Si bien, también encontró una gran fuente de inspiración en su desazón y empezó a escribir canciones de forma compulsiva («Pasé por una fase en la cual pensaba que tenía que justificar mis sentimientos, con todo lo que yo había invertido en esa relación. Como músico, la salida habitual es la música»). La actividad de Damon fue frenética, componiendo música para el que debería ser el próximo disco del grupo y , sobre todo, colaborando con terceros: empezó a trabajar con Michael Nyman en la banda sonora de la película «Ravenous» de Antonia Bird (que se acabaría editando en septiembre de 1999), e incluso
Era un modesto y pequeño («era como grabar en un ascensor», dijo Alex) estudio rotulado con el número «13» en el que la banda trabajó durante tres semanas en sesiones de siete horas antes de trasladarse a los Mayfair Studios de Londres donde pasaron otros 15 días.
Graham bebía de forma desatada e iba mucho a su bola por aquel entonces. En agosto de 1998 editó su disco The Sky Is Too High, en el que había estado trabajando desde meses atrás. Curiosamente, se trata de un sencillo y disfrutable álbum en el que predominan los sonidos acústicos folk en lugar de los sonidos del lo-fi indie americano tan defendidos por el guitarrista, hasta el punto que recuerda más a los primeros trabajos de Elliott Smith que a los de Pavement. Hay momentos para el noise («
referencia al estudio en el que se concibió la mayoría del álbum.
Tras un tema de «gospel espacial» y otro de punk futurista, la soberbia «
no podía terminar la letra y se la pasé a Graham. Empezamos a tocarla y nadie entraba en ella. Graham lo intentó más rápido y consiguió el ritmo, él estaba oyendo mucho a Sonic Youth y lo intentamos un poco a su estilo . Entonces cogimos prestado el ritmo y funcionó. Después Graham la cantó y no lo hizo muy bien. Yo le dije: ‘Eso no es suficientemente bueno’. Días más tarde él la cantó de nuevo y yo canté para completar las armonías. Ahí estaba el tema final». La canción es maravillosa en sí, pero acabó de redondearse merced al fabuloso videoclip que dirigieron Hammer & Tongs, sí el de los tetrabricks de leche… Maravilloso single que sólo alcanzó un puesto 11 en listas.
mejor guitarrista que he oído, ese tío es capaz de hacerte llorar con su guitarra», sin embargo en esta canción no le saca el partido que la sobresaliente interpretación de Graham merece…, sólo hace falta oirla
A estas alturas el disco ya se hace largo y llegamos justos de fuerzas, pero es el momento de no desfallecer porque parte de lo mejor que nos ofrece este «13» está al final. La cadenciosa y más que notable «
Suzi Winstanley con la que ,unos meses después, en octubre de 1999, acabaría teniendo una hija, Missy Albarn. Un
mes antes del nacimento de su hija, Damon vería como se editaba «Ravenous», banda sonoro de la película del mismo título y que el líder de Blur firmó junto al minimalista músico clásico Michael Nyman.
Golden D» resulta francamente decepcionante. Absolutamente arrojado en brazos del rock independiente americano, suena potente y descarnado pero va justito de inspiración. Lo mejor del álbum es la versión del «
grupo, intenta seguir exprimiendo el grupo lanzando el primer recopilatorio del grupo, «Blur: The Best Of» incluyendo 17 de los 23 singles que el grupo había editado hasta el momento -«There’s No Other Way» y «She’s So High» (de Leisure); «For Tomorrow» (de Modern Life Is Rubbish) «Parklife», «End of a Century», «Girls & Boys», «This Is a Low» y «To the End» (de Parklife); «The Universal», «Charmless Man» y «Country House» (de The Great Escape); «Beetlebum», «Song 2» y «On Your Own» (de Blur); «Coffee & TV», «No Distance Left to Run» y «Tender» (de 13)- más un nuevo tema compuesto para la ocasión. «
de melancolía que les hizo revivir algunos de los momentos previos al lanzamiento de «Modern Life Is Rubbish». En aquel entonces, 1992-1993, unos jóvenes shoegazers decidieron que había que volver al pop británico de siempre y lanzaron un fantástico álbum que iba en contra-dirección a toda la hornada de bandas grunge que surgieron a las faldas de Nirvana. Sí, fueron los mismos jóvenes que, un año después pusieron de moda el pop inglés en toda Europa con el nunca suficientemente elogiado «Parklife».
los nuevos gustos de su compañero Graham. Empezó escuchando a Beck y luego siguió con Pavement e incluso los Beastie Boys, grupos que nunca le habían interesado.
anteriores trabajos. Pero Stephen Street era algo así como «el quinto Blur», algo más que un productor sólo a nivel profesional. Tras unas primeras sesiones en los estudios Mayfair de Londres la banda se trasladó a Islandia para continuar con la grabación del álbum.

Casi todas las bandas que duran un cierto tiempo, alcanzan un momento en que tienen necesidad de cambiar. Es una necesidad que está al margen de haber tenido éxito o no, la música es arte y las inquietudes artísticas son cambiantes por definición. No obstante, algunos grupos dan un paso más, y no sólo cambian de estilo, sino que se reinventan, cambian la concepción de sí mismos. Lo hicieron los Beatles con «The Beatles», o de forma más reciente, Metallica con sus «Load». Esto es este «Blur», editado en febrero de 1997, una reinvención de la banda que encabezó el resurgir del pop británico en los años 90 y que, tras ser derrotados comercialmente en una mediática confrontación con Oasis, decidió explorar nuevas vías artísticas. «Con «Blur» Blur pretende reinventarse al igual que «The Beatles» (conocido como «álbum blanco») renovó a The Beatles» publica el Melody Maker…
cumbre del éxito, había decidido cambiar, arriesgar en definitiva. Rowntree dijo, «creo que esta es la música que siempre hemos querido hacer pero que, por unas cosas o por otras, no habíamos hecho». Mucho riesgo, tanto, que los ejecutivos de Food Records hicieron lo posible por convencer al grupo para que rehicieran el disco…, pero ya no había marcha atrás.
disco que, además, también contó con el favor del público británico alcanzando el número 1 en las listas de ventas.
esta canción (sí, hace unos años, en los bares ponían algo más que mierda). La batería de Dave, el antológico riff de acordes de Graham, la perfecta voz de Damon, el potente bajo de Alex, su excelente videoclip (muy similar al de «Popscene» por cierto)… Todo es perfecto. Coxon reveló que le apetecía hacer «música menos dulce, algo que realmente asuste a la gente»…, nunca estuvieron tan cerca de conseguirlo que con esta canción que fue editada como single y ¡¡¡al fin!!!, les permitió triunfar en los States con un meritorio número 6. Parte de la crítica la concibió como una parodia del grunge, sea como fuere es un temazo que en Inglaterra alcanzó el número 2 y aún hoy es recordada como una de las mejores canciones del final del siglo XX.
bien en «
canción fue descrita como «una pieza de pop increíblemente pegadiza enriquecida con erupciones synth». Gustos y colores.
«
consguido. El éxito de «Song 2» permitió a Blur triunfar al fin en una tierra que les había resultado absolutamente hostil hasta la fecha. En Inglaterra alcanzó, como hemos comentado, el número 1 en febrero de 1997 si bien bajó pronto puestos en las listas, su arriesgada reinvención atrajo a nuevos fans si bien no tuvo una cálida acogida entre la audiencia clásica del grupo que no aceptó su metamorfosis. En muchos sentidos fue el punto final del Britpop, un movimiento musical para el que Blur puso las bases con «Modern Life Is Rubbish», elevó a la categoría de arte con «Parklife» y con el que hizo negocio con «The Great Escape»…, pero… ¿qué fue de los grandes rivales en la batalla del Britpop? Oasis lanzó su tercer disco, «Be Here Now» en agosto del mismo año y, aunque tuvo un gran éxito comercial inicial arrastrado por la inercia de «Morning Glory», acabó siendo masacrado por la crítica (incluso el propio Noel Gallaguer lo define como «una puta mierda») y marcó el inicio de una cuesta abajo artística de la que los de Manchester jamás se recuperarían.
Cuando Blur volvió de gira, Damon y Justine decidieron darse una nueva oportunidad, más por él que por ella. «Lo nuestro ya estaba acabado. Yo le decía que se fuera y él me decía que me calmara y que me tumbara, que todo se arreglaría… Él quería niños y yo no iba a dárselos… Nos costó demasiado romper…», recuerda Justine. Finalmente, en la primavera de 1998, decidieron separarse, «ya ni dormíamos en la misma cama».
.
había anunciado que su nuevo single, «

Este álbum no supone una gran evolución en el grupo -hasta ahora cada disco había supuesto un giro estilístico-, sino una consolidación. Como reflexionó el bajista Alex James, «era un poco lo mismo…, de hecho no tengo la sensación de haber parado entre un disco y otro…, fue todo muy seguido. Pero en éste todo era más elaborado, más orquestal, más teatral, y las letras eran aún más retorcidas… Todos los personajes eran disfuncionales, ya sabes, jodidos inadaptados». Es obvio que Albarn estaba muy contento con los resultados de «Parklife» y, en gran medida, pretendió repetir muchas de las fórmulas que tan bien le habían funcionado, hasta el punto que muchas canciones del nuevo álbum parecían ser la réplica a los mayores éxitos de «Parklife». De esta forma, no es fácil establecer puentes entre el dance pop de «Girls & Boys» y el de «Entertain Me», el jovial pop de «Parklife» y «Country House» o la grandilocuencia romántica de «To The End» y «The Universal». No obstante, a pesar de dicho inmovilismo, algunas canciones comienzan a mostrar ambientes mucho más reflexivos y parecen adentrase en algunos de los caminos a los que se dirigiría el grupo años después.
Como es habitual en los discos del grupo, la primera canción del álbum es un pelotazo y, en esta ocasión, el honor es para «
parte final), pero dista de ser una gran canción. Es agradable, melódica, extraordinariamente pegadiza y comercial. Coxon fue bastante crítico con el tema y, sobre todo, con su videoclip en el que estuvo a punto de negarse a participar, «parecía un episodio de Benny Hill», dijo el guitarrista. Con todo, su primer número 1, un gran éxito a pesar de ser uno de los temas menos notables de un grupo sobresaliente. Un peligroso acercamiento a la música de masas que alejó a muchos fasn históricos del grupo y atrajo a millares de féminas preadolescentes. Miedito. Como dijo Alex «Blur se convirtió en propiedad pública» y tenían la sensación de que se iban hacia el mainstream.
insustancial. No es para nada un mal tema pero tampoco es nada destacable, del montón. Todo lo contrario que ocurre con la colosal «
enorme y fantástico: la excelsa melodía, los arreglos orquestales, los coros femeninos, la fantástica voz de Damon e incluso su sobresaliente videoclip homenajeando a la «Naranja Mecánica» de Kubrick. Una maravilla, una joya de todos los tiempos, un tema perfecto que obtuvo un número 5 en listas.
estilístico que se está produciendo en la banda y que de no ser por el «momentazo britpop» seguramente hubiera sido más explotado en este disco . Blur está madurando y empiezan a querer buscar nuevas vías, la letra deja la caricatura social para hablar de temas más personales y el sonido es mucho menos jovial. De una tristeza extremadamente bella y conmovedora, vuelve a recordarnos que, a pesar de sus coqueteos con el mainstream, estamos ante uno de los mejores grupos de pop de toda la historia. Enorme melodía y excelente producción. Otra joya.
un gran álbum que , como hemos comentado, fue respaldado por crítica y público.
Great Escape», el álbum comenzó a venderse de forma espectacular y alcanzó rápidamente el número 1… Oasis vendió 4.500.000 millones de discos en Inglaterra por los 900.000 de Blur. Como dijeron algunos medios «Blur ganó la guerra del Britpop…, pero Oasis ha ganado la guerra».
británica». La idea era programar una gran gira que serviría de promoción. Sin embargo, Blur sólo consiguió atraer al mercado anglófilo pero ni siquiera despertaron la curiosidad del americano medio (más rockero). La música de Blur era extremadamente británica y, aunque «The Great Escape» fue el primer disco de Blur en llegar a los charts americanos (nº150), apenas vendieron 200.000 copias y su visita pasó bastante desapercibida.
las más sobrias «British Images 1 & 2» del LP anterior, el cuarteto pasó a presentarse como una especie de mods de fin de siglo combinando prendas genuinamente británicas con distintas marcas deportivas europeas. Una imagen mucho más actual y que les alejaba del peligro del excesivo revisionismo del que podía pecar «Modern Life».




sobresaliente producción de Stephen Street quien, junto a la gran guitarra de Coxon y las fantásticas armonías, consigue elevar aún más un tema ya de por si inconmensurable. Un clásico del grupo que no tuvo mucho éxito en su edición como single (número 19) pero que adquiría dimensiones catárticas
de la película «Quadrophenia» (basada en la opera-rock pro mod de los Who), resulta completamente atemporal. Desde luego no estamos ante ninguna súper melodía y seguramente sí ante uno de los temas más simplones del disco, pero eso no la hace menos infecciosa e irremediablemente adictiva. Una vez más el productor Stephen Street acierta dando la forma adecuada a otra gema pop de Damon en la que destacan no sólo las buenas guitarras rítmicas de Graham sino también las labores de éste como saxofonista. De nuevo un himno que mereció el premio Brit a la «mejor canción de 1994» a pesar de no haber pasado del «Top 10» en su edición como single.

absolutamente maravillosa y una de las mejores interpretaciones vocales de Damon en su carrera. Otra joya para el cofre del tesoro.
Mucho más relajada resulta «
absolutamente sobresaliente. Su cadenciosa y tristona melodía te transporta a un lugar desde el que sólo puedes felicitarte por haber tenido la suerte de disfrutar de semejante monumento melódico. La última joya de un disco que se despide con «
trono, una banda de cinco malencarados mancunianos que afirmaban ser directos herederos de los Beatles y que habían debutado con un notable álbum titulado «Definitely Maybe»…, Oasis…
merecemos estos premios tanto como Oasis» y Noel Gallagher afirmaba que «si yo tuviera 16 años creo que me molarían tanto Oasis como Blur».
rtridge como productor pronto se torcieron. Damon y especialmente Graham eran devotos admiradores de XTC, la banda de Partridge y Moulding, pero la cosa no cuajó. Parece que Partridge se empeñaba en hacer que sonasen de una forma demasiado similar a su ex-banda. No obstante, han quedado testimonios sonoros de las sesiones que demuestran que la dirección que Partridge pretendía dar al grupo era más que interesante. No hay más que escuchar las versiones de «
que pretendía reivindicar lo británico frente al «invasor americano». No obstante mucho medios la tacharon de excesivamente nacionalista e incluso xenófoba y decidieron distribuir una versión mucho más tradicional e inofensiva de su visión de lo británico. De esta forma la «British Image nº2»
, mostraba al grupo con aires aristocráticos dispuestos a una velada en torno a una taza de té.
nexos de unión entre ambos álbumes son prácticamente inexistentes. Sensación que se acrecenta al escuchar la nunca suficientemente ponderada «
incorporando instrumentos conforme su tempo avanza irremediable hacia el desmadre punk que precende a «
Damon Albarn nació el 23 de Marzo de 1968 en el este de Londres. Recibió influencias musicales de su padre -que fue miembro de un grupo de los 60- desde muy pequeño. Sus padres, hippies convencidos, tuvieron una gran influencia en el amor del pequeño Damon por el arte en general. Cuando tenía 6 años se trasladaron a Essex y, en 1979, empezó a asistir a la Stanway Comprehensive School, donde no encajó muy bien. Al estar más interesado en la música que en la chicas, los compañeros de clase le apodaron «gay-boy» y se convirtió en un muchacho solitario e introvertido.
joven Coxon era tan reservado como Damon, por lo que conectaron de inmediato. A ambos les gustaba la música pop, especialmente los clásicos The Beatles, The Kinks y The Who, así como The Jam, Madness y XTC. No obstante, en 1987 se separaron cuando Albarn se mudó a Londres.
El nuevo grupo se llamó Seymour, tomando el nombre de la novela de Salinger «Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción» (1963), y comenzaron a dar conciertos en el verano de 1989. La «buena pinta» del grupo y su buen hacer sobre el escenario, hicieron que un cazatalentos de la compañía independiente Food Records se fijara en ellos. Andy Ross, que así se llamaba el tipo de Food, les aconsejó que cambiaran inmediatamente de nombre. Tras barajar nombres como The Shining Path, Sub, Whirlpool o Sentisise, Damon, Graham, Alex y Dave firmaron con Food Records como… Blur… Estamos en 1990.
debut de los Stone Roses. La canción alcanzó un meritorio número 48 en las listas de singles y el NME lo consideró «Single de la Semana».
El disco, producido por Stephen Street (tras su notable trabajo con The Smiths), Steve Lowell y Michael Thorne, se publicó el 27 de agosto de 1991 alcanzando un nº 7 en las listas británicas. El LP se vendió razonablemente bien arrastrado po el éxito de «There’s no other way» y de una excelente campaña de marketing basada en el atractivo físico de Damon y Alex.
psicodélica te atrapa desde la primera escucha y pone a las claras que estos imberbes jovencitos tenían que decir algo en esto de la música. Y así llegamos a la excelsa «
tipo de propuestas. La oscura y notable «
posmoderno». En un sentido creativo, el single fue un punto de inflexión para la banda musical, «Fue un gran cambio, un disco muy, muy Inglés», dijo Albarn, pero su fracaso comercial (número 32) hizo que los directivos de Food empezaran a preocuparse… No obstante, tal y como estaba programado, la banda comenzó una gira norteamericana.
Los medios británicos estaban deseosos de contrarrestar el estallido del grunge. Todas las miradas se dirigieron hacia el rock alternativo y el indie rock que se estaba haciendo en Norteamérica y las listas de éxitos se llenaron de grupos americanos. Los jóvenes ingleses mostraban más interés en lo que se hacía al otro lado del Atlántico y eso era una afrenta para la industria musical británica, acostumbrada a llevar la batuta en las nuevas tendencias del pop y el rock. Así que, con los Stone Roses en un misterioso retiro, la prensa musical se lanzó a buscar a un grupo que hiciera frente a la amenaza yanqui. De esta forma, cuando Suede publicaron su primer single en mayo de 1992, la crítica se rindió a sus pies. “
que era novia de Anderson, estaba liada con Damon. No obstante el peor momento para Blur llegó cuando ambos grupo compartieron escenario. Suede realizó una estupenda actuación y Blur, borrachos como cubas, hicieron el más absoluto ridículo.
celebrar su herencia británica y convertirse en los paladines en la lucha contra la invasión musical estadounidense. Damon le presentó a los directivos de Food, fotografías con la nueva imagen del grupo bajo el título de «British Image 1», una reinvención y puesta al día de la estética mod. En las mismas reuniones, Albarn presentó parte del nuevo material y solicitó al genial líder de los fantásticos XTC, Andy Partridge, como productor. David Balfe, presidente de Food, no quedó muy convencido, pero decidió dar su visto bueno al proyecto.