THE BEACH BOYS. Capítulo 11 (1967). Beach Boys 2.0: «Wild Honey»

No corrían buenos tiempos para el grupo. Apenas un año antes eran los más grandes, pero mientras el mundo musical seguía “volando” en una especie de alucinación catártica producida por la psicodelia, los californianos nadaban en una arriesgada contracorriente. Nadie quería ya éxitos «chico conoce chica», querían nuevas sensaciones…

Monterrey supuso un punto y aparte en el mundo del rock y no asistir, cuando iban a ser el número final, fue un grave error estratégico que hasta años después no lograron calibrar. Pero sus vidas no estaban lo suficientemente ordenadas como para poder medir las consecuencias de semejante decisión. Brian seguía en caída libre, aquellas voces en su cabeza cada vez sonaban más frecuentemente. Apenas salía de casa y, cuando lo hacía, subía en su Rolls para ir a por hamburguesas, marihuana, anfetaminas y cocaína…, su particular dieta habitual. Brian ya no «coqueteaba» con las drogas, era un consumidor habitual. Consumo al que, además, añadía importantes dosis de alcohol y una ingente cantidad de cigarrillos. A pesar de estar siempre rodeado de gente, nadie parecía darse cuenta del peligroso descenso a los infiernos de Brian… Estaban demasiado ocupados con otras cosas…

Dennis que, acababa de divorciarse de Carole Freedman, había vuelto a convertirse en un playboy y la noche se rendía a sus pies. Mike, quizás el más crítico con las extravagancias de Brian y el principal opositor a sus “atrevimientos” artísticos, disfrutaba haciendo ostentación de su estrellato y comprando mansiones y coches. Al…, bueno Al, nunca pintó demasiado… Carl fue el único que pareció preocuparse por su hermano mayor y, convencido en que para Brian no habría mejor terapia que la música, le animó a que compusiera nuevos temas para disco, ”necesitaba calmarse y así hizo estas canciones”.

Brian seguía ardiendo entre las llamas de «SMiLE» y no podía plantearse volver a sus excelsas producciones llenas de arreglos así que siguió ahondando en la línea básica y austera utilizada en “Smiley Smile”. Mientras, en 1967, el mundo nadaba en psicodelia, los Beach Boys volvieron a 1965, justo al momento previo a «Pet Sounds».

WILD HONEY
Publicado en USA en diciembre de 1967

CARA A
-Wild Honey (B.Wilson-M.Love)
-Aren’t you glad (B.Wilson-M.Love)
-I was made to love her (Cosby-Moy-Hardaway-Wonder)
-Country air (B.Wilson-M.Love)
-A thing or two (B.Wilson-M.Love)

CARA B
-Darlin’ (B.Wilson-M.Love)
-I’d Love Just Once to See You (B.Wilson-M.Love)
-Here comes the night (B.Wilson-M.Love)
-Let the wind blow (B.Wilson-M.Love)
-How She Boogalooed It (M.Love-B.Johnston-A.Jardine-C.Wilson)
-Mama says (B.Wilson-M.Love)

Como no podia ser de otra forma, Capitol había seguido presionando a Brian (y más después de los últimos fracasos), así que la banda volvió a reunirse en el estudio de la casa de Bel Air para grabar un nuevo álbum. Querían volver al antiguo estilo y hacer un disco de canciones, sin ninguna pretensión conceptual. Mike fue quien sugirió que el disco debería tener más potencia rítmica e intentarse acercarse a sonoridades soul…, pero se quedó en un intento. Si hay un grupo “blanco” (en todos los sentidos) en la historia del rock esos son los Beach Boys y el intento de acercarse al soul hace más potente su música pero el resultado queda muy lejos de la salvaje desinhibición de la música negra.

En esta ocasión el disco volvió a editarse en Capitol y no en Brother Records. El fiasco de “Smiley smile” les hizo pensar que sería mejor olvidarse de momento de aventuras discográficas. ¿Sirvió para algo?

«Wild Honey» fue machacado por la crítica. Los Beatles cantaban “All you need is love” y todo estaba lleno de flores…, Jimi Hendrix incendiaba los escenarios con guitarreos orgiásticos… ¿qué ha sido de los Beach Boys?, ¿dónde demonios está «SMiLE»? El crítico musical Paul Williams, que en su momento asistió a las sesiones de SMiLE, lo explica ”esperábamos de Brian más que de ningún otro compositor…, SMiLE era maravilloso…, entendimos que Smiley Smile fue un fallo pero ¿Wild Honey?, era sólo “otro” disco de los Beach Boys, fue otra desilusión. Con el tiempo lo hemos apreciado como la maravilla que es, pero entonces no lo supimos ver”

De hecho, tras el fiasco de «Smiley Smile», Capitol volvió a intentar convencer a Brian para que editara «SMiLE» e incluso le reservó un número de referencia en el catálogo de la compañía. Wilson no cedió. Brian ya no quería competir por ser el mejor. Le iba la salud en ello. «Wild Honey» es lo que es: un disco lleno de buenas canciones, austero, con una producción muy sencilla. Es el disco del grupo con menos armonías vocales y las voces están poco tratadas, casi en crudo. El grupo volvió a hacerse cargo de los instrumentos con Carl y Al a las guitarras, Dennis a la batería y Bruce y Brian alternando piano y bajo. Aunque Brian vuelve a componerlo casi todo, el disco sigue avanzando en la línea de democratización que se había abierto con «Smiley Smile». Si los discos anteriores (a partir de «All Summer Long») eran discos de Brian con músicos (The Wrecking Crew) y cantantes (los Beach Boys) de sesión, «Wild Honey» es el trabajo de un grupo, dominado por la genialidad de Brian, pero un grupo al fin y al cabo.

El resultado es cálido, de divertida escucha y mucho más accesible que sus trabajos inmediatamente anteriores. Es un disco que mucha gente pasa por alto. Gran error. Es un LP fantástico que, aunque ha sido reivindicado por el paso del tiempo, sigue sin ser juzgado en su justa medida. Uno de mis preferidos.

Imagen

Nada más poner la aguja en el disco nos encontramos ¿Un theremin?, sí, pero esto no es “Good Vibrations”. Nada queda de la sofisticación de la joya del 66… Esto es «Wild Honey» (enlace). Un piano de Brian (muy boogie), unas voces en armonía casi deslavazada y entonces esa increíble voz de Carl…”¡Mamma!”…nos atrapa. ”Carl disfrutó mucho cantando ésta…, la cantó dando saltos y bailando por el estudio”, recuerda Brian. Es tan austera como adictiva, venenosamente adictiva… Esta es de las pocas canciones del disco en las que consiguen ese aire (brisa) soul que buscaban. Gran canción y una excelente forma de abrir un LP.

«Arent’t you glad» (enlace) es arte pop. Después de una maravillosa introducción engrandecida por una trompeta, Mike asume el protagonismo cantando como nunca lo había hecho hasta entonces, sin histrionismos, sereno, fantástico. Brian llega en el puente con sus habituales notas altas y acompañado de un rítmico piano (a modo del antiguo far west), para dejar el protagonismo al omnipresente Carl en el estribillo. De nuevo una instrumentación muy básica (piano, bajo, percusión minimalista y guitarra) en una canción de melodía inspiradísima y grandes capacidades terapéuticas merced al optimismo que transmite su música y letra. Otro temazo.

Mucho menos brillantes están con «I was made to love her» (enlace) que, aunque es una version muy decente, queda muy lejos del origonal. Quizás están demasiado valientes con este pedazo de canción del enorme Stevie Wonder. Salen dignamente del envite pero juegan en campo contrario. Carl, aunque la canta maravillosamente, no puede transmitir la desesperada pasión del original. Lo más destacable es la competente interpretación instrumental del grupo. Parece que los años de carretera y escenarios tienen su recompensa. No obstante, a pesar de que la anterior ración de white soul nos hubiera podido despistar, con  «Country air» (enlace), volvemos a caer en la cuenta que estamos escuchando a los Beach Boys. Melodía muy wilsoniana, arreglada una vez más con lo mínimo en la que Brian, fugazmente, recupera su añorado falsetto.

«A thing or two» (enlace) es una curiosa canción con dos partes muy diferenciadas. Unas estrofas cabareteras dan paso a un estribillo mucho más rockero. La austera producción aquí no favorece el resultado final que parece pedir “más guerra”. Buen tema en cualquier caso para cerrar la cara A.

La cara B se abre con palabras mayores: «Darlin’» (enlace). Fantástica canción que Brian había escrito hace años (1964) y que, bajo el título de «Thinkin’ ‘Bout You Baby«, donó a Sharon Marie, joven cantante que además era novia de Mike por aquel entonces y  que grabó la canción bajo producción del propio Brian. En 1967 reescribió la canción cambiando la letra y retocando el estribillo con idea de entregársela a su amigo Danny Hutton y su grupo Redwood, que acabarían convirtiéndose en los exitosos Three Dog Night. No obstante, antes de que llegaran a editarla, Mike lo impidió convenciendo a Brian de que Darlin’ era una buena canción para los Beach Boys.

Brian está especialmente brillante al teclado en un tema que se editó como single, con «Here Today» (de «Pet Sounds») en la cara B, y una vez más se quedó fuera del Top-10 (nº19). La instrumentación es fantástica y la voz de Carl sobrecogedora, al igual que las excelentes armonías vocales. Un clásico inmediato y un fijo en sus conciertos a partir de entonces.

No es hasta «I’d love joust once to see you» (enlace) que Brian toma por  la voz principal, y lo hace en esta sorprendente canción, de nuevo minimalista y hogareña…, y de nuevo muy inspirada. Fantástica melodía que siempre me recordó a lo mejor de los Hollies. Paz total que se ve interrumpida al llegar a «Here comes the night» (enlace) con la que volvemos al soul al modo beachboyano. En esta ocasión, Brian vuelve a ser el cantante principal apoyado por unas siniestras e inquietante armonías en el estribillo en el que Mike toma la voz líder. Me parece un pedazo de canción con una melodía absolutamente sobresaliente.

Brian sigue llevando la voz cantante en esa maravilla tutulada «Let the wind blow» (enlace). Con una secuencia de acordes muy imaginativa, Wilson hace una de sus interpretaciones vocales más sentidas. En algunos momentos resulta incluso desasosegante. Un ruego desesperado con una música esperanzadora. Una joya y una de las mejores canciones de su carrera.

Afrontamos la recta final con la sorprendente «How she boogalooed it» (enlace) una composición de todos los Beach Boys…, menos Brian. Augurio de lo que ocurriría poco después. Buen y enérgico tema en el que, a pesar de su coral creación, no se escucha más voz que la de Carl. El disco se cierra con «Mamma says» (enlace), pequeño fragmento a capella que, en su momento, formó parte del «Vegetable»s original de «SMiLE» y que deja un gran sabor de boca para terminar el disco.

Un disco fantástico que fue altamente incomprendido sufriendo críticas muy duras. Especialmente sangrante la de Jann Wenner en Rolling Stone de la que os resumo los “mejores” momentos: ”Este disco parece la convalecencia después de la enfermedad que supuso el desastroso Smiley Smile, un patético intento de acercarse a los talentos de Lennon y McCartney (…), la idea de este nuevo disco es sencilla: añadir armonías made in beach boys a estilos que ya estaban inventados, ellos ya no inventan (…), resulta cómico que descubran el R&B cinco años después de Beatles y Stones…”

El público no lo trató mucho mejor y sólo alcanzó el número 24. De nuevo, en Inglaterra funcionó mucho mejor y consiguió el número 7. El número 1 en ambos lugares lo ocupaban… los Beatles…

Con una nueva cornada, la banda salió de nuevo de gira por Europa. El 15 de diciembre tenían que tocar en París, en una serie de galas organizadas por Unicef y retransmitidas por televisión (enlace) La banda interpretó “Barbara Ann” y la maravillosa “God Only Knows”. Entre los asistentes al evento estuvieron George Harrison y John Lennon quienes, tras la actuación, presentaron a sus colegas angelinos al que se había convertido en su nuevo gurú: el Maharishi Mahesh Yogui…, su mensaje era sencillo: ”He bajado del Himalaya para salvar al Mundo…, tengo el secreto”

Imagen

 

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 2 de septiembre de 2012

THE BEACH BOYS. «Smiley Smile» (1967). (7/10)

Imagen

CARA A
-Heroes and Villains (B.Wilson-V.D.Parks)
-Vegetables (B.Wilson-V.D.Parks)
-Fall Breaks and Back to Winter (the Woody Woodpecker Simphony) (B.Wilson)
-She’s goin’ bald (B.Wilson-V.D.Parks-M.Love)
-Little Pad (B.Wilson)

CARA B
-Good Vibrations (B.Wilson-M.Love)
-With me tonight (B.Wilson)
-Wind Chimes (B.Wilson)
-Getting’ Hungry (B.Wilson)
-Wonderful (B.Wilson)
-Whistle in (B.Wilson)

Producido por The Beach Boys

Editado en septiembre de 1967

Con Brian intentando recuperarse del golpe que supuso la anulación de SMiLE (aunque, en cierto modo, también fue una liberación)  y sin material nuevo, el grupo decide rescatar algunos temas del malogrado “disco perfecto”, desnudarlos y grabarlos de nuevo desde una nueva óptica.

Grabado en dos semanas en el estudio casero de Brian, “Smiley Smile” nació condenado. Era inevitable que la gente lo comparara con la idea que se habían hecho de lo que sería SMiLE, era inevitable que la gente lo comparara con “Pet Sounds”, era inevitable que la gente lo comparara con “Sgt.Pepper’s” de los Beatles, el “Are you experienced” de Hendrix o el debut de los angelinos Doors… Las críticas fueron demoledoras y el disco fue calificado de ”desastre”, “ridiculez”, “broma pesada”…Pero…¿tan malo es?, en absoluto. “Smiley Smile” es campechano, subproducido, sencillísimo…, pero ¿cómo puede ser malo un disco con “Heroes and Villains”, “Vegetables”, “With me tonight”, “Wonderful” o… “Good Vibrations”?

El problema de «Smiley Smile», además de la enorme sombra de SMiLE, es que tanto el grupo como el disco, iban en absoluta contracorriente. Los Beach Boys del aclamado compositor, productor y arreglista Brian Wilson que apenas un año antes habían asombrado al mundo con la sofisticación de «Pet Sounds» y «Good Vibrations», se desmarcan de todo y todos y editan un disco casero, sin arreglos y apenas instrumentación en el que sólo dos canciones superan los dos minutos. Carl Wilson lo explicó muy bien: ”la gente esperaba un golpetazo y apenas dimos un pequeño roce”

Después de diez LP’s entre 1963 y 1966, este es el primero en no ser producido por Brian Wilson y es el grupo el que aparece en los créditos. . Podemos decir que este disco es el LP en el que el resto del grupo tiene más influencia desde los primeros tiempo de la banda…, no obstante y por primera vez, todas las canciones son de Brian. No hay versiones ni canciones compuestas por el resto del grupo, todo es material wilsoniano.

El disco se abre con la fantástica «Heroes and Villains» (enlace) que es una forma extraordinaria de abrir el disco aunque resulta muy engañosa. De la misma forma que ocurre con «Good Vibrations», la sofisticación de este tema contrasta en exceso con la austeridad del resto del disco. En cualquier caso, es una obra de arte, un clásico de los 60 que fue concebida como una suite musical localizada en el antiguo Oeste, con cantinas, héroes, villanos, indios y toda la imaginería propia del género. Es una continua montaña rusa musical, con subidas, bajadas, momentos eufóricos, melancólicos, siniestros, tiernos… Las voces son, más que nunca, espectaculares destacando la voz principal de Brian mucho más “liberada”, menos académica, que en otras. No obstante, obligatorio escuchar la versión original (la larga), en la que todo lo comentado anteriormente, se eleva a la enésima potencia y nos muestra lo que podría haber sido «SMiLE».

La siguiente canción, «Vegetables» (enlace), es otro tema procedente de «SMiLE» que fue regrabada para «Smiley Smile» y tiene un marcado punto humorístico a nivel lírico. Independientemente de la temática, es una preciosa melodía y está cantada de forma magistral por Alan, Brian y Mike. También de restos de «SMiLE», concretamente de «The Elements: Fire (Mrs. O’Leary’s Cow)» y «Workshop», deriva la experimental  «Fall breaks and back to winter (Woody Woodpecker Simphony)» (enlace), un jugueteo experimental de Brian de escaso interés salvo por las siniestras armonías de fondo a cargo de todo el grupo. Es un tipo de canción que se aleja quizás demasiado radicalmente de lo que el público esperaba de Brian Wilson, no obstante está mucho más cerca del ambiente psicodélico imperante en 1967. Olvidable.

En «She’s going bald» (enlace), tenemos a Brian jugando con el pitch de la mesa de mezclas. La canción no es mala y tiene una muy buena melodía, pero el efecto de voces de helio le da un toque más estúpido que otra cosa. En esta ocasión la sesión de porritos se les fue de las manos. Aún con todo, tiene buenos momentos pasado el primer minuto y medio.  Parece que parte de la marihuana que quedó de la sesión de “She’s goin’ bald” la utilizaron para “Little pad” (enlace)…, pero esto ya es otra cosa. Empieza con un simpática introducción que da paso a unas armonías murmuradas de una belleza pasmosa e interpretadas como sólo ellos sabían. Canción muy sencilla pero encantadora.

 

La cara B, empieza con «Good Vibrations» (enlace), 215 segundos de perfección, una sinfonía de tres minutos y medio y una de las mejores canciones de la historia. «With me tonight» (enlace), casi a capella con Carl cantando de forma absolutamente estelar, es posiblemente la mejor de las canciones no procedentes de «SMiLE». Muy bonita.

Otra de las canciones rescatadas de SMiLE es «Wind Chimes» (enlace). Con todo el grupo cantando por turnos la preciosa melodía principal, esta atmosférica versión , parca en instrumentación y con un marcado toque siniestro, difiere bastante de la original concebida para «SMiLE» (enlace),  mucho más luminosa y trabajada. «Getting hungry» (enlace) es otra canción sin demasiado peso. A través de unos curiosos arreglos, combina unas siniestras estrofas con un sencillo y atractivo estribillo. Es un tema agradable pero tampoco hay demasiado que comentar aunque fue editada como single. Ni siquiera entró en listas.

La fantástica «Wonderful» (enlace) iba a ser uno de los temas importantes de «SMiLE». Fantástica canción. Al igual que ocurre con “Wind chimes”, toman una canción que estaba proyectada para SMiLE y realizan una versión “oscura” de la misma. Casi susurrada por Carl y con una austera instrumentación, transmite un inquietante aire de misterio que la aleja de la brillantísima versión original de la canción (enlace). A estas alturas, se entiende la desazón que produjo entre los que escucharon lo que pudo ser «SMiLE», la cancelación del proyecto. «Smiley Smile» no es un mal disco, pero siempre será el sustituto de lo que podría haber sido un trabajo grandioso.

El disco termina con otra canción que podríamos calificar de “menor” pero, de nuevo, con una melodía muy atractiva tratada de forma minimalista, «Whistle in» (enlace)

“Smiley Smile” son los restos del naufragio de «SMiLE»…, ni más, ni menos. Obviamente no resiste la comparación con la que iba a ser la obra magna de Brian…, ni con «Pet Sounds», «Summer days» o «Today», pero es un disco muy disfrutable si evitamos las comparaciones. De hecho, de alguna forma, los Beach Boys se adelantan al estilo back to basics que, un año después (1968), practicarían Beatles («White Album»), Dylan y gran parte de la aristocracia del rock hastiada de los efectos de la psicodelia.

Es un disco honesto, sencillísimo y pretendidamente terapeútico para un Brian en horas muy bajas. No obstante, a pesar de las buenas intenciones, fue un rotundo fracaso en Estados Unidos y se quedó en un número 41, el peor resultado del grupo. El consuelo vino desde Inglaterra, donde el público aún estaba alucinando con “Good Vibrations” y aupó el disco hasta el número 9.

VALORACIÓN GUILLETEK: 7 / 10

THE BEACH BOYS. Capítulo 10 (1967). Los restos del naufragio. «Smiley Smile»

Con Brian intentando recuperarse del golpe que supuso la anulación de SMiLE (aunque, en cierto modo, también fue una liberación) y liderados por su nuevo manager David Anderle, consiguen que Capitol les permita publicar sus discos en el nuevo sello del grupo, Brother Records. A cambio, los Beach Boys retirarían la demanda interpuesta por el retraso en el pago de los derechos de autor.

Bajo el nuevo sello y muy presionados por Capitol (que aún sería la editora), el grupo se ve forzado a publicar un nuevo single. Para ello, utilizan una versión regrabada, mutilada y drásticamente reformada de “Heroes and Villains” (enlace) una de las canciones centrales de SMiLE. Inician, así, una práctica que sería una constante durante varios años: acudir al cajón de sastre llamado “Smile” en busca de canciones cuando los ideas flojeaban. La mutilación de “Heroes and Villains” es dolorosa, la canción pasa de ser una suite de casi cinco minutos (enlace) a un tema mucho más plano –aunque extraordinario- de poco más de tres. La cara B del single sería para la inofensiva “You’re Welcome”(enlace).

A pesar de la mutilación, es una gran canción con –posiblemente- los mejores juegos vocales en la carrera de la banda. No mantiene el nivel de “Good Vibrations”, pero sigue siendo un excelente tema y con un importante componente de innovación. No obstante, el público ya los había crucificado. Habían creado demasiada expectación y “Heroes and Villains”, con toda su calidad, se queda en un número 12 en listas. Para Brian fue especialmente doloroso comprobar como una de las canciones de las que más orgulloso estaba, se había quedado fuera de un Top-10.

La insaciable Capitol intentó remediar la falta de LP’s del grupo con la edición de dos grandes éxitos, Best of The Beach Boys Volume I & II, estrategia que demostró ser una torpeza y aumentó la imagen caduca del grupo ante la opinión pública. El grupo vuelve a aparecer como una panda de surferos bien intencionandos en medio de todo el movimiento psicodélico y los discos son recibidos de forma tibia.

Probablemente con la idea de romper con todo lo que recordara al fiasco SMiLE, Brian y Marilyn compran una mansión en Bel Air a la que se mudan inmediatamente. Marilyn puso un especial celo en decorar la casa de una forma menos estrafalaria y más conservadora en un intento de apaciguar la locura de Brian pero, para cuando se quiso dar cuenta, Brian había construido un estudio en una habitación oculta tras la librería del salón donde había instalado una cama y un frigorífico enorme.

El grupo intentó ayudar a Brian a recuperarse y, de paso, saciar a Capitol con una nueva idea. Grabarían un nuevo LP en directo. Para ello darían dos conciertos en Hawaii y Brian estaría en el escenario. El problema es que, de los dos conciertos, uno fue bastante malo y en el otro hubo problemas técnicos con la grabación, con lo que el proyecto fue cancelado. Sin material nuevo, el grupo decide rescatar algunos temas del malogrado “disco perfecto”, desnudarlos y grabarlos de nuevo desde una nueva óptica. Grabarían el disco en casa, en familia. Así nació “Smiley Smile”.

SMILEY SMILE
Publicado en USA en septiembre de 1967

Imagen

CARA A
-Heroes and Villains (B.Wilson-V.D.Parks)
-Vegetables (B.Wilson-V.D.Parks)
-Fall Breaks and Back to Winter (the Woody Woodpecker Simphony) (B.Wilson)
-She’s goin’ bald (B.Wilson-V.D.Parks-M.Love)
-Little Pad (B.Wilson)

CARA B
-Good Vibrations (B.Wilson-M.Love)
-With me tonight (B.Wilson)
-Wind Chimes (B.Wilson)
-Getting’ Hungry (B.Wilson)
-Wonderful (B.Wilson)
-Whistle in (B.Wilson)

Grabado en dos semanas en el estudio casero de Brian, “Smiley Smile” nació condenado. Era inevitable que la gente lo comparara con la idea que se habían hecho de lo que sería SMiLE, era inevitable que la gente lo comparara con “Pet Sounds”, era inevitable que la gente lo comparara con “Sgt.Pepper’s” de los Beatles, el “Are you experienced” de Hendrix o el debut de otros Angelinos, los Doors… Las críticas fueron demoledoras y el disco fue calificado de ”desastre”, “ridiculez”, “broma pesada”…

Pero…¿tan malo es?, en absoluto. “Smiley Smile” es campechano, subproducido, sencillísimo…, pero ¿cómo puede ser malo un disco con “Heroes and Villains”, “Vegetables”, “With me tonight”, “Wonderful” o… “Good Vibrations”?

El problema de «Smiley Smile», además de la enorme sombra de SMiLE, es que tanto el grupo como el disco, iban en absoluta contracorriente. Los Beach Boys del aclamado compositor, productor y arreglista Brian Wilson que apenas un año antes habían asombrado al mundo con la sofisticación de Pet Sounds y Good Vibrations, se desmarcan de todo y todos y editan un disco casero, sin arreglos y apenas instrumentación en el que sólo dos canciones superan los dos minutos. Carl Wilson lo explicó muy bien: ”la gente esperaba un golpetazo y apenas dimos un pequeño roce”

Sinceramente, creo que, de haberlo oído en el 67, a mí también me hubiera decepcionado “Smiley Smile”… A poca gente le gustó (Pete Townshend de los Who siempre lo ha defendido), como demuestra su número 41 en listas, pero con el paso del tiempo cada vez son más las voces que defienden el disco.

Después de diez LP’s entre 1963 y 1966, este es el primero en no ser producido por Brian Wilson y es el grupo el que aparece en los créditos. Brian se rinde a la mayoría, abandona SMiLE y la producción en solitario en un mismo movimiento. De la misma forma, también es el primero en mucho tiempo en el que no hay músicos de sesión (a excepción de los de «Heroes and Villains» y «Good Vibrations» que habían sido editados como single) y, los pocos instrumentos que aparecen en el disco, corren a cargo de los Beach Boys. Podemos decir que este disco, el primero en editarse en el nuevo sello Brother, es el LP en el que el resto del grupo tiene más influencia desde los primeros tiempo de la banda…, no obstante y por primera vez, todas las canciones son de Brian. No hay versiones ni canciones compuestas por el resto del grupo, todo es material wilsoniano.

El disco se abre con la fantástica «Heroes and Villains» (enlace) que es una forma extraordinaria de abrir el disco aunque resulta muy engañosa. De la misma forma que ocurre con «Good Vibrations», la sofisticación de este tema, a pesar de los enormes recortes con la original, contrasta en exceso con la austeridad del resto del disco. En cualquier caso, es una obra de arte, un clásico de los 60 que fue concebida como una suite musical localizada en el antiguo Oeste, con cantinas, héroes, villanos, indios y toda la imaginería propia del género. Es una continua montaña rusa musical, con subidas, bajadas, momentos eufóricos, melancólicos, siniestros, tiernos… Las voces son, más que nunca, espectaculares destacando la voz principal de Brian mucho más “liberada”, menos académica, que en otras. No obstante, obligatorio escuchar la versión original (la larga), en la que todo lo comentado anteriormente, se eleva a la enésima potencia y nos muestra lo que podría haber sido «SMiLE».

La siguiente canción, «Vegetables» (enlace), es otro tema procedente de SMiLE que fue regrabada para Smiley Smile. Es la canción en la que Paul McCartney participó haciendo percusión mediante el masticado de zanahorias. Entronca con el “buen rollo” que quería transmitir el SMiLE original y tiene un marcado punto humorístico a nivel lírico. Independientemente de la temática, es una preciosa melodía y está cantada de forma magistral por Alan, Brian y Mike.
Respecto a la versión original que estaba destinada para SMiLE (enlace), pierde grandilocuencia y algunos pasajes preciosos que, en su próximo disco –Wild Honey-, recuperarían bajo el título de «Mamma says«.También de restos de «SMiLE», concretamente de «The Elements: Fire (Mrs. O’Leary’s Cow)» y «Workshop», deriva la experimental  «Fall breaks and back to winter (Woody Woodpecker Simphony)» (enlace), un jugueteo experimental de Brian. Es de escaso interés salvo por las siniestras armonías de fondo a cargo de todo el grupo. Es un tipo de canción que se aleja quizás demasiado radicalmente de lo que el público esperaba de Brian Wilson, no obstante está mucho más cerca del ambiente psicodélico imperante en 1967. Olvidable.

En «She’s going bald» (enlace), tenemos a Brian jugando con el pitch de la mesa de mezclas. La canción no es mala y tiene una muy buena melodía, pero el efecto de voces de helio le da un toque más estúpido que otra cosa. En esta ocasión la sesión de porritos se les fue de las manos. Aún con todo, tiene buenos momentos pasado el primer minuto y medio. Tampoco pasará a la historia y lo más destacable es oír a Mike –calvo incipiente- cantar sobre la alopecia. Parece que parte de la marihuana que quedó de la sesión de “She’s goin’ bald” la utilizaron para “Little pad” (enlace)…, pero esto ya es otra cosa. Empieza con un simpática introducción que da paso a unas armonías murmuradas de una belleza pasmosa e interpretadas como sólo ellos sabían. Canción muy sencilla pero encantadora.

La cara B, empieza con «Good Vibrations» (enlace), poco más que decir, salvo que es perfecta. «With me tonight» (enlace) es posiblemente la mejor de las canciones no procedentes de SMiLE, casi a capella con Carl cantando de forma absolutamente estelar. Muy bonita. Jimi Hendrix, al que nunca le gustaron los Beach Boys, los definió como “un cuarteto de barbería psicodélico”…, nunca fue tan verdad como en esta canción. Preciosa.

Otra de las canciones rescatadas de SMiLE es «Wind Chimes» (enlace). Con todo el grupo cantando por turnos la preciosa melodía principal, esta atmosférica versión , parca en instrumentación y con un marcado toque siniestro, difiere bastante de la original concebida para «SMiLE» (enlace),  mucho más luminosa y trabajada. Las dos versiones son fantásticas. «Getting hungry» (enlace) es otra canción sin demasiado peso. A través de unos curiosos arreglos, combina unas siniestras estrofas con un sencillo y atractivo estribillo. Es un tema agradable pero tampoco hay demasiado que comentar. Curiosamente, fue editada como single acreditada a Brian y Mike. Ni siquiera entró en listas.

La fantástica «Wonderful» (enlace) iba a ser uno de los temas importantes de «SMiLE». Fantástica canción. Al igual que ocurre con “Wind chimes”, toman una canción que estaba proyectada para SMiLE y realizan una versión “oscura” de la misma. Casi susurrada por Carl y con una austera instrumentación, transmite un inquietante aire de misterio que la aleja de la brillantísima versión original de la canción (enlace). A estas alturas, se entiende la desazón que produjo entre los que escucharon lo que pudo ser «SMiLE», la cancelación del proyecto. «Smiley Smile» no es un mal disco, pero siempre será el sustituto de lo que podría haber sido un trabajo grandioso.

El disco termina con otra canción que podríamos calificar de “menor” pero, de nuevo, con una melodía muy atractiva tratada de forma minimalista, «Whistle in» (enlace)

“Smiley Smile” son los restos del naufragio de «SMiLE»…, ni más, ni menos. Obviamente no resiste la comparación con la que iba a ser la obra magna de Brian…, ni con «Pet Sounds», «Summer days» o «Today», pero es un disco muy disfrutable si evitamos las comparaciones. De hecho, de alguna forma, los Beach Boys se adelantan al estilo back to basics que, un año después (1968), practicarían Beatles («White Album»), Dylan y gran parte de la aristocracia del rock hastiada de los efectos de la psicodelia.

Es un disco honesto, sencillísimo y pretendidamente terapeútico para un Brian en horas muy bajas. No obstante, a pesar de las buenas intenciones, fue un rotundo fracaso en Estados Unidos y se quedó en un número 41, el peor resultado del grupo. El consuelo vino desde Inglaterra, donde el público aún estaba alucinando con “Good Vibrations” y aupó el disco hasta el número 9.

No corrían buenos tiempos para el grupo. Apenas un año antes eran los más grandes, pero mientras el mundo musical seguía “volando” en una especie de alucinación catártica producida por la psicodelia, los californianos nadaban en una arriesgada contracorriente. Monterrey supuso un punto y aparte en el mundo del rock. Nadie quería ya éxitos «chico conoce chica«, querían nuevas sensaciones… No asistir a Monterrey fue un grave error estratégico que hasta años después no lograron calibrar, pero sus vidas no estaban lo suficientemente ordenadas como para poder medir las consecuencias de semejante decisión. Brian seguía en caída libre.

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 1 de septiembre de 2012

THE BEACH BOYS. Capítulo 9 (1966-1967). Vibraciones y Sonrisas. De «Good Vibrations» a «SMiLE»

Los Beatles, en lo que a lo musical se refieres, nunca sintieron a los Rolling Stones como enemigos; se sabían superiores en todos los aspectos. Al fin y al cabo, los chicos de Jagger y Richards no crecieron artísticamente hasta que se apartaron del rebufo de los de Liverpool a finales de los 60. Sólo hubo un grupo que hizo que los Beatles pasaran al ataque: The Beach Boys.

Las sesiones para «Revolver» –el disco británico de 1966- ya habían comenzado cuando Pet Sounds se editó. No obstante, el propio McCartney reconoce que, el disco de los americanos, influyó en las últimas sesiones de Revolver, ”en Here, there and everywhere quería sonar como los Beach Boys…, ya sabes, muy limpio y con esos oooo, oooo en los coros…”. La banda inglesa ya había iniciado aquí su camino de experimentación e, independientemente de la influencia de los de Wilson, no iban a abandonar el camino. Además, a diferencia de lo que le ocurría a Brian, sus avances eran reconocidos por público y crítica.

Pero, con todo, ”Pet sounds”, les hizo pensar. ”¡Qué disco!». Estaban hartos de las carnicerías que Capitol hacía con sus discos en Estados Unidos, cogían canciones de años distintos, discos distintos… Al principio, no era un problema, pero , a partir de Rubber Soul sí lo fue. Intentaban hacer obras coherentes y los cambios que realizaban los ejecutivos amaericanos no la favorecían…, ¿o no es un crimen eliminar de Rubber Soul “Drive my car” y “Nowhere man”? Estaban hartos, de ahí que cuando Capitol les pidió una foto para un nuevo álbum en 1966, enviaran esto:

Imagen

Obviamente, Capitol, rechazó la portada que, de forma poco sutil, hacía alusión a las carnicerías artísticas que la banda consideraba que estaban haciendo con su trabajo. “Revolver” fue el último disco cuya versión americana fue distinta. Tenían que responder a ese americano insolente…, liberados de las giras, se pondrían a trabajar en el disco definitivo y tomarían el control de su obra. Lo mismo que Brian había hecho el año anterior.

La resaca de “Pet Sounds”

Brian se había tomado el fracaso de “Pet Sounds” como algo personal. Según Marilyn, su esposa, ”estaba fatal…, no lo entendía…, de alguna forma perdió su confianza en el público”. Sabía que el disco era bueno y no entendía porqué la gente no lo había acogido bien, ni comprendía como la compañía no había respaldado su cambio…, y más viendo cómo sí lo hacían con los Beatles… ¡Qué bueno era ese “Revolver!

Para más “inri”, Capitol llamaba a la puerta. Tras el fiasco de “Pet Sounds” querían un hit y ya. Brian tenía algo entre manos, no había dicho su última palabra y aún tenía una bala en la recámara. Llevaba trabajando, a ratos, en una canción desde febrero de 1966. Good Vibrations.

Brian compuso «Good Vibrations» bajo la influencia del LSD. Quería hacer lo que el llamaba ”una sinfonía de bolsillo”. La canción es, de alguna forma, parte del espíritu de Pet Sounds. Se fue grabando a la vez que el LP y, de hecho, el grupo creía que iba a ser incluida en el álbum, ” …todos habíamos asumido que «Good Vibrations» iba a formar parte de Pet Sounds, pero Brian decidió no incluirlo. Nosotros nos sentíamos mal y a la vez impotentes, pero la decisión final dependía de él”

La canción iba a ser un “collage de feels”, una suma de fragmentos independientes, de movimientos, al modo de las sinfonías. Para ello, Brian, reservó diecisiete sesiones en cinco estudios de Los Ángeles (quería “extraer” el sonido distinto de cada estudio) en las que grabó hasta noventa horas de música… Capitol tuvo que desembolsar 60.000 dólares en la grabación de la canción, prácticamente lo mismo que invirtieron en todo el “Pet Sounds”, aún hoy en día es la grabación más cara de la historia. Era un reto enorme, estudios distintos, fragmentos dispares… ¿qué estaba haciendo Brian? El resto del grupo, a excepción de Dennis que estaba rendido a la genialidad de su hermano mayor, expresaba sus reservas, ”Brian, llevamos meses trabajando en esto y…, bueno…, no suena, ya sabes, a música…”

La grabación comenzó a mediados de febrero y la mezcla final de Brian se lleva a cabo el 1 de septiembre. Es cierto que, en medio, grabó Pet Sounds pero, aún con eso, es un plazo larguísimo para la grabación de un single en 1966. Cuando Brian terminó la mezcla, se tumbó en el estudio, cerró los ojos, pidió que pusieran la canción y sin abrir los ojos dijo: ”Dios, ¿estás ahí?, ¡escucha esto!”

«Good Vibrations» (enlace)

  • Músicos: Hal Blaine, Jim Gordon – Batería, percusión; Carol Kaye, Ray Pohlman, Carl Wilson – bajo eléctrico; Jimmy Bond, Lyle Ritz – contrabajo;Glen Campbell – guitarra; Al de Lory – piano; Larry Knechtel, Dennis Wilson – Órgano Hammond; Jesse Ehrlich – violonchelo; Tommy Morgan – armónica; Don Randi – Clavecín; Paul Tanner – Electroteremín.

215 segundos de perfección …Brian lo consiguió, una sinfonía de tres minutos y medio.

El primer movimiento: un hammond staccato, una inolvidable línea de bajo (que volvió loco a McCartney), y la prodigiosa voz de Carl; tras los dos primeros versos aparecen la pandereta y unos redobles de batería a contratiempo.

El segundo movimiento: todo cambia, todo empieza a pesar, un fantasmal theremin, la firme batería, el rítmico chelo mezclado con el bordón de la guitarra…, entonces entra Mike ”I’m pickin’ up good vibrations, she’s givin’ me the excitations”, luego Dennis y Al «hmmm pa pa good vibrations pa pa excitations pa pa”… Carl y Bruce ”Good, good, good vibrations” en fantástica armonía hacen el coro, para que Brian lo remate con su inefable falsetto.

De nuevo el primer movimiento, luego el segundo y el estribillo, otra vez el primero y, de nuevo el estribillo, pero con un final distinto engrandecido por el fantástico clavecín de Don Randi, dando paso al tercer movimiento. De nuevo el theremin, ahora en notas bajas, la pandereta, el clavecín, el piano y un rítmico y básico bajo mezclado con la armónica , en un pasaje absolutamente hipnótico (” I don’t know where but she sends me there”)

El cuarto, catártico, sólo con el Hammond, maracas y Mike (“ Gotta keep those lovin’ good vibrations , A happenin’ with her”), luego el bajo y esa armónica digna de dioses para, pasando por un fantasmal coro, volver al estribillo en forma de traca final y acabar con el quinto, en forma de canon coral…¡¡Qué canción!!

En cuanto a la letra, Brian comenta que la génesis del título de «Good Vibrations» viene de un comentario de su madre sobre los perros. Ella le dijo, cuando Brian era un niño, que los perros pueden sentir diversas «vibraciones» de la gente, por ello si el perro ladra es porque ha captado «malas vibraciones». Esas palabras siempre estuvieron rondando la mente de Wilson, quien se dedicó a indagar sobre la idea general de las vibraciones. De hecho, y en especial entre los hippies, desde entonces el término “buenas (o malas) vibraciones” se puso muy de moda. Brian le pidió a Tony Asher que escribiera una letra bajo esa idea. La versión original con la letra de Asher tenía a Brian como voz principal:

“And she’s already workin on my prayer
Ahhh,I only looked in her eyes
But I picked up something I just can’t explain
(and I’m picking up)
GOOD GOOD VIBRATIONS YEAHH
I,I bet I know what she’s like
And I can feel how right she’d be for me
It’s when how she comes in so strong
And I wonder what she’s pickin up from me(I hope is)
GOOD GOOD VIBRATIONS YEAHH”

Como habréis comprobado en el video, esta primera versión, ya estaba muy avanzada, pero Brian uso seis meses en perfeccionarla. Como en los viejos tiempo, pidió ayuda a Mike con la letra ya que no le convencía la de Tony Asher. Love tuvo una aportación importante, no sólo con el cambio de letra, sino incorporando el coro bajo de “I’m pickin’ up Good Vibrations, she’s givin’ me excitations” tan característico de la canción. Así quedó la letra:

” ah! I love the colorful clothes she wears,
And the way the sunlight plays upon her hair
Ahhhhhh! i hear the sound of a gentle word,
On the wind that lifts her perfume through the air.I’m pickin’ up good vibrations, she’s givin’ me the excitations.
I’m pickin’ up good vibrations, she’s givin’ me the excitations.Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitation.
Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitations.close my eyes, she’s somehow closer now,
Softly smile, i know she must be kind.
When i look in her eyes,
She goes with me to a blossom world.I’m pickin’ up good vibrations, she’s givin’ me the excitations.
I’m pickin’ up good vibrations, she’s givin’ me the excitations.Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitation.
Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitationsMy, my, my, what e(lation),
I don`t know where, but she sends me there.
My, my, my, what a sen(sation),
My, my, my, what elation.

gotta keep those love good Vibrations are happening with her
Ahhhhhh!

Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitation.
Good, good, good, good vibrations, she’s givin’ me the excitations

El single, con “Let’s go away for Awhile” en la cara B, alcanzó el número 1 el 10 de diciembre…, un mes antes lo había conseguido en casa del “enemigo”, en Inglaterra. Los medios británicos nombraron a los Beach Boys “mejor grupo del año”, tras votación de sus lectores, por delante de los Beatles. Nadie había conseguido “tocar” a los de Liverpool desde 1962 (cierto es que los americanos ganaron por apenas cien votos entre cientos de miles). Los Beatles estaban tan alucinados con “Good Vibrations” que Paul McCartney y John Lennon le enviaron a Brian Wilson una carta de felicitación por tan buen trabajo.

Lo había conseguido… Había vencido a los Beatles… ¿o no? Brian estaba orgulloso de “Good Vibrations”, sabía que era fantástica, pero tenía clavada la espinita de “Pet Sounds”… No creía haber mejorado “Rubber Soul” y, encima, ese “Revolver” era fantástico…, seguro que, tras el éxito de “Good Vibrations” esos ingleses responderían…¡Tenía que adelantarse!, tenía que grabar el mejor disco de todos los tiempos… aunque la vida le fuera en ello… La prensa especializada se apresuró a recoger la noticia: Brian Wilson está trabajando en el próximo disco de los Beach Boys, la continuación de Pet Sounds se titulará “Dumb Angel.

Las sesiones para el disco comenzaron en septiembre de 1966. La idea, según comentó Brian a la prensa era ”componer una sinfonía adolescente dedicada a Dios”. La banda se fue de gira por Europa y Brian comenzó un proceso similar al de Pet Sounds, pero quería llevarlo más allá, todo el disco estaría relacionado entre sí tanto musical como temáticamente. Quería un “Good Vibrations” que se expandiera a lo largo de un LP, la sinfonía de bolsillo extendida, una verdadera sinfonía rock.

Al igual que con «Pet Sounds», Brian no se sentía tan seguro con las palabras como con la música y menos con un proyecto tan ambicioso desde el punto de vista lírico. En esta ocasión, el elegido sería Van Dyke Parks, un músico y poeta sureño, con un extraordinario talento para crear imágenes oníricas (de las que Brian se había enamorado a través de John Lennon) al que había conocido apenas meses antes.

Brian y Van Dyke Parks

Para las sesiones de grabación, volvió a contar con The Wrecking Crew. En esta ocasión llevaron al extremo la técnica de “Feels”. Dedicaban sesiones enteras a grabar un fragmento, aparentemente inconexo, que luego Brian acababa ensamblando en otro tema y así sucesivamente. Wilson solía tener la canción en la cabeza antes de oírla…, ahora tenía el disco entero… un puzle sonoro que sólo él podría ensamblar. Quería dividirlo en tres grandes suites.

Mientras, al otro lado del océano, Paul McCartney tiene una idea, crearían unos alter egos, una banda que sustituyera a los Beatles para su próximo disco, serían la Banda de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta…

En noviembre, se produce uno de los hechos que, a posteriori, se han señalado como claves del fracaso del proyecto SMiLE. El día 28, graban «Mrs. O’Leary’s Cow», parte del movimiento The Elements, concretamente la dedicada al fuego. Para aumentar “la motivación” de los músicos, Brian les invita a que se pongan cascos de bombero durante la sesión. Al día siguiente, las noticias matinales abren con la información de que varios incendios tuvieron lugar la noche anterior en la ciudad de Los Ángeles. Brian está convencido de que han sido provocados por su música y sufre un nuevo ataque de pánico.

Tampoco ayudó el resto del grupo. Cuando volvieron de su gira se encontraron a Brian gordo (ya pesaba 120 kilos) y muy desmejorado. Los efectos del LSD eran obvios en su comportamiento y, ¿qué demonios era es música incomprensible?, y, ¿esas letras?, ¿quién era ese Parks que escribía sobre ”la plenitud del vino, la postrera y ocre opacidad”? Mike fue especialmente crítico con los textos de Parks pero, en cualquier caso, con la posible excepción de Dennis, el resto de la banda quedó perpleja ante la situación, no obstante, el proyecto siguió su curso.

El grupo debería haber entregado el disco en diciembre, cosa que no ocurrió. Para calmar los ánimos, y permitir que la compañía pudiera empezar a fabricar las contraportadas, se hizo llegar a Capitol una nota manuscrita con doce títulos de canciones y se fija la nueva fecha para el 15 de enero.

«Do You Like Worms?»
«Wind Chimes»
«Heroes and Villains»
«Surf’s Up»
«Good Vibrations»
«Cabin Essence»
«Wonderful»
«I’m in Great Shape»
«Child Is Father of the Man»
«The Elements
«Vega-Tables»
«The Old Master Painter»

No obstante, como se ha demostrado con entrevistas posteriores y especialmente con la edición de la versión de SMiLE de Brian en solitario en 2004, este no tenía por qué ser el orden definitivo de las canciones. De hecho, parece que la nota fue escrita por Carl para apaciguar a la compañía y demostrarles que el trabajo estaba casi terminado… Y funcionó, sin tener nada, Capitol comenzó la promoción de SMiLE «el nuevo LP de los Beach Boys que será editado en enero de 1967.¡No te lo puedes perder! ¡Lleno de sonidos felices!”, se hizo pública la portada, se dio al disco un número oficial de catálogo (T2580) y se encargó la impresión de medio millón de cubiertas y otros tantos folletos interiores .

Pero…¿qué era Smile?, ¿realmente existía? Como parte de la promoción, Capitol contrata a David Oppenheim para grabar imágenes de Brian trabajando en el nuevo disco. La idea es que forme parte de un documental, Inside Pop: The Rock Revolution, que se emitirá en la CBS. El equipo de grabación pasó en el estudio todo el día 15 y no consiguieron nada rescatable hasta que, llegada la noche, Brian se ofreció a tocar una canción del nuevo disco delante de las cámaras de Oppenheim. El impresionante resultado es esta extraordinaria interpretación de “Surf’s Up. Por favor, ved el video y, una vez visto, volved a pasarlo y escuchadlo con los ojos cerrados…, eso, eso que sentís es lo que Brian quería transmitir con este disco, belleza por belleza.

Sin embargo, Brian se estaba rompiendo, poco a poco… Estaba atrapado por su obra, completamente absorbido por la idea de lograr el disco perfecto y aterrorizado por la idea de no conseguirlo. Aquejado de sus obsesiones, e incrementando éstas con un masivo uso de drogas, tenía un comportamiento cada vez más difuso. Llegaba por la mañana dispuesto a rehacer el disco entero y convertirlo en música de acompañamiento para hacer gimnasia, o música acuática o cualquier otra ocurrencia. El proyecto comenzaba a estar herido de muerte. Nunca estaba satisfecho. Volvía sobre cada pista una y otra vez. Su insatisfacción iba en aumento. Fue en esta época cuando Brian empezó a escuchar voces, voces que le repetían una y otra vez una cantinela familiar, una frase que había escuchado muchas veces de boca de su padre:

”…eres un fracasado…”

El resto, se dedicaban a contemplar el devenir de los acontecimientos, la única persona que estaba a su lado era su camello… Carl estaba más preocupado por haber recibido una carta de reclutamiento que por la música, Dennis tenía problemas personales con Carol, su mujer, Alan y Mike acababan de estrenar paternidad… Incluso Parks, hastiado con los retrasos y concluida su labor lírica, dejó de acudir a las sesiones para centrarse en sus proyectos propios. Brian necesitaba que alguien le apoyara, que le reconociera su trabajo, pero estaba solo, solo con sus voces interiores, solo con un monstruo llamado SMiLE.

Realmente el trabajo estaba casi terminado, los distintos fragmentos estaban en su mayoría grabados y sólo hacía falta que, quien los concibió, pudiera ensamblarlos unos con otros. De hecho, y gracias a la versión que el propio Brian Wilson hizo en 2004 de Smile y a la recontrucción oficial que se editó de 2011 (que comentaré en su momento cronológico), sabemos cómo estaban ensamblados los distintos fragmentos de canciones y en qué orden… y el resultado es simplemente maravilloso…, opresivo, incluso inquietante, pero bellísimo…

Llegó el 15 de enero…, pero, de nuevo, se quedaron con un palmo de narices. Brian les enseñó algunos temas y pidió más tiempo, pero la paciencia de los ejecutivos estaba bajo mínimos. La presión sobre Brian, muy tocado psicológicamente, empezaba a resultar insoportable. Pero la situación aún podía empeorar. Acompañado de un amigo, Brian daba un paseo en coche para liberar tensiones después de una maratoniana sesión de grabación. Enchufaron la radio y, en ese momento, febrero de 1967, escucharon el nuevo single de los Beatles, «Strawberry fields forever»… Brian paró el coche, cerró los ojos y dijo:

-”Lo han hecho
-¿Qué han hecho? –preguntó el amigo.
-”Lo que yo quería hacer. Han llegado a la meta.”

Brian apoyó la cabeza en su asiento, sonrió amargamente y, acto seguido, rompió a llorar. De nuevo los Beatles estaban ganándole la partida…

En una inesperada visita, Paul McCartney apareció en el estudio. Paul y Brian ya se conocían. Derek Taylor, el agente de prensa de los Beach Boys que lo fue de los Beatles, los había presentado el año anterior y estuvieron cenando con miembros de los Byrds. Paul tocó al piano para Brian «She’s leaving Home» (muy influenciada por el Pet Sounds) y le puso la mezcla final –recién salida del horno- de la maravillosa “A day in the life” (que los Beatles reconocieron haber escrito buscando el estilo suite de “Good Vibrations”). Sin que el Beach Boy saliera del asombro que le produjeron ambos temas, McCartney le pidió a Brian que le enseñara en qué estaba trabajando y éste le invitó a participar en “Vege-tables” (enlace), de hecho Paul es uno de los mastican zanahorias a modo de percusión.

-“Brian, tendréis que daros prisa, nosotros ya estamos terminando”.

Paul quiso “picar” a Brian, desconocedor de la competitividad patológica que éste sufría, demostrándole que podía vencerle en su terreno. Paul lo planteó a modo de juego, les habían tomado la delantera con “Good Vibrations” y ahora querían recuperar el terreno perdido. Era un reto amistoso, un pique sano, pero el mundo de Brian se estaba viniendo abajo y esto fue una gota más en un vaso muy colmado.

Brian estaba en su mundo, pero el Mundo seguía moviéndose sin Brian. El universo musical estaba cambiando, la psicodelia se imponía y el movimiento hippie era ya una realidad que se iba a materializar en el festival de Monterrey. Actuarían celebridades como Janis Joplin, The Who, Otis Redding y Jimi Hendrix…, los Beach Boys , en la cumbre de su popularidad en el mundillo tras el éxito de “Good Vibrations”, estaban programados para cerrar la jornada del sábado…, y presentarían algunos nuevos temas de SMiLE en directo. Además, la aparición de Brian cantando «Surf’s Up» en la televisión (la escena de la que hemos hablado antes) aumenta la expectación entre el público creando un “hype” generalizado a ambos lados del Atlántico… Capitol quería el disco ya, y más después de que el grupo hubiera demandado a la propia discográfica por impago de derechos de autor. La presión seguía aumentando… y no podía más… Los Beach Boys anunciaron que no tocarían en Monterrey…El 2 de mayo de 1967, Derek Taylor, anuncia el doloroso abandono de SMiLE.

Años después, en 1976, Brian contestó a quien le preguntaba por qué canceló “SMiLE”: ”tuve que hacerlo…, me estaba destruyendo”. Hay quien apunta otras razones: la oposición de Mike (el propio Wilson dice que Love ”odiaba el disco”), los problemas con la compañía (estaban en un litigio que concluyó con la creación de Brother Records, la propia discográfica del grupo aunque Capitol siguiera siendo la editora), la tensión por el juicio por el reclutamiento de Carl… En mi opinión, el máximo responsable de la creación y destrucción de SMiLE fue Brian, la obra superó al creador y no lo pudo soportar.

El 1 de junio de 1967, los Beatles editan “SGT PEPPER’S LONELY HEARTS CLUB BAND”. Juego, Set y Partido.

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 30 de agosto de 2012.

THE BEACH BOYS. Capítulo 8 (1965-1966). «PET SOUNDS», el disco.

Brian y Marilyn, tras una de sus múltiples reconciliaciones, se habían mudado al 1448 de Laurel Way en Beverly Hills, donde habían establecido algo parecido a un hogar en forma de palacio Kitch: desde la moqueta violeta del salón a los loros mecánicos de ojos luminosos que colgaban del techo de la cocina. Marilyn (que empezó a fumar también marihuana), preparaba bollería  en cantidades industriales para que Brian, que ya por entonces había empezado a engordar, se levantara de su enorme cama de estilo victoriano y colchas con estampado de piel de leopardo. Poco quedaba de aquel joven espigado que aparecía en la portada de Surfin Safari (sólo cuatro años antes).

Todo parecía tranquilo en la casa de los Wilson. El grupo estaba de gira en Japón y, por primera vez en tres años, Brian Wilson tenía tiempo para sí mismo. El 6 de diciembre de 1965, un amigo llegó a casa con un disco bajo el brazo. Brian estaba disfutando de una relajada velada con algunos amigos más. ”Tienes que escuchar esto, Brian… es genial”, dijo. «Está bien, ponlo”, contestó relajado el líder de los Beach Boys. Se acomodó en un sofá y encendió un porro mientras echaba  un vistazo a la portada… Allí estaban… Desafiantes… Aquellos ingleses parecían siempre tan seguros de sí mismos…»Rubber Soul«

 Imagen

”Desde que escuché los primeros acordes, me enamoré de este disco”, recuerda Brian en una entrevista reciente, ” la primera vez que escuché “Michelle” me quede flipado…¡qué maravilla!, y “Girl”, ¡qué canción tan increíble!, me volvió loco la forma de cantar de Lennon, sonaba fantástico (…). Mi favorita es “Norwegian Wood” y su misteriosa letra, tampoco puedo olvidar el sonido del sitar, nadie lo había usado antes…, esta exótica instrumentación me inspiró mucho. ¡Cuántas canciones fantásticas!, “You won’t see me” es genial y “Think for yourself”… esa es de George, ¿no?, es buenísima… “The Word”… Pero la mejor, para mí, es “In my life”… Es increíble, nadie había hecho un disco en que todas las canciones fueran tan buenas, y esas letras tan increíbles… Es el mejor disco de todos los tiempos, no creo que “Pet Sounds” fuera mejor, es mi disco preferido…”

“Rubber Soul” tuvo en Brian un efecto similar al que años atrás tuvo el  “Be my baby” de Phil Spector. El disco obsesionó a Brian y no era de extrañar. Sin duda era el mejor trabajo de los Beatles hasta la fecha, incluso en la castrada versión americana que escuchó Brian. Capitol, en otra de sus habituales carnicerías, suprimió “Drive my car”, “What goes on”, “Nowhere man” e “If I needed someone”, para incluir las canciones que le habían sobrado de “Help!”, es decir, “It’s only love” y “I’ve just seen a face». El disco presenta una coherencia inusual. Los Beatles dejaban de ser estrellas del rock para convertirse en artesanos.

Voy a hacer el mejor disco la Historia

”Voy a grabar el mejor disco de todos los tiempo” repetía Brian de forma obsesiva  a su mujer . Tenía que hacerlo. Ese “Rubber Soul” era fantástico pero se veía con fuerzas para hacerlo. Un disco lleno de canciones buenas, sin relleno. Podía hacerlo. Ese Lennon y, en especial, ese McCartney  (por el que tenía predilección) eran buenos compositores de melodías, pero él podía igualarlos o… ¡qué demonios!, superarlos. Estaba convencido, aceptaba el reto.

No obstante, sabía que podía con la música. A sus 23 años sentía que dominaba la música., Ni la composición ni la producción le asustaban. El problema lo tenía con las letras. No se sentía capaz de igualar los textos de los Beatles (muy influenciados en esa época por Dylan), y no confiaba para nada en la lírica surfera y adolescente de su primo Mike Love. Necesitaba a un letrista capaz de traducir en versos la música que tenía en la cabeza y recordó a un publicista y poeta que un amigo común le había presentado meses atrás. Se habían caído bien y a Brian le gustaban sus textos poéticos. Era Tony Asher.

Cuando Asher recibió la llamada, que en principio confundió con una broma, aceptó de inmediato y se trasladó a la vivienda de Brian. Pidió una excedencia de tres semanas en la agencia donde trabajaba  y, en enero de 1966, empezó a trabajar en las canciones que acabarían siendo “Pet Sounds”. Trabajaron de forma muy espontánea, Brian tenía la melodía y alguna idea general sobre lo que quería expresar (en pocas ocasiones siquiera tenía una frase), Asher iba cogiendo notas mientras Brian tocaba el piano y cantaba. Al día siguiente, aparecía con un borrador de letra que, entre ambos, terminaban de pulir. Otras veces se sentaba y empezaba a buscar sus “feels”, fragmentos musicales que transmitían emociones y que iban formando , poco a poco, canciones.

Todo era un poco caótico”, recuerda Asher, ”el comportamiento de Brian era extraño…, era capaz de interrumpir una sesión de trabajo para ver un episodio de Flipper…, al cabo de un rato volvía con lágrimas en los ojos emocionado por la relación entre el niño y el delfín protagonistas…”. Las rarezas de Brian se multiplicaban por aquel entonces. Normalmente era muy divertido y sus locuras resultaban muy cómicas pero, en ocasiones, empezaba a ser preocupante. Era habitual que se emocionara tanto con su música que acabara acurrucado en una esquina de la habitación llorando a lágrima viva. Como bien definiría el propio Asher ”Brian es un músico genial, pero sólo es un aprendiz de ser humano”.

Las sesiones de trabajo con Asher, aunque acabaron siendo fructíferas, resultaron muy frustrantes para el publicista…”cuando estábamos al piano era una delicia…, pero de repente se iba y se pasaba horas escuchando “Rubber Soul”, o se daba un chapuzón en la piscina, o canturreaba “Be my baby”…, y mientras yo le esperaba junto al piano”. Con todo, y a pesar de todas estas anécdotas, el trabajo de Asher con las melodías de Brian es brillante.

En enero, Brian, con ya todas las canciones terminadas en su concepción, se puso a trabajar con las bases musicales dispuesto a dar forma a su «disco definitivo«. Realmente, había empezado a trabajar ya en algunas de las canciones desde finales de 1965, pero fue a partir de enero cuando se puso más en serio con ello. Reclutó de nuevo a los miembros de la Wrecking Crew y enseñó a cada músico lo que quería que hiciera con su instrumento, nota a nota (en todo el disco no hay ni un acorde tocado por los Beach Boys salvo la guitarra, batería y el órgano de «That’s not me», a cargo de Carl, Dennis y Brian). Brian sabía lo que quería y era capaz de hacer repetir a un prestigioso percusionista un ritmo de maraca hasta la extenuación, tenía toda la música en su cabeza y quería que sonase tal cual.

”Quiero que esa maraca suene como si fuesen las joyas de una pulsera en el brazo de tu chica”. Frank Capp, el prestigioso percusionista, cerró los ojos y esa toma, la enésima, fue perfecta. Era el tipo de instrucciones que Brian les daba a los músicos, les pedía «colores», «llantos», «amor», «pasión», «rabia», «ternura«… Empezaba dándoles instrucciones musicales precisas, pero luego necesitaba que hicieran realidad lo que él tenía en la cabeza y no tenía otra forma de expresarlo. Chuck Britz recuerda como «era curioso ver a ese muchacho imberbe hablar con los mejores músicos de sesión de Los Ángeles y les pedía que un violín llorara». Como dijo George Martin, productor de los Beatles, ”lo que hizo Wilson está al nivel de Mozart o Bach, o superior, porque ellos trabajaban la música, pero Brian consiguió meter colores en ella…, llevó el color a los sonidos». Quería que todos los músicos (hasta 40) estuvieran presentes en todas las sesiones, quería fomentar el grupo y la mística de la grabación. Cada toma buena acababa con una ovación general. ”No sé cómo lo hacía, es como una fusión de Bach con Beethoven…”, decía el guitarrista Jerry Cole, ”Nosotros sólo escuchábamos la base, pero él era capaz de imaginar todo…, cuerdas, voces…, lo escuchaba todo desde dentro”, recuerda el acordeonista Carl Fortina.

Imagen

Fueron sesiones lentas, pero extremadamente productivas. Cuando el resto del grupo llegó de Japón, el disco estaba prácticamente terminado a falta de sus voces. Brian los reunió para que escucharan el material. Dennis flipó en colores, Carl, Bruce y Al no se pronunciaron, mitad impresionados mitad sorprendidos… Mike, como no, expresó su rechazo, acusó a Brian de ególatra y auguró un fracaso para el disco…, pero Brian no iba a ceder.

En cierta forma es normal que la banda quedar en estado de shock, se fueron a Japón a cantar “Surfin’ USA” y “Help me, Rhonda” y vuelven para encontrarse música quasi sinfónica. Era un cambio radical…, pero Brian era el jefe, no eran nada sin él… Es más, en este disco, el resto del grupo fueron “cantantes de sesión”, no aportaron nada que no estuviera en la cabeza de Brian…“Pet Sounds” (un homenaje a las iniciales de su idolatrado Phil Spector) sería el título del siguiente disco de The Beach Boys… o el primero de Brian Wilson en solitario…

PET SOUNDS
Editado en USA en mayo de 1966

Imagen

CARA A

1. Wouldn’t it be nice (B.Wilson-T.Asher- M.Love)
2. You still believe in me (B.Wilson- T.Asher)
3. That’s not me (B.Wilson- T.Asher)
4. Don’t talk (put your head on my shoulder) (B.Wilson- T.Asher)
5. I’m waiting for the day (B.Wilson)
6. Let’s go away for awhile (B.Wilson)
7. Sloop John B (tradidional)

CARA B

1. God only knows (B.Wilson-T.Asher)
2. I know there’s an answer (B.Wilson-Sachen-M.Love)
3. Here Today (B.Wilson-T.Asher)
4. I just wasn’t made for these times (B.Wilson-T.Asher)
5. Pet Sounds (B.Wilson)
6. Caroline No (B.Wilson-T.Asher)

Estamos ante un disco histórico, basado en una concepción sinfónica del pop y construido a base de sonidos hasta entonces nunca oídos en un disco de rock. Contamos hasta más de treinta instrumentos diferentes (acordeón, armónicas, bajo eléctrico, bajo sexto, batería, chelo, clarinete, clavecín, clavicémbalo, clavicordio , cuerno inglés, electroremín, flauta, glokenspiel, guitarras, instrumentos de percusión (cascabeles, maracas, panderetas, timbales, marimbas…), mandolina, mandolina de 12 cuerdas, órgano, piano, saxofón, timpani, trombón, trompetas, ukelele, vibráfono, viola, violines) tocados por más de cuarenta músicos distintos.

1. «Wouldn’t it be nice» (enlace).

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Frank Capp ( percusión), Roy Caton (trompeta), Jerry Cole y Bill Pitman (guitarra), Al de Lory (piano), Steve Douglas, Plas Johnson y Jay Migliori (saxofón), Carl Fortina y Frank Marocco (acordeón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Barney Kessel (mandolina de 12 cuerdas), Larry Knechtel ( órgano), Ray Pohlman (mandolina) y Lyle Ritz (contrabajo).
  • Voces: Brian canta las estrofas y Mike los puentes. El resto hace armonías.

Canción inconmensurable ¡Qué forma de empezar! Todo un clásico. El arpegio inicial te transporta a un mundo mejor, más inocente, en el que las canciones plasman los sentimientos. Es un trabajo impresionante de producción, con una amalgama de sonidos que necesitó hasta 21 tomas (ver video) para conseguir el resultado final. Brian solía decir que estaba especialmente orgulloso de «los rocosos acordeones y etéreas guitarras” de la introducción. La primera joya del álbum.

2. «You Still Believe in me» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Julius Wetcher y Jerry Williams ( percusión), Barney Kessel y Bill Pitman (guitarra), Al de Lory (clavicordio), Steve Douglas y Jay Migliori (clarinete), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo).
  • Voces:, Brian es la voz principal, el resto hace armonías.
Otra maravilla. Con un inicio espectral, tiene una de esas progresiones tan wilsonianas que elevan la canción a un nivel casi espiritual que la acerca a la música sacra. Estupenda interpretación vocal de Brian y otro monumental trabajo de producción. Tony Asher recuerda que ”para conseguir el adecuado sonido de piano para la intro, uno de nosotros se tuvo que meter dentro del piano para agarrar las cuerdas mientras otro pulsaba las teclas…, así lo conseguimos”

Originalmente se iba a titular “In my childhood”y se incluyeron los sonidos de bocina de bicicleta. Luego, aunque cambio el título y la temática, se mantuvieron porque sonaban bien.

3. «That’s not me» (enlace)
  • Instrumentos: Dennis Wilson (batería), Terry Melcher y Frank Capp ( percusión), Carl Wilson (guitarra), Brian Wilson (órgano), Glen Campbell (bajo sexto), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo).
  • Voces: Mike es la voz principal, con Brian en los puentes. El resto hace armonías.

Grabada en febrero de 1966, es posiblemente la canción más sencilla en cuanto a producción (ver video) de todo el álbum, aunque es avanzadísima en cuanto a la progresión de acordes. Es igualmente fantástica, con Mike en una de sus mejores interpretaciones vocales, y con todos los hermanos Wilson tocando.

Sorprende comprobar que cada estrofa es distinta a la anterior, siempre cambia algo en el acompañamiento, el ritmo, un nuevo instrumento…

4. «Don’t talk (put your head on my shoulder)» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Steve Douglas ( percusión), Billy Strange y Glen Campbell (guitarra), Al de Lory (órgano), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Arnold Belnick, Ralph Schaeffer, Sid Sharp, Tibor Zelig (violines), Norman Botnick (viola), Joseph Saxon (chelo), Frank Capp (vibráfono)
  • Voces: Brian es la voz… (y las armonías).

Brian graba varias pistas de voz para hacerse a sí mismo las armonías sobre una sobrecogedora línea de voz principal que se acurruca en un colchón de instrumentos de cuerda… Nunca melodía, texto y emoción estuvieron tan ligados (impresionante el bajo simulando el efecto del latido de corazón). El resto del grupo no aparece por ningún lado en esta canción. Ternura al servicio de la música, o viceversa…

Imagen

5. «I’m waiting for the day» (enlace)

  • Instrumentos: Jim Gordon (batería), Ray Pohlman (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Gary Coleman( timpani y bongos), Bill Green, Jay Migliori y Jim Horn(flauta), Al de Lory (piano), Leponar Hartman (cuerno inglés), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo y ukelele), Leonard Malarsky, William Kurasch, Sid Sharp, Ralph Schaffer (violines), Harry Hyams (viola), Justin DiTullio (chelo), Frank Capp (vibráfono).
  • Voces: Brian es la voz… (y las armonías)

Grabada en marzo de 1966, en distintas secciones (feels) que luego Brian uniría en la mezcla final, es quizás la canción que más fusiona el rock con los arreglos clásicos. El maravilloso cuerno inglés que acompaña a la melodía principal, el arreglo de las flautas, la imponente y casi militar base rítmica, el spectoriano manto de cuerdas… El uso de las dinámicas, en esta canción, quita el hipo. Contínuos cambios de tempo, intensidad

Mike y Brian escribieron esta letra en 1964, cuando empezaban a preparar los temas para “Today”, álbum en el que al final no incluyeron la canción. Originalmente Mike iba a ser la voz principal, pero a Brian no le gustó el resultado y acabó cantándola él mismo…y, ya de paso, también grabó las armonías. Brian habla frecuentemente de esta canción como una de las que menos le gustan del disco.

6. «Let’s go away for awhile» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Berney Kessel (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Steve Douglas, Jay Migliori y Jim Horn(saxofón), Al de Lory (piano), Roy Caton (tron), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Arnold Belnick , James Getzoff, Leonard Malarsky, William Kurasch, Jerome Reisler Sid Sharp, Ralph Schaffer y Tibor Zelig (violines), Joseph Di Fiore y Harry Hyams (viola), Justin DiTullio y Joseph Saxon (chelo), Steve Douglas y Jules Jacob (flauta)

Primer corte instrumental del álbum. De marcado carácter sinfónico y muy influenciada por Burt Bacharach, es la favorita de Brian, ”la pieza musical más satisfactoria sobre la que he trabajado” dijo a finales de los 60. Le apasionaba la idea de hacer una canción que nadie pudiera tararear.

7. «Sloop John B» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Jerry Cole, Billy Strange (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Jay Migliori (clarinete), Al de Lory (órgano), Steve Douglas y Jim Horn (flauta), Jack Nimitz (saxofón), Carol Kaye (bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Ron Swallow (pandereta) Frank Capp (glokenspiel)
  • Voces: Brian y Mike son las voces principales. Al, Bruce, Carl y Dennis hacen las armonías.

La cara A se cierra con la canción más comercial del disco. Grabada en verano del 65, antes de la catarsis Rubber Soul, es un tema tradicional con origen en las Bahamas que artistas como Johnny Cash ya habían interpretado, pero que fue popularizado por el grupo folk The Kingston Trio. Fue Al Jardine, muy aficionado al folk, el que le propuso a Brian hacer una versión de la canción… ”Al, tío…, no me gustan nada The Kingston Trio”, fue la respuesta de Brian.

No obstante, Al perseveró y le hizo ver a Brian que no tenía porqué limitarse a los tres acordes de la canción original sino que podía hacer un arreglo mucho más complejo…, y tanto que lo hizo. Brian lleva a cabo aquí un auténtico trabajo de orfebrería convirtiendo una cancioncilla en un monumento pop (enlace a video sobre el proceso de grabación).

Capitol editó la canción como single sin consultar a Brian, según se comenta como castigo por la tardanza de éste con la entrega del nuevo disco. Se editó en julio del 65 con “You’re so good to me” en la cara B y alcanzó el número 3 en USA y el 2 en Inglaterra.

Algunos estudiosos de la carrera de los Beach Boys aseguran que, originalmente, Brian no quería incluir esta canción en el disco (de ahí la diferencia entre los pomposos arreglos de esta canción con los sutiles tratamientos del resto) y se vio forzado a ello por intereses comerciales pero tal punto no ha sido corroborado.

Una de las fotos incluidas en el disco

8. «God Only Knows» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Jim Gordon (percusión), Larry Knechtel (hammond), Don Randi (piano), Carl Fontina y Franck Morocco (acordeones), Bill Green y Jim Horn (flauta), Jay Migliori (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Lyle Ritz (contrabajo), Ray Pohlman (bajo sexto), Leonard Malarsky, Sid Sharp (violines), Darrell Terwilliger (viola), Alan Robinson (clavicémbalo), Leonard Hartman (clarinete)
  • Voces: Carl es la voz principal. Bruce y Brian aparecen en los contrapuntos finales.

¿Qué decir?, para mí es la canción más bella que nunca se ha escrito. Paul McCartney, cuando la escuchó en 1966, lo tuvo claro: ”es la mejor canción jamás compuesta”, aún hoy dice ”es raro que pueda evitar llorar al escucharla”. Y es que estamos ante una melodía perfecta, de una belleza sobrenatural y casi mística.

Se comenzó a grabar en marzo de 1966 y es el mejor ejemplo de la sensibilidad de Brian Wilson no sólo como compositor y creador, sino como productor. El arreglo, mucho más sencillo (no confundir con simple) que los aparecidos en el resto del disco, es simplemente sublime con su inconmensurable intro y esa fantástica línea de bajo ascendiendo de forma inversa a la progresión de los acordes. Fueron sesiones maratonianas porque Brian puso un celo especial en cada instrumento, en cada nota, en cada silencio…

Y es que, con Pet Sounds, Brian consiguió refinar el “muro de sonido” de Phil Spector. Si éste lo construyó a base de acumular instrumentos y voces para crear esa maravillosa masa sonora que inunda sus grabaciones, Brian ideó una técnica distinta, unía dos (o más) instrumentos para crear uno distinto. Así creaba también una “masa sonora” (en algunas canciones hay hasta 40 instrumentos sonando a la vez) pero mucho más ligera. Unía un bajo eléctrico y un contrabajo para crear ese sonido tan particular de los bajos de Pet Sounds; un acordeón con una armónica y un órgano, un clavicordio con una mandolina…

En un principio Brian era la voz principal (enlace) pero acabó siendo Carl quien la cantó,  «…bien, creo que yo podía haberlo hecho pero no sé…, creía que él transmitiría mejor el mensaje que yo…”. De hecho, aunque son muy similares, la interpretación de Carl es tan angelical que cuesta pensar en otra persona para cantarla.

En cuanto a la letra Tony Asher, letrista de la canción, recuerda, ”Esta es la única que yo pensé que sería un éxito, porque es tan increíblemente bella… Me preocupaba que quizás la letra no estuviera al mismo nivel que la música: ¿cuántas canciones de amor comienzan con una frase: “Quizás no siempre te ame”? Me gusta ese giro inesperado, y luché para comenzar la canción de esa manera. Al trabajar con Brian, no tuve que luchar demasiado, pero estaba deseando luchar hasta el final para convencerlo. Probablemente me estaba diciendo a mí mismo: «Dios, espero estar en lo correcto en esto», pero nunca estás lo suficientemente seguro. Pero sé que funcionará, porque la segunda parte, el significado real de la canción continúa: «Yo te amaré hasta que el sol se apague», es decir, «Te amaré por siempre». Supongo que al final God only knows es la canción que la mayor parte de la gente recuerda, y que ama más”. De hecho, Brian tenía dudas con el primer verso porque le parecía muy negativo, pero al final lo dejaron

Como curiosidad, es la primera canción de la historia en usar el nombre de Dios… ¿en vano?, ¡desde luego que no! Estoy convencido de que el mundo sería mejor si todos dedicáramos un momento al día a escuchar esta canción. Personalmente, soy ateo, pero si nombrar a Dios produce este tipo de maravillas, acabo en el Vaticano en dos días…

9.»I Know there’s a answer» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Barney Kessel (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Glen Campbell (banjo), Al de Lory (piano), Steve Douglas, Jim Horn, Paul Horn , Bobby Klein, jay Migliori (saxofón), Ray Pohlman ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Tommy Morgan (armónica,) Julius Wetcher (percusión)
  • Voces: Mike y Al son las voces principales en las estrofas. Brian aparece en los estribillos.

La canción originalmente se titulaba “Hang on to your ego” y Brian cantaba la voz principal (llegó a ser grabada así –enlace-), pero Mike entró en cólera tan pronto como la escuchó: ”¡¡es una jodida canción para drogadictos!!”. Brian que, hasta este momento, se había mostrado inflexible respecto a su creación (Mike le llamaba el “Stalin del estudio”), cedió en esta ocasión y reescribió la letra con Mike y el road manager del grupo, Terry Sachen. Éste último recuerda. «Yo sabía que Brian comenzaba a experimentar con LSD y otras drogas psicodélicas. En ese tiempo prevalecía la opinión de que, consumiendo ciertas dosis de droga, te destruiría el ego que tenías, como si eso fuera algo positivo. Yo no estaba interesado en tomar ácido o deshacerme de mi ego». Al Jardine, a este respecto, recuerda que «Brian estaba muy preocupado. Quería saber lo que pensamos al respecto. Para ser honesto, no creo que ni siquiera supiera lo que era el ego…»

Es una de las canciones más experimentales del disco en cuanto al uso y combinación de instrumentos, a los Beatles les impresionó especialmente el uso de las armónicas remarcando los bajos del acompañamiento. Otra gran canción que siempre he pensado que queda escondida tras la grandeza del tema que la precede en el tracklist.

10. «Here Today» (enlace)

  • Instrumentos: Nick Martinis (batería), Al Casey, Mike Deasy (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Gail Martin y Ernie Tack (trombón), Don Randi (piano), Jack Nimitz, Jay Migliori (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (bajo eléctrico), Terry Melcher (pandereta,) Frank Capp (percusión)
  • Voces:, Mike es la voz principal y todos los demás hacen armonías.

Reconozco mi absoluta debilidad por esta canción. Estoy absolutamente embobado por la instrumentación; con un bajo (doblado) que marca la melodía principal, sus estupendos arreglos de viento, ese “solo” de piano en notas bajas… Una pasada.

Mike lleva la voz principal en una de las canciones favoritas de Bruce Jonhston, el nuevo Beach Boy dice ”Brian es la re-definición de la palabra brillante… la ruptura que hay en medio de la canción…es una pasada…, es la ruptura que Brian me dijo que fue influenciada por Bach y si has oído alguna pieza de Bach, entonces sabrás de lo que está hablando». Otra joya para el saco.

11. «I just wasn’t made for these times» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería, timbales y bongos), Glen Campbell, Barney Kessel (guitarra), Paul Tanner (electroremín), Mike Melvoin (clavecín), Don Randi (piano), Steve Douglas, Plas Johnson, Bobby Klein , Jay Migliori (saxofón), Chuck Berghofer y Ray Pohlman ( bajo eléctrico), Frank Capp (conga), Tommy Morgan (armónica) Frank Capp (percusión)
  • Voces:, Brian es la voz principal y las armonías.

Tony Asher escribe una letra que debería haber escrito el propio Brian ya que lo define completamente. ”Era un retrato de mi mente atormentada…, es sobre un chico cuya mente está demasiado avanzada… todo el mundo pensaba que yo estaba loco haciendo Pet Sounds…”, recuerda Wilson en la actualidad.

” Busco un lugar donde encajar
donde pueda expresar mi forma de pensar
llevo mucho tiempo buscando a gente que no dejaré atrás.
Dicen que tengo cerebro,
Pero no pueden darme nada bueno para mí,
Y me gustaría que pudieran Cada vez que las cosas ocurren de nuevo
pienso que me va a ocurrir algo bueno
Pero ¿qué es lo que falla?A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
SUPONGO QUE NO FUI HECHO PARA ESTOS TIEMPOS

Cada vez que me llega la inspiración
para cambiar las cosas
Nadie quiere ayudarme a encontrar lugares
Donde nuevas cosas puedan ser encontradas

¿Adónde puedo dirigirme si mis amigos se escabullen?
¿De qué va todo esto?

Cada vez que las cosas ocurren de nuevo
pienso que me va a ocurrir algo bueno
Pero ¿qué es lo que falla?

A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)»

Destaca, además de la soberbia melodía y la fantástica voz de Brian, el uso del theremín, instrumento soviético utilizado frecuentemente en las películas de serie B de los años 50 como sonido ambiental. Brian recuerda ”me aterrorizaban de pequeño”. El uso de este intrumento llegaría a sus más altas cotas con “Good Vibrations”.

12. «Pet Sounds» (enlace)

El tema que da título al disco es un instrumental que incluye como coristas a Banana y Louie, las mascotas («pets» en inglés) de Brian. Se iba a titular “Run James Run” y fue escrita pensando en James Bond. Es el tema más olvidable del disco (no siendo malo en absoluto).

13. «Caroline No» (enlace)

  • Instrumentos: Hal Blaine (batería, timbales y bongos),Glen Campbell, Barney Kessel (guitarra), Lyle Ritz (ukelele), Steve Douglas (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Al de Lory (pandereta), Bill Green, Jim Horn, Plas Johnson, Jay Migliori (flautas) Frank Capp (vibráfono)
  • Voces: Brian es la voz principal, NO HAY ARMONÍAS.

Muy influencia por sonidos jazz. Es la canción favorita del disco para Brian, quien recuerda haberla compuesto bajo el influjo de Glenn Miller. La letra es sobre una antigua novia de instituto Brian a la que encontró años después encontrándola envejecida y habiendo perdido la inocencia que el enamoró en su momento. Wilson le contó esta historia a Tony Asher que escribió esta letra que es el leitmotiv del disco: la inocencia perdida, el pasar de la adolescencia a la edad adulta. Todo el LP está escrito como pinceladas sobre esta idea principal.

¿Dónde fue tu largo pelo?
¿Dónde está la chica que yo conocía?
¿Cómo has podido perder ese brillo tan feliz?
Oh, Caroline, no…¿Quién robó tu mirada?
Recuerdo que decías
que nunca cambiarías, pero no era cierta
Oh, Caroline, tú… Mi corazón se ha roto
Quiero irme y llorar
Es muy triste ver morir algo tan dulce
Oh, Caroline, ¿por qué?

¿podría encontrar en ti otra vez
aquello que me hizo amarte tanto?
¿Podríamos traer de vuelta todo aquello?
Oh, Caroline, no

En esta canción Murry Wilson, el padre, aportó su granito de arena. Tomó la versión final de Brian y la aceleró mínimamente en un intento de hacer sonar la voz de Brian más juvenil (suena ligeramente más aguda).

Si hay una forma más bella, más melancólica, más dulce de terminar un disco, yo no la conozco. Desde el día que se editó será siempre la mejor melodía para un domingo lluvioso de otoño. Una maravilla que se editó como single el 7 de marzo de 1966, dos meses antes de que se editara el disco. Lo curioso es que se publicó bajo el nombre de Brian Wilson y no de The Beach Boys. Sólo llegó al número 32.

Imagen

Y así concluye uno de los discos más hermosos de la historia. Sin duda, uno de los más influyentes y, seguramente, uno de los mejores. Pero ¿se entendió Pet Sounds en su momento?, ¿significó el punto y aparte en la evolución del rock que pretendía su creador? Lamentablemente, no. «Pet Sounds» fue el mayor fracaso comercial de la banda en Estados Unidos alcanzando, en su mejor momento, un triste número 10. Las explicaciones son principalmente dos: Capitol y la imagen anterior del grupo.

La compañía, Capitol, no apoyó el disco en absoluto. El día que Brian terminó la mezcla final, concertó una reunión con directivos de Capitol para mostrarles el resultado. Los directivos estaban deseosos de escuchar el disco en el que habían invertido 70.000 dólares y que llevaban seis meses (fíjate tú) esperando. ¿Pero qué locura era esa?, ¿dónde están los hits? Estaban disfrutando del éxito de la «primitiva» Barbara Ann (que estaba en un número 2 en listas) y no entendían por qué Brian tomaba ese camino de experimentalidad…, ¿quién se había creído? Le propusieron que cambiara y que les presentara otra cosa o cancelarían el disco. Brian, dolido, se presentó a la semana con 8 cintas bajo el brazo en las que sólo estaba grabada su voz diciendo «sin comentarios». Finalmente, el disco se editó pero la compañía no realizó promoción alguna de apoyo a un disco en el que no creían.

Por otro lado, la imagen del grupo, muy conservadora, también perjudicó a «Pet Sounds». Los fieles al grupo, jóvenes amantes del american way of life, querían más «Help me, Rhonda» y menos experimentos…, es lo que Mike Love dijo en su momento y, desgraciadamente, tenía razón. Por otro lado, los posibles nuevos oyentes, los precursores del movimiento Hippy veían en los Beach Boys un producto casposo y sólo recordaban su imagen con camisas a rayas y sus letras infantiles…, ¿cómo iban a tomar en serio un disco en el que salen unos rechonchos millonarios dando de comer a unas cabras? Demasiado progres para los carcas y demasiado carcas para los progres.

Sin embargo, tanto la crítica como el mundo musical, recibieron el disco con alborozo:

«Pet Sounds fue el disco que más me impactó. No sabes cuánto me gusta. He comprado una copia a cada uno de mis hijos para su educación en la vida… creo que nadie está del todo educado, musicalmente hablando, hasta que no ha escuchado este disco… Me encanta la orquesta, los arreglos… puede parecer pretencioso decir que es el clásico del siglo… pero en mi opinión, es sin duda un clásico inalcanzable por muchos motivos… He llorado muchas veces escuchando el Pet Sounds. Se lo hice escuchar a John tantas veces que fue difícil para él escapar de su influencia… era el disco del momento. El detalle que realmente me hizo sentarme y tomar nota fue el bajo… y también, el hecho de introducir melodías en las líneas de bajo. Esa fue la gran influencia mientras grabábamos el Sargeant Pepper. Me empujó hacía un periodo de unos dos años en los que casi todo lo que compuse contenía melodías en las líneas de bajo. «God Only Knows» es mi favorita… muy emotiva, se me hace un nudo en la garganta cada vez que la escucho. En «You Still Believe In Me», adoro esa melodía – me mata… esa es mi favorita, es increíblemente hermosa al final… surge como una oleada de esas armonías multicolor… provoca escalofríos en mi espalda». Paul McCartney

«Ese tío (Brian) es un jodido genio, usa las voces como si fueran instrumentos. Pasamos días enteros escuchando «Pet Sounds» eran como flores de celofán amarillas y verdes conquistando tu cabeza (refiriéndose a la música de los Beach Boys y parafraseando una línea de Lucy In The Sky With Diamonds)«. John Lennon

«Si tuviese que elegir a una persona como genio viviente de la música pop, elegiría a Brian Wilson. Sin el Pet Sounds, el Sgt. Pepper jamás habría existido… el Sgt. Pepper fue un intento de igualar al Pet Sounds.» George Martin, productor de los Beatles.

«Todos nosotros, Ginger (baker), Jack (Bruce), y yo consideramos que el «Pet Sounds» es uno de los más grandes LPs de pop que jamás han visto la luz. Abarca todo lo que alguna vez me ha dejado k.o. y lo enrolla en una sola pieza. Brian Wilson es, sin ninguna duda, un genio del pop.» Eric Clapton en su etapa en Cream.

«Pet Sounds es un disco de referencia. Me quedaría corto si dijese que me cautivó. Nunca había escuchado unos sonidos tan mágicos, tan increíblemente grabados. Sin duda cambió mi forma, y la de innumerables otros, de abordar un disco. Es una increíble grabación, por la que no pasa el tiempo y que rebosa genialidad y belleza.» Elton John

«El Pet Sounds es brillante. Brian Wilson es uno de los más grandiosos innovadores de mi década, y de cualquier década.» Burt Bacharach

«Lo pondría a la altura de los mejores compositores, especialmente por el Pet Sounds. No creo que exista nada mejor que ese disco. No creo que exagere nadie que lo compare con Beethoven o cualquier otro gran compositor. La palabra genio se usa muy a menudo con Brian. Yo no se si es un genio o no, pero se que su música es probablemente tan buena como cualquier música que puedas hacer.» Tom Petty.

Había fracasado en casa, los Beatles le habían barrido .»Yesterday and Today» (mezcla de temas del «Revolver» inglés y canciones que no usaron para la versiones USA de «Help!» y «Rubber Soul») fue número 1 en junio y «Revolver» en agosto. Curiosamente, en Inglaterra, el feudo de los Beatles, el disco fue un enorme éxito y alcanzó el número 2, sólo por debajo del excelso «Revolver» de The Beatles. Allí, The Beach Boys fueron proclamados, en 1966, por el New Musical Express como el mejor grupo del mundo, y la revista Mojo publicó que Pet Sounds era “el mejor trabajo musical de todos los tiempos”. No obstante los más impresionados no fueron los fans ingleses, sino los propios Beatles…

«John, tío, es el mejor disco que se ha grabado…, tenemos que hacer algo». Paul lo tenía claro. Los Beatles anunciaron que dejaban de actuar en directo para dedicarse sólo al estudio. La pelota está en Inglaterra.

 

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 29 de agosto de 2012

THE BEACH BOYS. «Summer Days (and summer nights)» (1965). (8/10)

Imagen

CARA A

1. The girl from New York City (B.Wilson- M.Love)
2. Amusement Parks USA (B.Wilson- M.Love)
3. Then I kissed Her (P.Spector- E.Greenwich-J.Barry)
4. Salt Lake City (B.Wilson- M.Love)
5. Girl don’t tell me (B.Wilson)
6. Help me, Rhonda (B.Wilson-M.Love)

CARA B

1. California girls (B.Wilson-M.Love)
2. Let him run wild (B.Wilson-M.Love)
3. You’re so good to me (B.Wilson-M.Love)
4. Summer means new love (B.Wilson)
5. I’m bugged at my Ol’man (B.Wilson)
6. And your dreams come true ((B.Wilson-M.Love)

Producido por Brian Wilson

Editado en Junio de 1965

Existe una común corriente de opinión que considera este disco un paso atrás respecto a “Today”. Es obvio en lo lírico ya que el grupo pasa de la introspección y la profundidad de letras de la cara B de Today a volver a hablar de chicas californianas, ciudades americanas y sencillas historias de amor. No obstante, en lo musical, es un disco muy inspirado en lo que se refiere a producción y melodías; de hecho, es extraño encontrar un recopilatorio de la banda que no incluya –al menos- cinco canciones de este álbum.

Brian, con este disco, ya está compitiendo abiertamente con los Beatles, se está dejando influenciar por ellos, y, a la vez, quiere pelear en las listas. De ahí que estemos ante el trabajo más comercial del grupo, con Mike aportando mucho más que un par de líneas en las letras y con Brian en actitud muy competitiva.

Wilson cuenta de nuevo con los músicos de la popular Wreking Crew aunque, en esta ocasión, el grupo participa mucho más en lo instrumental puesto que las continuas giras habían convertido al otrora inexperimentado grupo en un combo bastante sólido. Llama la atención la portada, que presenta al grupo en una posición mucho más informal, menos encorsetada, menos “de anuncio”. Con Brian en primer plano y sólo acompañado de sus hermanos, Carl y Dennis, y su primo Mike…, ni rastro de Al Jardine (parece que tenía gripe el día en que se hicieron las fotos) y Bruce Johnston (quien, por aquellas fechas, ni siquiera era considerado un miembro de pleno derecho del grupo)

Brian compone y Mike lleva la voz principal en «The girl from New York City» (enlace),  extraordinaria canción que sirve para abrir el álbum. Al parecer, fue escrita como respuesta a la popular «The boy from New York City» de los Ad-Libs (enlace). La instrumentación es mucho más rockera de lo habitual en la banda, con una punzante línea de bajo a cargo de la sempiterna Carol Kaye y unas armonías cantadas con menos delicadeza y mucho más nervio de lo que habían hecho hasta entonces. Tengo debilidad por esta canción. Una de cal y una de arena; tras el subidón del tema que abre el disco, nos encontramos con «Amusement Park USA» (enlace) una de las canciones que sirven de argumento a los que defienden que este disco es un paso atrás. Tiene un trabajo de teclados brillante, pero ciertamente recuerda casi a los tiempo de “Surfin Safari”, de hecho, parece una segunda parte de “County fair”. Mike vuelve a su excesiva nasalidad, junto a una pésima letra, y a pesar de unas buenas armonías, el conjunto no podía ser más que un tema absolutamente olvidable.

Con «Then I kissed her» (enlace), versión de la maravillosa «Then he kissed me» (enlace) que Phil Spector compuso para sus Crystals. Con esta canción Brian rinde homenaje una vez más a su ídolo. Es un cover muy respetuoso y en el que Brian mantiene mucho los arreglos de Spector. Destaca la fantástica voz principal de Al Jardine, el único, por aquel entonces de darle un toque más “sucio” y rasgado a las cristalinas melodías del grupo y la instrumentación a cargo del grupo con Dennis a la batería, Carl a la guitarra y Brian al bajo y piano. Un clásico del grupo a partir de entonces. «Salt Lake City» (enlace) nos devuelve al “viejo estilo”. Una melodía sencilla de rock con Mike a las estrofas, apoyado por Brian, y una insulsa letra sobre una ciudad… No aportaría nada si no fuera por la imaginativa producción, con dos bajos eléctricos haciendo armonías y su repiqueteante piano… No es una maravilla, pero merece la pena.

Si con “Then I kissed Her”, Brian rendía homenaje a Phil Spector, con “Girl don’t tell me” (enlace) hace lo mismo con sus otros “rivales”, los Beatles. Con una estructura muy similar a “Ticket to ride”, Brian, enamorado de la canción de John Lennon, quiso componer una canción con el estilo melódico y de producción de los de Liverpool, y  en gran medida lo consiguió… las guitarras, los arpegios, el arreglo vocal mucho más europeo…  Era un homenaje amistoso y Brian quiso enviarles a Paul y John una copia, pero sus absurdos complejos de inferioridad le hicieron retractarse. Esta canción destaca también por ser la primera en la que Carl Wilson lleva la voz principal, hecho sorprendente puesto que, exceptuando a Brian, era la mejor voz de la banda (como se demostraría poco después) y no “debuta” como cantante principal hasta este momento, el ¡¡décimo!! disco del grupo.

Tiempo para el hit del disco, «Help me, Rhonda» (enlace), canción que ya había aparecido, aunque en distinta versión, en su anterior LP. Y es Brian, conociendo el potencial de la canción, que había grabado apresuradamente para “Today”, ideó nuevos arreglos y la preparó como single. De nuevo con Al a la voz principal (está brillante), está versión es mucho más directa que la anterior, más vibrante, mejor en definitiva. Se editó como single y con “Kiss me baby” en la cara B, el 5 de abril de 1965. Consiguió el que fue el segundo número 1 del grupo. Un gran tema para cerrar una cara A.

Y llegamos al momento álgido del disco, «California Girls» (enlace). Arte en estado puro. Una de esas canciones que dan sentido a la presencia de la humanidad en este mundo. Sólo la introducción, de marcado carácter sinfónico, hace que el disco merezca la pena. Es una canción perfecta que, según cuenta el propio Brian,  escribió después de un viaje con LSD: ” llegué corriendo a un dormitorio y me oculté bajo una almohada, gritando «tengo miedo de mi mamá, tengo miedo de mi papá». Al azar, me levanté y fui a un piano (…) comencé a tocar en las notas bajas (mano izquierda) Si-Fa#-Sol# (…) luego añadí la melodía con la mano derecha …”. Al día siguiente, él y Mike Love escribieron la letra.  Brian Wilson la considera la mejor canción de su carrera, la melodía es maravillosa, la producción exuberante, la instrumentación (de nuevo a cargo de la wrecking crew) brillante, los voces prodigiosas… Todo es fantástico, salvo, una vez más, la letra… Fue editada como single con la fantástica “Let him run wild” y alcanzó el número 3.

Llegamos a «Let him run wild» (enlace), una de mis debilidades. Aquí Brian, homenajea a otro de sus ídolos, el gran Burt Bacharach, construyendo una canción muy en la línea de aquel pero sin perder su inconfundible sello. Es la canción que más recuerda a “Today” con sus arreglos casi espectrales, su maravilloso falsetto y esas armonías… Una pasada que precede a «You’re so good to me» (enlace), otra maravilla. Muy inspirada también por los Beatles, presenta a Brian como vocalista principal en un registro vocal muy distinto. La producción vuelve a ser de otro mundo…

Los ánimos se sosiegan con «Summer means new love» (enlace), instrumental con intenciones sinfónicas que, aunque está menos inspirado que los que vendrán después, es un adelanto de los que luego llevará a cabo de forma brillante en “Pet Sounds”.

La recta final del disco arranca con la caricaturesca «I’m bugged at my ol’man» (enlace) en la que Brian Wilson trata aquí, en tono de tragicomedia, la dura experiencia de un adolescente con su padre…¿Autobiográfica?, conociendo el historial de la relación Murry-Brian es probable. Es una letra casi inofensiva, pero atrevida para el tímido primogénito de los Wilson.

El disco se cierra con «And your dreams come true» (enlace). Una sencilla, breve y preciosista canción “a capella” que resulta maravillosamente efectiva para cerrar el disco.

El álbum alcanza el número 2 (frenado en esta ocasión por otros ingleses, The Rolling Stones y su glorioso “Out of our heads”), siendo el mejor resultado de un disco de estudio de los Beach Boys hasta la fecha. La mayor presencia de temas comerciales y la vuelta a la temática adolescente había funcionado para alegría del gran defensor de esta corriente dentro del grupo, Mike Love. No obstante, Brian seguía teniendo las riendas y, de momento, no pensaba soltarlas. Seguiría explorando las “nuevas vías”.

VALORACIÓN GUILLETEK: 8/10

THE BEACH BOYS. Capítulo 7 (1965). Anunciando algo grande.»Summer Days (and summer nights)» y «The Beach Boys Party»

Poco después del lanzamiento de “Today”, Mike recibió una demanda por paternidad. Love negó ser el padre de la niña, pero aceptó proporcionarle una pensión alimenticia y el derecho a utilizar su apellido cuando cumpliera los dieciocho años (recordad este nombre –Shawn Love- porque volverá a aparecer…)

Brian, mientras, había vuelto de su “mal viaje” tras su primera experiencia con el LSD. Volvió a arrojarse en brazos de la marihuana y prometió que no volvería al ácido…, no cumplió… Marilyn empezó a preocuparse en serio por su marido, ”no era la misma persona”. Pero Brian no tenía tiempo… quería adentrarse en los caminos de exploración abiertos en “Today”, pero apenas tenía tiempo… Los Beatles tenían otro número 1 con la excelsa ”Ticket to ride” (enlace) y Capitol quería otro disco para el verano… Entre abril y mayo compuso, grabó y produjo la mayor parte del nuevo disco, “Summer days (and summer nights!)”.

SUMMER DAYS (AND SUMMER NIGHTS!)
Editado en USA en junio de 1965

Imagen

CARA A

1. The girl from New York City (B.Wilson- M.Love)
2. Amusement Parks USA (B.Wilson- M.Love)
3. Then I kissed Her (P.Spector- E.Greenwich-J.Barry)
4. Salt Lake City (B.Wilson- M.Love)
5. Girl don’t tell me (B.Wilson)
6. Help me, Rhonda (B.Wilson-M.Love)

CARA B

1. California girls (B.Wilson-M.Love)
2. Let him run wild (B.Wilson-M.Love)
3. You’re so good to me (B.Wilson-M.Love)
4. Summer means new love (B.Wilson)
5. I’m bugged at my Ol’man (B.Wilson)
6. And your dreams come true ((B.Wilson-M.Love)

Existe una común corriente de opinión que considera este disco un paso atrás respecto a “Today”. Es obvio en lo lírico ya que el grupo pasa de la introspección y la profundidad de letras de la cara B de Today a volver a hablar de chicas californianas, ciudades americanas y sencillas historias de amor. No obstante, en lo musical, es un disco muy inspirado en lo que se refiere a producción y melodías; de hecho, es extraño encontrar un recopilatorio de la banda que no incluya –al menos- cinco canciones de este álbum.

Brian, con este disco, ya está compitiendo abiertamente con los Beatles, se está dejando influenciar por ellos, y, a la vez, quiere pelear en las listas. De ahí que estemos ante el trabajo más comercial del grupo, con Mike aportando mucho más que un par de líneas en las letras y con Brian en actitud muy competitiva.

Si no lo comparamos con “Today”, es un disco fabuloso, sin apenas bajones (aunque los tiene) y con un nivel medio altísimo. Las letras son malas, es absurdo negarlo, pero la música está inspiradísima y las armonías para las que, por cierto, cuentan por primera vez con “el nuevo”, Bruce Johnston, brillan más que nunca. Incluso comparándolo con su excelso, predecesor, “Summer days”, es un gran disco que peca de falta de unidad pero que tiene un conjunto de canciones extraordinarias y…, al fin y al cabo… ¿no se trata de eso?

Brian vuelve a llevarse todo el protagonismo artístico y cuenta de nuevo con los músicos de la popular Wreking Crew aunque, en esta ocasión, el grupo participa mucho más en lo instrumental puesto que las continuas giras habían convertido al otrora inexperimentado grupo en un combo bastante sólido.

Llama la atención la portada, que presenta al grupo en una posición mucho más informal, menos encorsetada, menos “de anuncio”. Con Brian en primer plano y sólo acompañado de sus hermanos, Carl y Dennis, y su primo Mike…, ni rastro de Al Jardine (parece que tenía gripe el día en que se hicieron las fotos) y Bruce Johnston (quien, por aquellas fechas, ni siquiera era considerado un miembro de pleno derecho del grupo)

Brian compone y Mike lleva la voz principal en «The girl from New York City» (enlace),  extraordinaria canción que sirve para abrir el álbum. Al parecer, fue escrita como respuesta a la popular «The boy from New York City« de los Ad-Libs (enlace). La instrumentación es mucho más rockera de lo habitual en la banda, con una punzante línea de bajo a cargo de la sempiterna Carol Kaye y unas armonías cantadas con menos delicadeza y mucho más nervio de lo que habían hecho hasta entonces. Tengo debilidad por esta canción. Una de cal y una de arena; tras el subidón del tema que abre el disco, nos encontramos con «Amusement Park USA» (enlace) una de las canciones que sirven de argumento a los que defienden que este disco es un paso atrás. Tiene un trabajo de teclados brillante, pero ciertamente recuerda casi a los tiempo de “Surfin Safari”, de hecho, parece una segunda parte de “County fair”. Mike vuelve a su excesiva nasalidad, junto a una pésima letra, y a pesar de unas buenas armonías, el conjunto no podía ser más que un tema absolutamente olvidable.

Con «Then I kissed her« (enlace), versión de la maravillosa «Then he kissed me» (enlace) que Phil Spector compuso para sus Crystals. Con esta canción Brian rinde homenaje una vez más a su ídolo. Es un cover muy respetuoso y en el que Brian mantiene mucho los arreglos de Spector. Destaca la fantástica voz principal de Al Jardine, el único, por aquel entonces de darle un toque más “sucio” y rasgado a las cristalinas melodías del grupo y la instrumentación a cargo del grupo con Dennis a la batería, Carl a la guitarra y Brian al bajo y piano. Un clásico del grupo a partir de entonces. «Salt Lake City» (enlace) nos devuelve al “viejo estilo”. Una melodía sencilla de rock con Mike a las estrofas, apoyado por Brian, y una insulsa letra sobre una ciudad… No aportaría nada si no fuera por la imaginativa producción, con dos bajos eléctricos haciendo armonías y su repiqueteante piano… No es una maravilla, pero merece la pena.

Si con “Then I kissed Her”, Brian rendía homenaje a Phil Spector, con “Girl don’t tell me” (enlace) hace lo mismo con sus otros “rivales”, los Beatles. Con una estructura muy similar a “Ticket to ride”, Brian, enamorado de la canción de John Lennon, quiso componer una canción con el estilo melódico y de producción de los de Liverpool, y  en gran medida lo consiguió… las guitarras, los arpegios, el arreglo vocal mucho más europeo…  Era un homenaje amistoso y Brian quiso enviarles a Paul y John una copia, pero sus absurdos complejos de inferioridad le hicieron retractarse.

Esta canción destaca también por ser la primera en la que Carl Wilson lleva la voz principal, hecho sorprendente puesto que, exceptuando a Brian, era la mejor voz de la banda (como se demostraría poco después) y no “debuta” como cantante principal hasta este momento, el ¡¡décimo!! disco del grupo.

Tiempo para el hit del disco, «Help me, Rhonda» (enlace), canción que ya había aparecido, aunque en distinta versión, en su anterior LP. Y es Brian, conociendo el potencial de la canción, que había grabado apresuradamente para “Today”, ideó nuevos arreglos y la preparó como single. De nuevo con Al a la voz principal (está brillante), está versión es mucho más directa que la anterior, más vibrante, mejor en definitiva. Se editó como single y con “Kiss me baby” en la cara B, el 5 de abril de 1965. Consiguió el que fue el segundo número 1 del grupo. Un gran tema para cerrar una cara A.

Y llegamos al momento álgido del disco, «California Girls» (enlace). Arte en estado puro. Una de esas canciones que dan sentido a la presencia de la humanidad en este mundo. Sólo la introducción, de marcado carácter sinfónico, hace que el disco merezca la pena. Es una canción perfecta que, según cuenta el propio Brian,  escribió después de un viaje con LSD: ” llegué corriendo a un dormitorio y me oculté bajo una almohada, gritando «tengo miedo de mi mamá, tengo miedo de mi papá». Al azar, me levanté y fui a un piano (…) comencé a tocar en las notas bajas (mano izquierda) Si-Fa#-Sol# (…) luego añadí la melodía con la mano derecha …”. Al día siguiente, él y Mike Love escribieron la letra.  Brian Wilson la considera la mejor canción de su carrera, la melodía es maravillosa, la producción exuberante, la instrumentación (de nuevo a cargo de la wrecking crew) brillante, los voces prodigiosas… Todo es fantástico, salvo, una vez más, la letra… Fue editada como single con la fantástica “Let him run wild” y alcanzó el número 3.. Se puso nuevamente de moda en 1985 (volvió a lograr un número 3) con la versión de David Lee Roth (sí, el de Van Halen).

Llegamos a «Let him run wild» (enlace), una de mis debilidades. Aquí Brian, homenajea a otro de sus ídolos, el gran Burt Bacharach, construyendo una canción muy en la línea de aquel pero sin perder su inconfundible sello. Es la canción que más recuerda a “Today” con sus arreglos casi espectrales, su maravilloso falsetto y esas armonías… Una pasada que precede a «You’re so good to me» (enlace), otra maravilla. Muy inspirada también por los Beatles, presenta a Brian como vocalista principal en un registro vocal muy distinto. La producción vuelve a ser de otro mundo…

Los ánimos se sosiegan con «Summer means new love» (enlace), instrumental con intenciones sinfónicas que, aunque está menos inspirado que los que vendrán después, es un adelanto de los que luego llevará a cabo de forma brillante en “Pet Sounds”.

La recta final del disco arranca con la caricaturesca «I’m bugged at my ol’man» (enlace) en la que Brian Wilson trata aquí, en tono de tragicomedia, la dura experiencia de un adolescente con su padre…

Mi viejo me fastidia Porque quiere que me quede en mi cuarto (que zurzan a mi padre)
Llegué un poco tarde Y mi viejo se volvió loco
¿Por qué vendió mi tabla de surf? Cortó mi pelo y mis sueños
Me gustaría salir al exterior Sin embargo, ha puesto clavos en mi ventana (¡qué fuerte!)
No puedo golpear las olas, no puedo surfear (Me gustaría poder)
Traté de llamar a mi chica Pero él tiró el teléfono contra la pared
Me dieron algunas migajas de pan Y un vasito de agua Y están por ahí comiendo carne (Huele muy bien)
Rajaron toda mi ropa Y me estoy dejando crecer la barba Oh, ¿cuándo me dejarán salir?
Escuchaba la radio Pero él se la llevó para usarla en su habitación (Ahora se ha ido)
Me gustaría poder hacer aunque fuera los deberes Sin embargo, me han echado de la escuela (Me han dejado “congelado”)
Mi viejo me fastidia Y él ni siquiera sabe dónde está

¿Autobiográfica?, conociendo el historial de la relación Murry-Brian es probable. Es una letra casi inofensiva, pero atrevida para el tímido primogénito de los Wilson. La relación de Brian con su padre siempre fue complicada, lo idolatraba, pero no podía olvidar las vejaciones (físicas y, sobre todo, psicológicas) a las que le sometió durante su niñez, adolescencia e incluso en su etapa adulta. Dennis y Carl también sufrieron a su padre (sobre todo Dennis), pero sus agresiones se redujeron a lo físico y «sólo»se tradujeron en palizas…, con Brian era distinto. Murry sabía que su hijo mayor tenía talento y tenía singulares sistemas de motivación: lo sometió a una presión brutal desde que era un niño forjando, así, el complicado carácter de Brian. Resulta sobrecogedor ver la reinterpretación de esta canción once años después, en 1976, por un Brian aquejado de problemas mentales y destrozado por las drogas, el alcohol, la comida rápida y el tabaco…

El disco se cierra con «And your dreams come true« (enlace). Una sencilla, breve y preciosista canción “a capella” que resulta maravillosamente efectiva para cerrar el disco.

El álbum alcanza el número 2 (frenado en esta ocasión por otros ingleses, The Rolling Stones y su glorioso “Out of our heads”), siendo el mejor resultado de un disco de estudio de los Beach Boys hasta la fecha. La mayor presencia de temas comerciales y la vuelta a la temática adolescente había funcionado para alegría del gran defensor de esta corriente dentro del grupo, Mike Love. No obstante, Brian seguía teniendo las riendas y, de momento, no pensaba soltarlas. Seguiría explorando las “nuevas vías”.

Obviamente, la insaciable Capitol, no podía conformarse con “sólo” dos LP’s en un año y quería otro más… Brian, en un hábil movimiento, se sacó de la manga el primer unplugged de la historia y, así, se libró de la presión de la compañía. La idea era juntar a unos amigos y tocar las canciones preferidas del grupo recreando el ambiente de una fiesta playera: THE BEACH BOYS PARTY

El disco está pretendidamente grabado en directo, pero no fue así. Fue grabado en estudio, con instrumentos acústicos y luego se añadieron las voces y los efectos de fiesta. Es un álbum de muy agradable escucha y sin ninguna pretensión. Brian rinde homenaje, como es habitual a su idolatrado Phil Spector con «There’s No Other (Like My Baby)» (originalmente interpretada por las Crystals), y sobre todo a los Beatles con nada menos que tres versiones: «I should have known better» (enlace) de la película A hard day’s night, «Tell me why» (enlace) del mismo film y la enorme balada «You’ve got to hide your love away» (enlace) del álbum Help! (sorprende especialmente esta última porque la canción acababa de editarse en ese momento).

La canción que más tirón tuvo del álbum fue la versión del «Barbara Ann» (enlace) de The Regents que llegó al número 2 como single. El disco se editó en noviembre de 1965 y alcanzó el número 3.

Brian, no obstante, quería editar una nueva canción que acompañara al disco y, de paso, regalar a su mujer, Marilyn, una canción por su primer aniversario de boda. Así compuso la extraordinaria «The little girl I once Knew» (enlace) que editaron como single y fue un fracaso (nº20). Es un hecho sorprendente que esta canción esté tan infravalorada cuando, posiblemente, esté entre las veinte mejores canciones del grupo. Su sorprendente (y valiente) uso de los silencios, sus inverosímiles arreglos y su arrebatadora intro convencieron a musicos como John Lennon, «esa canción es genial…, ya sabes, para y empieza, y luego para…y vuelve a empezar… y esas voces… es flipante, ¿no?».  Una joya oculta que tampoco tuvo demasiado éxito con Marilyn, que no admitía el cada vez más usual consumo de drogas de su marido. Además, la señora Wilson sospechaba que Brian estaba siendo infiel y esta canción acrecentó las sospechas…de hecho, según algunos biógrafos, la letra iba dirigida a Bárbara (la hermana pequeña de la mujer de Brian), de la que estaba enamorado…

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 28 de agosto de 2012

THE BEACH BOYS. «The Beach Boys Today» (1965). (8,5/10)

Imagen

CARA A

1. Do you wanna dance (B.Freeman)
2. Good to my baby (B.Wilson- M.Love)
3. Don’t hurt my little sister (B.Wilson- M.Love)
4. When I grow up to be a man (B.Wilson- M.Love)
5. Help me Ronda (B.Wilson- M.Love)
6. Dance Dance Dance (B.Wilson-C.Wilson-M.Love)

CARA B

1. Please let me wonder (B.Wilson-M.Love)
2. I’m so young (William H. y Tyrus Jr)
3. Kiss me baby (B.Wilson-M.Love)
4. She knows me too well (B.Wilson-M.Love)
5. In the back of my mind (B.Wilson-M.Love)
6. Bull Sessions With «Big Daddy» (diálogos)

Producido por Brian Wilson

Editado en Marzo de 1965

Una vez más, tiene más de trabajo en solitario que de grupo y Brian vuelve a reclutar a los mejores músicos de sesión de California para recrear sus feels. La famosa Wreckin Crew, un grupo de músicos de sesión de Los Ángeles que tocaron con Elvis, Simon & Grafunkel, Bob Dylan, Frank Sinatra, Phil Spector… Así entre los baterías tenemos además de a Dennis Wilson, a Hal Blaine, Earl Palmer, como bajistas Brian Wilson comparte sus tareas con  la gran Carol Kaye, Larry Knechtel, Ray Pohlman, Barney Kessel y Al Jardine, Carl y Al comparten su puesto en la guitarra con Bill Pitman, Billy Strange, Tommy Tedesco, Ray Pohlman, Glen Campbell, Barney Kessell…, por último, los teclados quedan a cargo de Brian, Don Randi, Leon Russel y Don Raine. Aparte de esto, tenemos marimbas, panderetas, harpas, castañuelas, mandolinas, armónicas, ukeleles, acordeones, vibráfono, timpani, clavicordio y una sección de saxofones con Plas Johnson, Steve Douglas, Jay Migliori. Ahí es nada…

Es este disco empezó a trabajar con los instrumentos como lo había hecho hasta entonces con las voces, uno a uno. Podía dedicar horas a un instrumento y empezar a construir una canción desde una línea de marimba. Estamos ante uno de los discos capitales de los años 60. Con “All Sumer Long”, este “Today” y los posteriores “Summer days” y “Pet Sounds” el mito de Brian Wilson y los Beach Boys se justifica. Cuatro obras de arte en apenas tres años. Resulta curioso, y llamó mucho la atención en la época, la forma de repartir el orden de las canciones, concentrándose todas las animadas en la cara A y las lentas y más intimistas en la B.

El disco arranca con una versión del «Do you wanna dance» (enlace) de  Bobby Freeman , quizás el corte más flojo del LP y, sin duda, la canción que menos cohesión presenta con el resto.Dennis la interpreta de forma muy solvente y es probable que fuera una forma de aprovechar el enorme tirón del batería entre las fans. El nivel sube muchos quilates con “Good to my baby” (enlace), pieza pop-rock exquisita con Brian cantando las estrofas, Mike el puente y todo el grupo su adictivo estribillo. Es una de esa canciones que, con una simple escucha, pueden alegrarte un mal día. Sorprende el manto de guitarras (hasta cuatro) que le da “peso” a la canción. Nos acercamos aquí a un sonido mucho más “beatle”, de hecho, incluso el insistente riff de la canción presenta similitudes con el que usó Ringo Starr en una canción que los Beatles no publicaron, ”If you got trouble”.

«Don’t hurt my little sister» (enlace) estaba pensada para las Ronettes de Phil Spector. Brian se la envió a su ídolo y a Spectot le gusto por lo que llamó a Wilson y le propuso participar en la grabación… Brian acudió nervioso y lo primero que le llamó la atención es que el bueno de Phil había cambiado la letra, ahora se titulaba “Things are Changing”.  Alucinado con estar grabando junto a su ídolo, Brian no estuvo fino en la grabación, hasta el punto que el arisco Spector lo echó de malos modos por no saber tocar adecuadamente su canción… Finalmente las Ronettes no la grabaron, pero sí otro de los grupos (menores) de Phil Spector, The Blossoms. Es una canción fantástica, con su genial intro de guitarra Rickenbaker, las animadas estrofas cantadas por Mike y el complejo puente interpretado por Brian arropado por unas fantásticas armonías, para llegar a un estribillo extraño y súper adictivo. Al Jardine se ocupa en esta canción del bajo.

«When I grow up (to be a man)»  (enlace) es de las pocas canciones en las que el grupo está a los instrumentos (de ahí , que fuera interpretada habitualmente en directo) y está compuesta antes de que Brian sufriera su ataque. Fue editada como single y alcanzó el número 9. De nuevo tenemos un notable ejercicio de armonías con una línea melódica más en la línea original del grupo. Destaca el uso del clavicordio que luego usarían profusamente grupos como los Kinks. Buena canción, que además da paso a uno de los momentos álgidos del disco, la fabulosa «Help me Ronda» (enlace). La versión que aparece en el disco es distinta de la que acabaría apareciendo como single (a la que, además, de le añadió una “h” y se tituló “Help me Rhonda” –enlace-), más arropada, con un manto instrumental más denso es menos vibrante que la versión que se editó como sencillo y alcanzó el número 1. Es una canción fantástica que tiene a Al, por primera vez, como voz principal (excelente, por cierto) y en la que Brian experimenta con el control de volumen en la parte final de la canción.

«Dance, dance, dance» (enlace) fue otro hit tras editarsecomo single y alcanzando el número 8. La intro de rickembaker augura a los mejores Byrds y el sofisticado arreglo con acordeones, castañuelas etc., da un aire muy original a una canción que es básicamente rock clásico. El hecho de que el grupo fuera quien, en su mayoría, grabó la base instrumental, les permitió hacer muy buenas versiones en directo. Otra canción para la historia.

“Dance Dance Dance” cierra la cara A y es la última canción animada del disco. Al girar el vinilo, entramos en el mundo del nuevo Brian, más reflexivo, mucho más introspectivo…pero igual de genial… o ¿quizás más?

La «cara tranquila» de «Today» se abre con «Please let me wonder» (enlace). Si esta canción no te conmueve, tienes un problema. Una balada emotiva y extremadamente innovadora en cuanto a la instrumentación. Brian vuelve a ponerse el traje de Phil Spector y construye unos arreglos monumentales mezclando sonoridades de instrumentos que, aunque inusuales en el rock, dan un gran resultado. Estamos marcando los pasos que nos llevarán a Pet Sounds. Una canción redonda, sin fisura alguna. Ideal para una melancólica tarde lluviosa, como la versión del «I’m so young» (enlace) del grupo doo-woop The Students, en la que Brian canta maravillosamente.

Con «Kiss me baby» (enlace) llegamos a una de las mejores canciones del disco y de toda la carrera del grupo. Sofisticadísima en la instrumentación. Es un nuevo intento de Brian de superar el Be my baby de Phil Spector. Los arreglos son inverosímiles y extremadamente imaginativos en lo instrumental y las armonías (enlace a versión a capella), siempre maravillosas, cobran un nuevo sentido en esta canción dotándola de un aire melancólico difícil de superar. Una maravilla que Brian dedicó a Marilyn buscando reconciliarse tras una fuerte discusión (”Please don’t let me argue anymore / I won’t make you worry like before…»)

Kiss me baby es una joya y te deja roto, pero aún queda la traca final. «She knows me too well» (enlace), con el angelical falsetto de Brian y la fabulosa guitarra de Carl, es la única canción del disco que no cuenta con músicos de sesión. El grupo se basta y se sobra para grabar una fabulosa canción con unos toques oscuros en algunas armonías que vuelven a ponernos en sobreaviso de lo que nos espera con Pet Sounds.

El gran final llega con la tremenda «In the Back of my mind» (enlace) a la que Dennis le da un toque casi soul. Brian marca claramente de lo que serán las futuras baladas de la banda. Una vez más , Pet Sounds se acerca y este jovencito de 24 años se saca de la manga un disco que brilla con luz propia entre los lanzamientos del momento. Es la primera vez que Brian habla de sí mismo en una canción, para algunos, en esta letra habla de los que podrían ser los primeros indicios de sus problemas psicológicos, que se agravarían, y mucho, con el tiempo.

El disco se edita en Estados Unidos el 8 de marzo de 1965 y, a pesar de no tener a los Beatles por en medio (lanzarían «Help!» en agosto), «sólo» consigue un número 4. De todas maneras, la crítica lo recibió muy bien y Brian tenía claro que este era el camino a seguir.

VALORACIÓN GUILLETEK: 8,5 / 10

THE BEACH BOYS. Capítulo 6 (1965). Los nuevos Beach Boys. «Today»

El 65 empezó como acabó el 64, con los Beatles alcanzado el número 1 con “The Beatles ‘65” (un remedo de “The Beatles For Sale” con los singles británicos aparecidos en la segunda mitad del 64). Capitol ya no tenía material beatle que explotar (los de Liverpool no aceptaban presiones de USA) y programaban sacar para marzo “The early Beatles” que incluía las canciones del primer álbum británico del grupo (Please Please me) de 1963 aunque no les convencía demasiado (de hecho, Capitol rechazó dos años antes este mismo material). Así que la presión sobre Brian subió muchos enteros, necesitaban un gran álbum para la primavera del 65. El nivel con “All Summer Long” estaba alto, pero este disco tenía que ser mejor.

THE BEACH BOYS TODAY
Editado en USA en marzo de 1965

Imagen

CARA A

1. Do you wanna dance (B.Freeman)
2. Good to my baby (B.Wilson- M.Love)
3. Don’t hurt my little sister (B.Wilson- M.Love)
4. When I grow up to be a man (B.Wilson- M.Love)
5. Help me Ronda (B.Wilson- M.Love)
6. Dance Dance Dance (B.Wilson-C.Wilson-M.Love)

CARA B

1. Please let me wonder (B.Wilson-M.Love)
2. I’m so young (William H. y Tyrus Jr)
3. Kiss me baby (B.Wilson-M.Love)
4. She knows me too well (B.Wilson-M.Love)
5. In the back of my mind (B.Wilson-M.Love)
6. Bull Sessions With «Big Daddy» (diálogos)

Con “All Summer Long”, que es de largo su mejor trabajo de la primera época, habían dado grandes pasos. Pero “Today” va mucho más allá. “Today” presenta a un nuevo grupo. Aunque la portada sigue presentando a ese grupo de sanotes adolescentes yanquis que cualquier madre querría para su hija (por cierto, no incluye a Bruce, el nuevo Beach Boy), no queda ni rastro del surf…, ni de los coches… Brian experimenta con las drogas (la marihuana estuvo muy presente en la creación del disco), usa todo tipo de instrumentos, compone melodías alejadas de las radiofórmulas y comienza a trabajar con lo que él llamó “feels”. Con este término se refería a pequeños pasajes musicales, retazos independientes que querían transmitir distintas sensaciones y que, luego, iba juntando para crear canciones completas (proceso muy utilizado en “Pet sounds” y, sobre todo, en el fallido “Smile”)…, ”es como funciona la música clásica”, decía, ”pues el pop es lo mismo, pero encapsulado…”.

Mike Love no estaba nada convencido de esta nueva dirección. ”Las canciones no están mal… pero… no son nada “beach boy”…, son raras”, decía. El resto, a excepción de Dennis (que estaba maravillado), veían el cambio de rumbo con ciertas reservas.

Una vez más, tiene más de trabajo en solitario que de grupo y Brian vuelve a reclutar a los mejores músicos de sesión de California para recrear sus feels. La famosa Wreckin Crew, un grupo de músicos de sesión de Los Ángeles que tocaron con Elvis, Simon & Grafunkel, Bob Dylan, Frank Sinatra, Phil Spector… Así entre los baterías tenemos además de a Dennis Wilson, a Hal Blaine, Earl Palmer, como bajistas Brian Wilson comparte sus tareas con  la gran Carol Kaye, Larry Knechtel, Ray Pohlman, Barney Kessel y Al Jardine, Carl y Al comparten su puesto en la guitarra con Bill Pitman, Billy Strange, Tommy Tedesco, Ray Pohlman, Glen Campbell, Barney Kessell…, por último, los teclados quedan a cargo de Brian, Don Randi, Leon Russel y Don Raine. Aparte de esto, tenemos marimbas, panderetas, harpas, castañuelas, mandolinas, armónicas, ukeleles, acordeones, vibráfono, timpani, clavicordio y una sección de saxofones con Plas Johnson, Steve Douglas, Jay Migliori. Ahí es nada…

Tomy Tedesco y Carol Kaye

Es este disco empezó a trabajar con los instrumentos como lo había hecho hasta entonces con las voces, uno a uno. Podía dedicar horas a un instrumento y empezar a construir una canción desde una línea de marimba. Esto desconcertó a alguno de los músicos. Tommy Tedesco, un reputado guitarrista de sesión que participaba en la sesión, replicó a Brian:

-”Chico…, estos acordes están mal. No funcionan, tendrás que cambiarlo”
-”Tú tócalo, Tommy”

Como ya le ocurrió a Chuck Britz dos años antes, el bueno de Tommy alucinó cuando, al día siguiente, grabaron una pista nueva sobre la de su guitarra. Sonaba maravilloso. Los músicos de la mayoría de los temas fueron Hal Blaine (batería), Carol Kaye (bajo), Bill Pitman, Tommy Tedesco, Billy Strange

Estamos ante uno de los discos capitales de los años 60. Con “All Sumer Long”, este “Today” y los posteriores “Summer days” y “Pet Sounds” el mito de Brian Wilson y los Beach Boys se justifica. Cuatro obras de arte en apenas tres años. Resulta curioso, y llamó mucho la atención en la época, la forma de repartir el orden de las canciones, concentrándose todas las animadas en la cara A y las lentas y más intimistas en la B.

El disco arranca con una versión del «Do you wanna dance« (enlace) de  Bobby Freeman , quizás el corte más flojo del LP y, sin duda, la canción que menos cohesión presenta con el resto. Dennis la interpreta de forma muy solvente y es probable que fuera una forma de aprovechar el enorme tirón del batería entre las fans. El nivel sube muchos quilates con “Good to my baby” (enlace), pieza pop-rock exquisita con Brian cantando las estrofas, Mike el puente y todo el grupo su adictivo estribillo. Es una de esa canciones que, con una simple escucha, pueden alegrarte un mal día. Sorprende el manto de guitarras (hasta cuatro) que le da “peso” a la canción. Nos acercamos aquí a un sonido mucho más “beatle”, de hecho, incluso el insistente riff de la canción presenta similitudes con el que usaron los Beatles en una canción que no publicaron, ”If you got trouble”.

«Don’t hurt my little sister» (enlace) estaba pensada para las Ronettes de Phil Spector. Brian se la envió a su ídolo y a Spectot le gusto por lo que llamó a Wilson y le propuso participar en la grabación… Brian acudió nervioso y lo primero que le llamó la atención es que el bueno de Phil había cambiado la letra, ahora se titulaba “Things are Changing”.  Alucinado con estar grabando junto a su ídolo, Brian no estuvo fino en la grabación, hasta el punto que el arisco Spector lo echó de malos modos por no saber tocar adecuadamente su canción… Finalmente las Ronettes no la grabaron, pero sí otro de los grupos (menores) de Phil Spector, The Blossoms. Es una canción fantástica, con su genial intro de guitarra Rickenbaker, las animadas estrofas cantadas por Mike y el complejo puente interpretado por Brian arropado por unas fantásticas armonías, para llegar a un estribillo extraño y súper adictivo. Al Jardine se ocupa en esta canción del bajo.

«When I grow up (to be a man)»  (enlace) es de las pocas canciones en las que el grupo está a los instrumentos (de ahí , que fuera interpretada habitualmente en directo) y está compuesta antes de que Brian sufriera su ataque. Fue editada como single y alcanzó el número 9. De nuevo tenemos un notable ejercicio de armonías con una línea melódica más en la línea original del grupo. Destaca el uso del clavicordio que luego usarían profusamente grupos como los Kinks. Buena canción, que además da paso a uno de los momentos álgidos del disco, la fabulosa «Help me Ronda» (enlace). La versión que aparece en el disco es distinta de la que acabaría apareciendo como single (a la que, además, de le añadió una “h” y se tituló “Help me Rhonda” –enlace-), más arropada, con un manto instrumental más denso es menos vibrante que la versión que se editó como sencillo y alcanzó el número 1. Es una canción fantástica que tiene a Al, por primera vez, como voz principal (excelente, por cierto) y en la que Brian experimenta con el control de volumen en la parte final de la canción.

«Dance, dance, dance» (enlace) fue otro hit tras editarse como single y alcanzando el número 8. La intro de rickenbaker augura a los mejores Byrds y el sofisticado arreglo con acordeones, castañuelas etc., da un aire muy original a una canción que es básicamente rock clásico. El hecho de que el grupo fuera quien, en su mayoría, grabó la base instrumental, les permitió hacer muy buenas versiones en directo. Otra canción para la historia.

“Dance Dance Dance” cierra la cara A y es la última canción animada del disco. Al girar el vinilo, entramos en el mundo del nuevo Brian, más reflexivo, mucho más introspectivo…pero igual de genial… o ¿quizás más?

La «cara tranquila» de «Today» se abre con «Please let me wonder» (enlace). Si esta canción no te conmueve, tienes un problema. Una balada emotiva y extremadamente innovadora en cuanto a la instrumentación. Brian vuelve a ponerse el traje de Phil Spector y construye unos arreglos monumentales mezclando sonoridades de instrumentos que, aunque inusuales en el rock, dan un gran resultado. Estamos marcando los pasos que nos llevarán a Pet Sounds. Una canción redonda, sin fisura alguna. Ideal para una melancólica tarde lluviosa, como la versión del «I’m so young» (enlace) del grupo doo-woop The Students, en la que Brian canta maravillosamente.

Con «Kiss me baby» (enlace) llegamos a una de las mejores canciones del disco y de toda la carrera del grupo. Sofisticadísima en la instrumentación. Es un nuevo intento de Brian de superar el Be my baby de Phil Spector. Los arreglos son inverosímiles y extremadamente imaginativos en lo instrumental y las armonías (enlace a versión a capella), siempre maravillosas, cobran un nuevo sentido en esta canción dotándola de un aire melancólico difícil de superar. Una maravilla que Brian dedicó a Marilyn buscando reconciliarse tras una fuerte discusión (”Please don’t let me argue anymore / I won’t make you worry like before…»)

Kiss me baby es una joya y te deja roto, pero aún queda la traca final. «She knows me too well» (enlace), con el angelical falsetto de Brian y la fabulosa guitarra de Carl, es la única canción del disco que no cuenta con músicos de sesión. El grupo se basta y se sobra para grabar una fabulosa canción con unos toques oscuros en algunas armonías que vuelven a ponernos en sobreaviso de lo que nos espera con Pet Sounds.

El gran final llega con la tremenda «In the Back of my mind» (enlace) a la que Dennis le da un toque casi soul. Brian marca claramente de lo que serán las futuras baladas de la banda. Una vez más , Pet Sounds se acerca y este jovencito de 24 años se saca de la manga un disco que brilla con luz propia entre los lanzamientos del momento. Es la primera vez que Brian habla de sí mismo en una canción, para algunos, en esta letra habla de los que podrían ser los primeros indicios de sus problemas psicológicos, que se agravarían, y mucho, con el tiempo.

”…en los momentos felices rompo a llorar,
Porque en la parte de atrás de mi mente tengo miedo”

El disco se edita en Estados Unidos el 8 de marzo de 1965 y, a pesar de no tener a los Beatles por en medio (lanzarían «Help!» en agosto), «sólo» consigue un número 4. De todas maneras, la crítica lo recibió muy bien y Brian tenía claro que este era el camino a seguir.

En lo personal, Brian comienza a dejarse llevar por sus nuevas adicciones. La marihuana, que había sido compañera ocasional en la gestación de “Today” se volvería inseparable a partir de aquí. También empieza a ingerir, de forma casi compulsiva, comida rápida. El resto del grupo no creía adecuado que Brian, su líder, consumiera drogas (en especial Mike era muy intransigente con este tema), así que, con la complicidad de Marilyn, entraron a registrar la casa de Brian cuando éste no estaba.

Cuando Brian llegó a casa, se encontró al resto en el salón y una bolsa llena de marihuana encima de la mesa. Murry, al que los demás habían llamado, también estaba allí. Brian trató de defenderse, pero acabó agachando la cabeza. Le habían quitado la “maría”…, podría comprar más y, de paso, quizás podría probar esa nueva droga de la que le habían hablado…LSD…

Texto: Guillermo Mittelbrunn. 27 de agosto de 2012

THE BEACH BOYS: «All summer long» (1964). (8/10)

Imagen

CARA A

1. I get around (B.Wilson-M.Love)
2. All summer long (B.Wilson- M.Love)
3. Hushabye (D.Pomus-M.Shuman)
4. Little Honda (B.Wilson-M.Love)
5. We’ll run away (B.Wilson-G.Usher)
6. Carl’s big chance (B.Wilson-C.Wilson)

CARA B

1. Wendy (B.Wilson-M.Love)
2. Do you remember (B.Wilson-M.Love)
3. Girls on the beach (B.Wilson)
4. Drive in (B.Wilson-M.Love)
5. Our Favorite Recording Sessions (diálogos)
6. Don’t back down (B.Wilson-M.Love)

Producido por Brian Wilson

Editado en marzo de 1964

Los Beatles seguían arrasando con “The Beatles Second Album” (fusión de las canciones del “With the Beatles” británico con algunos temas aparecidos en EPs y singles) y Brian tenía que reaccionar. Liberado de su padre , al que había despedido como manager, se hizo el amo del estudio. De hecho, como sucedería en sus trabajos hasta 1967, este “All Summer Long”, es casi más un trabajo en solitario de Brian que un disco del grupo: Los Beach Boys, salvo Brian, ya no tocan en el disco; músicos de estudio interpretan nota a nota todos los arreglos que Brian había compuesto. Carl, Mike, Dennis y Al interpretan sílaba a sílaba las melodías que Brian ha escrito y ejecutan sus complejos arreglos vocales. Para rematar, Brian produce también el disco.

El resultado es maravilloso. El disco se abre con la nunca suficientemente elogiada “I get around” (enlace), uno de los clásicos de los años 60 y, por extensión, de la Historia del Rock. Es extremadamente comercial siendo profundamente extraña. Desde sus estrofas sincopadas a ese rarísimo riff que las une, desde las fantásticas armonías al falsetto “bachiano” de Brian en el estribillo. Una maravilla que llevó al grupo al número 1 que, hasta entonces, se les había negado. Esta joya sirve para dar paso a otra perla titulada ”All summer long” (enlace), con su inteligente uso del xilófono (que tanto aprovecharían los Stones en su “Aftermath”) y su sorprendente solo de flauta…, su capacidad de evocación es inigualable, ¿no sois capaces de oler el mar al oirla? Con ”Hushabye” (enlace) (versión de un clásico popularizado por The Mystics a finales de los 50) Brian luce falsetto para locura de sus fans. Con ”Little Honda” (enlace), Brian usa el efecto fuzz en el bajo un año antes de que Paul McCartney lo utilizara en el fantástico “Think for yourself” de George Harrison. ”We’ll run away” (enlace) es una maravilla melódica con la mejor interpretación vocal de Brian hasta el momento. La cara A se cierra con «Carl’s big chance» (enlace), un instrumental que se acerca más al beat británico que a sus antiguas canciones surf…, y es que, como habéis visto, ni rastro de “surf”, “surfin”, “surfers”…

La cara B se abre con ”Wendy” (enlace) con su sorprendente instrumentación –ese solo de teclados- y su inusual progresión de acordes.  ”Do you remember» (enlace) está muy en la línea de los clásicos de Chuck Berry y ”The girls on the beach” (enlace), aunque es preciosa, no deja de ser una especie de reescritura de “Surfer Girl”. El rock vuelve con ”Drive in” (enlace) con Mike llevando la voz cantante, al igual que la fantástica ”Don’t back down” (enlace) donde las armonías vuelven a brillar con luz propia. “Our Favorite Recording Sessions” es un relleno en forma de diálogos de estudio entre los miembros del grupo. Un disco IMPRESCINDIBLE es una discoteca seria.

El disco se edita el 13 de julio de 1964 y es muy bien acogido por crítica y público, ascendiendo hasta el número 4 en la primera semana y con posibilidades de ascenso en listas pero Capitol, en un ejercicio absurdo de canibalismo, edita “Something new by The Beatles” una semana después y alcanza el número 2, perjudicando los intereses de sus dos grupos estrella. Los Beatles habían vuelto a ganar, pero Brian había demostrado estar en gran forma para duelos venideros. No obstante, eran, sin duda, la banda americana del momento y su popularidad va en aumento.

VALORACIÓN GUILLETEK: 8 / 10