
01. Ambulance
02. Out Of Time
03. Crazy Beat
04. Good Song
05. On The Way To The Club
06. Brothers And Sisters
07. Caravan
08. We’ve Got A File On You
09. Moroccan Peoples Revolutionary Bowls Club
10. Sweet Song
11. Jets
12. Gene By Gene
13. Battery In Your Leg
A principios del siglo XXI , la relación entre Damon Albarn y Graham Coxon era prácticamente inexistente. Ambos decidieron dedicarse a sus proyectos personales y a sus vidas personales Damon estaba absorbido por su nueva aventura con Gorillaz y dedicado a su novia Suzi y la hija de ambos, por su parte, Coxon lanzó varios discos en solitario y había tenido con su pareja Anna Norlander a su primera hija, Pepper, en marzo de 2001.
La verdad es que, escuchando los dispares lanzamientos de ambos músicos, no es difícil deducir que sus inquietudes artísticas estaban muy alejadas. Graham y Damon estaban cada vez más distantes, tanto en términos musicales como personales. La lucha de egos en un posible y futuro disco de Blur estaba sobre la mesa. «Blur» (1997) fue el triunfo de Graham en cuanto a sonido -más crudo y orgánico-, y «13» (1999) demostró que Damon quería apostar por una vía distinta, más cercana a nuevas tendencias. Este continuo contraste, presente desde los primeros álbumes del grupo, había sido hasta ahora una de las grandezas de una banda que alcanza un eclecticismo rara vez encontrado en un grupo pop. Albarn siempre fue quien escribió las canciones en Blur, pero Coxon las llenaba de su impronta hasta conseguir ese fantástico sonido que los caracteriza. Pero en la primavera de 2002, fecha en la que el grupo entró al estudio con la idea de grabar un nuevo álbum, esta tensión artística otrora tan enriquecedora se convirtió en un polvorín.
El caso es que la banda se reunión con el productor Ben Hillier -elegido para la ocasión tras trabajar con Blur en su single «Music Is My Radar»- y, desde el principio, Graham empezó a faltar sistemáticamente a las sesiones. Coxon se encontraba en medio de un proceso depresivo y había retornado al consumo de alcohol y drogas que tantos problemas le ocasionaron años atrás y, superado por la situación de tensión y sus adicciones, decide internarse durante 28 días en un centro de desintoxicación cuando apenas habían empezado las sesiones de grabación. El grupo simplemente decidió seguir adelante con Damon liderando la grabación y hacíendose prácticamente con el control del sonido de la banda.
Entre tanto, Graham salió del centro de desintoxicación y se encontró al grupo con el disco muy avanzado. Pero Coxon no estaba bien, faltaba a las sesiones o llegaba borracho y no paraba de discutir con todos los miembros del grupo. «Le dijimos que terminara de curarse que así no podía seguir», recuerda Alex James. Finalmente, a los cinco días de su vuelta, el manager del grupo se reunió con Graham y le dijo que el resto de la banda prefería que no siguiese en el estudio mientras estuviese en ese estado y el guitarrista decidió abandonar el grupo, «Fue como una señal, ya sabes, tenía una hija, estaba dejando de beber y era el momento de dejar el grupo».
Damon, Alex y Dave decidieron no sustituir a Coxon, «nadie puede tocar como Graham, si hay que tocar alguna guitarra lo haré yo», declaró Albarn. Reconvertidos en trío, la banda decide continuar la grabación del que sería el séptimo álbum de estudio de Blur en Marruecos.Con el grupo en Marruecos, William Orbit y Norman Cook (Fatboy Slim) se unieron a Ben Hillier y a los propios Blur como productores de que sería sin duda su disco más arriesgado hasta el momento.
Publicado el 5 de mayo de 2003, «Think Tank» consiguió un número 1 en las listas británicas y su mejor resultado en Estados Unidos (56), país que siempre se les ha resistido. Desde su lanzamiento fue aclamado mayoritariamente por la crítica ( 8/10 en NME, 9/10 en Pitckfock, 9/10 en Spin. 4/5 en Rollingstone y 5/5 en Uncut) y , entre el público hubo división de opiniones en parte motivadas por el cambio sonoro del grupo, la salida de Coxon y el activismo de Damon en contra de la Guerra de Irak…, hay críticos que afirman que «las influencias arábigas patentes en el disco produjeron rechazo entre parte del público conservador americano y británico por motivo del conflicto armado».
Sea como fuere, estamos ante unos nuevos Blur, absolutamente dominados en lo artístico por Albarn, cuyas eclécticas influencias empapan el disco de hetereogeneidad. También destaca la múltiple participación de músicos adicionales y el aumento del peso de Alex y James en el sonido de los temas…, todo ello provocado por la enorme ausencia de Coxon. Y es que estamos ante un disco casi sin guitarras y en el que las líneas de bajo de Alex, los ritmos de Dave y los loops electrónicos cobran especial protagonismo.
El grupo no engaña a nadie y ya desde el primer tema, «Ambulance«, avisan. Digamos adiós a los Blur del britpop, digamos adiós a los Blur influenciados por el indie americano… Ambientes densos y tupidas atmósferas parecen sobreponerse a una melodía que, aunque interesante, queda demasiado relegada como un instrumento más al servicio de la ambientación general. Susto. No obstante, las casi siempre excelentes melodías de Albarn vuelven a cobrar el protagonismo en la fantástica «Out Of Time«, una extraordinaria canción llena de matices africanos, dotada de una melodía soberbia y arreglada de forma tan poco ortodoxa como brillante. Una maravilla que sin duda es una de las mejores canciones de la carrera del grupo y que fue editada como single alcanzando el número 5 en listas. Joya.
Menos brillante resulta «Crazy Beat«, un acelerado tema de guitarra producido por Fatboy Slim que, si bien es una canción más que digna, no sobrevive a la ausencia de Graham ni resiste la comparación con otros temas similares del grupo editados en el pasado. Un buen tema en cualquier caso que también fue editado como single con escaso éxito en Inglaterra pero alcanzando un meritorio puesto 22 en la, siempre hostil para el grupo, norteamérica.
Tiempo para otro single y una de las mejores canciones del disco, «Good Song«, otra maravilla pop de la factoría Albarn que pone sobre la mesa su dominio del género antes de enfrentarnos a la canutera «On The Way To The Club«, un buen corte soportado en la batería de Dave y el bajo de Alex que quizás se recrea demasiado en los efectos y no tanto en la buena melodía de la que hace gala la canción. Una lástima, da la sensación de que podría haber dado más de sí.
La batería de Dave y, sobre todo, el excelso bajo de Alex vuelven a llevar el peso de la negroide «Brothers And Sisters«, una de esas canciones que es difícil imaginar con Graham en el grupo y mucho más cercana a Gorillaz que a los Blur que habíamos conocido hasta la fecha y bastante prescindible, la verdad. Mucho más cercana a los sonidos adelantados en «13» e incluso en «Blur» resulta la cadenciosa y melancólica «Caravan«, otro de los mejores momentos del disco.
En «We’ve Got a File On You» es un breve tema de raigambre punk en el que, como ocurre con «Crazy beat» volvemos a echar de menos las guitarras de Graham y, a pesar de que los sonidos arábigos suenan curiosos se queda en poca cosa. Más interesante resulta la animada «Moroccan Peoples Revolutionary Bowls Club» que, a pesar de sus horribles arreglos de sintetizador, resulta entretenida. De nuevo, mucho más Gorillaz que Blur.
Y así llegamos a la que, junto a «Out Of Time» y «Good Song», es lo mejor del disco: la sobresaliente «Sweet Song«, una hermosísima canción que Damon reconoció haber escrito «mientras miraba fotos de Graham» y en la que Albarn se desnuda ante su amigo con versos como «soy un alma oscura, lo mío es el pop y el oro, nuestras vidas estaban en la televisión y tú la apagaste e intentas dormir (…) creo que así es como deben ser las cosas, espero que tú sientas lo mismo (…) Nunca quise hacerte daño, pero necesitamos tiempo, así que me alejaré lentamente. Ahora que parece que todo se ha hecho pedazos espero poder ver las cosas buenas que hay en ti. Vuelve, yo siempre creí en ti». Una canción de una belleza sólo al alcance de un reducido grupo de genios entre los que sin duda se encuentra Damon Albarn. Preciosa. «Para mí es como un hermano y es extraño seguir adelante sin él» declaró Albarn en RADIO1.
Después de semejante intensidad emocional, «Jets» se convierte en una suerte de jam session que destensa el ambiente si bien poco aporta más allá del excelente solo de saxo jazzy que aparece al final de la canción. La recta del final arranca con «Gene By Gene«, otro tema muy Gorillaz pero bastante aprovechable, antes de llegar a «Battery In Your Leg«, la única canción del disco en la que aparece la guitarra de Graham y una emocionante balada que resulta ideal para terminar el disco.Y esto es «Think Tank», un buen disco de un grupo compuesto por Damon Albarn, Alex James y Dave Rowntree pero que, sin Graham Coxon, no terminan de ser Blur. Con todo tiene canciones soberbias y la mayoría del álbum está a la altura del grupo.
VALORACIÓN GUILLETEK: 7/10