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había anunciado que su nuevo single, «Roll With It» adelanto de su segundo trabajo de estudio, sería publicado el 14 de agosto de 1995. El single de Blur, «Country House«, tenía fecha de edición a finales del mismo mes sin embargo, y tras una conversación de Albarn con la discográfica, la fecha del nuevo sencillo de los londinense se adelantó al mismo día en el que estaba anunciado el single de Oasis. La batalla estaba servida.
El caso es que los victoriosos Blur editaron su nuevo LP, The Great Escape, el 11 de septiembre de 1995. Habían ganado la batalla del Britpop, pero aún lo guerra y este debería ser el disco que confirmara su hegemonía entre las bandas británicas. Con «Country House» en el nº1, el nuevo álbum de Blur tenía todas las «excusas» para ser un éxito. El nivel que habían alcanzado con «Parklife» era muy alto y, además, la comparación con el nuevo álbum de Oasis iba a ser obligada.

01. Stereotypes
02. Country House
03. Best Days
04. Charmless Man
05. Fade Away
06. Top Man
07. The Universal
08. Mr. Robinson’s Quango
09. He Thought Of Cars
10. It Could Be You
11. Ernold Same
12. Globe Alone
13. Dan Abnormal
14. Entertain Me
15. Yuko & Hiro
De nuevo bajo la batuta de Stephen Street, «The Great Escape» (1995) podría haberse titulado perfectamente «Parklife II», puesto que es una continuación de los valores, ambientes sonoros y estilos del LP de 1994. En palabras del propio productor, «Parklife tomó vida por sí mismo. Seis, siete y ocho meses después todavía estaba en el Top 10. Recibí una llamada al poco de terminar Parklife diciendo: “¿Estás listo para hacer el siguiente?” Great Escape siempre pareció como un álbum extraño en el sentido que ellos aún estaban promocionando Parklife. Ese álbum no había muerto del todo y aún tenía cuerda. Otros grupos habrían esperado para que el disco siguiese su curso, lo que podría haber sido más sensato, pero Damon en particular es tan prolífico que no pudieron quedarse quietos y quisieron aprovechar el momento»
«Modern life is rubbish», «Parklife» y «The Great escape» conformaron una trilogía que, a nivel lírico caricaturizaba la sociedad británica de fin de siglo, así que Damon volvió a utilizar esencialmente la tercera persona para sus narraciones y descripciones de personajes que ejemplificaban distintos arquetipos que quiso retratar.
Este álbum no supone una gran evolución en el grupo -hasta ahora cada disco había supuesto un giro estilístico-, sino una consolidación. Como reflexionó el bajista Alex James, «era un poco lo mismo…, de hecho no tengo la sensación de haber parado entre un disco y otro…, fue todo muy seguido. Pero en éste todo era más elaborado, más orquestal, más teatral, y las letras eran aún más retorcidas… Todos los personajes eran disfuncionales, ya sabes, jodidos inadaptados». Es obvio que Albarn estaba muy contento con los resultados de «Parklife» y, en gran medida, pretendió repetir muchas de las fórmulas que tan bien le habían funcionado, hasta el punto que muchas canciones del nuevo álbum parecían ser la réplica a los mayores éxitos de «Parklife». De esta forma, no es fácil establecer puentes entre el dance pop de «Girls & Boys» y el de «Entertain Me», el jovial pop de «Parklife» y «Country House» o la grandilocuencia romántica de «To The End» y «The Universal». No obstante, a pesar de dicho inmovilismo, algunas canciones comienzan a mostrar ambientes mucho más reflexivos y parecen adentrase en algunos de los caminos a los que se dirigiría el grupo años después.
Como es habitual en los discos del grupo, la primera canción del álbum es un pelotazo y, en esta ocasión, el honor es para «Stereotypes«, una suerte de pop-punk-pseudo electrónico cuya teatralidad y atractivo sonido la convierten en una excelente canción de arranque. Es el tema que Coxon quería utilizar como single de adelanto un lugar de la comercialoide «Country House» y que finalmente fue lanzado como tercer sencillo del disco con un éxito razonable (número 3). Muy buena canción.
parte final), pero dista de ser una gran canción. Es agradable, melódica, extraordinariamente pegadiza y comercial. Coxon fue bastante crítico con el tema y, sobre todo, con su videoclip en el que estuvo a punto de negarse a participar, «parecía un episodio de Benny Hill», dijo el guitarrista. Con todo, su primer número 1, un gran éxito a pesar de ser uno de los temas menos notables de un grupo sobresaliente. Un peligroso acercamiento a la música de masas que alejó a muchos fasn históricos del grupo y atrajo a millares de féminas preadolescentes. Miedito. Como dijo Alex «Blur se convirtió en propiedad pública» y tenían la sensación de que se iban hacia el mainstream.
insustancial. No es para nada un mal tema pero tampoco es nada destacable, del montón. Todo lo contrario que ocurre con la colosal «The Universal«, una grandísima canción con sabor a clásico de todos los tiempos. Absolutamente todo en ella es
enorme y fantástico: la excelsa melodía, los arreglos orquestales, los coros femeninos, la fantástica voz de Damon e incluso su sobresaliente videoclip homenajeando a la «Naranja Mecánica» de Kubrick. Una maravilla, una joya de todos los tiempos, un tema perfecto que obtuvo un número 5 en listas.
estilístico que se está produciendo en la banda y que de no ser por el «momentazo britpop» seguramente hubiera sido más explotado en este disco . Blur está madurando y empiezan a querer buscar nuevas vías, la letra deja la caricatura social para hablar de temas más personales y el sonido es mucho menos jovial. De una tristeza extremadamente bella y conmovedora, vuelve a recordarnos que, a pesar de sus coqueteos con el mainstream, estamos ante uno de los mejores grupos de pop de toda la historia. Enorme melodía y excelente producción. Otra joya.
un gran álbum que , como hemos comentado, fue respaldado por crítica y público.
Great Escape», el álbum comenzó a venderse de forma espectacular y alcanzó rápidamente el número 1… Oasis vendió 4.500.000 millones de discos en Inglaterra por los 900.000 de Blur. Como dijeron algunos medios «Blur ganó la guerra del Britpop…, pero Oasis ha ganado la guerra».Vista la situación, era hora de afrontar la aventura americana. Los Blur de 1995-1996, ya estaban cansados de la «gloria británica» (sobre todo Coxon) y tenían intención de aspirar al mercado yanqui. El éxito de «The Great Escape» en Inglaterra les permitía llegar a Estados Unidos como la «última sensación
británica». La idea era programar una gran gira que serviría de promoción. Sin embargo, Blur sólo consiguió atraer al mercado anglófilo pero ni siquiera despertaron la curiosidad del americano medio (más rockero). La música de Blur era extremadamente británica y, aunque «The Great Escape» fue el primer disco de Blur en llegar a los charts americanos (nº150), apenas vendieron 200.000 copias y su visita pasó bastante desapercibida.
El desencanto de Blur aumentó cuando contempló como sus «rivales» Oasis no sólo conseguieron un mayor éxito, sino que también lograron vender 4.000.000 de álbums y alcanzar el número 1 en Estados Unidos. Blur era un grupo de moral frágil (recordad sus primeros tiempos), pero habían madurado como personas y no se lo tomaron de la misma forma. Su estancia en USA les sirvió para empaparse de las nuevas tendencias indies americanas. Graham ya era un amante del panorama alternativo americano y Damon, músico inquieto por naturaleza, comenzó a interesarse por estos sonidos hasta el punto de declarar que «la música británica ya no me interesa en absoluto. Ya está todo hecho»
El final de la «Guerra del Britpop» se escenificó en la ceremonia de los Brits con Oasis recibiendo todos los premios (Mejor Grupo, Mejor Disco y Mejor Video) y parodiando, son su habitual elegancia, el Parklife de Blur sobre el escenario… «Shite-Life» («vida de mierda») cantaron… Oasis había ganado definitivamente la guerra.
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 22 de diciembre de 2013



las más sobrias «British Images 1 & 2» del LP anterior, el cuarteto pasó a presentarse como una especie de mods de fin de siglo combinando prendas genuinamente británicas con distintas marcas deportivas europeas. Una imagen mucho más actual y que les alejaba del peligro del excesivo revisionismo del que podía pecar «Modern Life».



sobresaliente producción de Stephen Street quien, junto a la gran guitarra de Coxon y las fantásticas armonías, consigue elevar aún más un tema ya de por si inconmensurable. Un clásico del grupo que no tuvo mucho éxito en su edición como single (número 19) pero que adquiría dimensiones catárticas
de la película «Quadrophenia» (basada en la opera-rock pro mod de los Who), resulta completamente atemporal. Desde luego no estamos ante ninguna súper melodía y seguramente sí ante uno de los temas más simplones del disco, pero eso no la hace menos infecciosa e irremediablemente adictiva. Una vez más el productor Stephen Street acierta dando la forma adecuada a otra gema pop de Damon en la que destacan no sólo las buenas guitarras rítmicas de Graham sino también las labores de éste como saxofonista. De nuevo un himno que mereció el premio Brit a la «mejor canción de 1994» a pesar de no haber pasado del «Top 10» en su edición como single.

absolutamente maravillosa y una de las mejores interpretaciones vocales de Damon en su carrera. Otra joya para el cofre del tesoro.
Mucho más relajada resulta «
absolutamente sobresaliente. Su cadenciosa y tristona melodía te transporta a un lugar desde el que sólo puedes felicitarte por haber tenido la suerte de disfrutar de semejante monumento melódico. La última joya de un disco que se despide con «
trono, una banda de cinco malencarados mancunianos que afirmaban ser directos herederos de los Beatles y que habían debutado con un notable álbum titulado «Definitely Maybe»…, Oasis…
merecemos estos premios tanto como Oasis» y Noel Gallagher afirmaba que «si yo tuviera 16 años creo que me molarían tanto Oasis como Blur».
rtridge como productor pronto se torcieron. Damon y especialmente Graham eran devotos admiradores de XTC, la banda de Partridge y Moulding, pero la cosa no cuajó. Parece que Partridge se empeñaba en hacer que sonasen de una forma demasiado similar a su ex-banda. No obstante, han quedado testimonios sonoros de las sesiones que demuestran que la dirección que Partridge pretendía dar al grupo era más que interesante. No hay más que escuchar las versiones de «
que pretendía reivindicar lo británico frente al «invasor americano». No obstante mucho medios la tacharon de excesivamente nacionalista e incluso xenófoba y decidieron distribuir una versión mucho más tradicional e inofensiva de su visión de lo británico. De esta forma la «British Image nº2»
, mostraba al grupo con aires aristocráticos dispuestos a una velada en torno a una taza de té.
nexos de unión entre ambos álbumes son prácticamente inexistentes. Sensación que se acrecenta al escuchar la nunca suficientemente ponderada «
incorporando instrumentos conforme su tempo avanza irremediable hacia el desmadre punk que precende a «
Damon Albarn nació el 23 de Marzo de 1968 en el este de Londres. Recibió influencias musicales de su padre -que fue miembro de un grupo de los 60- desde muy pequeño. Sus padres, hippies convencidos, tuvieron una gran influencia en el amor del pequeño Damon por el arte en general. Cuando tenía 6 años se trasladaron a Essex y, en 1979, empezó a asistir a la Stanway Comprehensive School, donde no encajó muy bien. Al estar más interesado en la música que en la chicas, los compañeros de clase le apodaron «gay-boy» y se convirtió en un muchacho solitario e introvertido.
joven Coxon era tan reservado como Damon, por lo que conectaron de inmediato. A ambos les gustaba la música pop, especialmente los clásicos The Beatles, The Kinks y The Who, así como The Jam, Madness y XTC. No obstante, en 1987 se separaron cuando Albarn se mudó a Londres.
El nuevo grupo se llamó Seymour, tomando el nombre de la novela de Salinger «Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción» (1963), y comenzaron a dar conciertos en el verano de 1989. La «buena pinta» del grupo y su buen hacer sobre el escenario, hicieron que un cazatalentos de la compañía independiente Food Records se fijara en ellos. Andy Ross, que así se llamaba el tipo de Food, les aconsejó que cambiaran inmediatamente de nombre. Tras barajar nombres como The Shining Path, Sub, Whirlpool o Sentisise, Damon, Graham, Alex y Dave firmaron con Food Records como… Blur… Estamos en 1990.
debut de los Stone Roses. La canción alcanzó un meritorio número 48 en las listas de singles y el NME lo consideró «Single de la Semana».
El disco, producido por Stephen Street (tras su notable trabajo con The Smiths), Steve Lowell y Michael Thorne, se publicó el 27 de agosto de 1991 alcanzando un nº 7 en las listas británicas. El LP se vendió razonablemente bien arrastrado po el éxito de «There’s no other way» y de una excelente campaña de marketing basada en el atractivo físico de Damon y Alex.
psicodélica te atrapa desde la primera escucha y pone a las claras que estos imberbes jovencitos tenían que decir algo en esto de la música. Y así llegamos a la excelsa «
tipo de propuestas. La oscura y notable «
posmoderno». En un sentido creativo, el single fue un punto de inflexión para la banda musical, «Fue un gran cambio, un disco muy, muy Inglés», dijo Albarn, pero su fracaso comercial (número 32) hizo que los directivos de Food empezaran a preocuparse… No obstante, tal y como estaba programado, la banda comenzó una gira norteamericana.
Los medios británicos estaban deseosos de contrarrestar el estallido del grunge. Todas las miradas se dirigieron hacia el rock alternativo y el indie rock que se estaba haciendo en Norteamérica y las listas de éxitos se llenaron de grupos americanos. Los jóvenes ingleses mostraban más interés en lo que se hacía al otro lado del Atlántico y eso era una afrenta para la industria musical británica, acostumbrada a llevar la batuta en las nuevas tendencias del pop y el rock. Así que, con los Stone Roses en un misterioso retiro, la prensa musical se lanzó a buscar a un grupo que hiciera frente a la amenaza yanqui. De esta forma, cuando Suede publicaron su primer single en mayo de 1992, la crítica se rindió a sus pies. “
que era novia de Anderson, estaba liada con Damon. No obstante el peor momento para Blur llegó cuando ambos grupo compartieron escenario. Suede realizó una estupenda actuación y Blur, borrachos como cubas, hicieron el más absoluto ridículo.
celebrar su herencia británica y convertirse en los paladines en la lucha contra la invasión musical estadounidense. Damon le presentó a los directivos de Food, fotografías con la nueva imagen del grupo bajo el título de «British Image 1», una reinvención y puesta al día de la estética mod. En las mismas reuniones, Albarn presentó parte del nuevo material y solicitó al genial líder de los fantásticos XTC, Andy Partridge, como productor. David Balfe, presidente de Food, no quedó muy convencido, pero decidió dar su visto bueno al proyecto.