THE WHO. Capítulo 1 (1944-1965). Los Comienzos. «My Generation»

Peter Dannis Blanford Townshend nació el 19 de mayo de 1945 en Chiswick, Londres. Su padre era músico militar y tocaba el saxofón y el clarinete. Pete encontró comprensión en su familia cuando comenzó a tener inquietudes musicales, no obstante sus penurias económicas les impidieron comprarle una guitarra hasta los 12 años.

Con las llegada del rock, Pete, comienza a obsesionarse con la música y utiliza la guitarra como un medio para vencer sus tremenda timidez. «Yo era el típico feo y callado… pero se puede ligar mucho cuando sabes tocar la guitarra».

Antes de tocar la guitarra, Pete había hecho sus pinitos con el banjo, tocando con un buen amigo del colegio: John Entwistle. John Alec Entwistle nació el 9 de octubre de 1944 en Chiswick, Londres. John se interesó muy pronto por el jazz y el dixieland. Comenzó a tocar la trompeta y a convertirse en un estudioso de la música. Cuando conoció a Pete comenzaron a tocar juntos especialmente influenciados por sus «elitistas» gustos, así que Pete tocaba el banjo y John la trompeta, en lo que pretendía ser una banda de dixie.

Pero Pete estaba cada vez más interesado en el rock y propone a su amigo montar un grupo. Él sería el guitarrista y John tocaría el bajo. Reclutaron a un par de amigos más y comenzaron a hacer versiones de los Shadows y cosas por el estilo.  Un día, John se encontró por la calle a un gamberro que conocía del colegio (había sido expulsado varias veces), éste se dirigió a John y le dijo: «Oye, me han dicho que tocas el bajo… yo tengo un grupo… si lo haces bien deja a esos tarugos y vente conmigo…mañana te espero». John pasó la audición y se llevó a Pete con él. De esa forma John y Pete pasaron a formar parte de la banda de ese hooligan colegial, cuyo nombre era Roger Daltrey…

Roger Harry Daltrey nació el 1 de marzo de 1945 en Hammersmith, Londres. Desde niño fue un crio «difícil». Conflictivo y agresivo, iba de pelea en pelea y de expulsión en expulsión. Roger se adentró más en el mundo de la música por su interés en el ligue y la diversión, que por la música en sí. Roger era, por aquel entonces, mejor guitarrista que Pete, así que hacía las veces de guitarra solista. Pete tocaba la rítmica, John el bajo y completaban la banda Doug Sanden (batería) y Colin Dawson (voz). ¿El nombre?, THE DETOURS.

El grupo funcionó bien desde el principio y pronto estaban actuando cinco veces por semana en el circuito de pubs. No obstante, aún debían sucederse muchos cambios… Roger estuvo pronto celoso del protagonismo de Colin (el cantante) y decidió que él lo hacía mejor. Esto provocó la salida de Dawson de la banda e hizo que Pete adquiriera el papel de guitarra solista.

Su repertorio se basaba esencialmente en versiones de los Beatles y en algo de Blues y R&B influenciados por los gustos de John. Poco a poco, The Detours comenzaron a adentrarse más en el R&B y en el blues y empezaron a tener cierto nombre en los circuitos de pubs.

En esto Helmut Gordon y Peter Meaden se fijaron en ellos. Gordon y Meaden eran dos hombres de negocios que trataban de repetir el modelo de Brian Epstein con los Beatles. Estuvieron siguiendo al grupo y pronto vieron que Doug (el batería) no encajaba. Estuvieron buscando y encontraron a un chaval que tocaba en un banda surf’: Keith Moon.

Keith Moon nació el 23 de agosto de 1947 en Wembley, Londres. Se interesó pronto por la música y siempre demostró predilección por la batería. El estilo de música le daba más igual siempre que pudiera armar follón, hacer redobles imposibles y, por supuesto, destrozar la baterá al final de cada show. A Pete, Roger y John les pareció un po curioso y les pareció buena idea que se uniera a la banda. Todo estaba hecho, pero quedaba un último cambio: el nombre. Peter Meaden decidió que se llamarían THE HIGH NUMBERS, y así lo hicieron.

Gordon puso el dinero, Meaden las ideas y las canciones y en 1964 firmaron un contrato con Phillips. Ese mismo año publicaron su primer single «Im the face» / «Zoo suit«, dos canciones de Peter Meaden. Rythm and Blues blanco, bastante insustancial y muy en la línea de los Yardbirds o los primeros Stones. No era gran cosa, pero era un comienzo.

El single no tuvo ninguna repercusión. No obstante el hábil Meaden, dio un nuevo giro de tuerca sugiriendo a la banda que cambiaran su estética hacia la moda mod. Una nueva corriente que no tenía unos representantes musicales. Quedaba un hueco, y Meaden intentó ocuparlo con los High Numbers.

El grupo ganó mucho en fama, su estética mod, las locuras de Moon y la chulería de Daltrey formaban un cóctel explosivo difícil de rechazar. «Alguien nos cortó el pelo y nos dijo: «sois mods», ah, vale pues seremos mods… aunque igual nos daba una cosa que otra» declaró Roger Daltrey en una entrevista reciente.

Los High Numbers se habían hecho un hueco y pronto llamaron la atención de Kit Lambert y Chris Stamp, managers y productores musicales profesionales (el primero trabajaba con los Kinks). Cuidaron su imagen y aprovecharon su tirón «mod», les indicaron cómo comportarse en un escenario y trabajaron su actitud.

A ninguno de sus dos nuevos managers les gustaba el nombre de «The High Numbers», ni al grupo tampoco. Pete y John querían otro nombre desde hace tiempo, siempre les había gustado uno en especial: THE WHO.

Con nuevo nombre, y una vez elegido el exitoso Shel Talmy como productor (el mismo que los Kinks), los Who entran en el estudio para grabar en esta ocasión una composición original de Pete Townshend que editarían en el subsello de DECCA, Brunswick . Su primer single: «I can’t explain» / «Bald headed woman«

«I can’t explain»  es un acertado intento de repetir el éxito de «All day and all of the night» de los Kinks. Sigue el mismo patrón con un riff machacón y una melodía supervitaminada con la que Pete demuestra desde muy pronto sus capacidades como compositor de éxito. Jimmy Page, el que luego fuera guitarrista de Led Zeppelin, está tras la guitarra y los coros corren a cargo de Ivy League. Estos primeros Who estaban bastante verdes y necesitaban la ayuda de músicos de estudio. La cara B es un standard modernizado con Page una vez más a la guitarra.

El single se publicó en enero de 1965 y consiguió un meritorio nº45 en un mercado absolutamente dominado por los Beatles. No obstante el grupo no consiguió «hacer ruido» hasta su aparición en el programa musical READY STEADY GO en el que, tras interpretar el tema, Pete y Keith destrozaron la guitarra y la batería al grito de «Maximun Rhytm and Blues!», Pete Townshend comenzó a hacer su ya clásico «Molinillo» ante una audiencia sorprendida… Automáticamente la canción pasó directamente al nº8.

El grupo quiso aprovechar el filón, e inmediatamente sacaron su segundo single como The Who: «Anyway, Anyhow, Anywhere» / «Daddy Rolling Stone«. El single se editó en abril de 1965 e insistía en la fórmula inagurada con «I can’t explain», «Anyway, Anyhow Anywhere» es de nuevo una canción muy «Kinks» en la que ya comienza a destacar la singular e incenciaria forma de Keith al  tocar la batería. La canción fue compuesta por Pete y Roger, en su primera y última colaboración, Pete recuerda: «Escribí el primer verso y Roger me ayudó con el resto. Fui inspirado escuchando a Charlie Parker, sintiendo que realmente era un espíritu libre, y todo lo que había hecho con las drogas, el alcohol y todo lo demás, su forma de tocar liberó su espíritu, y yo quería ser así, quería escribir una canción sobre eso, una canción espiritual». La canción alcanzó un número 10 en listas aumentando el peso del grupo en el mundillo musical.

Los Who se confirmaron con este segundo single y se preparaban para sacar al mercado uno de esos temas que aglutinan a una generación, un himno, una de esas canciones que sobreviven a modas y se convierten en clásicos: una canción titulada «My Generation»

El single «My generation» / «Shout and Shimmy» se editó el 20 de noviembre de 1965. La lírica de la canción invitaba al hedonismo y al orgullo y la satisfacción del hecho de ser joven. La mítica frase «Hope I die before get old» («espero morir antes de llegara a viejo») fue el resumen ideológico de gran parte de una generación que tenía como único sentido vital la música y la juerga.  Era posiblemente el single más duro y potente que se había grabado en Inglaterra hasta la fecha. Roger tartamudea al cantar imitando los efectos que en el habla producen las anfetaminas, la batería es salvaje al igual que la guitarra, y nos encontramos con los primeros solos de bajo del rock. Una joya del rock que directamente alcanzó el nº2 en Inglaterra pero que en USA no pasó del 74.

Eran un grupo de éxito. Tras el single «My Generation», Los Who ya eran un grupo con nombre. Habían calado en la opinión pública y su imagen de grupo «políticamente incorrecto» tenía un gran tirón entre los más jóvenes.  Parecía el momento ideal para sacar un primer «disco grande»´, así que, bajo el sello DECCA y con la producción del inefable Shel Talmy, entraron al estudio a grabar su primer álbum

MY GENERATION
Out in the Street (Pete Townshend)
I Don’t Mind (James Brown)
The Goods Gone (Pete Townshend)
La La La Lies (Pete Townshend)
Much Too Much (Pete Townshend)
My Generation (Pete Townshend)
The Kids are Alright (Pete Townshend)
Please, Please, Please (James Brown)
It’s Not True (Pete Townshend)
I’m A Man (McDaniel)
A Legal Matter (Pete Townshend)
The Ox (Townshend/Moon/Entwistle/Hopkins)

Con este disco, editado el 3 de diciembre de 1965, el grupo pretendió alargar el tirón del exitoso single «My Generation» . El LP  es sobre todo una sucesión de singles que acompañan al título principal. Es un disco sencillo, vitalista, directo y sin más pretensiones. Bien ejecutado, sobre todo a nivel instrumental (apoyados por el inefable pianista de sesión Nicky Hopkins), es un sorprendentemente buen disco especialmente tratándose de un disco de debut.

El disco se abre con la potente obra de Pete Townshend «Out In The Street«, uno de los mejores temas del álbum, muy en la línea negra del movimiento mod y cercana al R&B.  Con la versión del «I Dont Mind» de James Brown, el dísco se tiñe aún más de R&B. Esta línea estilística se matiza con la poco convencional y disfrutable «The Goods Gone«, otra composición de Pete.

Con «La La La Lies«, también compuesta por Pete, el grupo da un giro hacia el pop más comercial con escaso éxito comercial -fue lanzado como single y no consiguió entrar en listas-, pero con considerable mérito artçistico. La línea pop se mantiene en «Much To Much«, otra composición de Townshend.  Bien ejecutado y con unas composiciones propias bastante prometedoras, el disco avanza al ritmo del talento creativo de Pete Townshend quien, aunque muy lejos del nivel que exhibiría en el futuro, comienza a apuntar maneras. La cara A concluye con la incendiaria y tremebunda «My generation» , clásico del rock de todos los tiempos que ya había sido editada con anterioridad y se incluye en el LP como reclamo comercial.

Las cosas empiezan a mejorar, y mucho, con la maravillosa «The Kids Are Alright«, uno de sus momentos álgidos del LP. Gran tema pop de Pete con maravillosas armonías vocales y un fabuloso trabajo instrumental en el que ya destacan sobremanera las heterodoxas formas de Keith Moon sobre los tambores.
Con «Please Please Please«, vuelven a rendir tributo a su héroe James Brown, con buenos resultados. Con «It’s Not True» Townshend construye otro tema a medio camino entre el R&B y el pop en el que, de nuevo, destacan los locos redobles de Moon. Una nueva versión, en esta ocasión del «I’Am A Man» de McDaniel da paso a una canción en la que Pete Townshend roza el plagio: «A Legal Matter«, demasiado parecida al «The Last Time» de The Rolling Stones. La primera canción que el propio Pete canta en el disco y que fue editada como single con escasa repercusión. El disco concluye con «The Ox«, una jam instrumental acreditada a Pete, John y Keith así como al pianista de sesión Nicky Hopkins en la que, como no podría ser de otra manera, Keith Moon destaca sobre el resto.
En Estados Unidos, el disco se editó con portada y título distintos -«The Who Sings My Generation«- asó como un tracklist diferente. Se eliminó «I’Am A Man» por su «alto contenido sexual» y se introdujo la fantástica y pre-psicodélica «Instant Party«, que en Europa había sido editada como la cara B del single «A Legal Matter»
En resumen un meritorio trabajo de debut (salvo tres canciones todas son composiciones de Pete) que tuvo poca repercusión en Inglaterra y nula en USA. No obstante, todo hacía anunciar la llegada de mejores tiempos.

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 30 de junio de 2013.

THE KINKS: “Everybody’s in showbiz, everybody’s a star” (1972). ( 6,5/10 )

“Everybody’s in showbiz, everybody’s a star”
Agosto de 1972

DISCO DE ESTUDIO
01. Here comes yet another day
02. Maximum consumption
03. Unreal reality
04. Hot potatoes
05. Sitting in my hotel
06. Motorway
07. You don’t know my name (Dave Davies)
08. Supersonic rocket ship
09. Look a little on the sunny side
10. Celluloid heroes

DISCO EN DIRECTO
01. Top of the pops
02. Brainwashed
03. Mr. Wonderful (L. Holofcener-J.L. Block-G.D. Weiss)
04. Acute schizophrenia paranoia blues
05. Holiday
06. Muswell hillbilly
07. Alcohol
08. Banana boat song (L.Burgie-W.A. Attaway)
09. Skin and bone
10. Baby face (H.Akst-B. Davis)
11. Lola

El primer disco, el de estudio, es un buen trabajo. En absoluto está al nivel de sus mejores discos y parece estar compuesto más con idea de tener una “excusa” para salir de gira que como un esfuerzo serio de mantener el nivel exhibido en “Muswell Hillbilies”. No obstante, el LP tiene gemas del nivel de la estupenda Sitting in My Hotel Room” (enlace), “Supersonic Rocket Ship” (enlace), o la grandilocuente “Celluloid Heores” (enlace) que hacen que merezca la pena dedicarle una escucha detenida. Es uno de esos disco que tiene tantos grandes defensores como detractores. A mí, no me parece demasiado interesante pero no me parece malo en absoluto.

En cuanto al disco en directo, corresponde a grabaciones de sus actuaciones del 2 y 3 de marzo de 1972 en el Carnegie Hall de Nueva York y es muy disfrutable. Ray se muestra muy seguro y teatral al micrófono.

El disco funcionó razonablemente bien para la poca promoción de la que disfrutó y alcanzó un puesto 70 en listas americanas. En Inglaterra, “Supersonic Rocket Ship”, editada como single, sería su último Top-20 en muchos, pero muchos años.

 

VALORACIÓN GUILLETEK: 6,5/10

THE KINKS. The Kinks Kontroversy (1965). (7,5/10)

01. Milk cow blues (J.Estes) 02. Ring the bells 03. Gotta get the first plane home 04. When I see that girl of mine 05. I am free 06. Till the end of the day 07. The world keeps going round 08. I’m on an island 09. Where have all the good times gone? 10. I’ts too late 11. What’s in store for me 12. You can’t win

Producido por Shel Talmy

 

Sin poder considerarse una obra maestra , este álbum sí hace justicia al talento de Ray Davies quien compone todas las canciones salvo «Milk cow blues» del bluesman Sleepy John Estes y «I am free«, escrita en una línea muy dylaniana por Dave en su debú como compositor.

Las letras son muy superiores a la de sus anteriores trabajos, y la música comienza a llenarse de matices ajenos al R&B de sus primeros trabajos. Se pueden encontrar toques soul en temas como «The world keeps goin’ round» (enlace), de sugar-pop en «When I see that girl of mine» (enlace), incluso juguetean con ritmos calypso en «I’m on an island» (enlace).

Se muestran más sosegados en general y su música, aunque aún muy juvenil, resulta más madura. Buena prueba de ello es la fantástica balada «Ring the bells» (enlace). Aún con todo, los temas más representativos seguían siendo sus singles y «Till the end of the day» (enlace) y «Where have all the good times gone» (enlace) destacan sobre el resto.

 

VALORACIÓN GUILLETE’S: 7,5 /10

THE KINKS. «Kinda Kinks» (1965). (6/10)

01. Look for me baby 02. Got my feet on the ground 03. Naggin’ woman (Lazy Lester) 04. Nothin’ in this world can stop me worryin’ ‘bout that girl 05. Wonder where my baby is 06. Tired of waiting for you 07. Dancing in the street (Stevenson-Gay) 08. Don’t ever change 09. Come on now 10. So long 11. You shouldn’t be sad 12. Something better beginning
Producido por Shel Talmy

Ray acapara ya casi todo el repertorio del disco, excepto dos cancione: «Naggin’ woman«,  un buen blues de Lazy Lester genialmente interpetado, y el clásico de la Motown, «Dancing in the street«. No obstante, el álbum, resulta decepcionante. No es malo ni mucho menos, pero es un disco de blues y R&B y no continúa la progresión que anunciaba el estupendo «Tired of waiting for you» que había sido publicado meses antes. Aún así, consiguió un meritorio nº3 en Inglaterra y un desastroso 69 en USA (donde estaban vetados en los States al parece porque Ray le pegó un puñetazo al director de la federación de músicos americanos).

El talento de Ray se deja sobre todo en «Tired of waiting for you«, pero hay otros temas muy interesante como «Nothin’ in this world can stop me worryin’ ‘bout that girl« (enlace), la íntima «So long» o la poppie «Don’t ever change« (enlace). 

Se puede esperar mucho más de los Davies y compañía, y no tardarán en demostrarlo, los siguientes singles de los Kinks supondrían el espaldarazo definitivo a la banda y el de Ray como compositor de canciones. Eso sí, la asignatura del álbum seguiría pendiente.

VALORACIÓN GUILLETEK’S: 6 / 10

THE KINKS. «Percy» (1971). (5/10)

01.God’s children 02. Lola -instrumental- 03. The way love used to be 04. Completely 05. Running round town 06. Moments 07. Animals in the zoo 08. Just friends 09. Whip lady 10. Dreams 11. Helga 12. Willesden green 13. God’s children-end

Producido por Ray Davies. Editado en Marzo de 1971

El director cinematográfico Ralph Thomas tenía pensado llevar a la gran pantalla la novela de Raymond Hitchcock “Percy”. Es la sorprendente historia de cómo un tímido y poco exitoso muchacho sufre un sorprendente accidente: un hombre desnudo le cae encima desde un rascacielos con tan mala suerte que, con el candelabro que llevaba en la mano, le mutila el pene. Los médicos deciden trasplantar el pene del hombre que se precipitó desde el rascacielos en el mutilado joven. La novela versa sobre las aventuras del joven y su nuevo pene con las múltiples amantes que tenía el accidentado. Thomas quería una banda sonora pop para el disco y rápidamente se le vinieron los Kinks a la cabeza. De esta forma, Ray Davies se dispone a escribir las canciones para tan bizarro argumento.

El disco es una correcta (sin más) banda sonora que no tiene un dos o tres momentos sobresalientes, como la fantástica “Moments (enlace), “Dreams” (enlace) o la instrumental de aires españoles “Helga” (enlace). Otras canciones reconocibles del álbum son la correcta “God’s Children” (enlace) y la más interesante “The way love used to be” (enlace)  con Ray, un piano y un cuarteto de cuerda atacando una sencilla melodía que recuerda a alguna de las baladas de los Stones. El resto son mayoritariamente instrumentales de limitada inspiración.

El disco no es bueno y, sinceramente, si no fuera porque un grupo mítico está detrás del mismo, no creo que hoy fuera recordado (si lo es). De hecho, la crítica británica vapuleó el LP y Reprise, la filial de Pye que editaba los discos del grupo en USA, se negó a editarlo.

VALORACIÓN GUILLETEK’S: 5/10

THE KINKS. «Muswell Hillbillies» (1971). (8,5/10)

01. 20th. Century man 02. Acute schizophrenia paranoia blues 03. Holiday 04. Skin and bone 05. Alcohol 06. Complicated life 07. Here come the people in grey 08. Have a cuppa tea 09. Holloway jail 10. Oklahoma, USA 11. Uncle son 12. Muswell hillbilly

Producido por Ray Davies, editado en noviembre de 1971

Quizás a causa de sus recientes visitas a los USA, el grupo aparece aquí muy influenciado por melodías, ritmos y estilos tradicionales profundamente americanos (blues, country), si bien la temática de las canciones sigue siendo básicamente la clase media británica. No en vano, el título del álbum hace honor al barrio del norte de Londres donde los Davies se criaron: Muswell Hill

El LP arranca fuerte con la espléndida 20th century man” (enlace), fantástico blues acústico con un gran trabajo de guitarras y una ácida letra de Ray sobre la sociedad intervenida por las tecnologías. El gran nivel se mantiene (si no aumenta) con la gran Acute Schizophrenia Paranoia Blues” (enlace), otro pedazo de blues.

“Holyday” (enlace), podría ser un clásico de los 40 sin problema. Inspirada melodía y teatral  y acertada interpretación de Ray… Comentarios que se pueden extender a “Alcohol” (enlace). “Complicated Life” (enlace) se adentra,  con un buen trabajo de slide guitar, en los territorios del country para que el grupo vuelva al blues-rock con “Here Come the People in Grey(enlace). El siguiente corte “Have a Cuppa Tea” (enlace) es muy representativa de lo que es el sonido de este disco, parece como si una banda americana de bluegrass estuviera revisitando a los Kinks.

“Holloway Jail” (enlace) nos devuelve a los Kinks roqueros, aunque sea de baja intensidad, antes de llegar al delicado intimismo de la deliciosa “Oklahoma U.S.A” (enlace). El disco afronta su parte final con la tediosa pieza country Uncle Son” (enlace) y la stoniana “Muswell Hillbilly” (enlace).

En resumen, un muy buen disco y un nuevo fracaso. Incomprendido por los fans tradicioneles de los Kinks por alejarse enormemente de su tradicional sonido (mucho más de lo que lo hizo el álbum “Lola”) y acercarse tanto al sonido americano… pero… su temática extremadamente británica hizo que los amantes de las sonoridades yanquis tampoco lo acogieran con pasión… Aún con todo consiguió un puesto 48 en el Billboard americano y recibió buenas críticas a ambos lados del Atlántico.

Sea como fuere, Muswell Hillbilles marca el final de la época dorada de los Kinks (muchos defiende que ese honor recae sobre «Lola»). A partir de ahora, todo será distinto y, por desgracia, menos brillante.

 

VALORACIÓN GUILLETEK´S: 8.5/10

THE KINKS. Capítulo 12. Los Kinks Crepusculares IV: «Word of Mouth», «Think visual» y «Phobia». Fin

No era del todo entendible que un tío como Ray Davies, tras media docena de discos conceptuales, se sintiera completamente satisfecho editando discos tan «convencionales» por éxito que éstos tuvieran. Así que, quién sabe si aún escocido por la cancelación del proyecto audiovisual que debió haber sido «Arthur» en 1969, en 1983 se embarca en un nuevo y ambicioso trabajo: Return to Waterloo

La idea esta vez consistía en escribir, musicalizar y dirigir una película musical… , ahí es nada. El film de, de una hora de duración, tiene un curioso argumento en el que un joven londinense cuya principal ambición en la vida es convertirse en un prestigioso asesino en serie. La película no tiene diálogos y el argumento se filtra a través de las canciones de Ray, compuestas para la ocasión. El actor más conocido del reparto es Tim Roth.

El proyecto «Return to Waterloo» es interesante. La película es entretenida y tiene buenos momentos (me quedo con la parte de «Not far away» (enlace) ), pero lo más destacable, como no, es la música. Encontramos posiblemente la mejor canción de Ray desde los 70, me refiero a la magnífica canción titular (enlace), gran tema que no desentonaría en ninguno de los discos de Blur…20 años después…

Este sería un proyecto de Ray aunque, como grupo, los Kinks  estaban grabando a la vez su siguiente disco, que debería editarse antes que la película. La dedicación de Ray a su proyecto en solitario creo no pocas tensiones con el grupo, especialmente con Dave. Tensiones que se vieron aumentadas con el desastroso estado anímico del propio Ray tras su ruptura con Chrisie Hynde (la de Pretenders) con la que, a estas alturas, ya tenía una hija. Aún con todo, la banda consiguiría terminar el álbum.

«Word of mouth»
Noviembre de 1984

01. Do it again
02. Word of mouth
03. Good day
04. Living on a thin line (Dave Davies)
05. Sold me out
06. Massive reductions
07. Guilty (Dave Davies)
08. Too hot
09. Missing persons
10. Summer’s gone
11. Going solo

Aunque cuesta darle una oportunidad a causa de su horripilante portada, el disco es de lo mejor que hicieron en los 80. de hecho es un trabajo más que consistente. Lo hubiera sido mucho más si Mick Avory, el batería fundacional de la banda, no hubiera abandonado la grabación y el grupo tras terminar sólo tres canciones…  Y, aunque buscaron un sustituto, Bob Henrit, decidieron terminar muchas pistas de batería con cajas de ritmos para darle un aire más moderno, pero el resultado no es bueno en cuanto a sonido.

Aún con todo, es un buen disco que, de hecho, comienza muy bien con la fantástica «Do it again» (enlace). Gran tema se mire por donde se mire… que también debió gustar mucho a Green Day que, no contentos con haber fusilado «Picture Book» con su «Warning» dejan que las estrofas de «Do it again» inspiren su «Walking contradiction» (enlace). La canción titular, «Word of mouth» (enlace) también es un tema de calidad destacable. «Good day» (enlace) es una de las canciones en las que usaron (de forma bastante deficiente) caja de ritmos pero, aunque el sonido es flojo, es un buen tema pop que mejoraba mucho en directo (enlace) con una instrumentación más clásica. El siguiente corte, compuesto por Dave Davies es la política y no demasiado brillante «Living on a thin line» (enlace). Mucho más interesante es la dinámica y punky «Sold me out» (enlace), una de las tres canciones que Ray incluiría también, con algunos cambios, en su proyecto «Return to Waterloo».

Como si Van Halen se hubiera pasado por el estudio, «Massive Reductions» (enlace) es una descarga de energía ochentera que bien podría convertirse, por su letra, en el himno de mucha gente en los últimos tiempos. La segunda aparición de Dave como compositor, «Guilty» (enlace) tampoco está muy inspirada y «Too Hot» (enlace), aunque simpática, tampoco pasará a la historia. «Missing persons» (enlace) es otra de las canciones que Ray usaría en «Return to Waterloo», muy británica y muy disfrutable.

La recta final del disco arranca con «Summer’s gone» (enlace) y sus simpáticos coros «a lo Beach Boy». Buena canción, al igual que «Going Solo» (enlace), posiblemente con mensaje a Mick Avory que acababa de abandonar la banda y con el que Ray siempre había tenido una excelente relación… todo lo contrario que ocurría con Dave, el guitarrista y el batería no se podían ver…  En resumen, en mi opinión, su mejor disco de los 80…

En cuanto a los resultados en listas, tuvo éxito, pero mucho menos que los tres anteriores y la popularidad del grupo fue disminuyendo coincidiendo con la finalización de su contrato con Arista Records que no se renovaría. Ray aprovecha el tiempo para terminar la grabación de su «Return to Waterloo» que, además de la excelsa canción que da título al proyecto y de la que ya hemos hablado, incluiría tres nuevas versiones de canciones incluidas en  «Word of Mouth» («Sold me out» (enlace), «Going solo» (enlace) y «Missing persons«), pero también material nuevo de Ray como la melódica «Lonely Hearts» (enlace), la fantástica «Not far away» (enlace), la folkie «Expectations» (enlace) o «Voices in the Dark» (enlace).

Pero el grupo debía seguir y, regresado Ray de su escarceo en solitario, tenían que conseguir nueva discográfica. Pero, a mediados de los 80, eran una banda muy reconocida y, en enero de 1986, no les costó llegar a un acuerdo con MCA records (hoy Geffen), si bien en Europa les distribuiría London Records (hoy absorbida por Warner).

El debut de los Kinks con MCA no se haría esperar y antes de que acabara este 1986, el disco estaba en la calle.

«Think visual»
Octubre de 1986

01. Working at the factory
02. Lost and found
03. Repetition
04. Welcome to Sleazy town
05. The video shop
06. Rock’n’Roll cities (Dave Davies)
07. How are you
08. Think visual
09. Natural gift
10. Killing time
11. When you were a child (Dave Davies)

«Think Visual» es un disco muy poco inspirado, absolutamente correcto a todos los niveles, pero es una sucesión de temas de rock compuestos y tocados con profesionalidad pero sin asomo del genio que se le supone a los hermanos Davies. Las canciones de Dave son aburridas y el material de Ray está muy lejos de su mejor nivel, incluso del mostrado en los discos inmediatamente anteriores. Se podría destacar, por sacar algo positivo, la aprovechable «How are you» (enlace). La acogida del disco no fue buena, pero tampoco desastrosa y les permitió iniciar una nueva gira que se recogería, en 1987,  en un nuevo disco, «The Road» cuyo principal atractivo es la presencia de la autobiográfica cancion homónima (enlace).

«Sentado en mi hotel, mirando por la ventana dejo ir mi cabeza
después de tanto tiempo, nunca pensé que podríamos seguir en la carretera.

Como un gitano, nací para viajar, como un vagabundo sin hogar,
ahora pienso en todos los amigos que he dejado atrás.

La carretera ha sido rocosa, ha sido un trayecto duro por la autopista, pero basta de lamentaciones…

(En la carretera), las camas, los desayunos, las cucharas grasientas,
(En la carretera), los bares de perdedores y los cuartos ruidosos
(En la carretera), las heridas que crearon tantos versos
(En la carretera) y el tiempo invertido en mujeres y vino

Pienso en todos los amigos que dejé atrás,
en cualquier caso siempre es buen momento para volver a la carretera

Empecé tocando blues en una porquería de bar, bajé Charing Cross Road con mi imitación de guitarra Gretch, mi cabeza llena de canciones y mis ojos llenos de estrellas.

vi a una banda llamada «The Rolling Stones»,
y me dije, «¡eso es!, me voy a una banda, me voy de casa
me voy a la carretera…»

Estuve en sitios como Wigan y Birmingham…

(En la carretera), no teníamos nombre ni fans
(En la carretera), no teníamos dinero y dormíamos en una furgoneta, la verdad es que teníamos suerte si alguna vez nos pagaban

Pete tocaba el bajo y le gustaba mezclarse con los famosos
El hijo de la señora Ivory era un «tocón» pero era un fenomeno sentado a la batería
Mientras Dave, el cuervo, guitarrea rock’n’roll
yo rasgueo mi guitarra

Hay días en que te cansas de todo, pero hay días en que creo que no podría vivir sin ello

(En la carretera) Jimi Hendrix, The Who, Led Zeppelin y The Free tomaron la carretera igual que yo
(En la carretera),algunos sobreviven, otros no
(En la carretera), si tienes una banda este es el camino a seguir
(En la carretera), viviéndolo, comiéndolo, durmiéndolo
(En la carretera)te despiertas y ¿qué ves?…la carretera

La vida es una carretera, una autopista y he perdido un montón de amigos por el camino…
Todas las familias y hogares que he dejado atrás,
a todas mis amantes y amigos os digo:

«Tomad vuestro camino que yo tomaré el mío»
«Tomad vuestro camino que yo tomaré el mío»
«Tomad vuestro camino que yo tomaré el mío»

(En la carretera) Observando todas las fases desde el «Flower power», «Heavy metal» y «acid rock»
(En la carretera),y los críticos dicen «¿esta gente (los Kinks) aún siguen tocando?, ¿Por qué no lo dejan son sólo seguidores de la moda (por «Dedicated follower of fashion») a los que le gusta criticar a los hombres respetables (Por «Well respected man»)…y aún siguen en la carretera»
(En la carretera) Es de locos
(En la carretera),ahora todo el mundo es un rival
(En la carretera), coches diferentes, hoteles distintos
(En la carretera), empresas, todo es negocio…la verdad es que da asco, prefiero pensar en le pasado, cuando yo decidí lanzarme a la carretera

Aún tengo gasolina suficiente…un nuevo hotel…y aquí pienso en todos los amigos que dejé en la carretera»

Terminada la gira , en diciembre de 1988 vuelven al estudio.

«UK Jive»
Septiembre de 1989

01. Aggravation
02. How do I get close
03. UK Jive
04. Now and then
05. What are we doing
06. Entertainment
07. War is over
08. Down all the days (To 1992)
09. Loony balloon
10. Dear Margaret (Dave Davies)

Por desgracia, el disco tampoco eleva mucho el nivel del anterior. Mucho rock «riffero» soso y sin genio. Como siempre en un disco del grupo, encontramos excepciones como la bonita «Now and Then» (enlace), «War is over» (enlace) o el excelente heavy metal de Dave y su «Dear Margaret» (enlace). El LP fue uno de sus mayores fracasos comerciales y, para humillación del grupo, la discográfica les rescinde el contrato.

La banda volvió al estudio en septiembre de 1990, pero no fue hasta 1991 que consiguieron un contrato con Columbia que les permitió editar el que, hasta la fecha, es el último disco de estudio del grupo.

«Phobia»
Marzo de 1993

01. Wall of fire
02. Drift away
03. Still searching
04. Phobia
05. Only a dream
06. Don’t
07. Babies
08. Over the edge
09. Surviving
10. It’s alright (don’t think about it)
11. The informer
12. Hatred (a duet)
13. Somebody stole my car
14. Close to the wire
15. Scattered

Lo primero que destaca de Phobia es que es muuuuy largo. Quince canciones y, muchas de ellas, de más de cuatro minutos. Pero el problema del álbum no es su duración…, el problema son sus canciones… Es un disco malo, el peor de su carrera sin duda alguna. El sonido intenta acercarse de forma bastante patética al heavy metal, y es verdaderamente difícil destacar algo. Sólo una canción merece realmemente el indulto y es «Hatred» (enlace) y en este caso no es sólo por su música -que está bien- sino por el excelente sentido del humor de la letra en la que Ray y Dave ironizan al más puro estilo Pimpinela sobre el «odio pero te quiero» que siempre le ha unido a su hermano Dave.

El disco fue un fracaso absoluto y Columbia rescindió su contrato con el grupo. La banda, cansada, no iba  a pelear más con la industria y decide montar su  propio sello discográfico, Konk, antes de iniciar una última gira. El resultado de esa gira (y de algunas tomas grabadas en directo en el estudio) es el último disco de la banda: el directo «To the Bone» de 1994. Tras la edición del disco el grupo no se separa oficialmente pero sus miembros comienzan a hacer vida por su cuenta.

Curiosamente el periodo de menos actividad de la banda en 30 años coincide con un repunte en su popularidad motivado por la explosión de las nuevas bandas británicas de lo que se denominaría «britpop». Y es que muchos de las bandas que se encuadraron en esta escena musical admitieron la influencia de los Kinks de los 60 en su música y los elevaron como una de las formaciones quintaesenciales de lo que se entiende como pop genuinamente británico. El grupo Blur fue especialmente efusivo en sus elogios hablando de ellos como «la mejor banda de todos los tiempos», no obstante fueron muchos los que reconocieron  la influencia de los Kinks sobre su música: Blur, Oasis, Supergrass, clásicos como The Beatles, The Who, Paul Weller, Madness o bandas más actuales como  los Queens of the stone age o Franz Ferdinand…

Aprovechando la nueva popularidad el grupo reedito «To the bone» en 1996 pero con el añadido de dos canciones originales. Las últimas canciones que los Kinks han grabado hasta día de hoy: «Animal» (enlace) y «To the Bone» (enlace). Tras esto… Se acabó…

En 2003, a menos de un año para que se produjera el 40 aniversario del grupo, comenzaron a oirse insistentes rumores de una reunión de los miembros originales: Ray, Dave, Pete y Mick. En sendas entrevistas, los hermanos Davies, admitieron como ciertos los rumores y afirmaron su interés en trabajar juntos de nuevo… Pero en junio de 2004 Dave Davies sufrió un derrame cerebral que le paralizó medio cuerpo… Si bien es cierto que en poco más de un año, el pequeño de los Davies, estaba casi recuperado, esto provocó que las intenciones de reunión se enfriaran. Es mismo año, se pudo ver a la banda original reunida en la ceremonia e ingreso del grupo en el hall of Fame.

Los rumores de reunión se animaron en 2007…, y en 2008…y en 2009…pero en 2010 las dudas se disiparon…la banda original no volvería a reunirse: Peter Quaife, murió el 23 de junio de ese año…

Una banda fundamental. Un genio, Ray. Un puñado de canciones para la historia de la música. The Kinks.

Texto: Guillermo Mittelbrunn, 22 de agosto de 2012

THE KINKS. Capítulo 11. Los Kinks crepusculares III: «Low budget», «Give the people what they want» y «State of confusion»

Estos Kinks ya no tienen nada que ver con los del periodo 1964-1971, imaginativos, arriesgados, vanguardistas…, ni tampoco con los de la etapa 1972-1976, marcados por el disco concepto y la teatralidad… Estos Kinks son una buena banda, Ray sigue escribiendo buenas melodías de tanto en cuanto y, casi siempre, sus versos son afilados y  muy

Jum Rodford

interesantes…, pero ya es otra cosa. Tengo claro que si los Kinks hubieran sido lo que fueron del 77 en adelante, hoy pocos los recordarían. Pero no es menos cierto que su popularidad aumentó mucho en este periodo y, aún más, cuando bandas como The Jam , The Knack o The Pretenders se dedicaron a versionearlos

A estas alturas el grupo está muy establecido en tierras americanas. Todo lo contrario que en su país de origen, donde están relegados casi al olvido y muy distanciados de los gustos del público británico. De hecho,varios de sus miembros, entre ellos Ray, ya viven en 1979 en Nueva York. Sin quere bajarse de ola del éxito, y tras fichar a l Jim Rodford  para el bajo,  vuelven de nuevo a los Konk.

«Low budget»
Septiembre de 1979

01. Attitude
02. Catch me now, I’m falling
03. Pressure
04. National health
05. (Wish I could fly like) Superman
06. Low budget
07. In a space
08. Little bit of emotion
09. A gallon of gas
10. Misery
11. Moving pictures

A mí me parece un disco muy flojo, pero parece que no coincido con gran parte de la crítica ni con el público de la época. Ninguna canción, si acaso una, me parece demasiado interesante. La crítica aprecia la contundencia de temas como «Attitude» (enlace) o «Pressure» (enlace) pero cosas como «(Wish I could fly like) Superman» (enlace) o «In a Space» (enlace) me hacen pensar que lo que mejor puedo hacer es olvidarme de este disco. Si tengo que rescatar algo me quedo con el estupendo blues «A gallon of gas» (enlace). No obstante el disco tuvo mucho éxito y llegó al puesto 11, su mejor resultado en Estados Unidos.

Poco después del grupo se completa con el teclista Ian Gibbons. Ray se había encargado de las partes de teclado en la grabación de «Low Budget», pero necesitaban alguien para los directs… porque es, básicamente a lo que se dedicó la banda durante los dos siguientes años, tal y como se recoge en su buen álbum en directo «One for the road«, de 1980.

En este tiempo a Dave le dio tiempo a editar un par de discos en solitario y Ray comenzó una turbulenta relación extramatrimonial (recordad que estaba casado, desde 1974 con Yvonne Gunner) con la líder de los Pretenders, Chrisie Hynde.

Ray y Chrisie

No obstante, la banda no dejaba de visitar el estudio, entre concierto y concierto, y desde mayo de 1979 fueron grabando -sin prisa- temas destinados al que sería su próximo trabajo que. Dos años después, en junio de 1981 el nuevo LP estaba terminado.

El álbum se acabaría editando en Estados Unidos dos meses después (agoto de 1981), pero, sorprendentemente, en Reino Unido no se editó hasta enero de 1982… ¿Un guiño a sus fans americanos que tan bien habían acogido sus últimos trabajos?, ¿un castigo al público británico que les había dado la espalda?

«Give the people what they want»
Enero de 1982

01. Around the dial
02. Give the people what they want
03. Killer’s eyes
04. Predictable
05. Add it up
06. Destroyer
07. Yo-Yo
08. Back to front
09. Art lover
10. A little bit of abuse
11. Better things

El título no podía ser más acertado. Ray le da a su público lo que su público le ha pedido. Su público no había acogido sus maravillosas locuras victorianas, ni sus álbumes conceptuales… pero acogían con alborozo su nuevo estilo «hard-rock-radioformulero»… así que eso es lo que recibirían… «Give the people what they want» es más de lo mismo…, pero peor… Tenemos bastante de ese «nuevo estilo kink» que comentamos («Around the dial«, «Give the people what they want«, «Back to the front«, «A little bit of abuse«), pero las mejores canciones del disco son aquellas que se alejan del mismo, como la new wave «Add it up» (enlace), el medio tiempo «Yo.yo» (enlace) o la azucarada pero bonita balada «Art lover» (enlace).

Con todo, los mejores momentos del disco son «Destroyer«(enlace), una revisión de «All day and all of the night» en clave quasi new wave, y el excelente tema pop «Better Things» (enlace). El disco fue un nuevo éxito de la banda y alcanzó un número 15 en listas.

Los Kinks repitieron la misma dinámica que siguienron tras la edición y el éxito de «Low Budget», es decir, comenzaron de nuevo una extensa gira mientras aprovechaban las fechas libres para ir grabando canciones de su siguiente trabajo. La gira fue todo un éxito y más repercusión tuvo aún la edición, en abril de 1983, del single de adelanto de su nuevo disco: «Come Dancing» (enlace), infecciosa canción que abandona el terreno del rock para volver a un registro mucho más pop. Es tan hortera como entrañable y no podemos negar sus valores melódicos. Buena canción que fue el mayor éxito de la banda en Estados Unidos desde el «Tired of waiting for you» de 1965 (todo un número 6) y el primer Top-20 en Inglaterra desde 1972 (número 12).

«State of confusion»
Junio de 1983

01. State of confusion
02. Definite maybe
03. Labour of love
04. Come dancing
05. Property
06. Don’t forget to dance
07. Young conservatives
08. Heart of gold
09. Cliches of the world (B Movie)
10. Bernadette

Lanzar un LP con un single de éxito, como fue «Come dancing«, facilita mucho las cosas. Pero, a pesar de la similitud de la portada del disco con el anterior (grafitti y carreras incluidas), parece buscar nuevos horizontes y es bastante más variado. La canción titular, «State of confusion» (enlace), se mueve en la conocida línea hardrockera pero está mucho más matizada, como ocurre con «Definite maybe» (enlace), o la estupenda «Cliches of the world (B Movie)» (enlace)… Pero también tenemos rock clásico con «Bernadette» (enlace), con ¿homenaje? a «Lucille» incluido, e incluso muy buen pop como «Heart of Gold» (enlace)

Temas como la enteresante «Property» (enlace) o la balada «Don’t forget to dance» (enlace) muestran hasta qué punto los Kinks se adaptaron a las sonoridades de la época. Esta última, además, fue otro single de éxito.

Para mí, uno de los mejores trabajos ochenteros de los Kinks y, cómo no, un nuevo éxito en las listas americanas

Texto: Guillermo Mittelbrunn. 20 de agosto de 2012

THE KINKS. Capítulo 10. Los Kinks crepusculares II: “Schooldays in disgrace”, «Sleepwalker» y «Misfits»

En  agosto de 1975, y tras la gira de “Soap Opera”, los Kinks vuelven a los Konk studios dispuestos a grabar el que tendría que ser su quinto  disco con RCA, el último que tenían firmado por contrato. Para ello, retomarían el personaje de Mr.Flash (el “malo” de “Preservation”) en lo que sería una nueva obra conceptual sobre la infancia y el cómo se fraguó la maléfica personalidad de aquél en sus días escolares.

No obstante, y a pesar de su intención conceptual, el disco se alejaría del estilo Broadway de sus anteriores producciones y pretende volver al estilo «riffero» que les catapultó a la fama en los 60.

«Schooldays in disgrace»
Noviembre de 1975

01. Schooldays
02. Jack, the idiot dunce
03. Education
04. The first time we fall in love
05. I’m in disgrace
06. Headmaster
07. The hard way
08. The last assembly
09. No more looking back
10. Finale

El disco se editó a finales de 1975 y, desde luego es -y de largo- su LP más rockero desde “Lola”. Argumentalmente el disco gira en torno la historia del malvado Señor Flash de los Preservation en su época de colegial.

Schooldays” es una muy buena introducción que, además, fija estilísticamente el disco: Es hora de recuperar la nostalgia. Y es que el disco está lleno de sonoridades de los 50 desde el duduá hasta el surf rock, empezando por la competente “Jack, the idiot dunce”. “Education”  se sale de esta coherencia estilística y es mucho mas «setentas» aunque sigue moviéndose con maestría en terrenos rockeros para que la impostada y balada “The first time we fall in love” nos devuelva a los inocentes 50.

Pero es en la cara B cuando el disco coge verdadero “peso”. “I’m in disgrace” y sus vitaminadas guitarras nos pone de nuevo ante el gran combo de rock que fueron siempre los Kinks… no puede escucharse a bajo volumen ni con vecinos cerca… o ¡qué demonios!, ¡qué protesten! “Headmaster”, a pesar de su pausado inicio, va subiendo de intensidad con un buen trabajo de guitarras de Dave hasta convertirse en otra descarga de adrenalina que nos prepara para la fantástica “The Hard way” , que mucho críticos colocan como antesala del punk y una de mis debilidades. Gozada.

The last assembly” retoma los sonidos baladísticos con un aire muy “singalong”, mientras “No more looking back”  recupera un rollo más mid-seventies  antes de llegar a “Finale” ,  la canción que cierra el álbum.

Un nuevo trabajo que, alejado del nivel mostrado antaño, es más que digno y consiguió un número 45 en listas no le que les permitió no tener que sufrir mucho antes de firmar su nuevo contrato, esta vez con Arista Records.

Desde “Lola”, y ya hacía seis años, el grupo no había conseguido un éxito y habrían de ser los norteamericanos Van Halen los que en su álbum de debut auparan una versión de “You Really Got Me” (enlace) a puestos de prestigio en las listas. Esto supuso un resurgir en el interés por el grupo que permitió a la banda (reconvertida de nuevo en quinteto) hacer una nueva gira esta vez mucho más exitosa y dedicarse al que sería su álbum de debut con la nueva compañía, esta vez sin ninguna pretensión ni conceptos argumentales. Volverían a hacer un disco de canciones. Un disco tradicional de rock.

«Sleepwalker»
Febrero de 1977

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01. Life on the road
02. Mr. Big man
03. Sleepwalker
04. Brother
05. Jukebox music
06. Sleepless night
07. Stormy sky
08. Full moon
09. Life goes on

«Sleepwalker» es el primer intento de los Kinks , si exceptuamos su disco de debut,  de subirse a una moda comercial. Es un disco correcto, muy pegado a su tiempo, mucho más comercial de lo habitual… pero quizás algo falto del genio de antaño. El LP está dominado por ritmos básicos asentados en los cánones del rock, y funciona muy bien en este sentido. Pero estamos acostumbrados a que los Kinks suenen a ellos, distintos al resto y, en este disco, tenemos ecos de Rolling Stones, T-Rex , Steve Miller Band… Tiene, sin duda, algunas canciones consistentes, otras brillantes, pero es uno de esos discos que, es improbable que vuelvas muchas veces a buscarlo en la estantería; eso sí, cuando lo recuperas, es raro que te arrepientas.

Y eso que arranca de forma extraordinaria con el trío «Life on the road«-«Mr. Big man«- «Sleepwalker» a cual mejor, y aunque «Brother» y «Jukebox music» -la primera, uno de esos baladones setenteros, y la segunda un competente rock-, son más olvidables, mantienen el buen tono.

«Sleepless night«, con Dave a la voz principal, penetra en ambientes cercanos al rock sinfónico y sale más que airosa, pero es con la fantástica «Stormy sky» donde alcanzan el mejor nivel de un disco que decae con la pomposa «Full moon» y la folkie «Life goes on«.

Este acercamiento a las tesis comerciales, funcionó y el grupo consiguió un número 21 en listas. Muy por encima de sus últimos trabajos y, aunque seguimos lejos del mejor nivel de sus discos de los 60…, demonios, los Kinks de los 70, molan.

La gira de promoción también funcionó bien aunque para realizarla tuvieran que hacer algunos cambios en la formación. Durante la grabación de este LP, John Dalton, el bajista que había sustituido al original Peter Quaife, decide abandonar el grupo a pesar de que Ray intentó convencerlo hasta el final. Realmente Dalton llegó a grabar -y de forma brillante, por cierto- todas sus partes salvo la línea de bajo de «Mr.Big» que ya es obra del nuevo fichaje: Andy Pyle.

Poco después de la edición del disco, el nuevo bajista -Andy Pyle-, también se va y además se lleva consigo al excelente teclista del grupo, John Gosling, para empezar un nuevo proyecto juntos. Ray consigue convencer a Dalton de que vuelva y fichan al ex-Pretty Thing Gordon John Edwards

Sin tiempo que perder y con la intención de mantener el buen nivel comercial del grupo, Ray aprovecha los momentos muertos en la gira para componer y, cinco meses después de la edición de «Sleepwalker» se meten al estudio a trabajar sobre las canciones de su nuevo disco.

«Misfits»
Mayo de 1978

01. Misfits
02. Hay fever
03. Live life
04. A rock’n’roll fantasy
05. In a foreign land
06. Permanent waves
07. Black messiah
08. Out of the wardrobe
09. Trust your heart
10. Get up

«Misfits» pretende alargar el éxito de «Sleepwalker» y repite fórmula: rock setentero americanizado, comercial y muy pegado a su tiempo. El resultado es similar al del disco anterior, aunque en general está menos inspirado. Podrían destacarse el baladón «A rock’n’roll fantasy» (enlace), el reggae blanco «Black Messiah» (enlace) y la pasional «Trust your heart» (enlace) de Dave. El disco y el single derivado del mismo -«A rock’n’roll fantasy»- tuvieron muy buena acogida. Parece que habían encontrado la fórmula de mantenerse en el éxito.

Como se había convertido en tradición, después de la grabación del disco, el bajista (Dalton) y el teclista (Edwards) se marchan y son sustituidos por Jin Rodford y Ian Gibbons, ex-componentes de Argent y Life.

THE KINKS. Capítulo 9. Los Kinks crepusculares I: «Everybody’s in showbiz, everybody’s a star», «Preservation» y “The Kinks Present a Soap Opera”

Tras un buen debut, en  lo artístico que no en lo comercial, con RCA y con la edición por parte de la antigua discográfica de un recopilatorio que sumaba éxitos y rarezas (el fantástico The Kinks Kronikles), el grupo comenzó a dar forma a su nuevo proyecto: la idea consistía en editar un disco doble que consistiría en un álbum de estudio y otro en directo. Así surge “Everybody’s in showbiz, everybody’s a star”

«Everybody’s in showbiz, everybody’s a star»
Agosto de 1972

DISCO DE ESTUDIO
01. Here comes yet another day
02. Maximum consumption
03. Unreal reality
04. Hot potatoes
05. Sitting in my hotel
06. Motorway
07. You don’t know my name (Dave Davies)
08. Supersonic rocket ship
09. Look a little on the sunny side
10. Celluloid heroes

DISCO EN DIRECTO
01. Top of the pops
02. Brainwashed
03. Mr. Wonderful (L. Holofcener-J.L. Block-G.D. Weiss)
04. Acute schizophrenia paranoia blues
05. Holiday
06. Muswell hillbilly
07. Alcohol
08. Banana boat song (L.Burgie-W.A. Attaway)
09. Skin and bone
10. Baby face (H.Akst-B. Davis)
11. Lola

El primer disco, el de estudio, es un buen trabajo. En absoluto está al nivel de sus mejores discos y parece estar compuesto más con idea de tener una “excusa” para salir de gira que como un esfuerzo serio de mantener el nivel exhibido en “Muswell Hillbilies”. No obstante, el LP tiene gemas del nivel de la estupenda Sitting in My Hotel Room”, “Supersonic Rocket Ship”, o la grandilocuente “Celluloid Heores”  que hacen que merezca la pena dedicarle una escucha detenida, pero es uno de esos disco que tiene tantos grandes defensores como detractores.

Indudablemente arranca bien, «Here Comes Yet Another Day» es un enérgico y muy disfrutable rock que sirve de perfecto preludio a es estupendo boogie-blues titulado «Maximum Consumption«, marcado -como la anterior- con los característicos metales del nuevo sonido Kink. Muy en el mismo tono sigue «Unreal Reality«. Sin duda estos Kinks parecen acercarse más a Nueva Orleans que al Swinging London. Otra estupenda canción.

El buen tono se mantiene con «Hot potatoes» en la que la voz de Dave aparece de forma mucho más audible, antes de llegar a uno de los puntos álgidos del disco: el baladón «Sitting in my hotel» y su gloriosa trompeta piccolo.

«Motorway» es un buen ejercicio estilístico en favor del country rock de raíces sureñas, pero quizás es una de las piezas más olvidables del álbum -como «You don’t know my name» la aportación de Dave como compositor- sobre todo cuando preceden a la teatral «Supersonic rocket ship«, mucho más disfrutable. La tabernera «Look a little on the sunny side» sirve de preludio al fantástico final que protagoniza «Celluloid heroes«, sin duda, el tema estrella del álbum.»

En cuanto al disco en directo, corresponde a grabaciones de sus actuaciones del 2 y 3 de marzo de 1972 en el Carnegie Hall de Nueva York y, en general, es un muy buen directo. Ray se muestra muy seguro y teatral al micrófono.

El disco funcionó razonablemente bien para la poca promoción de la que disfrutó y alcanzó un puesto 70 en listas americanas. En Inglaterra, “Supersonic Rocket Ship”, editada como single, sería su último Top-20 en muchos, pero muchos años.

LA CRISIS DE RAY DAVIES

Con los estudios Konk ya terminados, el grupo aborda lo que iba a ser su proyecto más ambicioso: la macro obra conceptual “Preservation”, que pretendía convertir al grupo en una compañía musical de teatro que interpretara en directo un argumento derivado de The Village Green Preservation Society.  Para acometer semejante proyecto y darle el empaque necesario en vivo, el grupo se completa con secciones de viento y vocalistas de apoyo.

No obstante, durante la concepción y preparación del disco, Ray se vio afectado por sus problemas conyugales y la definitiva separación de su mujer, Rasa Dicpetri. La posterior depresión de Ray y su abusiva ingesta de pastillas, desembocó en una actitud errática del cantante. La situación llegó a un momento extremadamente complicado en julio de 1973 cuando Ray tuvo que ser hospitalizado por una sobredosis de drogas tras haberse desplomado después de un concierto. La prensa musical llegó a especular con la muerte del mayor de los Davies.

Finalmente, con Ray aparentemente recuperado, consiguieron terminar su ambicioso proyecto y “Preservation Act.1” se editó en Septiembre de 1973 y su segunda parte, “Preservation Act.2” en Junio de 1974.

Las críticas fueron desastrosas pero… ¿merecía otra cosa?. Lo que parece bastante obvio es que nada queda aquí del grupo que fue. El disco es más un atrevido intento de acercarse a sonoridades más propias del musical Broadway que del entorno del pop-rock y, para gran parte de la crítica especializada, fracasa estrepitosamente. Pero vamos por partes.

preservation act.1

Morning Song
Daylight
Sweet Lady Genevieve
There’s A Change In The Weather
Where Are They Now?
One Of The Survivors
Cricket
Money & Corruption; I Am Your Man
Here Comes Flash
Sitting In The Midday Sun
Demolition

El volumen -o acto- I de este trabajo, arranca con la teatral e impostada «Morning Song«. Un buen comienzo que no se ve acompañado por la irregular «Daylight«. No hay problema, «Sweet Lady Genevieve«, un excelente medio tiempo pop vuelve a poner las cosas en su sitio.

«There’s A Change In The Weather» resulta un corte confuso probablemente a causa de su incontenible variedad estilística, pero no por ello deja de tener pasajes brillantes. Y es que este Preservation es un riesgo artístico continuo, no en vano el crítico Peter Doggett afirmó que se trata, de hecho, del “proyecto más ambicioso concebido por un artista de rock hasta entonces”. No sé si llegaría a decir tanto, la verdad, pero la variedad estilística que exhiben temas como «Where Are They Now?» o el brillante rock «One Of The Survivors» (¡qué metales!) no se puede dejar de apreciar como algo extremadamente meritorio.

«Cricket» nos devuelve a los Kinks del 66/67 y su facilidad para el music-hall, una concesión a la nostalgia. Todo lo contrario que «Money & Corruption; I Am Your Man«, tan compleja como disfrutable sobre todo en su exquisita parte final.

La traca final arranca con «Here Comes Flash«, otra nueva y loca muestra del eclecticismo estilístico de Ray Davies, para dar paso a la mucho más tradicional «Sitting In The Midday Sun» y permitir que «Demolition» y sus imaginativas guitarras y sorprendentes arreglos vocales pongan punto final (o aparte, según se mire) a este «Preservation Act I».

preservation act 2

Disco 1:

Announcement 1
Introduction To Solution
When A Solution Comes
Money Talks
Announcement 2
Shepherds Of The Nation
Scum Of The Earth
Second-Hand Car Spiv
He’s Evil
Mirror Of Love
Announcement 3

Disco: 2:

Nobody Gives
Oh Where Oh Where Is Love
Flash’s Dream (The Final Elbow)
Flash’s Confession
Nothing Lasts Forever
Announcement 4
Artificial Man
Scrapheap City
Announcement 5
Salvation Road

«Preservation Act II», editado un año después, es un doble LP en el que desarrolla con mucha mayor fuerza la trama argumental apenas planteada en Act I. De hecho, varios cortes («Announcement 1», «Announcement 2», «Announcement 3», «Flash’s Dream (The Final Elbow)», «Announcement 4», «Announcement 5»), son pasajes narrativos que sirven para centrar y situar una historia que básicamente filosofa sobre la manipulación del individuo y del peligro corruptor y totalitario de cualquier poder. 

La música, cuando arranca, lo hace brillantemente con las excelentes «Introduction To Solution» y «When A Solution Comes«. Más genérica -bastante más- resulta «Money Talks» en la que los Kinks se parecen más a los Stones que a ellos mismos.

Pero no nos confundamos, si «Money Talks» resulta genérica «Shepherds Of The Nation» es todo lo contrario, más bien resulta maravillosamente incalificable. Algo parecido a lo que ocurre con «Scum Of The Earth«, más melódica pero igualmente sinuosa en su variedad estilística, o la bizarra «Second-Hand Car Spiv«.

«He’s Evil» sería algo así como el hit del disco, por ser la más tradicional de las composiciones del LP. El grupo resulta aquí mucho más reconocible. «Mirror Of Love» mantiene el tono para cerrar un primer LP irregular.

El segundo comienza bien con la oscura «Nobody Gives«, el bonito dueto «Oh Where Oh Where Is Love» y Flash’s Confession”, pero la excesiva presencia de cortes narrativos y otros menos inspirados como «Nothing Lasts Forever» o «Scrapheap City» hacen que acabe siendo un poco aburridote. Eso no es impedimento para encontrar muy buenos pasajes en canciones como «Artificial Man» o «Salvation Road«

En mi opinión  Preservation Act I no termina de cuajar. Es ambicioso, atrevido y sin duda brillante por momentos, pero a pesar de su coherencia argumental resulta quizás demasiado confuso y, por qué no decirlo, exigente para el oído no educado. Eso sí, queda extremadamente lejos de ser un mal disco. ¿Y qué decir de Act. 2?, según dicen, se acercaba más a la idea que Ray tenía en un principio, si bien para las gustos actuales puede resultar aún más complejo y espeso que la primera entrega. Los pasajes narrativos no juegan a favor de hacerlo más llevadero, y es comprensible que para muchos resulte un álbum «pesadote». En resumen, no soy de los que consideran estos discos uno de los mejores trabajos de los Kinks, más bien lo contrario…, pero es una locura decir que son malos… ¿y buenos?

Al parecer, es un proyecto que mejoraba mucho en directo gracias a la teatralidad de Ray y al buen trabajo de la ahora numerosa banda. La posterior gira, a pesar de que no fue muy exitosa, sirvió para que Ray volviera y superara la depresión aunque el bajista John Dalton afirma que “Ray nunca volvió a ser el mismo”. Gran «culpable» de la recuperación del músico es Yvonne Gunner con la que Ray comenzó una relación y con la que se casaría este mismo 1974.

No obstante, a pesar de las palabras de Dalton, el siguiente trabajo del grupo es muy disfrutable. Una vez más, como ocurrió con Arthur, todo parte de un proyecto de GRANADA TV titulado “Starmaker” que acabó convirtíendose en el aprovechable “The Kinks Present a Soap Opera” (que, traducido, vendría a ser “Los Kinks presentan un culebrón”).

«Soap Opera»
Marzo de 1975

kinks soap

01. Everybody’s a star (Starmaker)
02. Ordinary people
03. Rush hour blues
04. Nine to five
05. When work is over
06. Have another drink
07. Underneath the neon sign
08. Holiday romance
09. You make it all worthwhile
10. Ducks on the wall
11. (A) face in the crowd
12. You can’t stop the music

Una vez más sin estar a la altura de sus grandes trabajos, “Soap Opera” es un muy buen disco. Sigue en la línea teatral de los trabajos pero quizás está mucho más inspirado a nivel melódico.

En esta ocasión el argumento versa sobre un estrella del rock que pasa del estrellato aluna anódina vida corriente con un trabajo de oficina de 9 a 17h. Ya desde la inicial “Everybody’s a star” vemos que estamos ante otra cosa, esto vuelve a ser rock, son de nuevo los Kinks…, buena canción. Más interesante resulta “Ordinary People” en la que Ray exhibe su teatralidad a través de una melodía muy inspirada. “Rush our blues”   vuelve a mostrar las capacidades actorales de Ray es un formato blues-rock bastante mediocre en lo musical, al contrario de lo que ocurre en la encantadora “Nine to five” con pasajes verdaderamente brillantes que recuerdan (y mucho)  a los Kinks de toda la vida. “When work is over” resulta tan simpática como disfrutable, como ocurre con la tabernera y contagiosa “Have another drink” , fantástica canción.

La cara B se abre con “Underneath the neon sign” , tema mucho menos brillante y, aunque “Holiday romance”  tampoco es gran cosa, “You make it all worthwhile”  hace que la espera merezca la pena… gran canción,  lo mejor del disco. “Ducks on the wall” , nos devuelve a la senda del rock sin ser nada destacable, como le ocurre a la tediosa “(A) face in the crowd” y a “You can’t stop the music”.

Un buen disco. No es un clásico, ni merece serlo, pero demuestra que al Ray Davies de 1974 le seguía quedando talento que ofrecer al mundo.

Texto: Guillermo Mittelbrunn. 15 de agosto de 2012.