Estos Kinks ya no tienen nada que ver con los del periodo 1964-1971, imaginativos, arriesgados, vanguardistas…, ni tampoco con los de la etapa 1972-1976, marcados por el disco concepto y la teatralidad… Estos Kinks son una buena banda, Ray sigue escribiendo buenas melodías de tanto en cuanto y, casi siempre, sus versos son afilados y muy

interesantes…, pero ya es otra cosa. Tengo claro que si los Kinks hubieran sido lo que fueron del 77 en adelante, hoy pocos los recordarían. Pero no es menos cierto que su popularidad aumentó mucho en este periodo y, aún más, cuando bandas como The Jam , The Knack o The Pretenders se dedicaron a versionearlos
A estas alturas el grupo está muy establecido en tierras americanas. Todo lo contrario que en su país de origen, donde están relegados casi al olvido y muy distanciados de los gustos del público británico. De hecho,varios de sus miembros, entre ellos Ray, ya viven en 1979 en Nueva York. Sin quere bajarse de ola del éxito, y tras fichar a l Jim Rodford para el bajo, vuelven de nuevo a los Konk.
«Low budget»
Septiembre de 1979
01. Attitude
02. Catch me now, I’m falling
03. Pressure
04. National health
05. (Wish I could fly like) Superman
06. Low budget
07. In a space
08. Little bit of emotion
09. A gallon of gas
10. Misery
11. Moving pictures
A mí me parece un disco muy flojo, pero parece que no coincido con gran parte de la crítica ni con el público de la época. Ninguna canción, si acaso una, me parece demasiado interesante. La crítica aprecia la contundencia de temas como «Attitude» (enlace) o «Pressure» (enlace) pero cosas como «(Wish I could fly like) Superman» (enlace) o «In a Space» (enlace) me hacen pensar que lo que mejor puedo hacer es olvidarme de este disco. Si tengo que rescatar algo me quedo con el estupendo blues «A gallon of gas» (enlace). No obstante el disco tuvo mucho éxito y llegó al puesto 11, su mejor resultado en Estados Unidos.
Poco después del grupo se completa con el teclista Ian Gibbons. Ray se había encargado de las partes de teclado en la grabación de «Low Budget», pero necesitaban alguien para los directs… porque es, básicamente a lo que se dedicó la banda durante los dos siguientes años, tal y como se recoge en su buen álbum en directo «One for the road«, de 1980.
En este tiempo a Dave le dio tiempo a editar un par de discos en solitario y Ray comenzó una turbulenta relación extramatrimonial (recordad que estaba casado, desde 1974 con Yvonne Gunner) con la líder de los Pretenders, Chrisie Hynde.

No obstante, la banda no dejaba de visitar el estudio, entre concierto y concierto, y desde mayo de 1979 fueron grabando -sin prisa- temas destinados al que sería su próximo trabajo que. Dos años después, en junio de 1981 el nuevo LP estaba terminado.
El álbum se acabaría editando en Estados Unidos dos meses después (agoto de 1981), pero, sorprendentemente, en Reino Unido no se editó hasta enero de 1982… ¿Un guiño a sus fans americanos que tan bien habían acogido sus últimos trabajos?, ¿un castigo al público británico que les había dado la espalda?
«Give the people what they want»
Enero de 1982
01. Around the dial
02. Give the people what they want
03. Killer’s eyes
04. Predictable
05. Add it up
06. Destroyer
07. Yo-Yo
08. Back to front
09. Art lover
10. A little bit of abuse
11. Better things
El título no podía ser más acertado. Ray le da a su público lo que su público le ha pedido. Su público no había acogido sus maravillosas locuras victorianas, ni sus álbumes conceptuales… pero acogían con alborozo su nuevo estilo «hard-rock-radioformulero»… así que eso es lo que recibirían… «Give the people what they want» es más de lo mismo…, pero peor… Tenemos bastante de ese «nuevo estilo kink» que comentamos («Around the dial«, «Give the people what they want«, «Back to the front«, «A little bit of abuse«), pero las mejores canciones del disco son aquellas que se alejan del mismo, como la new wave «Add it up» (enlace), el medio tiempo «Yo.yo» (enlace) o la azucarada pero bonita balada «Art lover» (enlace).
Con todo, los mejores momentos del disco son «Destroyer«(enlace), una revisión de «All day and all of the night» en clave quasi new wave, y el excelente tema pop «Better Things» (enlace). El disco fue un nuevo éxito de la banda y alcanzó un número 15 en listas.
Los Kinks repitieron la misma dinámica que siguienron tras la edición y el éxito de «Low Budget», es decir, comenzaron de nuevo una extensa gira mientras aprovechaban las fechas libres para ir grabando canciones de su siguiente trabajo. La gira fue todo un éxito y más repercusión tuvo aún la edición, en abril de 1983, del single de adelanto de su nuevo disco: «Come Dancing» (enlace), infecciosa canción que abandona el terreno del rock para volver a un registro mucho más pop. Es tan hortera como entrañable y no podemos negar sus valores melódicos. Buena canción que fue el mayor éxito de la banda en Estados Unidos desde el «Tired of waiting for you» de 1965 (todo un número 6) y el primer Top-20 en Inglaterra desde 1972 (número 12).
«State of confusion»
Junio de 1983
01. State of confusion
02. Definite maybe
03. Labour of love
04. Come dancing
05. Property
06. Don’t forget to dance
07. Young conservatives
08. Heart of gold
09. Cliches of the world (B Movie)
10. Bernadette
Lanzar un LP con un single de éxito, como fue «Come dancing«, facilita mucho las cosas. Pero, a pesar de la similitud de la portada del disco con el anterior (grafitti y carreras incluidas), parece buscar nuevos horizontes y es bastante más variado. La canción titular, «State of confusion» (enlace), se mueve en la conocida línea hardrockera pero está mucho más matizada, como ocurre con «Definite maybe» (enlace), o la estupenda «Cliches of the world (B Movie)» (enlace)… Pero también tenemos rock clásico con «Bernadette» (enlace), con ¿homenaje? a «Lucille» incluido, e incluso muy buen pop como «Heart of Gold» (enlace)
Temas como la enteresante «Property» (enlace) o la balada «Don’t forget to dance» (enlace) muestran hasta qué punto los Kinks se adaptaron a las sonoridades de la época. Esta última, además, fue otro single de éxito.
Para mí, uno de los mejores trabajos ochenteros de los Kinks y, cómo no, un nuevo éxito en las listas americanas
Texto: Guillermo Mittelbrunn. 20 de agosto de 2012