THE WHO: «Who’s Next» (1971). (9,5/10)

Baba O’Riley (Townshend)
Bargain (Townshend)
Love Ain’t for Keeping (Townshend)
My Wife (Entwistle)
The Song is Over (Townshend)

Gettin’ in Tune (Townshend)
Goin’ Mobile (Townshend)
Behind Blue Eyes (Townshend)
Won’t Get Fooled Again (Townshend)

Tras el éxito de Tommy, Pete Townshend se propuso abracar un nuevo proyecto. Durante la gira de «Tommy», Pete declaró: «He visto momentos en los conciertos de The Who en los que las vibraciones se estaban volviendo tan puras que pensé que el mundo entero se iba a detener, todo se estaba uniendo». Eso le hizo recrearse y pensar sobre un nuevo argumento para una ópera-rock: «Quería que fuera sobre música, sobre el futuro, sobre la esperanza, pero quería que estuviera anclado a la realidad, que tratara problemas reales. ¿Cómo crear un personaje sordo, ciego y mudo sin repetirme? Ya sé, vivirá en el futuro. Lo pondré en un traje espacial, rechazará vivir en la realidad, vivirá en un mundo imaginario, viciado. Tendrá una vida de trono, vivirá la vida que los cineastas, los mentirosos, los publicistas, los manipuladores políticos y los controladores quieran que viva. Será sordo, ciego y mudo a los recursos del espíritu, que le dan la libertad de unirse a los otros seres humanos, de integrarse con ellos y de tener una vida verdadera. Una fantasía en un tiempo donde el mundo estará colapsado completamente y las únicas experiencias que la gente tendrán serán a través de tubos de ensayo. Ellos vivirán como si estuvieran en programas de televisión, todo programado. Hasta que alguien recordará lo que el rock era capaz de hacer sentir a la gente e intentará conseguir que el efecto que produce el rock pueda sentirse eternamente». El proyecto se denominó «Lifehouse»

El argumento era algo así:  En un futuro «no muy lejano» las condiciones atmosféricas han llevado a la humanidad a la necesidad de vivir dentro de unos trajes especiales que simulan emociones y experiencias. De esta forma, pueden «vivir» sin salir de sus casas. Dichos trajes están conectados a una gran computadora llamada «The Grid», controlada por Jumbo, el líder del gobierno. Un día Bobby, nuestro héroe, toma un teatro abandonado en el que reúne a 300 personas e intenta hacer música con ellas basándose en su personalidad y experiencias vitales. Dentro de ese teatro, al que denomina Lifehouse, una banda traduce esas experiencias en rock.  Pasado un tiempo, el experimento de Bobby va ganando notoriedad hasta que el gobierno decide que es peligroso e intenta clausurarlo enviando tropas al recinto… Sin embargo, la música es poderosa y crea un campo de fuerza que impide el asalto. La audiencia del concierto se une creando la «Nota Única» que provoca que todo desaparezca y la humanidad alcance el nirvana musical eterno.

El ambicioso proyecto de Townshend pretendía crear una máquina capaz de traducir las personalidades de los oyentes en notas musicales en busca del «acorde universal». Para ello, los Who estrenarían su nuevo material  en el Teatro Young Vic ante un público que no había oído las nuevas canciones. Los integrantes del público emergerían de la audiencia y aportarían su rol a la música. El perfil de cada miembro de la audiencia sería tenido en cuenta, desde el pérfil astrológico del individuo hasta sus hobbies, incluso su apariencia física. Esos datos, a través de sintetizadores, se traducirían en sonido creando lo que Pete definió como «una clase de cacofonía celestial». Mientras y en paralelo, se rodaría una película con el argumento que antes os he contado.  El problema del proyecto es que nadie lo entendió…, salvo Townshend. Ni el grupo, ni el manager, ni la discográfica…, nadie. Daltrey declaró:  «Pete escribió todo aquello…, incluso hizo un guión simplificado…, pero…, no tenía sentido, nadie entendía nada». John Entwistle se manifestó de forma similar: «A decir verdad, no entendí nada. Fue un fracaso, la verdad».

Pete seguía, entretanto, ajeno a todo…, obsesionado con un proyecto que solo él entendía. Su incapacidad para contagiar al resto su entusiasmo le produjo una enorme frustración. Finalmente decidieron trasladarse a los Record Plant de Nueva York para grabar las canciones del proyecto y olvidarse, momentáneamente, de la peformance y de la película. De esta forma, el resultado fue un doble LP, pero finalmente, aconsejados por Glynn Johns, al que habían solicitado que les ayudara con la producción, decidieron renunciar al concepto original y reducirlo a un sólo disco: el histórico «Who’s Next«.

Estamos ante el que, para la mayoría de la crítica, es el mejor disco de la banda. No comparto del todo esta opinión, pero en innegable que estamos ante un trabajo fabuloso. Desde una primera escucha llaman especialmente la atención tres factores: por un lado es un disco mucho menos denso y más directo que «Tommy» (aunque, como hemos visto, estuvo a punto de ser una paranoia opero-rockera que dejaba al pobre Tommy en calzoncillos), por otro lado, hay que destacar la brillantísima y novedosa introducción de sintetizadores (estamos ante el primer disco de rock en el que se hace uso de los sintetizadores en un sentido estrictamente musical y no para hacer «ruiditos») y, por último, la potentísima voz de Roger, que evoluciona de una forma indescriptible respecto a los discos anteriores de la banda.

Editado en agosto de 1971, «Who’s Next» es rock. Nada más. Aunque parte de una idea narrativa compleja, los temas que componen el disco funcionan perfectamente aislados del proyecto Lifehouse conformando un LP inteligente, innovador, potente, melódico, grandioso y estimulante. Todos los miembros de la banda desarrollan e incluso exhiben su pericia musical sin complejos, Pete toca como nunca, atreviéndose más que nunca con la solista, Keith y John agotan los calificativos y Roger pasa de ser un cantante competente a convertirse en una de las mejores voces del rock. En muchos sentidos, The Who aparecen ante nosotros como un grupo nuevo.

En definitiva, uno de los grandes discos de la historia que fue recibido con alborozo tanto por el público como por la crítica alcanzando el número 1 en Inglaterra y el 4 en Estados Unidos. «El mejor disco de rock duro que nunca se ha editado» u «Obra maestra del rock», fueron sólo algunos de los titulares de la prensa especializada.

El espectáculo comienza de forma inmejorable con la tremenda «Baba O’Riley«, un tema sencillamente inconmensurable. Pete, a pesar de que sus allegados le dijeron que era un suicidio comercial, decidió que el disco arrancara con ese largo y extraño arpegio generado por un primitivo sintetizador…, luego llegan esos reverberados y largos acordes de piano, la genial batería de Keith, el bajo de John, la impresionante voz de Roger y, finalmente, la guitarra de Pete… Historia del Rock. Con un título inspirado en Meher Baba, el mentor filosófico-espiritual de Pete y el músico Tim O’Riley, los 5 minutos de duración de la canción son resultado de seleccionar las mejores partes de la composición original «Teenage Wasteland», de más de 30 minutos. La parte del violín fue una aportación de Keith.

El tono potente se mantiene con «Bargain«, otro buen rock que, según su autor, Pete Townshend «trata simplemente sobre perder el ego propio». Destaca especialmente y de nuevo la imponente voz de Roger que estaba particularmente satisfecho de sus gritos en los estribillos. Otro muy buen tema que da paso al más pausado y acústico «Love Ain’t For Keeping«, gran canción de sonoridades «abbeyroadianas» en la que Pete hace gala de su pericia con la guitarra acústica.

John aporta su única canción al disco con «My Wife«, una de las pocas canciones incluidas en este álbum que no pertenecían al proyecto Lifehouse. Como es habitual en las canciones de Entwistle, el humor negro y la ironía están muy presentes en la lírica de la canción tratando  en esta ocasión sobre un hombre que se va de juerga y es arrestado por la policía, cuando sale de calabozo va a casa y se encuentra con que su mujer le acusa de haber estado con otra mujer e intenta agredirle de mil formas. Gran canción de John que demuestra que, además podía ser un muy competente cantante solista.

Esta fabulosa cara A se cierra con «The Song is Over«, aparentemente la canción que servía de final a Lifehouse. Pete toma la voz principal en la primera y pausada parte de la canción para ceder el testigo a Roger conforme la canción va subiendo en intensidad. El bajo de John alcanza en esta ocasión niveles extraterrenales.  En la parte final incluye un fragmento del tema principal a nivel argumental de Lifehouse, «Pure And Easy» que finalmente se descartó para su inclusión en el LP «Who’s Next».

La cara B arranca con «Gettin’ in Tune«, una canción de estructura muy similar a «The Song Is Over», es decir, de meloso arranque y posterior ascenso de intensidad. Sin ser ni de lejos una mala canción es, en mi opinión, el punto más bajo del LP. El ambiente rockero se rompe con la luminosa y fantástica «Goin’ Movile«, de atmósferas soul y en la que destaca, además de la voz de Pete, el peculiar sonido de la guitarra -resultado de conectarla a un sintetizador. Temazo, una de mis debilidades.

Llegamos a la recta final. «Behind Blue Eyes» merece un lugar de honor en el Olimpo de los baladones. Una maravillosa canción con una notable letra en la que Pete expresa, a pesar de que se refugia tras uno de los personajes de Lifehouse, la soledad del creador ante su obra y la ferocidad de una crítica que le esperaba con las uñas afiladas tras el éxito de «Tommy». El inicio sosegado y extraordinariamente melódico de la canción se apoya en excelentes armonías hasta que se rompe en mil pedazos aproximadamente a mitad de minutaje convirtiéndose en un extraordinario rock (grande Moon). Una de las mejores melodías que Pete escribiera nunca. Otro clásico para la historia.

Pero un disco como este no podría terminar sin un final a la altura.»Won’t Get Fooled Again» es sencillamente uno de los himnos del rock de los 70. Una de esas cuatro o cinco canciones que definen un género y que pasan a la historia como entidades propias. Si los Who sólo hubieran editado esta canción, ya merecerían un lugar de honor en los manuales del género. La estructura es muy similar a la de la también genial «Baba O’Riley», un arranque de sintetizadores que ejerce de base a la que Pete, John, Keith y finalmente Roger se acoplan conjuntados bajo las órdenes de una enérgica y arrebatadora melodía. Más de ocho minutos de desparrame rockero que se quiebran abruptamente cerca del final para que Keith realice uno de los únicos solos de batería que realizó en su carrera y Roger ruja en el que se conoce como «el mejor grito de la historia del rock». Una canción eterna.

Y así concluye «Who’s Next», uno de los mejores discos de rock que jamás se hayan editado. Como antes he comentado, es habitual que la crítica lo considere el mejor trabajo del grupo. Yo prefiero «Tommy» pero lo que tengo claro es que , sin dejar demasiado lugar al debate, este LP es una auténtica obra de arte. Un imprescindible.

VALORACIÓN GUILLETEK: 9.5/10

THE WHO. «Tommy» (1969). (10/10)

DISCO 1

«Overture / It’s a Boy» (Townshend)
«1921» (Townshend)
«Amazing Journey / Sparks» (Townshend)

«The Hawker (Eyesight to the Blind)» (Williamson)
«Christmas» (Townshend)
«Cousin Kevin» (Entwistle)
«Acid Queen» (Townshend)
«Underture» (Townshend)

DISCO 2
«Do You Think It’s Alright?» (Townshend)
«Fiddle About» (Entwistle)
«Pinball Wizard» (Townshend)
«There’s a Doctor» (Townshend)
«Go to the Mirror!» (Townshend)
«Tommy Can You Hear Me» (Townshend)
«Smash the Mirror» (Townshend)
«Sensation» (Townshend)

«Miracle Cure» (Townshend)
«Sally Simpson» (Townshend)
«I’m Free» (Townshend)
«Welcome» (Townshend)
«Tommy’s Holiday Camp» (Moon)
«We’re Not Gonna Take It» (Townshend)

Con 1968 tocando a su fin, Pete Townshend habló por primera vez de ese misterioso proyecto que tanto le estaba absorbiendo y que había convertido a 1968 en el primer año en el que la banda no editaba un LP. Fue en Rollingstone, y Pete declaró estar «escribiendo una opera rock de larga duración». Los Who ya lo habían hecho con «A Quick One While He Is Away» y «Rael 1 & 2», pero esto iba a ser otra cosa…, un LP entero…, ¿Sería posible conseguir semejante reto? Pues lo hicieron, y no fue un LP, sino un doble LP: «Tommy«, uno de los mayores hitos de la historia del rock. Comúnmente conocida como la primera ópera rock – aunque si somos puristas el «S.F. Sorrow» del The Pretty Things salió un año antes-, el disco es una verdadera maravilla, un paso de gigante en la historia del rock. Un enorme esfuerzo de composición y creatividad en el que las canciones funcionan como entidades independientes pero, al enlazarlas, tienen una total continuidad lírica, contando una historia con introducción, nudo y desenlace…, al modo de las clásicas óperas.

El álbum, como toda ópera que se precie, comienza con una «Overture«. Una suerte de popurrí instrumental (en el que Townshend y Moon se salen) de algunas de las canciones del álbumes enlazado de forma magistral con una excelente demostración de guitarra acústica a cargo de Pete, quien, al final de la canción aparece como narrador  contando como el Capitán Walker, de las Fuerzas Armadas Británicas, desaparece en un combate en 1917, durante la Primera Guerra Mundial. La esposa del capitán, Miss Walker, embarazada, recibe la noticia y poco después  da a la luz al primer hijo de matrimonio: Tommy. Tal y como se cuenta en «It’s A Boy«, una dulce melodía en la que la enfermera -interpretada por Pete- anuncia a la señora Walker que el bebé es un niño.

El siguiente tema, la excelsa «1921«, nos explica que cuatro años después, la señora Walker ha rehecho su vida con otro hombre. Sin embargo, el Capitán Walker no había muerto y vuelve a su hogar encontrando su lecho ocupado por otro caballero y, enfurecido, acaba matando al amante de su esposa en presencia de Tommy. La madre grita desesperada «¿Qué hacemos con el niño?, ¡Lo ha visto todo!». Para encubrir el crimen, los padres de Tommy le gritan: «no lo has oído, no lo has visto, no dirás nunca nada a nadie». Traumatizado por la situación, Tommy queda sordo, mudo y ciego. Al margen de la rocambolesca historia narrada, la canción es simplemente maravillosa. Profundamente emocional, recuerda en su sonoridad a los mejores momentos de «The Who Sell Out».

En «Amazing Journey»/»Sparks«, se describen los procesos de ensimismamiento del niño. Ya con 10 años, el niño tiene la visión de un desconocido alto y vestido con ropas de plata y barba dorada que le ayuda a reinterpretar todas sus sensaciones físicas y convertirlas en música. Es, a nivel argumental, uno de los momentos más importantes del disco ya que nos explica la evolución de Tommy, y musicalmente es soberbia a todas luces y supone la primera aparición de Roger como cantante principal. Townshend reutiliza segmentos de «Rael», incluida en «The Who Sell Out», en «Sparks», la segunda parte de la canción, y otra demostración de cómo se toca la guitarra acústica y…, la batería… Un instrumental auténticamente sobresaliente.

Es sorprendente que en un disco tan de autor como «Tommy», Pete Townshend decida incluir un cover «The Hawker«, original de Sonny Boy Williamson  bajo el título de «Eyesight To The Blind«. Si bien ésta es una versión absolutamente libre en lo musical y en la que  Pete aprovecha la letra original de la canción, de marcado carácter sexual, para que Roger encarne a un proxeneta que ofrece a los padres de Tommy los servicios de una  prostituta capaz de curar a través de sus habilidades sexuales y de experimentos con drogas lisérgicas: La Reina de Ácido…, pero, por el momento, los padres de Tommy declinan la oferta

Los años y las navidades van pasando, tal y como nos cuentan en «Christmas«, otra maravilla de canción en la que los padres del niño -a través de la prodigiosa voz de Roger- se lamentan por la situación de su hijo y de la imposibilidad de que disfrute unas felices navidades como el resto de los niños. «¿Puedes oírnos Tommy?» gritan desesperados, mientras el niño, con su voz interior no audible para nadie canta «Miradme, sentidme, tocadme, sanadme» . Genial canción.

Tommy es ya es un adolescente, cuando sus padres le dejan una tarde con su primo Kevin, un gamberro escolar que aprovecha la ausencia de adultos en casa para torturar a su primo minusválido. Así, «Cousin Kevin«, escrita por John Entwistle, narra como Tommy es sumergido en una bañera, arrojado por una escalera, sufre quemaduras por cigarrillos en los brazos,  etc. El episodio ensimisma aún más al joven y sus, desesperados padres deciden definitivamente aceptar la oferta de The Hawker y acudir a la Reina del Ácido. «The Acid Queen» es una enorme canción, en la que Pete encarna a la sórdida Reina del Ácido, y uno de los momentazos del disco.  El primer disco se cierra con «Underture«, un nuevo instrumental que pretende ilustrar el caos mental de Tommy tras su experiencia lisérgica, basándose es variaciones del riff de «Sparks».

El disco 2 comienza con la tan breve como fantástica «Do You Think Is Alright» (fabulosa melodía de Townshend) en la que los padres de Tommy debaten sobre si es adecuado dejar al muchacho al cuidado de su tío Ernie, de pasado oscuro pero supuestamente rehabilitado. La decisión de dejarlo con el pernicioso Ernie fue un grave error pues, como se cuenta en «Fiddle About» -una nueva canción de John Entwistle-,  Ernie aprovecha la oportunidad para abusar sexualmente de Tommy.

Tras tantas desgracias Tommy, descubre que tiene una habilidad innata para jugar al pinball ya que, a través de su ensimismamiento, consigue percibir la realidad sin atender a sus sentidos. El  campeón de pinball, encarnado por Roger, narra la sopresa que le provoca el juego de Tommy en «Pinball Wizard» y observa como el lisiado muchacho le arrebata su título. Estamos ante un clásico del rock, desde su extraordinaria introducción, su brillante línea de bajo, la excelsa batería de Moon, los rugidos de Daltrey… Joya, y uno de los temas centrales del disco también a nivel argumental puesto que, tras su proclamación como «Mago del Pinball», Tommy adquiere fama mundial y comienza a tener miles de seguidores.

Las buenas noticias siguen llegando ya que los padres de Tommy parecen haber encontrado a un médico que puede curarlo, tal y como nos cuentan en la breve «There’s A Doctor«. El doctor expone su diagnóstico en «Go To The Mirror». El doctor, encarnado esta vez por Roger expone «Él parece estar completamente irreceptivo / Las pruebas que les hemos hecho, no muestran ningún sentido / Todas las esperanzas recaen en él y no en mí», mientras Tommy sigue gritando con la voz de Pete sin que nadie le escuche, «Miradme, sentidme, tocadme, sanadme». El doctor insiste animando a Tommy a que luche contra sí mismo, contra su imagen en el espejo. Otro tema brutal

La madre intenta que su hijo reaccione en «Tommy Can You Hear Me» (sobresalientes armonías) y, ante su impasividad, decide destrozar el espejo en el que su hijo se mira. La fantástica y potente «Smash The Mirror«, canción en la que se narran estos hechos, supone el ecuador argumental del disco y el punto de inflexión en la historia de Tommy  puesto que en «Sensation» se narra la curación del muchacho y su despertar al mundo de los sentidos. Tommy vuelve al mundo real convencido de ser el nuevo Mesías.

El mundo comienza a conocer la milagrosa curación de Tommy («Miracle Cure«) y sus seguidores se empiezan a multiplicar alrededor del planeta…, se había convertido en un Gurú. Una de esas seguidoras es «Sally Simpson«, hija de un reverendo que escapa de su casa para asistir a uno de los multitudinarios sermones de Tommy durante el que resulta herida por las fuerzas de seguridad al intentar acercarse al Nuevo Mesías. Es una de las canciones más flojas del disco, pero ¡cómo canta Roger!

En «I’m Free» asistimos a uno de los sermones de Tommy ante sus acólitos. Otro clásico. Un riff fabuloso, una buena melodía y una forma de tocar la batería sólo al alcance del genial Keith Moon. Los seguidores siguen creciendo al punto que Tommy decide fundar una secta a la que da la bienvenida a sus acólitos («Welcome«) y para los que crea una sede («Tommy’s Holiday Camp«, escrita por el loco Moon), una especie de campamento de verano en el que pretende que los sus seguidores recorrer el mismo camino que él recorrió en busca de la iluminación.

Pero la cosa empieza a torcerse, a Tommy se le va la olla y, como se nos explica en «We’re Not Gonna Take It», obliga a sus seguidores a llevar gafas oscuras, orejeras y un tapón en la boca. Quiere que jueguen al pinball para alcanzar su altura espiritual. No obstante, sus seguidores se rebelan contra Tommy, le atacan y destruyen el campamento… Tommy se queda solo. reflexiona sobre los errores cometidos y alcance una nueva iluminación. El gran final de «Tommy», que argumentalmente es el que os acabo de contar, se escenifica con «We’re Not Gonna Take It«, sin duda la mejor canción del LP. Siete minutos de desparrame emocional en el que música y letra se fusionan para ofrecernos un carrusel de sensaciones, desde el discurso sectario de Tommy a el «We’re Not Gonna Take It» («no seguiremos soportando esto») de los seguidores rebeldes la canción va subiendo en intensidad hasta que Tommy queda solo recitando su lastimero «Miradme, sentidme, tocadme, sanadme»… y entonces la canción explota en uno de los finales más épicos y emocionantes de la historia del rock («Listening to you…»). Sencillamente sobrecogedor.

Y así concluye esta maravilla llamada «Tommy». Un disco absolutamente maravilloso: innovador y vanguardista pero, sobre todo, fabulosamente inspirado en lo melódico. Las canciones son soberbias y la ejecución de las misma es sobresaliente. Destaca especialmente la maestría de Townshend con la guitarra acústica, pero no podemos olvidar la siempre destacable forma de tocar la batería de Moon, la fabulosa voz de Daltrey y las líneas de bajo imposibles de Entwistle (que se encargó también de los arreglos de viento).

Un disco 10. Una obra maestra

«Tommy» se editó en mayo de 1969 y generó no poca controversia. La crítica musical simplemente alucinó, la revista Life escribió «… por el poder puro, la invención y la brillantez de la ejecución, Tommy supera cualquier cosa que haya salido de un estudio de grabación», Melody Maker no se quedó atrás afirmando «…sin duda, The Who es ahora la banda contra la que todos los demás han de ser juzgados», RollingStone y el resto de publicaciones especializadas lo puntuaron con cinco estrellas. Sin embargo, la prensa más conservadora lo tildó de  «apestoso e inmoral», no por lo músical, sino por su temática argumental. Abuso sexual infantil, tortura, protitución, drogas, sectas…, demasiado para la sociedad de 1969 y «Tommy» fue censurado por la BBC y varias emisoras mundiales, la mayoría en Estados Unidos. Esto hizo que el disco no fuera un éxito comercial inmediato y que, sólo tras la excelente actuación del grupo en el festival de Woodstock  («We’re Not Gonna Take It«) en lo que probablemente haya sido el mejor momento en directo de la historia del rock, adquiriera la notoriedad que siempre mereció

VALORACIÓN GUILLETEK: 10/10

THE WHO. «The Who Sell Out» (1967). (9/10)

«Armenia City in the Sky» (Keen)/ «Heinz Baked Beans» (Entwistle)
«Mary-Anne with the Shaky Hands» (Townshend)
«Odorono» (Townshend)
«Tattoo» (Townshend)
«Our Love Was» (Townshend)
«I Can See For Miles» (Townshend)

«I Can’t Reach You» (Townshend)
«Medac» (Entwistle)
«Relax» (Townshend)
«Silas Stingy» (Entwistle)
«Sunrise» (Townshend)
«Rael 1 & 2» (Townshend)

El disco, muy pop, es fabuloso de principio a fin. Bajo el hilo conductor de un homenaje del grupo a la radio pirata «Radio London» (que les promocionó mucho en sus inicios), el disco se acerca mucho al manido término de «conceptual» y pretende (y consigue) crear la sensación de estar escuchando una emisora musical a través de las inserción de jingles radiofónicos entre las canciones -algunos reales y otros compuestos e interpretados por Entwistle y Moon-.

Editado en diciembre de 1967, toca muchos palos del pop, desde las acústicas «Mary Anne With The Shaky Hands» o «Tatoo» (¡qué arpegios!) a la psicodelia sesentera de «I Can See For Miles». Desde la barroca «Silas Stingy» a la romántica «Our Love Was». El LP es una maravilla y un imprescidible de todos los tiempos, sin embargo, no tuvo éxito y, de hecho, se vendió mucho peor que sus anteriores trabajos. The Who había abandonado definitivamente el sonido Mod y sus fans no se lo perdonaron…

El disco arranca con «Armenia City in the Sky» que, curiosamente, no es una canción escrita por el grupo sino por el amigo de Pete, John Keen, que la compuso especialmente para el LP. Psicodelia pura, Syd Barret y el arrollador «Sgt. Pepper’s» habían calado en el sonido del grupo y esta excelente canción lo demuestra como ninguna. Gran comienzo, al que sigue la primera de las parodias publicitarias, el cómico instrumental «Heinz Baked Beans«, escrita por John Entwistle pero en la que destaca sobremanera la percusión de Moon.

La primera canción de Pete llega con el delicioso pop acústico de reminiscencias latinas de «Mary Anne With The Shaky Hand«. Una gran canción que destaca, no sólo por su atrevida letra (sobre la masturbación, «What they’ve done to a man, those shaky hands»), sino por su excelente melodía y su tratamiento de las armonías vocales. Fantástica, al igual que la irónica «Odorono«, una nueva canción-anuncio escrita y cantada por Pete, sobre los problemas de una señorita con su desodorante.

La ironía es también la nota imperante en la sublime «Tattoo» en la que una pareja de hermanos adolescentes deciden que un tatuaje es la mejor forma de pasar a la edad adulta. La canción es una maravilla de principio a fin y la confirmación de que Pete Townshend es un excelso compositor. En esta canción Pete también comienza a demostrar su destreza con la guitarra acústica (habilidad que llevará al extremo en «Tommy»). Gran melodía, gran letra, gran voz de Roger, grandes coros del resto, fabulosos arreglos. Canción 10.

En «Our Love Was» Pete vuelve a tomar la voz cantante. Extraña canción que parece un conglomerado de atmóferas que se alternan convirtiendo la canción en una montaña rusa de estilos e intensidades en la que destaca un espectacular Keith Moon.

Esta fantástica cara A concluye con la extrodinaria «I Can See For Miles«, uno de los hitos de los Who como grupo y de su compositor, Pete Townshend, como creador de canciones. Estamos ante uno de los mejores cortes de la psicodelia sesentera que, editado como single, alcanzó el Top-10 tanto en Inglaterra como Estados Unidos. Intensa y vanguardista pero sin dejar de ser melódica, fue en su momento comentada como la canción «mas heavy, potente y ruidosa jamás escrita«, hecho que incitó a Paul McCartney a componer su excelso «Helter Skelter«. Estamos, sin duda, ante uno de los singles más completos jamás editados. Un auténtico temazo.

La cara B se abre con otra gran canción pop de Pete, «I Can´t Reach You«, en una línea similar a «Tattoo» pero sin alcanzar la excelencia de aquella. Un buen tema que da paso a otro irónico jingle sobre una crema anti-acné compuesto por Entwistle: «Medac«

«Relax«, el siguiente corte, vuelve a las sonoridades psicodélicas a través de un fantástico entramado melódico compuesto por Townshend y fantásticamente interpretado por la banda. Hasta el momento, el disco es un monólogo artístico de Townshend al que sólo Entwistle da la réplica con pequeños y no demasiado valiosos jingles, pero el talentoso bajista demuestra su calidad como compositor con la barroca «Silas Stingy«, un fabuloso y extrañísimo tema.

Pete vuelve a dejarnos con la boca abierta con «Sunrise» una excelente composición en la que sólo escuchamos al guitarrista dedicar esta hermosísima canción a su madre, Betty. Townshend se encarga de todo, acústica (soberbia, por cierto) y voz. Una joya oculta rara vez reseñada pero de enorme calidad, una íntima canción que contrasta con la ambiciosa «Rael 1 & 2«, la mueva mini-opera-rock del grupo. Tras «A Quick One While He Is Away», Pete repite formando narrando la historia de un capitán de barco que debe hacer frente al amotinamiento de su tripulación. La música es imaginativa y tiene grandes pasajes (algunos de ellos serán reciclados por Townshend para su siguiente disco, el maravilloso «Tommy»).

Y así concluye un estupendo LP, sin lugar a dudas el mejor trabajo del grupo hasta ese momento. Sin embargo «The Who Sell Out» fue un fracaso comercial (número 13 en UK y 48 en USA) y no fue capaz de destacar entre la batería de obras de arte que se editaron en 1967 («Sgt Pepper’s» de los Beatles, «Flowers» y «Between the Buttons» de los Rolling Stones, «Wild Honey» de los Beach Boys, «Something Else» de los Kinks, «Forever Changes» de Love, «Axis: Bold As Love» de Jimi Hendrix, «Strange Days» de los Doors…) y quedó ensombrecido por trabajos posteriores del grupo. Eso no significa que el disco no merezca un puesto de honor en la historia, que lo merece como la maravilla que es.

VALORACIÓN GUILLETEK: 9/10

THE WHO. «A Quick One» (1966). (7/10)

Run, Run, Run (Townshend)
Boris the Spider (Entwistle)
I Need You (Moon)
Whiskey Man (Entwistle)
  Heat Wave (Brian Holland/Lamont Dozier/Edward Holland)
Cobwebs and Strange (Moon)
  Don’t Look Away (Townshend)
See My Way (Daltrey)
So Sad About Us (Townshend)
A Quick One While He’s Away (Townshend)

Los Who eran, a finales de 1966, un grupo consolidado en el panorama británico.  Se habían convertido en un grupo de éxitos, un grupo de singles que se habían convertido en unos habituales del Top-10 de las listas. No obstante, Pete  no se encontraba cómodo en esa situación y la idea de llevar sus canciones en una nueva dirección le llevaba tiempo rondando por la cabeza y solía darle vueltas a cómo fusionar un libreto operístico con la música rock.

Intentando huir de su imagen de «grupo de singles», el grupo aborda la grabación de su nuevo LP. Las nuevas inquietudes de Townshend comenzarán a verse claramente en su siguiente «disco grande».  Editado a mediado del 66, el LP tuvo una fría acogida entre la crítica. Su principal lacra es su falta de punch comercial, ya que, a nivel artístico, supone un gran paso adelante para el grupo. El problema es que el álbum  se mueve en varias direcciones sin terminar de llegar a ningún sitio. Refleja el estado de Townshend, a medio camino entre su reciente pasado de éxito mod y la nueva senda que quiere emprender y que queda plasmada en la genial «A quick one».

Es el disco más democrático del grupo y eso se nota, para mal, en el resultado final. Las capacidades musicales a la hora de componer de Townshend están muy por encima de las del resto de la banda. Sin embargo, en este disco, de las diez canciones, sólo cuatro son de Pete, el resto se reparten entre John (2), Moon (2) y Daltrey (1) y una versión del «Heat Wave» de Martha & The Vandelas.

El LP se abre con una canción de Pete Townshend, «Run Run Run«, muy en la línea de su primer álbum, uno de los últimos escarceos del grupo con las sonoridades mod. No obstante, a pesar de su raigambre clásica, presenta varias novedades como el tratamiento de la guitarra o la producción pre-psicodélica. Un gran tema que, junto a la siniestra «Boris The Spider» -obra de John Entwistle-, dota al LP de un notable arranque.

«I Need You«, resulta una agradable sorpresa. Compuesta e interpretada por Keith Moon, es un buen tema pop y supone la demostración de que la batería puede ser el instrumento principal de una canción…, sencillamente brillante a los tambores. Entwistle vuelve a la carga con «Whiskey Man», otro siniestro e interesante tema, antes de llegar al cover de «Heat Wave«, original de Martha & The Vandelas. La cara B se cierra con el circense y bizarro instrumental «Cobwebs and Strange«, compuesto de nuevo por Keith Moon y en el que, como no podría ser de otra forma, destaca sobremanera la espectacular forma de tocar la batería de su autor.

«Don’t Look Away«, es la segunda composición de Pete Townshend que aparece en el disco, un extraño tema pop que adelanta estilos venideros pero que no destaca como canción. Floja también, mucho más de hecho, es «See My Way«, la aportación de Roger Daltrey como compositor. La cara B camina en terreno de nadie hasta que suenan las primeras notas de «So Sad About Us«, una fantástica canción de Pete. Buena melodía, buenas voces y una pista de batería para la historia. Directa, sencilla y fantástica.

El disco termina con la materialización de la idea que Pete llevaba rondando hacía un tiempo. «A quick one (while he’s away)» es la primera «ópera rock» de la historia. Cierto es que sólo es una canción (realmente es la unión de seis), pero la forma que tiene de contar la historia, los diálogos de los personajes y los cambios de la música al servicio de la historia eran algo nuevo. Sus 9 minutos de duración narran la historia de una mujer cuya pareja  se ha ido de casa.  Comienza con un fragmento de 20 segundos a capella en el que el narrador sitúa la historia  («Su marido se fue hace un año, tenía que haber vuelto ayer pero no lo hizo…»); posteriormente Roger toma la voz hasta el minuto 2 aproximandamente describiendo la penosa situación de la mujer alejada de su amor; Pete y Roger cantan la tercera parte de la canción –«We have a remedy…»- en la que los amigos de la mujer le anuncian que tienen una solución para su problema: Ivor el Camionero, papel que protagoniza la cuarta parte de la canción «consolando» a la solitaria mujer. En la quinta parte, minuto 5, el marido anuncia su llegada se encuentra con todo el pastel pero acaba perdonando a su enamorada esposa en la sexta y última parte del tema, la brillante «You are forgiven». Resulta especialmente brillante la versión que de esta canción realizó el grupo en 1968 para la malograda película de los Rolling Stones «Rock & Roll Circus». La actuación de los de Townshend fue tan brillante que Jagger y Richards decidieron cancelar el estreno de la película en la BBC -como estaba prevista- porque consideraban que su actuación quedaba en ridículo comparada con la de los Who.

El LP ya sólo merecería la pena por esta joya final. Carece de la frescura del anterior y de la brillantez de los posteriores siendo posiblemente su peor trabajo de los 60…, pero dista mucho de ser un mal disco. En Inglaterra obtuvo un número 4 y en Estados Unidos fue un sonoro fracaso a pesar de que. allí, se incluyó el exitoso single «Happy Jack» e incluso se título el disco con el nombre de la misma canción en un futil intento de hacerlo más comercial y, de paso, de evitar las connotaciones sexuales del título británico.

VALORACIÓN GUILLETEK: 7 /10

THE WHO. Capítulo 2 (1966). Adiós a los mods. «A Quick One (While He’s Away)»

Los Who se habían convertido en un grupo de moda. Eran la referencia mod y sus admiradores aumentaban día a día. No obstante, no nos engañemos, los Who se habían subido al carro de una moda (en este caso el movimiento mod) por conveniencia comercial y, ese tipo de «jugadas», suelen producir un éxito tan inmediato como efímero.

Townshend y sus muchachos no querían ser «flor de un día», sin embargo, el grupo tenía serios problemas internos: desde los comienzos quedó claro que era un grupo formado por las muy fuertes personalidades de sus componentes.La presión sobre ellos aumentó y fueron obligados a realizar duras giras que soportaron a base de anfetaminas. Sin embargo, el uso de estupefacientes se reflejó en sus shows en directo que empezaron a ser erráticos al punto que Daltrey, harto, dejó el escenario a mitad de un concierto en Copenhague, se dirigió al camerino y tiró todas las anfetaminas por el retrete. Cuando Moon se dio cuenta acabaron llegando a las manos y Roger fue expulsado de la banda…, y readmitido a las cuatro semanas… En cualquier caso, muy pronto se escucharon rumores de que Daltrey dejaría el conjunto e iniciaría una carrera en solitario, Pete Townshend comentó la posibilidad de seguir como trío. Pete, Moon y Entwistle, conspiraban con formar un nuevo grupo al que llamarían Led Zeppelin… aunque, al final, la sangre no llegó al río y las aguas se calmaron.

Lo que era un hecho es que Townshend, principal motor creativo del grupo, estaba cada vez menos interesado en los clichés del movimiento mod y comenzaba a componer cosas distintas. Fruto de estás nuevas inquietudes, surge su nuevo single: «Substitute«. Publicado en marzo del 66, supone un punto de inflexión en la carrera de la banda. Con este tema Townshend da un descarado paso hacia delante a nivel lírico gracias a su irónica letra, y, en lo musical crea otro riff clásico basado en un obsesivo y genial uso del acorde de RE. La canción es todo un clásico que Townshend compuso influenciado por la fuerza del riff de «Satisfaction» de los Rolling Stones, y que Entwistle eleva hasta la estratosfera con una mítica línea de bajo. El propio Pete produce un tema que, acompañado de «Instant Party/Circles» en la cara B, alcanzó el nº5 en las listas británicas.

Como hemos dicho, Pete Townshend estaba cada vez menos interesado por los mods y comenzó a obsesionarle la idea de escribir de utilizar el formato de la ópera para aplicarlo a la música rock. Quería contar historias y establecer diálogos dentro de las letras de las canciones sin abandonar su sonido característico. De esta forma, Pete empezó a escribir un boceto de una ópera-rock que, bajo el título de «Quads», narraría una historia enmarcada en un futuro en el que los padres podrían elegir el sexo de sus futuros hijos. La idea fue descartada, pero el tema principal del proyecto acabó siendo el siguiente single del grupo: «I’m a boy«. Editada en agosto del 66, la letra de la canción versa sobre el lamento de un niño que quiere ser niña en una familia con tres hermanas. A pesar de lo delicado del tema, consigue un honroso nº2, sólo frenada por el «All or nothing» de los Small Faces. Es un tema 100% WHO, las guitarras, la incendiaria batería, las armonías… Otro clásico.

En diciembre de 1966, el día 3 concretamente, editan un nuevo y exitoso single que les lleva al número 3 de las listas británicas y a conseguir su primer Top-40 en Estados Unidos (#24). La canción en concreto es la brillante «Happy Jack«. Con una línea de bajo made in Entwistle, Pete compone esta fabulosa y minimalista canción que sigue avanzando en un marco estilístico muy alejado de sus raíces mod.

Los Who eran, a finales de 1966, un grupo consolidado en el panorama británico. Su celebridad se veía apoyada por sus excelentes actuaciones en vivo (para ejemplo tenéis este «I Can’t Explain«) en las que la figura del maravilloso loco Keith Moon crecía cada vez más enteros. Se habían convertido en un grupo de éxitos, un grupo de singles que se habían convertido en unos habituales del Top-10 de las listas de  singles. No obstante, Pete, no se encontraba cómodo en esa situación y la idea de llevar sus canciones en una nueva dirección le llevaba tiempo rondando por la cabeza. Seguía dándole vueltas a cómo fusionar un libreto operístico con la música rock…, en esta época empezó a fraguar una historia acerca de un joven sordo, mudo y ciego de nombre…, de momento, tenía poco más que el nombre del protagonista: Tommy…

Intentando huir de si imagen de «grupo de singles», el grupo aborda la grabación de su nuevo LP. Las nuevas inquietudes de Townshend comenzarán a verse claramente en su siguiente «disco grande»

A QUICK ONE
Run, Run, Run (Townshend)
Boris the Spider (Entwistle)
I Need You (Moon)
Whiskey Man (Entwistle)
  Heat Wave (Brian Holland/Lamont Dozier/Edward Holland)
Cobwebs and Strange (Moon)
  Don’t Look Away (Townshend)
See My Way (Daltrey)
So Sad About Us (Townshend)
A Quick One While He’s Away (Townshend)

Editado a mediado del 66, el LP tuvo una fría acogida entre la crítica. Su principal lacra es su falta de punch comercial, ya que, a nivel artístico, supone un gran paso adelante para el grupo. El problema es que el álbum  se mueve en varias direcciones sin terminar de llegar a ningún sitio. Refleja el estado de Townshend, a medio camino entre su reciente pasado de éxito mod y la nueva senda que quiere emprender y que queda plasmada en la genial «A quick one».

Es el disco más democrático del grupo y eso se nota, para mal, en el resultado final. Las capacidades musicales a la hora de componer de Townshend están muy por encima de las del resto de la banda, si acaso John Entwistle puede acercarse, pero desde luego Daltrey y Moon quedan muy lejos. Sin embargo, en este disco, de las diez canciones, sólo cuatro son de Pete, el resto se reparten entre John (2), Moon (2) y Daltrey (1) y una versión del «Heat Wave» de Martha & The Vandelas.

El LP se abre con una canción de Pete Townshend, «Run Run Run«, muy en la línea de su primer álbum, uno de los últimos escarceos del grupo con las sonoridades mod. No obstante, a pesar de su raigambre clásica, presenta varias novedades como el tratamiento de la guitarra o la producción pre-psicodélica. Un gran tema que, junto a la siniestra «Boris The Spider» -obra de John Entwistle-, dota al LP de un notable arranque.

«I Need You«, resulta una agradable sorpresa. Compuesta e interpretada por Keith Moon, es un buen tema pop y supone la demostración de que la batería puede ser el instrumento principal de una canción…, sencillamente brillante a los tambores. Entwistle vuelve a la carga con «Whiskey Man», otro siniestro e interesante tema, antes de llegar al cover de «Heat Wave«, original de Martha & The Vandelas. La cara B se cierra con el circense y bizarro instrumental «Cobwebs and Strange«, compuesto de nuevo por Keith Moon y en el que, como no podría ser de otra forma, destaca sobremanera la espectacular forma de tocar la batería de su autor.

«Don’t Look Away«, es la segunda composición de Pete Townshend que aparece en el disco, un extraño tema pop que adelanta estilos venideros pero que no destaca como canción. Floja también, mucho más de hecho, es «See My Way«, la aportación de Roger Daltrey como compositor.

La cara B camina en terreno de nadie hasta que suenan las primeras notas de «So Sad About Us«, una fantástica canción de Pete. Buena melodía, buenas voces y una pista de batería para la historia. Directa, sencilla y fantástica.

El disco termina con la materialización de la idea que Pete llevaba rondando hacía un tiempo. «A quick one (while he’s away)» es la primera «ópera rock» de la historia. Cierto es que sólo es una canción (realmente es la unión de seis), pero la forma que tiene de contar la historia, los diálogos de los personajes y los cambios de la música al servicio de la historia eran algo nuevo. Sus 9 minutos de duración narran la historia de una mujer cuya pareja  se ha ido de casa.  Comienza con un fragmento de 20 segundos a capella en el que el narrador sitúa la historia  («Su marido se fue hace un año…»); posteriormente Roger toma la voz hasta el minuto 2 aproximandamente describiendo la penosa situación de la mujer alejada de su amor; Pete y Roger cantan la tercera parte de la canción -«We have a remedy…»- en la que los amigos de la mujer le anuncian que tienen una solución para su problema: Ivor el Camionero, papel que protagoniza la cuarta parte de la canción «consolando» a la solitaria mujer. En la quinta parte, minuto 5, el marido anuncia su llegada se encuentra con todo el pastel pero acaba perdonando a su enamorada esposa en la sexta y última parte del tema, la brillante «You are forgiven». Resulta especialmente brillante la versión que de esta canción realizó el grupo en 1968 para la malograda película de los Rolling Stones «Rock & Roll Circus». La actuación de los de Townshend fue tan brillante que Jagger y Richards decidieron cancelar el estreno de la película en la BBC -como estaba prevista- porque consideraban que su actuación quedaba en ridículo comparada con la de los Who.

El LP ya sólo merecería la pena por esta joya final. Carece de la frescura del anterior y de la brillantez de los posteriores siendo posiblemente su peor trabajo de los 60…, pero dista mucho de ser un mal disco. En Inglaterra obtuvo un número 4 y en Estados Unidos fue un sonoro fracaso a pesar de que. allí, se incluyó el exitoso single «Happy Jack» e incluso se título el disco con el nombre de la misma canción en un futil intento de hacerlo más comercial y, de paso, de evitar las connotaciones sexuales del título británico.

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 7 de julio de 2013

WHO, The. «My Generation» (1965). (7,5/10)

Out in the Street (Pete Townshend)
I Don’t Mind (James Brown)
The Goods Gone (Pete Townshend)
La La La Lies (Pete Townshend)
Much Too Much (Pete Townshend)
My Generation (Pete Townshend)
The Kids are Alright (Pete Townshend)
Please, Please, Please (James Brown)
It’s Not True (Pete Townshend)
I’m A Man (McDaniel)
A Legal Matter (Pete Townshend)
The Ox (Townshend/Moon/Entwistle/Hopkins)

Con este disco, editado el 3 de diciembre de 1965, el grupo pretendió alargar el tirón del exitoso single «My Generation» . El LP  es sobre todo una sucesión de singles que acompañan al título principal. Es un disco sencillo, vitalista, directo y sin más pretensiones. Bien ejecutado, sobre todo a nivel instrumental (apoyados por el inefable pianista de sesión Nicky Hopkins), es un sorprendentemente buen disco especialmente tratándose de un disco de debut.

El disco se abre con la potente obra de Pete Townshend «Out In The Street«, uno de los mejores temas del álbum, muy en la línea negra del movimiento mod y cercana al R&B.  Con la versión del «I Dont Mind» de James Brown, el dísco se tiñe aún más de R&B. Esta línea estilística se matiza con la poco convencional y disfrutable «The Goods Gone«, otra composición de Pete.

Con «La La La Lies«, también compuesta por Pete, el grupo da un giro hacia el pop más comercial con escaso éxito comercial -fue lanzado como single y no consiguió entrar en listas-, pero con considerable mérito artçistico. La línea pop se mantiene en «Much To Much«, otra composición de Townshend.  Bien ejecutado y con unas composiciones propias bastante prometedoras, el disco avanza al ritmo del talento creativo de Pete Townshend quien, aunque muy lejos del nivel que exhibiría en el futuro, comienza a apuntar maneras. La cara A concluye con la incendiaria y tremebunda «My generation» , clásico del rock de todos los tiempos que ya había sido editada con anterioridad y se incluye en el LP como reclamo comercial. La lírica de la canción invitaba al hedonismo y al orgullo y la satisfacción del hecho de ser joven. La mítica frase «Hope I die before get old» («espero morir antes de llegara a viejo») fue el resumen ideológico de gran parte de una generación que tenía como único sentido vital la música y la juerga.  Era posiblemente el single más duro y potente que se había grabado en Inglaterra hasta la fecha. Roger tartamudea al cantar imitando los efectos que en el habla producen las anfetaminas, la batería es salvaje al igual que la guitarra, y nos encontramos con los primeros solos de bajo del rock. Una joya del rock que directamente alcanzó el nº2 en Inglaterra pero que en USA no pasó del 74.

Las cosas empiezan a mejorar, y mucho, con la maravillosa «The Kids Are Alright«, uno de sus momentos álgidos del LP. Gran tema pop de Pete con maravillosas armonías vocales y un fabuloso trabajo instrumental en el que ya destacan sobremanera las heterodoxas formas de Keith Moon sobre los tambores.
Con «Please Please Please«, vuelven a rendir tributo a su héroe James Brown, con buenos resultados. Con «It’s Not True» Townshend construye otro tema a medio camino entre el R&B y el pop en el que, de nuevo, destacan los locos redobles de Moon. Una nueva versión, en esta ocasión del «I’Am A Man» de McDaniel da paso a una canción en la que Pete Townshend roza el plagio: «A Legal Matter«, demasiado parecida al «The Last Time» de The Rolling Stones. La primera canción que el propio Pete canta en el disco y que fue editada como single con escasa repercusión. El disco concluye con «The Ox«, una jam instrumental acreditada a Pete, John y Keith así como al pianista de sesión Nicky Hopkins en la que, como no podría ser de otra manera, Keith Moon destaca sobre el resto.
En Estados Unidos, el disco se editó con portada y título distintos -«The Who Sings My Generation«- asó como un tracklist diferente. Se eliminó «I’Am A Man» por su «alto contenido sexual» y se introdujo la fantástica y pre-psicodélica «Instant Party«, que en Europa había sido editada como la cara B del single «A Legal Matter»
En resumen un meritorio trabajo de debut (salvo tres canciones todas son composiciones de Pete) que tuvo poca repercusión en Inglaterra y nula en USA. No obstante, todo hacía anunciar la llegada de mejores tiempos.

VALORACIÓN GUILLETEK: 7,5 / 10.

THE BEATLES. Capítulo 16 (1970-1974). Ex-Beatles, los restos del naufragio. Parte I

Tras el razonable éxito de Paul con su primer disco en solitario (nº2), George fue el primero en dar un golpe encima de la mesa tras la separación del grupo. La edición de el triple álbum «All Things Must Pass» el 27 de noviembre de 1970, demostraba que Harrison tenía muchas canciones que «vomitar» tras haber estado años bajo la sombra de Lennon y McCartney. El disco tiene canciones fabulosas como la homónima «All Things Must Pass«, «What Is Life«, «Beware of Darkness«, «Isn’t It A Pity«, «Wah-Wah» (dedicada a los dolores de cabeza que le daba Paul durante las grabaciones), pero sobre todo será recordado por la mítica «My Sweet Lord«. Una canción fabulosa por la que George tuvo que acudir a los juzgados por una reclamación de plagio por parte The Chifons y su «He’s so fine«. George fue multado «plagio inconsciente», potencialmente provocado por un caso de criptomnesia. Sea como fuere el disco de George -su tercero en solitario- alcanzó el número 1 en listas.

Apenas un mes después, en diciembre de 1970 y ya afincado definitivamente en Nueva York, Lennon edita su fabuloso «Plastic Ono Band» (review en Guilletek’s), el mejor disco que grabaría durante su carrera en solitario. Recibió muy buenas críticas pero, a diferencia de lo que había ocurrido con los discos de Paul y George, tuvo que conformarse con un número 8. No obstante el LP tenía canciones sublimes como «Mother«, «Isolation«, «Love» o la intimista «God«, en la que el verso «I don’t in Beatles, I just believe in me, in Yoko and me» pone en claro la situación. Y más cuando ese mismo mes, como hemos visto en el capítulo anterior, McCartney demandó a sus compañeros de grupo, disolviéndose su sociedad en abril de 1971.

Poco después de la edición de «Plastic Ono Band», en marzo de 1971, John editó su famosa «Power To The People» (enlace) como single

En mayo de 1971, Paul editó el exitoso single «Another Day» (enlace)  -numero 2 en listas- y su segundo disco en solitario: el exquisito y estupendo «RAM» que, aunque no recibió muy buenas críticas en su momento hoy en día está considerado uno de los mejores álbumes de un ex-beatle. Con todo, el LP alcanzó el número 1 a ambos lados del Atlántico y contenía grandes canciones como «3 legs«, «Heart Of The Country«, «Uncle Albert/Admiral Halsey» -el single del disco y rutilante número 1-, o la enorme «The Back Seat Of My Car«. Pero la atención fue acaparada por dos canciones Too Many People (enlace) y “Dear Boy” (enlace), que, aunque brillantes en lo musical, no es por su melodía por lo que obtuvieron relevancia sino por contener posibles mensajes velados de Paul hacia John.

Y es que , aunque Paul McCartney y John Lennon fueron como hermanos durante casi 15 años,  a partir de 1970 su relación fue espectacularmente hostil. Aunque ya desde la segunda mitad de 1969 la relación se había enfriado, en 1970 la situación se hizo casi insostenible. La tensión llegó al gran público cuando ambos músicos empezaron a lanzarse dardos desde sus canciones. En este aspecto fue Paul el primero en golpear  con su disco “RAM” (enlace a crítica en Guilletek’s), en cuya contraportada se pueden ver dos escarabajos –beetles- en actitud de darse por culo.  La primera de las canciones con mensaje es Too Many People. Paul arranca criticando la pose de John y Yoko (“Demasiada gente haciéndose el «underground» / Demasiada gente peleando por un trozo del pastel / Demasiada gente en un tira y afloja / Demasiada gente esperando un golpe de suerte”), luego recrimina a John no haber aprovechado la suerte de estar en los Beatles y renegar de ellos en los últimos dos años (“Ese fue tu primer fallo / cogiste tu golpe de suerte y lo partiste en dos / ¿qué puedo hacer por ti? / lo partiste en dos”). McCartney critica también la moralina de las canciones de John (“Demasiada gente predicando sermones / No les dejes que te digan lo que quieres ser / Demasiada gente haciéndolo /  es una locura, yo no lo hago”), para terminar dejando claro que ha cambiado de compañero, John por Linda (“Ese fue tu último fallo / yo encontré a mi amor / y ahora ¿Qué va a ser de ti / mi amor me espera”).

Paul reconoció que «Too Many People» estaba dedicada a John pero, además, Lennon entendió que en  “Dear Boy” también había referencias hacia él y Yoko. Según John, Paul le recriminaba que le hubiera  dejado para irse con Yoko (“Espero que nunca te des cuenta, querido chico, de lo que has encontrado / Espero que nunca te des cuenta de que es la cosa más dañina / Espero que nunca te des cuenta, querido chico / Espero que no tengas que darte cuenta de que el amor estaba aquí / y quizás con lo fastidiado que estás no recuperes el sentido común / espero que no lo recuperes, querido chico”), para luego dejarle claro que él sí había encontrado en Linda a la sustituta perfecta tras la separación del grupo (“Cuando salté estaba destrozado / pero ella y su amor aparecieron y me levantaron”). Paul siempre afirmó que esa canción iba dedicada al ex-marido de Linda.

El caso es que John era un hueso de roer… y vaya si contestó… En su siguiente disco, el extraordinario «Imagine» (review en Guilletek’s), de septiembre de 1971, incluyó una foto de regalo que hacía referencia a la portada de «RAM» en la que sostenía a un cerdo por las orejas en posición similar a la de Paul en la cubierta de su LP. Pero con lo que se despachó a gusto fue con la brutal «How Do You Sleep?» (enlace). John empieza atacando a la obra cumbre de Paul («Incluso el Sargento Pepper te pilló por sorpresa, te veías bien a los ojos de esa mamaíta») e incluso ironiza con la «histeria Paul is Dead («Esos locos tenían razón cuando decían que estabas muerto,  tu gran problema es tu cerebro / ¿Cómo puedes dormir por las noches?»). En la siguiente estrofa («Lo único que hiciste fue «Yesterday» y ahora eres «Another day»), John hace un buen juego de palabras diciéndole a Paul que lo único que hizo fue «Yesterday» (su mejor canción) y que ahora es «Another day» (que era el single de Paul que estaba en el mercado), por otro lado «Yesterday» es «ayer» y «another day» tiene la acepción de «día cualquiera», con lo que viene a decir que Paul hizo su mejor trabajo en el pasado y ahora es un vulgar autor… Al final, John es especialmente duro (» Una bonita cara dura un año o dos, veremos que puedes hacer después / La música que hace es como música de ascensores (musak), ¿no has aprendido nada en estos años?, ¿Cómo duermes?).

Además, por si fuera poco, George participó también en la canción…Eso le dolió aún más a Paul.  Años después, el propio Harrison, habló de este tema: «Supongo que después de la ruptura, -aunque en el fondo todos la deseábamos- lo más fácil era encontrar un culpable dentro de nuestro pequeño circulo y por lo menos para John y para mí la culpa recayó directamente en Paul. Por eso y porque su canción también me gustaba y además porque tampoco me había agradado en absoluto la actitud de Paul conmigo durante las sesiones de Let it be, fue que acepté la invitación de John para grabar la guitarra slide en «How do you sleep?» Recuerdo que cuando escuchamos el tema terminado, sonreímos un poco, pero era una sonrisa un poco amarga o forzada, como la que se ofrece por compromiso cuando alguien cuenta un chiste de pésimo gusto. Con el tiempo he pensado que John se pasó un poco, sobre todo en líneas como «the sound you make is musak to my ears». Parece que Ringo también estuvo invitado a la grabación pero se retiró al conocer la letra. El propio Lennon se arrepintió públicamente, años después, de haber editado esta canción

Esto no puede hacernos olvidar que «Imagine» es un disco magnífico con canciones enormes como la propia «Imagine«, «Jealous Guy«, «It’s So Hard«, «Gimme Some Truth» o «How?» que hicieron que tuviera un gran éxito de crítica y ventas, alcanzando -esta vez, sí- el número 1 a ambos lados del Atlántico.

El conflicto entre ambos se llevó también a la prensa escrita, John Lennon hizo declaraciones a Rollingstone en las que decía que «El primer disco como solista de Paul es basura. Esperaba más. Paul es capaz de grandes trabajos» para luego hablar sobre la separación del grupo, «Nos aburrimos de ser actores secundarios de Paul. Después de que muriera Brian creyó que podría sustituirle. George y yo no queríamos seguir adelante con «Let it Be», pero Paul lo arregló todo. A mi no me importaba, yo ya estaba con Yoko. Fue una sensación muy desagradable en el estudio, siendo filmados todo el tiempo. Yo sólo quería que se fueran. Así que la grabación terminó y no queríamos saber nada más de ella, por primera vez desde el primer álbum. Las cintas eran malas así que fuimos y produjimos Abbey Road a la carrera para hacer algo presentable y perpetuar el mito. Poco después, un día le dije a Paul: “Me voy a ir”. No había decidido como hacerlo, si iba a armar otro grupo permanente, o lo que fuera. Al final decidí que no quería quedarme atascado con otro grupo de personas. Y entonces un día estábamos discutiendo algo con Paul en una oficina y le estaba diciendo que no a todo, hasta que finalmente dije: “Ya está. El grupo ha terminado. Me voy”. Paul me pidió que lo pensara. Sin embargo, fue Paul quien lo anunció seis meses después para promocionar su disco solista. Fui un tonto por no hacer lo que hizo Paul.  Yo no estaba molesto con Paul por haberlo anunciado a su manera. Sólo estaba sorprendido. Es un buen relaciones públicas. Tal vez el mejor en el mundo. Nos dolió que no nos hubiera avisado de lo que iba a hacer. Me llamó una tarde, y me dijo “voy a hacer lo que tú y Yoko hicieron el año pasado, voy a sacar un álbum solo y me voy del grupo también”. Fue raro oírlo de su boca, pues el era el que más quería a Los Beatles. Y entonces los periódicos de medianoche salieron con la noticia. Yo estaba maldiciendo por no haberlo hecho yo mismo. Lo que tengo claro es que no hay posibilidad de que volvamos a grabar juntos. No volvería a grabar nunca con nadie, sólo con Yoko, pero no con otro ego maníaco. Hoy en día solo hay sitio para uno en un álbum»

Paul, cuya segunda hija -Stella- acababa de nacer en septiembre,  también concedió entrevistas explicando su versión: «Se hizo un contrato de sociedad —años atrás— para mantenernos juntos durante diez años. A causa de lo que éramos entonces, ninguno de nosotros lo miró dos veces al firmarlo. Lo firmamos en 1967 y lo descubrimos el año pasado; un contrato que nos ligaba por siete años más. Está claro que había que romperlo si no íbamos a seguir juntos, el problema reside en que a los otros tres les aconsejaron no anularlo, les dijeron que en caso de romperlo las consecuencias impositivas serían desastrosas para ellos. No es un problema con los otros tres. Creo que los cuatro todavía nos queremos mucho y no creo que haya resentimientos, no de mi parte por lo menos. Hace poco hablé con los otros y tampoco me lo demostraron… Es Allen Klein… Traté de pensar en la manera de llevar a Allen Klein ante la justicia. Pero la acción tendría que llevarse a cabo también contra los otros tres. En un principio me negué. «Viviremos con eso a cuestas». Durante todo el verano que pasé en Escocia luché contra mí mismo pensando si debía hacer algo parecido. Fue espantoso; tenía permanentemente un nudo en el estómago… Pero tuve que hacerlo…, ¿sabes? John tiene una canción llamada «Power to the People». En ella hay un verso —una especie de grito al gobierno— que dice: «Dennos lo que nos pertenece». Y para mí Apple representa al gobierno. Denme lo que me pertenece… La gente dijo: «Es una lástima que algo tan lindo tenga que terminar de esta manera». Yo también lo creo, es una lástima. Me gustan los cuentos de hadas. Me encantaría ver a Los Beatles envueltos en una nube de humo, con ropas mágicas. Pero es la vida real. El asunto Beatle era algo fantástico. Me encantó cada minuto vivido, era hermoso. Pero era una vida muy protegida y ahora tenemos que empezar a vivir. Musicalmente somo todos válido, individualmente somos todos buenos…, sólo hay que ver el disco de George»

A pesar de todo el conflicto, el primer conato de reunión se produjo poco después, cuando George pidió a Paul y John que se unieran a Ringo y a él mismo durante el concierto benéfico que Harrison había organizado en favor del pueblo de Bangla Desh. Parece que John, en un primer momento y a pesar de la oposición de Yoko, acabó aceptando… aunque al final no acudió; Paul directamente declinó la invitación porque «todo estaba demasiado caliente». No obstante el concierto de Bangla Desh, que pasará a la historia por haber sido el primer recital de rock benéfico de la historia, fue un éxito y contó con luminarias como Billy Preston, Bob Dylan, Leon Russell, Eric Clapton y los propios George y Ringo. El concierto fue un éxito (se donaron 243.418 dólares a UNICEF) y George se «atrevió» a interpretar dos de sus temas con los Beatles, siendo el primer miembro del grupo en tocar canciones del grupo en solitario. Las canciones elegidas fueron: «Something» y «While My Guitar Gently Weeps«

Mientras, Paul dio un giro a su carrera a finales de 1971 formando su propio grupo: Wings. Para ello reclutó, además de a su esposa Linda, al guitarrista ex-Moody Blues Denny Laine y al batería Denny Seiwell. Su disco de debut, «Wild Life» (enlace a crítica en Guilletek’s) editado en diciembre de 1971, es francamente malo, pero contiene en su interior la canción «Dear Friend» que, además de ser un muy buen tema, es una invitación a John para sellar la paz que aparentemente tuvo éxito, puesto que las hostilidades públicas cesaron. La crítica fue muy dura con el LP a pesar de que tuvo un relativo éxito comercial (número 10). Mal debut para el nuevo proyecto de Paul quien, ni corto ni perezoso, se subió en una furgoneta con sus compañeros de grupo e inicio una gira por Universidades británicas y pequeños escenarios.

Mientras, John y Yoko continúan con su activismo político y lo refrendaron con su siguiente lanzamiento discográfico, el flojísimo «Sometimes In New York City» (review en Guilletek’s) en junio de 1972. Es un LP realmente malo del que apenas puede rescatarse «Woman Is The Nigger of The World«. Como le ocurriera al disco de Paul y Wings, la crítica fue muy dura  pero, a diferencia de lo que le ocurriera a McCartney, el público también le dio la espalda y fue un absoluto fracaso comercial, especialmente en Estados Unidos donde John se había convertido en un personaje incómodo. La administración Nixon lo clasificó como persona non grata y consideró su deportación como «estratégica» y utilizaron la detención por posesión de drogas que había sufrido en Inglaterra en 1968 como excusa. John tuvo que pelear su estancia en los Estados Unidos,  la batalla legal le hizo pasar varias veces por los tribunales y, mientras, atendió a reuniones e hizo apariciones en televisión. Finalmente, el 23 de marzo de 1973, recibió una carta del Gobierno Federal que le ordenaba salir de los Estados Unidos en los próximos días. En respuesta, Lennon y Ono, realizaron una conferencia de prensa el 1 de abril de 1973 en Nueva York, donde anunciaron la formación del estado de Nutopia: «Anunciamos el nacimiento de un país conceptual, Nutopia. La ciudadanía del país se puede obtener mediante una declaración de su conciencia de Nutopia. Nutopia no tiene tierra, ni fronteras, ni pasaportes, gente solamente. Nutopia no tiene leyes que no sean cósmicas. Todas las personas de Nutopia son embajadores del país. Como dos embajadores de Nutopia, pedimos inmunidad diplomática y reconocimiento en las Naciones Unidas, de nuestro país y su gente». Agitando la bandera blanca de Nutopia (dos pañuelos), pidieron asilo político en los Estados Unidos. El escándalo del Watergate, que supuso la dimisión de Nixon, hizo que la presión sobre John se aliviara. El sucesor de Nixon, Gerald Ford, no prestó demasiada atención al caso y cayó en el olvido. No obstante John no consiguió su permiso de residencia hasta 1977.

Lo más destacado de este 1972 para John fue su actuación en directo en el Madison Square Garden de Nueva York en agosto, su primera actuación en directo (obvio esa «cosa» de Toronto) en solitario. Lennon atacó su «Come Together» y realiza estupendas versiones de temas como «Instant Karma«, «Mother» o «Imagine«, en lo que fue un concierto más que notable.

Entre tanto los Wings de Paul McCartney, que habían incorporado al guitarrista irlandés Henry McCulloug, comienzan su primera gira europea («Wings Over Europe»). Tras su mini gira por universidades, Paul consideró que el grupo estaba preparado para su primera gira internacional. Durante dicha gira Paul cantó una nueva canción dedicada a John «Best Friend» (enlace) que nunca llegó a editar a nivel discográfico, pero que demostraba a las claras la voluntad de Macca de enterrar definitivamente el hacha de guerra («Dime por qué me tratas tan mal, cuando eres el mejor amigo que pude tener…»). La banda comienza a sonar conjuntada y a conseguir cierto crédito entre el nuevo público. Temas como «Hi hi hi» , definitivamente más rockero y con una letra con claras alusiones sexuales que hizo que fuera censurada por la BBC, y sobre todo la extraordinaria «Live And Let Die«, compuesta para la película de James Bond «Vive y deja morir» y producida pro George Martin, hicieron que el público y la crítica comenzaran a respetar a los Wings

En su intento de promover su nueva carrera, Paul y los Wings protagonizan, ya en abril de 1973, un especial de televisión de una hora titulado James Paul McCartney (enlace) en el que Paul hace una interpretación soberbia de «Yesterday«, además de tocar otras canciones de los Beatles («Blackbird», «Michelle») y otros temas que sirven de adelanto de lo que será su próximo disco: «Red Rose Speedway» (enlace a crítica en Guilletek’s). Con este LP, Paul se reconcilia con la crítica y los Wings alcanzan su primer número 1 en ventas. Es un disco sólido y notable aunque algo falto de temas inolvidables. No obstante, canciones como «Big Barn Bend«, «One More Kiss«, «Little Lamb Dragonfly«, «Single Pigeon» y sobre todo el baladón «My Love«, número 1 en Estados Unidos, demuestran que McCartney comienza a recuperar la forma.

En el mismo abril de 1973, EMI decide editar dos discos dobles recopilatorios de The Beatles, “The Beatles/1962-1966” y “The Beatles/1967-1970”, popularmente conocidos como los discos Rojo y Azul. Probablemente las compilaciones de éxitos más completas del grupo mostrando la evolución de la banda desde “Love Me Do” hasta “The Long And Winding Road”. Fueron editados simultáneamente en formato de dos discos dobles. El “Rojo”, contenía las siguientes canciones:  Disco 1: Love Me Do, Please Please Me, From Me To You, She Loves You, I Want To Hold Your Hand, All My Loving, Can’t Buy Me Love, A Hard Day’s Night, And I Love Her, Eight Days A Week, I Feel Fine, Ticket To Ride , Yesterday. Disco 2: Help, You’ve Got To Hide Your Love, We Can Work It Out, DayTripper, Drive My Car, Norwegian Wood (This Bird Has Flown), Nowhere Man, Michelle,  In My Life,  Paperback, Eleanor Rigby,Yellow Submarine. Fue número 3 tanto en listas británicas como americana. En cuanto a su hermano, “The Beatles/1967-1970”, el “Azul” contenía: Disco 1: Strawberry Fields Forever, Penny Lane, Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band/With A Little Help From My Friends, Lucy In the Sky With Diamonds, A Day In The Life, All You Need Is Love, I Am The Walrus, Hello Goodbye, The Fool On The Hill, Magical Mystery Tour, Lady Madonna, Hey Jude, Revolution. Disco 2: Back In The USSR, While My Guitar Gently Weeps, Ob-La-Di, Ob-La-Da, Get Back, Don’t Let Me Down, The Ballad Of John And Yoko, Old Brown Shoe, Here Comes The Sun, Come Together, Something, Octopus’s Garden, Let It Be, Across The Universe, The Long And Winding Road. Tuvo mayor éxito que su hermano y consiguió un número 2 en Inglaterra y un número 1 en Estados Unidos.

El 73 fue un año de auténtica sobredosis Beatle. El siguiente en editar disco fue George. «Living in the Material World «, junio de 1973, está muy lejos del nivel exhibido en «All Things Must Pass», pero contiene algunas canciones memorables como el mega éxito «Give Me Love (Give Me Peace On Earth)» (número 1), «The Light That Has Lighted the World» y «Don’t Let Me Wait Too Long«. El disco fue un nuevo éxito de ventas y alcanzó el número 2.

John y Ringo también se unieron a la fiesta con sendos LP’s en noviembre de 1973. El LP de Ringo,  homónimo, a punto estuvo de suponer una reunión de The Beatles. De hecho, en el disco coinciden Paul, George, John y Ringo…, pero por separado… Ringo pidió ayuda a sus amigos para que le cedieran canciones para hacer un buen disco. George tocó la guitarra y le dió  sus canciones «Sunshine Life For Me (Sail Away Raymond)«, «You And Me (Babe)» y co-escribió con él «Photograph» (número 1 en Estados Unidos), Paul le regaló «Six O’Clock«, en la que también hace coros y toca el bajo. Pero la canción que desató los rumores fue la que aportó John, la genial «I’m The Greatest«. Durante la grabación Ringo (batería y voz), George (guitarra) y John (piano y voces) y Billy Preston (teclados) hicieron que la formación de la época de «Let It Be» estuviera completa al 80%. La rumorología hablaba de una re-formación de los Beatles con Klaus Voorman -que es quien toca el bajo en la canción- sustituyendo a Paul. Sea como fuere, el disco fue el mayor éxito de Ringo en su carrera (número 2)

John editó «Mind Games» (review en Guilletek’s) también en noviembre de 1973. Durante la grabación del LP (verano del mismo año) Yoko y John decidieron romper su relación, de ahí que este disco esté lleno de canciones sobre su ruptura. Es un disco definitivamente mucho más comercial que sus anteriores trabajos y con el que Lennon quiso conseguir el éxito en solitario que ya habían conseguido George y Paul…, pero no lo consiguió. El disco fue un fracaso y fue vapuleado -injustamente- por la crítica. Se le acusó de ser muy comercial (cuando con «Sometimes in New York City» le acusaban de serlo demasiado poco). Es obvio que John deja de lado la política para volver a temas universales, concretamente al desamor, puesto que la mayoría del disco es una petición de disculpas a Yoko por su reciente ruptura. Es un disco muy melódico y canciones como «Mind Games«, «Aisumasen«, «Out The Blue» y «I know I know» son sencillamente fantásticas.

Antes de acabara este muy activo 1973, Paul y sus Wings editarían otro LP -el segundo del año-, su celebérrimo y brillantísimo «Band On The Run» (enlace a crítica en Guilletek’s). Paul quería grabar un disco en África y decidió que podrían viajar a Nigeria, pero Henry McCullough, el guitarrista, abandonó el grupo unos meses antes de partir (Paul y él discutían frecuentemente y tenían diferencias artísticas) y a Denny Seiwell -el batería- le daba terror ir a África, así que decidió dejar también la banda. Paul, Linda y Denny Laine viajaron igualmente, «eso sólo significaba que yo tendría que tocar la batería y Denny  y yo nos repartiríamos los solos de guitarra, no hay problema». El resultado es el mejor disco en solitario de McCartney , uno de los mejores trabajos -si no el mejor- que un ex-beatle grabara y uno de los clásicos de todos los tiempos. Hasta Lennon reconoció que era  un álbum «muy bueno«. Es variado, inteligente, bien acabado …y, sobre todo, tiene unas melodías que quitan el hipo.  Canciones como la gigantesca «Band On The Run«, la comercial «Jet«, la sofisticada «Bluebird«, «Let Me Roll It» o la brutal «Nineteen hundred and eighty five» son muestra del nivelazo del disco. Número 1 planetario y la confirmación de Wings como banda.

1973 no acabó sin que los Beatles se reunieran…pero en los tribunales. John acaba demandando al Allen Klein  por mala administración…Paul,George y Ringo se unieron a la demanda… Pero,quien sabe si por la demanda conjunta, si por la desaparición de Yoko del panorama Beatle o simplemente por el paso del tiempo, la relación entre John y Paul comienza a destensarse en este punto de la historia 1974.

 Tras su separación de Yoko, John se refugia en los brazos  de May Pang, que había estado trabajando como secretaria de la pareja. Lo más sorprendente en que fue la propia Yoko la que propició la relación, prefiriendo que John estuviera con Pang, conocida, que con otras mujeres.

John y May Pang, dejaron Nueva York a finales de 1973 para trasladarse a Los Ángeles. Una vez allí, John recibió por parte de su amigo Harry Nilsson, el encargo de producir el que iba a ser su nuevo disco («Pussy Cats»). A John y May les pareció buena idea que los músicos vivieran bajo el mismo techo y tener el estudio instalado allí mismo. Así que Pang alquiló una casa de playa en Santa Mónica en marzo de 1974, instalaron un estudio de grabación, y  Ringo Starr, Harry Nilsson y Keith Moon se trasladaron allí.

Fue una época muy convulsa para Lennon. que se refugió en las drogas y en el alcohol para superar la depresión que le había ocasionado la separación de Yoko. May Pang, que fue fundamental para John durante este periodo, intentó que John afrontara sus problemas y se enfrentara a sus fantasmas, especialmente su familia y sus amigos. En primer lugar, hizo que John retomara su relación con Julian, su hijo, al que no veía desde hacía cuatro años, “Papá y yo conseguimos un mejor trato entonces, tuvimos un poco de diversión, nos reíamos un rato y en general tuvimos un gran momento cuando él estuvo con May Pang. Mis recuerdos de ese tiempo con papá y May son muy claros – fueron los momentos más felices que puedo recordar con ellos”, recuerda Julian.

Pero quedaba un cabo suelto: Paul.

Los McCartney decidieron visitar a John, sabedores de que éste estaba en Los Ángeles donde ellos se encontraban aquel 28 de marzo de 1974. Christopher Sandford, presente, describió la escena del reencuentro Lennon-McCartney de la siguiente manera: «La habitación se congeló cuando McCartney entró, y se quedó en absoluto silencio hasta que Lennon dijo: ‘Valiant Paul, supongo?’ McCartney respondió: ‘Señor Jasper Lennon, supongo? (Valiant Paul y Sir Jasper eran personajes interpretados por los dos, en un juego televisado de Navidad a inicios de la carrera de The Beatles). Extendió una mano McCartney, Lennon se la estrechó, y el ambiente era agradable, pero moderado, cordial, pero no especialmente cálido, por lo menos inicialmente». Paul y John, prácticamente no se hablaban desde hacía cuatro años y el reencuentro fue no demasiado afectuoso en un principio. Poco a poco el ambiente se relajó y comenzaron a hablar sobre los viejos tiempos, especialmente sobre la época de Hamburgo. Los litros de alcohol y las drogas probablemente contribuyeron a rebajar la tensión, hasta el punto que Lennon y McCartney empezaron a mostrarse a gusto con la situación y empezó a respirarse una auténtico ambiente de camaradería.

Última foto de John y Paul juntos, marzo de 1974

Paul y Linda se quedaron en casa de John y May unos días. El 31 de marzo de 1974, Stevie Wonder y Harry Nilsson, en mitad de una juerga, convencieron a John y Paul de que estaría bien grabar algo de música… y ocurrió…

Paul, en ausencia de Ringo, se sentó a la batería e hizo voces y John cantó y tocó la guitarra. Les acompañaron Stevie Wonder (voz y piano eléctrico, Harry Nilsson (voz), Jesse Ed Davis (guitarra), Bobby Keyes (saxofón), Ed Freeman (bajo), Linda McCartney (órgano) y May Pang (pandereta).

La sesión no tuvo mucha calidad a causa de la borrachera que llevaban todos. La marihuana y la cocaína también contribuyeron. Las cintas, recogidas en los Burbank Studios de Los Ángeles, nunca fueron editadas oficialmente (repito que su calidad es muy baja), pero sí en forma de álbum pirata bajo el título de «A Toot and a Snore in ’74».

El disco arranca con John ofreciéndole una raya a Stevie Wonder («¿Quieres esnifar, Steve? ¿Un golpe? Lo están pasando«), para atacar «Bluesy Jam» (enlace), una alocada improvisación sobre una base de blues con John a la voz principal. La siguiente canción es el clásico de Little Richard «Lucille» (enlace), en una versión mucho menos acelerada que la original y en la que podemos escuchar por primera vez a Paul y John cantando juntos (Lennon el tono alto y McCartney el bajo). El siguiente tema, «Nightmares» (enlace) es una versión del «Sleep Walk» de Santo & Johnny. Una floja versión del «Stand By Me» (enlace) de Ben E. King, llena de problemas técnicos y con John y Paul cantando juntos de nuevo, es la siguiente canción. La sesión terminó con un medley compuesto del «Cupid» y el «Chain Gang» de Sam Cooke más «Take This Hammer» de  Leadbelly.

Tras esta sesión Paul y John se vieron en muchas ocasiones durante 1974. May Pang recuerda esos encuentros: «Un día, los McCartney nos hicieron una visita sorpresa, después de la primera noche de grabación del disco Pussy Cats de Harry Nilsson. De hecho, después de ese encuentro, nos vimos harto con los McCartney. Cuando John y yo estuvimos juntos, él realmente estaba mucho más tranquilo y más abierto a sus viejos amigos y a su familia. Además de ver con frecuencia a Paul en Los Angeles y Nueva York, Ringo estuvo con nosotros varios meses, así que todos los sentimientos estaban mucho más cálidos… También estuvimos con George en Nueva York, , Paul y Linda también estaban con nosotros«.

Podríamos decir que nunca existió una posibilidad tan real de que los miembros de los Beatles volvieran a trabajar juntos como a lo largo de este periodo de 1974. La guerra Lennon vs McCartney llegó a su fin. Harry Nilsson contó años después, cuando recordaba este periodo, que un día paseando con John y May por la calle, un periodista los paró y se fijó en que Lennon llevaba una chapa que rezaba «I Love Paul» («Quiero a Paul»), habituales entre las fans de los Beatles años atrás. Cuando el periodista preguntó a John por qué la llevaba, la contestación fue obvia: «…porque quiero a Paul» 

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 23 de marzo de 2013

THE BEATLES. «Let It Be» (1970) ( 9 / 10 )

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«Two Of Us» (Lennon-McCartney)
«Dig A Pony» (Lennon-McCartney)
«Across The Universe» (Lennon-McCartney)
«I Me Mine» (Harrison)
«Dig It» (Lennon-McCartney-Starkey-Harrison)
«Let It Be» (Lennon-McCartney)
«Maggie Mae» (trad. arr. Lennon-McCartney-Starkey-Harrison )

«I’ve Got A Feeling» (Lennon-McCartney)
«One After 909» (Lennon-McCartney)
«The Long And Winding Road» (Lennon-McCartney)
«For You Blue» (Harrison)
«Get Back» (Lennon-McCartney)

Producido por Phil Spector.

Desde la misma portada, de aspecto fúnebre y con los Beatles en fotografías separadas, el álbum transmite tristeza y melancolía. Obra de John Kosh con fotos de Ethan A. Russell, el austero diseño en negro de la cubierta contrasta con la alegre y evocadora portada (basada en el primer disco del grupo: «Please Please Me») que estaba pensada para el malogrado proyecto «Get Back». «Let It Be» son los restos del proyecto «Get Back», en palabras de George Martin «era una idea brillante, creo que de Paul. La idea original era grabar un álbum con nuevo material, ensayarlo y tocarlo por primera vez en directo y ante el público, en disco y en película. En otras palabras, grabar un álbum en directo con material nuevo, algo que nadie había hecho nunca… «.

Hagamos un poco de memoria. Como comentamos en el capítulo 13 de este blog, la banda trabajó sobre este proyecto desde el 2 al 30 enero de 1969. No querían artificios ni trucos de estudio, el plan era recuperar la frescura y la espontaneidad de los primeros años alternando canciones nuevas y viejas e incluso versionando algunos clásicos del rock’ n’ roll… Volverían a ser un grupo de dos guitarra, bajo y batería…Volverían al principio… El proyecto llevaría por título Get Back (vuelve), una  vuelta a los orígenes, y el gran final sería una actuación en directo que acabó produciéndose sobre la azotea de las oficinas de Apple. George Martin, su productor de siempre, acabo hastiado del mal ambiente reinante entre los miembros del grupo y abandonó el proyecto, quedando el mismo en manos del ingeniero Glynn Johns. El trabajo de producción, premeditadamente austero, no terminó de convencer al grupo y Lennon decidió darle las cintas al afamado productor Phil Spector para que re-produjera el álbum.

Por delante quede dicho que soy fan de Phil Spector, su trabajo durante la primera mitad de los 60 me parece sobresaliente, pero soy de los que prefieren la austera idea original del proyecto «Get Back» a lo que acabó siendo el por momentos grandilocuente «Let It Be».  Spector hizo un buen trabajo con algunas canciones pero con otras decidió añadir su mítico muro de sonido a temas como «Across The Universe», «Let It Be», «I Me Mine» y «The Long And Winding Road», y esto implicaba dotar a las canciones de un estilo muy alejado al sonido de la banda. George Martin criticó la decisión aunque el más crítico con el trabajo de Spector, como veremos,  fue McCartney

Entre el 23 de marzo y el 2 de abril de 1970 (tan sólo siete días de trabajo), Spector redujo Let It Be a 12 canciones, introduciendo coros femeninos y arreglos orquestales en algunas de ellas y prescindiendo de la idea original de hacer un disco en el que se escuchase a Los Beatles tocar en directo con la mayor sencillez posible.

El caso es que el disco se abre con una frase de John:» ‘I Dig A Pigmy’, by Charles Hawtrey and the Deaf Aids. Phase one, in wich Doris gets her oats» («‘Pasión por un pigmeo’, de Charles Dawtrey y Los Sonotones. Fase uno, en la que Doris folla»), e inmediatamente suena «Two Of Us» , una fabulosa canción acústica de Paul en la que McCartney y Lennon cantan empastando sus voces a la perfección. El disco continúa con «Dig A Pony«, fruto de la fusión de dos canciones de John («Dig A Pony» y «All I Want Is You»). John nunca estuvo satisfecho con esta canción que si bien no es brillantísima, puede resultar muy disfrutable. La versión que aparece en el disco pertenece al mítico concierto de la azotea, prueba evidente que los Beatles se habían convertido en una banda más que competente en directo.

La mejor contribución de John al álbum llega con la fenomenal «Across The Universe«, una fantástica y cósmica canción que Lennon compuso en la India y que originalmente estaba destinada al «Álbum Blanco». La canción fue editada en una versión muy diferente en el álbum benéfico «No One’s Gonna Change My World» editado por la World Wildlife Fun (WWF). Phil Spector redujo el tempo, añadió una gran masa de cuerdas y prescindió de los efectos. El efecto satisfizo mucho a John que, hasta entonces, no había conseguido conseguir una grabación que le terminara de gustar, siendo ésta además una de sus canciones propias favoritas. Una canción monumental.

Tiempo para George Harrison y su «I Me Mine» , un tema que gira en torno al problema del ego. La melodía, inspirada en el vals, es fabulosa y George realiza una de sus mejores interpretaciones vocales. «Dig It» , es el resultado de una jam session de más de doce minutos entre los Beatles y Billy Preston, de la que Phil Spector rescató apenas 50 segundos. Relleno. Al final de la canción se oye a John diciendo, «That was ‘Can You Dig It’ by George Wood, and now we’d like to play ‘Hark The Angels Come’ («Esto era ‘Can You Dig It’, de George Wood, y ahora nos gustaría interpretar ‘Hark The Angels Come'»), que sirve de introducción a la enorme «Let It Be» . Paul, pensando en su madre fallecida, compone una de las más perfectas canciones que jamás se hayan escrito. A diferencia de la versión editada en single dos meses antes, Billy Preston no participa. La parte de la guitarra solista de George también cambia. Spector añadió una pista de acompañamiento orquestal, esta vez mucho más respetuoso con el sonido habitual del grupo. El resultado, como es el caso de la versión del single, es magnífico. No tengo claro cuál de las dos versiones prefiero, sólo sé que es una de las mejores canciones que jamas he escuchado.

Tras el subidón quasi-místico que nos proporciona el baladón de Paúl, los Beatles atacan animosamente una canción tradicional de Liverpool, «Maggie Mae» (enlace). Era una de las canciones que utilizaban, desde los inicios de su carrera, para calentar la voz antes de los conciertos o de las sesiones de grabación. La versión aquí recogida corresponde a una grabación espontánea entre algunas tomas de «Two Of Us».  Los cuatro Beatles figuran en los créditos como arreglistas.

Nada más abrir la cara B, John y Paul reúnen sus inconmensurables talentos fusionando dos de sus canciones en una. Por un lado, John había compuesto «Everybody had a hard year» y Paul «I’ve Got A Feeling». La unión de ambas canciones funciona perfectamente en uno de los momentos álgidos del LP, «I’ve Got A Feeling» . La grabación de «I’ve Got A Feeling» incluida en el álbum corresponde al concierto en la azotea de Apple, siendo una grabación absolutamente en directo y absolutamente brillante como tal. Fantástica de principio a fin. Otra de las canciones tomadas directamente del concierto de la azotea es el rock de John, «One After 909» . Una nuevamente brillante interpretación en directo de los de Liverpool de una canción que, aunque nunca llegaron a editar hasta este LP, ya grabaron en 1963.

Y llegó la canción de la polémica, «The Long And Winding Road» , una íntima y extraordinariamente bonita balada de Paul a la que Phil Spector añadió cargadas secciones orquestales y engoladas voces femeninas. Paul entró en cólera en cuanto la escuchó y vio cuánto se alejaba el arreglo de Spector del sonido intimista deseaba – tal y como aparece en la película -. Al parecer Paul intentó recuperar la versión original del tema pero su solicitud fue rechazada por Allen Klein. Muchos consideran que este incidente fue la gota que colmó el vaso y decidió a McCartney a abandonar Los Beatles.

Harrison, como era habitual, incluyó dos canciones en el disco. La segunda de ellas es «For You Blue» , un notable ejercicio de blues en el que destaca la pericia de John con la slide guitar y que sirve para calentar motores antes del gran final: la última canción del último disco que editaron los Beatles: «Get Back» . La fantástica canción de Paul ya se había editado en 1969 como single, pero esta versión, con la voz más «seca», resulta más recomendable. Vuelve a ser estupendo el solo de teclado de Billy Preston y destacable la labor a la solista de John. Es una canción fabulosa.

A los 15 días de editarse, el 23 de mayo de 1070, el disco llega al número 1 y permaneció 59 semanas en listas. Es un disco raro por su mezcla de sonidos y producciones, pero con momentos brillantísimos. Puede resultar un poco tristón, pero musicalmente raya a gran altura…, ¿cómo podría no hacerlo un disco con «Two Of Us», «Across The Universe», «Let It Be», «The Long And Winding Road» y «Get Back», hasta cabreados estos chicos eran la hostia.

VALORACIÓN GUILLETEK: 9 /10

THE BEATLES. Capítulo 14 (1969), El canto del Cisne. «Abbey Road»

A mediados de 1969, los Beatles eran poco más que una «marca». Poco quedaba de la banda unida de antaño y cada uno de los miembros -especialmente George y John- hacía si vida. En este entorno, Harrison edita en mayo de 1969 su segundo LP en solitario: «Electronic Sound«. Compuesto sólo por dos largos temas, uno para cada cara, es un pretencioso álbum experimental que gira en torno a un sintetizador Moog «tocado» por el propio George. Absolutamente infumable. Ruido. Otra porquería al nivel de «Two Virgins»

John tampoco colaboró demasiado a prestigiar los lanzamientos en solitario de los miembros del grupo. John y Yoko editan, también en mayo de 1969, su segundo álbum conjunto: «Unfinished Music No. 2: Life with the Lions». Otra basura integral que gira en torno al aborto que sufrió Yoko y en el que perdieron al que iba a ser el primer niño de la pareja. Es más audible que «Two Virgins» pero sigue sin merecer una sola escucha.

Pero John, a pesar de que sus lanzamientos en solitario se empeñasen en demostrar lo contrario, seguía siendo un músico maravilloso y apareció en el estudio con una nueva canción. La letra seguía siendo, como todo lo que hacía últimamente, sobre su relación con Yoko. Lennon quería grabarla con los Beatles, pero George no estaba y Ringo estaba desarrollando su carrera como actor rodando The Magic Christian con Peter Sellers. Sólo quedaba Paul. «The Ballad Of John And Yoko» (enlace) fue grabada por John (voz y guitarras) y Paul (voces, bajo, piano, batería y maracas) en uno de los últimos momentos se estrecha colaboración de los que otrora fueron inseparables amigos. Los asistentes a la sesión hablaron de un ambiente de verdadera camaradería entre ambos. En cuanto a la canción, es buena, pero quizás no tanto como para ser un single del grupo…, por lo que no sería de extrañar que su edición fuera un intento de contentar a John ante los últimos acontecimientos acaecidos. La canción, con todo, fue un éxito en Europa incluso a pesar del veto de la BBC por el verso «Cristo, sabes que no es fácil… tal como van las cosas, van a crucificarme»…, en Estados Unidos alcanzó «sólo» un número 8 por la actuación de Cinturón Bíblico en contra de la canción.

La cara B del single quedó para «Old Brown Shoe» (enlace), una buena canción de George con una frenética línea de bajo que, aunque los registros de grabación atribuyen a McCartney, Harrison siempre ha reclamado.

La actividad de John y Yoko era imparable y el 26 de mayo viajan a Montreal (Canadá) para comenzar su «encamada por la Paz», su forma no violenta de protestar contra las guerras en general y en particular contra la de Vietnam. Consistía en quedarse en la cama, en una habitación de hotel decorada con carteles en pro de la paz y convocar a cuanta prensa fuera posible. Yoko y John llevaron a cabo dos encamadas de dos semanas de duración en pro de la paz, en Ámsterdam (durante su viaje de novios) y en Montreal. Un reportero le preguntó a John que qué intentaba hacer. Y John le contestó espontáneamente, todo lo que estamos diciendo es : «dale una oportunidad a la paz» («Give Peace a Chance»), y tal como lo dijo, le gustó la frase y la preparó musicalmente para una canción.

El 1 de junio de 1969, alquiló una grabadora de 8 pistas en unos almacenes locales de música, volvió a la habitación del hotel y la grabó cantando junto a docenas de periodistas y varias celebridades, incluyendo a Timothy Leary, Rosemary Woodruff Leary, Petula Clark, Dick Gregory, Allen Ginsberg, Murray the K y Derek Taylor. «Give Peace a Chance» (enlace) se editó como single bajo el nombre de Plastic Ono Band alcanzando un número 2 en listas y, a pesar de que Paul no tuvo nada que ver, su composición aparece atribuida a Lennon y McCartney. Fue la forma de agradecer a Macca su participación en «The Ballad Of John And Yoko». La cara B del single la ocupaba la composición de Yoko, «Remember Love» (enlace), quizás lo mejor de la artista japonesa.

Paul McCartney observaba en la distancia toda esta actividad de John y Yoko con cierta pasividad, pero entrado el verano de 1969, pensó que era momento de recuperar el timón de su carrera. El proyecto «Get Back» había sido muy doloroso, tenían que volver a trabajar como en los viejos tiempos. Lo primero que hizo fue telefonear a George Martin. «Paul me dijo: ‘Volvamos a empezar y grabemos como antes, ¿producirías un álbum como solíamos hacerlo?’. ‘Bueno, si me dejáis, sí’. Le dije. Y así lo hicimos. Aunque no fue realmente como en los buenos tiempos, porque seguían componiendo aparte y utilizaban a los demás como músicos de acompañamiento en vez de trabajar en equipo, pero fue fantástico, es mi álbum preferido de los Beatles».

Fue Paul también el que llamó , con su incontenible entusiasmo por todo lo que tuviera que ver con los Beatles, a John, George y Ringo. Los cuatro sabían que el grupo estaba roto y los cuatro sabían que el proyecto «Get Back» no era un final a la altura del grupo. Paul explica que querían «terminar el trabajo de una forma honorable». El truco fue dejar todo a un lado, ponernos el mono de trabajo para hacer un álbum muy especial. De alguna manera, pensábamos que este sería nuestro último trabajo, así que… todavía podíamos mostrarnos a nosotros mismos de lo que eramos capaces de hacer, y tratamos de divertirnos mientras lo hacíamos». Geoff Emerick, el ingeniero de sonido, que había dejado al grupo durante las sesiones del «Álbum Blanco», también se unió al proyecto trayendo a un joven ayudante…, un tal Alan Parsons.

«ABBEY ROAD«

«Come Together» (Lennon-McCartney)
«Something» (Harrison)
«Maxwell’s Silver Hammer» (Lennon-McCartney)
«Oh Darling» (Lennon-McCartney)
«Octopus’s Garden» (Starkey)
«I Want You (She’s So Heavy)» (Lennon-McCartney)

«Here Comes The Sun»(Harrison)
«Because» (Lennon-McCartney)
«You Never Give Me Your Money» (Lennon-McCartney)
«Sun King» (Lennon-McCartney)
«Mean Mr. Mustard» (Lennon-McCartney)
«Polythene Pam» (Lennon-McCartney)
«She Came In Through The Bathroom Window» (Lennon-McCartney)
«Golden Slumbers» (Lennon-McCartney)
«Carry That Weight» (Lennon-McCartney)
«The End» (Lennon-McCartney)

«Her Majesty» (Lennon-McCartney)

Seamos claros, «Abbey Road», el último disco que los Beatles grabaron, es una absoluta obra maestra. No tiene ni un sólo momento bajo y es, sin duda, su álbum más refinado y su cénit como banda, tanto a nivel instrumental como vocal. A pesar de que la banda en lo personal estaba absolutamente rota, es uno de los discos más coherentes del grupo y aparecen como un conjunto especialmente compenetrado. Es, de hecho, el disco con más fragmentos cantados en armonías de tres voces. No obstante esta cohesión es un espejismo cuidadosamente elaborado. Realmente los cuatro Beatles coincidieron en el estudio en pocas ocasiones (en parte debido al accidente de coche que sufrió Lennon el 1 de julio de 1969) y para evitar la tradicional guerra de egos entre John y Paul, se llegó a un acuerdo fundamental según el cual la cara «1» se haría a criterio de Lennon y la cara «2» (la suite) según McCartney.

John y Paul estaban para entonces en mundos separados y, como recuerda McCartney, «cuando hicimos Abbey Road, John y yo éramos abiertamente críticos con la música del otro, y me dio la sensación de que a John no le interesaba demasiado interpretar nada que no hubiera compuesto él mismo». John por su parte acabó harto del perfeccionismo de Paul. Como ocurriera en el «Álbum Blanco», cada uno de ellos utilizaba al resto como músicos de apoyo. De hecho el disco, como he dicho antes, está claramente diferenciado en dos partes: la cara A, mucho más tradicional y la cara B en la que McCartney construye una suite, una especie de opereta-pop con varios fragmentos de canciones, «tanto John como yo teníamos varias canciones que eran fantásticas tal cual estaban pero que nunca terminamos, así que pensé que podríamos juntarlas». Es esta cara B lo que hace al disco especial y único, haciendo avanzar al grupo hacia nuevas atmósferas sonoras e incluso lo acerca al rock progresivo. Sin embargo a John nunca le gustó esta parte, «Me gustaba la cara A, pero nunca me gustó esa especie de ópera pop que hay en la otra cara. Es chatarra, trozos de canciones que fuimos echando ahí y juntando. Fue un álbum competente, estaba conjuntado, pero carecía de vida». De hecho, no es el mejor disco de Lennon en cuanto a aportaciones. John que demostró estar en forma extraordinaria con el «Álbum Blanco» baja mucho enteros en este disco. Sin embargo Ringo se sale, George se confirma como un maestro de la composición y McCartney está de monumento.

Paul, que ya era el líder musical de la banda (en parte por talento y en parte por dejadez del resto) de forma indiscutible, acrecentó dicho papel durante la grabación de este álbum. «En Abbey Road empecé a ocuparme demasiado de la producción, en opinión de todos. El productor era George Martin y yo me metía demasiado. George Harrison y Ringo se daban la vuelta y me decían: ‘Mira, ¡piérdete!. Ya somos mayorcitos y podemos arreglarnos perfectamente sin ti’. Para las personas que, como yo, no se dan cuenta de cuándo son demasiado arrogantes, que te digan eso te coge por sorpresa. Así que me cerré completamente y me retiré: ‘Vale, vale, tienen razón». Así pasaron uno o dos días, hasta que la sesión empezó a decaer un poco y al final Ringo se giró hacia mí y me dijo: ‘Venga…¡produce!’. Una de dos. O yo hacía lo que había estado haciendo, lo cual, en honor a la verdad, no estaba tan mal, o me retiraba y también me volvía paranoico, que es lo que sucedió».

bocetos de Paul

La idea era titular el disco «Everest» y tenían preparado un viaje al Himalaya para realizar la sesión de fotos para la portada, pero esta idea se abandonó y Paul hizo la sugerencia de salir fuera del estudio, hacer las fotos para la portada y llamar al álbum sencillamente «Abbey Road«. McCartney preparó los bocetos para que el fotógrafo Iain Mcmillan realizará el 8 de agosto de 1969 una de las portadas más famosas de la historia. La foto de la portada es, además, uno de los fetiches de los defensores de la conspiración «Paul is dead», tal y como relata en su libro Wiliam J. Dowlding: «Se dijo que la portada representaba un cortejo fúnebre. Paul, por ser el cadáver, llevaba el paso cambiado con respecto a los demás Beatles. Por su indumentaria, John era el cura, Ringo el empresario de pompas fúnebres y George el enterrador. Asimismo, Paul va descalzo, y así entierran a sus muertos algunas sociedades. El actor que aparece en la portada no podía ser Paul porque sostenía el cigarrillo con la mano derecha; el Paul de verdad era zurdo, claro. Por otra parte, la matrícula del Volkswagen es «28IF», supuestamente la edad de Paul si («si»- condicional-, en inglés if) hubiera estado vivo.» Paul explicó años después la razón por la que aparece descalzo, «En Londres hacía calor aquel día, un día cálido y agradable… Buen tiempo, no me apetecía llevar zapatos. Así que me presenté en la sesión de fotos en sandalias… luego durante la sesión me las quité y en la foto elegida para la portada, aparezco descalzo, cosa que para la Mafia es un viejo signo de muerte o algo así».

Fue el primer disco del grupo en hacer uso de una máquina de 8 pistas, aunque en el Álbum Blanco hicieron uso de dichos aparatos de forma ocasional. Esto permitió que este álbum fuera grabado más rápidamente que cualquier otro LP de los Beatles desde 1965.

«Shoot me» («dispárame») canta John, junto a una línea de bajo de Paul para la historia y unos acertados redobles de Ringo…, «Come Together» (enlace). Lennon compuso este sucio y glorioso rock poco después de su accidente de coche, «Tim Leary me pidió que compusiera una canción para su campaña para gobernador de California y ‘Come Together’ (Juntémonos) era una expresión que él utilizaba mucho… Lo intenté una y otra vez, sin lograrlo. Lo que sí compuse fue esto, ‘Come Together’, que a él no le servía: una canción de campaña electoral no puede ser así, ¿verdad?«. Para su composición, Lennon tomó como base «You Can’t Catch Me» de Chuck Berry de la que de hecho mantiene el verso ‘Here comes old flat-top’ (Aquí llega el viejo portaaviones). Berry demandó a John por plagio y Lennon zanjó el asunto negando haber copiado la canción y aceptando grabar algunas de las canciones de Berry y compensarlo con los derechos de autor generados («You Can’t Catch Me» y «Sweet Little Sixteen«, aparecerían en su álbum en solitario «Rock ‘n’ Roll» de 1975). Es un temazo con John y Paul destacando a nivel instrumental de forma sobresaliente, John a la guitarra solista y Paul con el bajo y el piano eléctrico.

Los ánimos se sosiegan con la maravillosa e incomparable balada de George «Something» (enlace). Pattie, la mujer de George, inspira esta excepcional canción que mereció los elogios de sus compañeros de grupo, Lennon dijo: «yo creo que es la mejor pista del álbum, en serio», mientras que McCartney mencionó: «Para mí, es la mejor canción que él haya escrito». Con este tema George consigue por primera vez la cara A de un single (junto a «Come Together), «hasta entonces sólo se habían dignado a darme un par de caras «B», pero era la primera vez que obtenía una cara «A». ¡Ya ves!», situación que, aunque dolorosa para Harrison, John explica de forma tan cruel como sincera: «Con ‘Something’, fue la primera vez que George logró una cara «A», y es que de todas formas Paul y yo siempre componíamos las dos caras… No por que quisiéramos apartarle, sino, simplemente, porque su material no estaba a la altura». Es una canción sublime que la gloriosa base rítmica -a cargo de Paul y Ringo- y el enorme arreglo orquestal de George Martin elevan hasta los cielos.

La primera aparición de McCartney como compositor llega con la simpática «Maxwell’s Silver Hammer» (enlace), una siniestra historia sobre un estudiante que asesina a sus víctimas con un martillo de plata edulcorada por una melodía al más puro estilo boudeville. La canción tardó varias sesiones en grabarse -en gran medida por el uso del sintetizador Moog-, provocando la ira de Lennon, «La odio. Sólo recordar la grabación… nos la hizo repetir cien mil veces. Hizo todo lo posible para que fuera un single, pero nunca lo fue y nunca hubiera podido serlo…, pero bueno mientras Paul vaya haciendo cancioncillas folk resultonas como ‘Maxwell’s Silver Hammer’ para las abuelitas, los Beatles podrán seguir llegando al gran público». Melódicamente la canción es irreprochable y, como dice George, «es una de esas canciones que algunos odian y a otros les encanta». A mí me resulta adorable.

McCartney vuelve a la carga y elimina el azúcar de la canción anterior con «Oh! Darling» (enlace), una desgarradora balada rock en la que Paul se deja la garganta. A John siempre le encantó este tema y deseó haberlo cantando, «‘Oh! Darling’ fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer«. La sencilla, pero efectiva, instrumentación a lo años 50 sirve de contrapunto ideal a un McCartney con auténtico serrín en las cuerdas vocales. Gloriosa.

Tras su debut con «Don’t Pass Me By», Ringo se consagra como compositor en este álbum con la deliciosa «Octopus’s Garden» (enlace). George ayudó (mucho) a Ringo a terminar esta adorable canción que el batería comenzó a componer en Cerdeña (cuando abandonó a los Beatles en 1968) y no dudó en elogiarla: «‘Octopus’s Garden’ es una canción de Ringo. Fíjate que es sólo la segunda canción compuesta por él, y es deliciosa. A Ringo acaba aburriéndole tocar la batería todo el rato, así que en casa toca un poco el piano, aunque por desgracia sólo sabe unos tres acordes. Con la guitarra le pasa lo mismo. Sin embargo, esta canción te llega al alma por la paz que emana. Supongo que actualmente Ringo debe de estar componiendo canciones cósmicas sin darse cuenta». La intro de guitarra de George merece una tesis doctoral.

Lennon vuelve al mando con la hipnótica y fantástica «I Want You (She’s So Heavy)» (enlace), uno de los temas más heavy de la carrera de los Beatles tras la tremenda «Helter Skelter», «… Realmente es muy heavy. John toca la guitarra solista y canta, y no es más que un viejo riff de blues, pero también es una canción muy típica de John… Y una secuencia de acordes muy buena», afirmaba George. La voz de John recita una letra premeditadamenete minimalista frente a un pesado manto de guitarras -que John y George doblaron una y otra vez- y una espectacular línea de bajo de McCartney. Es una de las canciones más largas de la banda y su seco final, que además da por concluida la cara A, uno de los más sorprendentes.

La cara B no puede empezar mejor, si George había demostrado con «Something» que podía acercarse mucho al nivel de Lennon y McCartney, con «Here Comes The Sun» (enlace) lo confirma de forma contundente. Uno de los temas definitivos del pop de todos los tiempos. «La escribí cuando ir a Apple era como ir al colegio (principios de 1969), cuando teníamos que hacer de hombres de negocios, firmar cuentas y ‘firmar esto’ y ‘firmar aquello’. En fin, como en Inglaterra parece que el invierno no acaba nunca, cuando llega la primavera es jauja. Así que un día decidí huir de Apple y me fui a casa de Eric Clapton. Caminaba por su jardín y el alivio de no tener que ver a todos aquellos estúpidos contables era maravilloso. Paseando por el jardín con una de las guitarras acústicas de Eric compuse ‘Here Comes The Sun'». Las guitarras acústicas de esta canción son un tratado de buen gusto. Maravillosa

A pesar del ambiente enrarecido reinante en el seno del grupo, «Because» (enlace) es canción en la que los miembros del grupo más conjuntados parecen en toda la carrera de los Beatles. George, John y Paul cantan en armonía de forma absolutamente admirable esta canción que John compuso basándose en la Sonata del Claro de Luna de Beethoven. Los tres cantantes del grupo grabaron hasta nueve pistas de voz, tal y como explica el productor George Martin : «Una vez grabadas las bases, John, Paul y George cantaron la canción a tres voces. Entonces lo doblamos dos veces, convirtiéndola en una pieza global de nueve voces, es decir, tres voces grabadas tres veces». Bellísima y realmente prodigiosa a nivel vocal.

Con la fastuosa «You Never Give Me Your Money» (enlace) de Paul McCartney, con la crisis financiera de Apple como temática, da comienzo la extraordinaria suite de más de 16 minutos (que recomiendo escuchar de un tirón) con la que los de Liverpool nos obsequian en éste su último disco juntos. De hecho, esta canción en sí ya es un medley puesto que fusiona cuatro temas inacabados de Paul: arranca con la impresionante melodía al piano de «You Never Give Me Your Money» arreglada (¡qué bajo!) de forma magistral, para luego pasar a «That Magic Feeling» con un McCartney tan brillante como teatral al micrófono…, unas bellas armonías seguidas de un brillantísimo puente instrumental nos lleva a la parte «One Sweet Dream», para acabar con el «one, two, three, four, five, six seven, all good children go to heaven». Una obra de arte integral, absolutamente magistral…, cuando termina sólo oímos unos grillos… Grillos que, unidos a un bellísimo fraseo de guitarra reverberado muy influenciado según palabras del propio George Harrison por el ‘Albatross’ de Fleetwood Mac , nos llevan a la delicada «Sun King» (enlace) de John. Con fragmentos cantados en castellano, portugués e italiano utilizados de forma ininteligible, a pesar de su absurda letra y de ser, con mucho la peor canción del disco, es un tema formidable que nos da paso a otra composición de John, «Mean Mr Mustard» (enlace), compuesta en la India y con John y Paul cantando a dos voces como en los buenos tiempos. Sin pausa John ataca de nuevo con «Polytheme Pam» (enlace) la mejor de esta triada de canciones de John. Enormes George y Paul a las armonías y con John recuperando su brío de antaño. Muy buena…, aunque muy corta…pero… Seguimos sin pausa, un inspirado puente instrumental, alguien grita «Look Out!» (cuidado) y llega la sublime «She Came In Through The Bathroom Window» (enlace). ¡Qué canción! Paul compone y canta de forma magistral esta extraña canción sobre unas fans que se colaron en su casa. Instrumentalmente sublime (grandes Ringo y Paul a la base rítmica), fue compuesta originalmente para Joe Cocker, quien acabó cantándola un tiempo después.

Los Beatles nos dan una pausa de apenas un segundo antes de de suenen las primeras y dulces notas de la gran traca final el medley «Golden Slumbers«/»Carry That Weight» / «The End» (enlace del medley completo). Extraordinario trío de canciones de Paul fusionadas de forma magistral. Arrancamos con la dulce «Golden Slumbers» (enlace) que Paul compuso basándose en un poema de Thomas Dekker del que tomó tres versos y sobre el que construyo el resto de la letra y compuso la música. Arreglada con un gusto exquisito, en su minuto y medio transmite una belleza no descriptible con palabras…, cuando, de repente, los timbales de Ringo nos despiertan del sueño en el que estábamos sumergidos para unirnos al coro de «Carry That Weight» (enlace). Cantada a cuatro voces, Paul compuso este tema sobre su sensación de llevar todo el peso de la unión del grupo. Musicalmente parece una prolongación de «You Never Give Me Your Money» (de la que incluye un fragment0) y nos prepara para el gran final. «The End» (enlace) es la última canción del último disco que grabaron los Beatles, ¿cómo podría titularse de otra forma? De nuevo, Paul es el autor de esta joya en la que la banda despliega sus virtudes instrumentales. En primer lugar, Ringo hace su primer y único solo de batería, Paul recuerda; «nunca logramos convencer a Ringo para que hiciera un solo. Únicamente logramos persuadirle de que hiciera los redobles en ‘The End’, de Abbey Road. ‘Odio los solos’, decía», pero la interpretación de Starr, sin ser un prodigio de complejidad, es muy efectiva. Luego tenemos un fantástico duelo de guitarras solistas en el McCartney, Harrison y Lennon van turnándose, por este orden, tocando un compás cada uno. Acojonante. El gran y melódico final acaba con Paul al piano cantando un verso que John definió como «cósmico»: ‘The love you take is equal to love you make’ (El amor que recoges es igual al amor que das). ¿Se puede mejorar esto?

Aunque este debía ser el final del disco, si dejamos el CD sonar oiremos una breve y sencilla canción acústica de Paul, «Her Majesty» (enlace), que está allí fruto de la casualidad, tal y como explica el segundo ingeniero de grabación, John Kurlander: » «Her Majesty» tenía que colocarse en medio del medley del álbum, entre «Mean Mr. Mustard» y «Polythene Pam». Hicimos todas las mezclas y los fundidos para encadenar las canciones, Paul estaba presente y lo escuchamos juntos por primera vez. Dijo: ‘No me gusta «Her Majesty», tírala’, así que la corté y la saqué. Me habían dicho que no tirase nunca nada, así que cuando se fue la recogí del suelo, le puse unos veinte segundos de cinta neutra y la pegué al final de la cinta de montaje. Al día siguiente, en Apple, Malcolm Davies hizo una copia de trabajo de toda la secuencia y, aunque yo había escrito en la caja que «Her Majesty» se había descartado, él también pensó: ‘No hay que tirar nada, así que la pondré al final’. No lo sé a ciencia cierta, pero cuando Paul escuchó la copia de trabajo, seguramente le gustó oír «Her Majesty» colocada al final… No volvimos a mezclar «Her Majesty», así que aquella fue la mezcla que finalmente acabó en el LP«. Por esto «Her Majesty» no tiene acorde de guitarra final (que está aunque inaudible, al principio de «Polythene Pam») y se explica el estridente acorde que marca el principio de «Her Majesty», que pertenece en realidad al final del «Mean Mr. Mustard» original.

«Abbey Road» se editó el 26 de septiembre de 1969 y entró directamente en el nº 1 en ventas y permaneció en él 11 semanas; en diciembre volvió al nº 1 durante 6 semanas, permaneciendo en listas más de año y medio. Pero su éxito va mucho más lejos de lo comercial, en tanto en cuanto es la obra final, el canto del cisne, de la formación musical más prodigiosa de la historia del rock. Nunca tanto talento estuvo al servicio de un solo grupo musical, y ahí están los resultados: una colección de discos maravillosa, el 99% absolutamente imprescindibles, de la que este «Abbey Road» es el epílogo perfecto.

Desgraciadamente, a pesa del excelso nivel artístico exhibido en su último disco es grupo estaba absolutamente roto para estas fechas. Paul seguía siendo un Beatle hasta la médula, pero era el único. John seguía haciendo su vida y, tras pasar unos días desintoxicándose de su adicción a la heroína, grabó una canción sobre la dura experiencia del mono que vivió en sus propias carnes. «Cold Turkey» (enlace), que era la canción en cuestión, fue grabada por John con Ringo a la batería y Klaus Voorman (el de Hamburgo) al bajo, y es un sucio y descarnado rock que John incluso llegó a proponer a Paul como próximo single de los Beatles y que acabó editando en Octubre como trabajo de la Plastic Ono Band ante el rechazo inicial de McCartney.

La canción no era gran cosa, pero tampoco justifica el descarnado y furibundo ataque de la crítica que recibió, si bien éste fue ocasionado más por la sórdida temática del tema que por su calidad musical. No obstante, ninguna de las críticas hizo que John frenara su particular proceso de independencia respecto al grupo. A principios de septiembre, aún durante la grabación de «Abbey Road», John había recibido una invitación de los organizadores del festival Rock and Roll en Toronto. Lennon junto a Yoko, Eric Clapton, Klaur Voormann y Alan White (que acabaría siendo el batería de Yes), no sin antes advertir «no hemos tocado ni ensayado nunca juntos, así que tocaremos canciones que todos conocemos», tocaron «Blue Suede Shoes«, «Money«, «Dizzy Miss Lizzy» (horriblemente mal, por cierto), «Yer Blues«, «Cold Turkey» (con Yoko haciendo el payaso), «Give Peace a Chance» y dos basuras integrales cantadas por Yoko como «Don’t Worry Kyoko» y «John, John (Let’s Hope for Peace)«. La verdad es que fue un mal concierto pero sirvió para que John sintiera la emoción del directo y que fuera consciente de lo encerrado que se sentía dentro de los Beatles. Ni corto ni perezoso, Lennon llamó al manager del grupo, Allen Klein y se lo dejó claro: «Me voy de los Beatles, voy a montar un grupo con Eric Clapton y Klaus Voorman. Quiero anunciarlo a la prensa, prepáralo todo». Klein consiguió disuadirle diciéndole que no anunciara nada hasta que hubiera terminado la negociación que estaba llevando con EMI para renovar su contrato.

John aceptó no decírselo a la prensa, pero nada iba a privarle de decírselo al resto del grupo, y en especial a Paul. El 20 de septiembre de 1969, seis días antes de la edición de «Abbey Road», John le dijo a Paul en medio de una fuerte discusión: «Ya no soy un Beatle. Quiero el divorcio, cómo lo hice de Cynthia, ¿cabe eso en tu jodida cabeza?».

Era el final, y aunque Paul pensó que sólo era una de las rabietas de John, decidió darle tiempo mientras él se trasladaba con toda la familia a la granja que había comprado en Escocia decidido a grabar su primer disco en solitario. George y John lo habían hecho, ¿por qué él no?

Pero lo de John no era una rabieta, aunque aún quedaba para el final…, porque ninguna gran historia acaba sin una gran batalla …

TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 9 de marzo de 2013

THE BEATLES. «Yellow Submarine» (1969). ( 6 / 10)

«Yellow Submarine» (Lennon-McCartney)
«Only a Northern Song» (Harrison)
«All Together Now» (Lennon-McCartney)
«Hey Bulldog» (Lennon-McCartney)
«It’s All Too Much» (Harrison)
«All You Need is Love» (Lennon-McCartney)


«Pepperland» (Martin)
«Sea of Time» (Martin)
«Sea of Holes» (Martin)
«Sea of Monster» (Martin)
«March of the Meanies» (Martin)
«Pepperland Laid Waste» (Martin)
«Yellow Submarine in Pepperland» (Lennon-McCartney-Martin)

Producido por George Martin

Editado el 17 de enero de 1969

Seamos claros desde el principio. «Yellow Submarine» es, con mucha diferencia, el peor disco de la carrera del grupo. De hecho, es el único trabajo de los de Liverpool que no considero imprescindible. George Harrison ha llegado a decir que «este disco no vale nada» pero, si somos justos, no podemos dejar de obviar que, realmente, no es un disco propiamente dicho. La cara B no es original del grupo, sino que se trata de orquestaciones para la banda sonora del film de George Martin, y sólo encontramos cuatro nuevas canciones de los Beatles.

Ninguno de los miembros del grupo mostró ningún interés por la película y trabajaron sobre su banda sonora con absoluta dejadez. Recuperaron dos canciones que ya habían sido editadas («Yellow Submarine» y «All You Need is Love») y cedieron para la película canciones sobrantes de otros trabajos. La primera de las nuevas canciones es «Only a Northern Song» , una competente melodía de Harrison que fue grabada (y descartada) para «Sgt. Pepper’s», hecho que explica su sonido psicodélico que los Beatles habían abandonado con el Álbum Blanco, editado apenas dos meses antes.

Paul realiza su única aportación original al álbum con «All Together Now» , un sencillo skiffle , que si bien resulta simpático y pegadizo, no puede considerarse demasiado en serio. Es la canción que suena en los apenas dos minutos en que los Beatles reales aparecen en la película. La aportación de John es «Hey Bulldog»  y es, de largo, lo mejor del disco. Buen rock basado en un marcado riff de piano que la banda grabó durante la sesión de «Lady Madonna». Buen tema.

La última de las nuevas aportaciones es la interesante «It’s All Too Much» , de nuevo de Harrison, y de nuevo un resto psicodélico de los tiempos de Pepper’s. Buena canción de George cuya versión original superaba los ocho minutos de duración y que, aquí, aparece recortada aunque dura más de seis minutos.

En cuanto a la parte de Martin, es más que competente y funcional para la película. Desde la melódica y deliciosa «Pepperland» a la siniestra «March Of The Meanies» la música acompaña perfectamente las imágenes de una película que, a pesar de que los Beatles no quisieran tener mucho que ver con ella, es más que interesante. Resumiendo, un disco que no es imprescindible, pero que no está exento de buenos momentos y que consiguió un numero 3 en Inglaterra y el 2 en USA.

VALORACIÓN GUILLETEK: 6 / 10