«Básicamente lo hemos decidido, sin ningún gran drama, para estar con nuestro bebé tanto como nos sea posible…, hasta que sintamos que podemos tomarnos el tiempo libre para disfrutar de nosotros mismos trabajando en cosas fuera de la familia», así explicaba John en una entrevista concedida en Tokio en 1977, cuando ya llevaba dos años retirado. «Rock & Roll» , de 1975, fue el último disco editado por Lennon pero era un disco de versiones por lo que, en 1980, el mundo llevaba 6 largos años -«Walls & Bridges» es de 1974- sin ninguna nueva canción del genial artista.
En enero de 1980, John anuncia su vuelta al estudio. Al mes siguiente John y Yoko conceden una jugosa entrevista a Playboy en la que John explica las razones de su retiro: «He estado horneando pan y cuidando al bebé. Había estado bajo obligación o contrato desde que tenía 22 años y hasta después de cumplir 30. Después de esos años, eso era todo lo que conocía. No era libre. Estaba enjaulado. Mi contrato era la manifestación física de estar en prisión. Fue más importante encararme a mí mismo y encarar la realidad que continuar una vida de rock ‘n’ roll y seguir bajo los caprichos de tus actuaciones o de lo que el público opina de ti. El rock ‘n’ roll dejó de ser divertido. Decidí no tomar las opciones estándar de este negocio… ir a Las Vegas y cantar tus éxitos, si tienes suerte, o ir al infierno, que es a donde Elvis se fue. No necesito sacar 20 discos ni ganar 100 discos de oro…, no lo necesito. Dejemos eso a Wings. Que se olviden de mí, que vayan tras Paul o Mick Jagger. Yo no estoy aquí para eso. Lo estoy diciendo en negro sobre blaco junto con todos los senos y los culos de la página 196. No me molesten. Vayan a jugar con los Rolling Wings.
John afronta la preceptiva pregunta, ¿volverán los Beatles?: ¿Quieres que regresemos a mis días de colegio? ¿Por qué debemos regresar 10 años atras para ofrecerte una ilusión que yo sé que ya no existe? No puede existir. ¿Por qué deberían dar más los Beatles? ¿No lo dieron todo en 10 años? ¿No se dieron a sí mismos? ¡No puede volver a ser! Todos hablan de algo bueno que terminó como si se acabara el mundo. Pero cumpliré cuarenta cuando esta entrevista salga. Paul tiene 38. Elton John, Bob Dylan…, todos somos relativamente jóvenes. El juego no ha terminado. Todos hablan en términos del último disco o del último concierto de The Beatles, pero habrán otros cuarenta años de productividad. No estoy juzgando si «I Am The Walrus» es mejor o peor que «Imagine». Eso lo deben juzgar otros. Yo lo estoy creando. Yo lo creo. No me paro atrás y juzgo… Aunque creo que «Imagine», «Love» y esas canciones de la Plastic Ono Band se equiparan a cualquier canción que escribí cuando era un Beatle. Ahora, tal vez se tardará 20 ó 30 años en apreciarlas, pero el hecho es que te darás cuenta que son tan buenas como cualquier cosa que fue hecha en mi época Beatle… De hecho, no estoy satisfecho con ningún jodido disco de The Beatles. Cuando yo era un Beatle pensaba que éramos el mejor grupo pop o algo así. Pero me pones esas canciones hoy y quiero rehacer cada una de ellas. No existe una sola… Escuché «Lucy In The Sky With Diamonds» en el radio anoche. Es abismal, ¿sabes? La canción es simplemente terrible. Quiero decir, es buena, pero no fue hecha de la manera apropiada, ¿me entiendes? Pero ese es el viaje artístico, ¿no? Eso es por lo que continúas adelante. Creo que hicimos algunas cosas buenas y otras malas.
«¡Joder! los cuatro dormíamos en el mismo cuarto, prácticamente en la misma cama, en el mismo camión, vivíamos juntos noche y día, ¡comíamos, cagábamos y orinábamos juntos! ¿Me entiendes? ¡Hacíamos todo juntos! Ya sabes, están felicitando a los Stones por estar juntos 112 años y preguntándose al mismo tiempo por qué siguen juntos. ¿Qué no pueden estar solos? ¿Tienen que estar rodeados de un grupo? Está bien a los 16, 17 ó 18 años tener compañeros hombres e ídolos, ¿OK? Es tribal y es parte de las pandillas y está bien. Pero cuando continúas haciéndolo a los cuarenta, significa que todavía tienes 16 años en la mente.»
«En resumen, The Beatles no existen y nunca más podrán existir. John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Richard Starkey podrían montar un concierto, pero nunca serían The Beatles cantando «Strawberry Fields» o «I Am The Walrus» de nuevo porque ya no tenemos 20 años. No podemos ser ellos de nuevo ni lo puede ser la gente que nos escucharía… Pero no me malinterpretes. Aún amo a esos tipos. The Beatles terminaron pero John, Paul, George y Ringo seguirán».
El entrevistador pregunta, cómo no, a John sobre su relación con el resto de los miembros de los Beatles: «No somos ni los mejores amigos del mundo ni nos llevamos mal. Ni lo uno ni otro. No he visto a ninguno de los Beatles por no sé cuánto tiempo.
Lennon habla en particular de su relación con cada Beatle, así, sobre Ringo dice: «Ringo era una estrella por derecho propio en Liverpool antes de que lo conociéramos. El era un baterista profesional que cantaba e interpretaba y además estaba en uno de los grupos más importantes de la Gran Bretaña. Así que el talento de Ringo hubiera salido de alguna u otra manera. No sé en qué hubiera terminado, no lo sé, pero hay algo en él que implica proyección y hubiera destacado con o sin The Beatles. Ringo es un muy buen baterista. No es técnicamente bueno, pero creo que la forma de tocar de Ringo está infravalorada, como la de Paul con el bajo. Paul fue uno de los bajistas mas innovadores. Y la mitad de las cosas que se hacen ahora son copias de lo que él hizo con The Beatles. Es un egomaniaco sobre todo lo que se relaciona con él, pero siempre fue modesto en relación a su forma de tocar el bajo. Creo que Paul y Ringo están al nivel de cualquier músico de rock. Ninguno de nosotros podía leer su música. Ninguno podía escribirla. Pero como músicos puros, como seres humanos inspirados para hacer ruido, son tan buenos como cualquier otro».
Con George, sin embargo, no tiene tan buenas palabras:» Creo que «All Things Must Pass» fue un buen disco, aunque creo que era muy largo... De todas formas estoy bastante dolido con George, su autobiografía, «I, Me, Mine», me hizo daño. El sacó un libro de su vida en donde, por omisión, señala que mi influencia en su vida es absolutamente nula. En su libro, que claramente está diseñado para mostrar sus influencias en cada canción que escribió, recuerda cada músico o guitarrista de poco valor que conoció en los años subsecuentes, pero yo no estoy en el libro… La relación entre George y yo fue aquella de un seguidor joven con alguien mayor. Él tiene tres o cuatro años menos que yo. Es una relación amor-odio y creo que George todavía resiente que yo haya sido el papá que dejó el hogar…. El caso es que me dejó a un lado, como si yo no existiera. No quiero ser tan egocéntrico, pero el fue un discípulo mío cuando empezamos. Recuerdo el día en que llamó para pedir ayuda para «Taxman», una de sus mejores canciones. Le di algunas líneas para ayudarlo con la canción porque eso fue lo que pidió. No me apetcía hacerlo. Pensé: «oh, no, no me digas que ahora tengo que hacer el trabajo de George», pero, porque lo quería, le dije que sí. Lo de componer era cosa mía y de Paul. Él se quedaba fuera porque no tenía nuestro nivel. Si escuchas los primeros álbumes de The Beatles, las versiones inglesas, él sólo tenía una canción. Las canciones que él y Ringo cantaban al principio eran las canciones que eran parte de mi repertorio en los salones de baile. Yo solía escoger las canciones para ellos de mi repertorio, las más fáciles de cantar. Así que estoy ligeramente resentido por el libro de George».
Y, por supuesto, Paul es el que más tiempo se lleva en la entrevista: «Alguien me preguntó sobre qué pensaba del último álbum de Paul y yo comenté que parecía que Paul estaba deprimido y triste. Escuché una canción, «Coming Up», que pienso que es muy buena. Después oí alguna otra que sonaba como si él estuviera deprimido. Pero no sigo su trabajo. No sigo a Wings. No me importa lo que Wings esté haciendo o qué está haciendo el nuevo álbum de George o lo que está haciendo Ringo. No me interesa, no más de lo que estoy interesado en lo que están haciendo Elton John o Bob Dylan. No es insensibilidad, es sólo que estoy muy ocupado viviendo mi propia vida para estar siguiendo lo que la otra gente hace, sea The Beatles o la gente con la cual fui a la escuela o la gente con la que tuve relaciones intensas antes de conocer a The Beatles. Pero, para ser franco, siento cierta admiración por cómo Paul empezó de cero, formando una nueva banda y tocando en salones de baile pequeños porque eso es lo que quería hacer con The Beatles. Quería que regresáramos a los salones de baile y que experimentáramos eso de nuevo. Pero yo no lo hice. Admiro que se haya bajado de su pedestal, hizo lo que quería hacer. Eso está bien. Aunque, musicalmente, creo que «The Long And Winding Road» fue su última bocanada de aire. Aunque en realidad no he escuchado nada suyo… No pienso lo que dije en «How Do You Sleep», eso de que «todo lo que hiciste fue «Yesterday»/Ayer y ahora eres sólo «Another Day»/Uno más»…, no lo pensaba. Pero usaba mi resentimiento en contra de Paul para crear una canción, pero sí pienso que, de alguna manera, a Paul se le murió la creatividad.
«Pero no hay problema con Paul, simplemente hace tiempo que no nos vemos y hablar con él es difícil. No he hablado realmente con él en 10 años. Debido básicamente a que no he estado con él. He estado haciendo otras cosas y él también. Tú sabes, el tiene como 25 hijos y como 20 millones de discos en el mercado, ¿cómo podría gastar su tiempo en hablar? Siempre está trabajando… Hubo una época en el que Paul venía constantemente con una guitarra. Lo dejaba entrar pero finalmente le dije: «Por favor, llámame antes de venir. Ya no estamos en 1856 y no puedes presentarte así. Sólo llámame antes». Se molestó por mi comentario pero no se lo dije en mal plan. Lo que le quise decir es que me estaba encargando del bebé todo el día y tenía que lidiar con un tipo que aparecía en la puerta. Bueno, de todas formas, esa noche, él y Linda volvieron y yo estaba sentado viendo el «Saturday Night Live» y un tipo apareció ofreciendo $3,200 si íbamos y cantábamos tres canciones. Yo le dije a Paul que el estudio estaba cerca y Paul dijo: «Ja! ¿No sería divertido ir?». Casi vamos al estudio, sólo como broma. Casi nos vamos en taxi para allá pero estábamos muy cansados y no fuimos… Pensándolo ahora, fue la última vez que vi a Paul».
«No echo de menos a Paul a la hora de hacer música. Nunca he sentido la pérdida. No quiero sonar negativo, como si no necesitara a Paul, porque cuando él estaba ahí obviamente funcionaba. Pero no puedo… Es más fácil decir lo que yo le di que lo que el me dio a mí. Y el diría lo mismo. Pero lo cierto es que funcionábamos bien, hicimos muchas canciones cara a cara en el cuarto de hotel o en una camioneta. En general, pordríamos decir que podrías decir que él aportó optimismo, mientras yo siempre me iba por la tristeza, la discordia, un cierto dejo de tristeza. Hubo un periodo en el cual yo no escribí canciones con melodía. Paul hizo todas esas buenas melodías y yo sólo aporté puros gritos de rock ‘n’ roll. Paul estaba muy capacitado, tocaba muchos instrumentos. Decía: «¿Por qué no cambias eso? Has incluido esta nota 50 veces en la canción». Ya sabes, yo enganchaba una nota y la repetía todo el tiempo. Por otra parte, yo era el que sabía hacia dónde ir con una canción, una historia que Paul había empezado. Yo siempre lo tuve más fácil con las letras, aunque Paul es un letrista muy capaz que no piensa que lo es. Así que no lo trabaja. Más que enfrentar el problema, lo evita. «Hey Jude» es un buen conjunto de versos. Yo no contribuí a la letra ahí. Y hay un par de líneas que indican que es un buen letrista. En esos días, no nos preocupaba la letra siempre y cuando la canción tuviera un tema vago, «ella te ama, él lo ama, todos se aman». Era el gancho, la línea y el sonido lo que buscábamos. Esa es aún mi actitud pero no puedo dejar las letras solas. Todavía tengo que hacer que tengan sentido al ser aisladas de las canciones».
La entrevista finaliza con el entrevistador proponiéndole a John que le hable sobre algunas canciones:
PLAYBOY: Se dijo que «It won’t be long» presenta «cadencias eólicas de reminiscencias clásicas»…
«A día de hoy, no tengo la más mínima idea de que quiere decir…a mí me suena a pájaros exóticos…»
PLAYBOY: ¿Qué me dices de «In my life»?
«Es la primera canción que escribí conscientemente sobre mi vida…Paul me ayudó con la parte central de la canción»
PLAYBOY: «Yesterday»…
«¿Qué te voy a decir de Yesterday?… He recibido muchas felicitaciones por Yesterday, pero yo no la escribí…Es únicamente de Paul, es la canción de Paul, es su bebé…Es preciosa, pero yo nunca deseé haberla escrito «
PLAYBOY: «With a little help from my friends»…
«También es de Paul… Yo le ayudé con algunos versos»
PLAYBOY: «I am the walrus»…
«La primera línea la escribí en un viaje de ácido. La siguiente línea la escribí en el siguiente viaje de ácido. En realidad es un poco una crítica del Hare Krishna…Son referencias un poco oscuras.»
PLAYBOY: ¿Qué me cuentas de «She came in through the bathroom window»?
«Es de Paul, la escribió en Nueva York…Creo que fue cuando conoció a Linda…Quizás fue ella quien entró por la ventana…No lo sé»
PLAYBOY:»I feel fine»
«Ese soy yo…Es la primera vez que se grabó un efecto «feedback»…Desafío a cualquiera a que me muestre una grabación anterior «
PLAYBOY: «When I’m 64»
«Completamente de Paul. Yo nunca podría haber escrito algo así.»
PLAYBOY: «A day in the life»
«Estaba leyendo un día el periódico y leí dos noticias. Una era sobre el heredero de Guiness que se había matado en coche…En la siguienta página estaba la noticia de los agujeros en Blackburm…Incluí todo eso en la letra. La contribución de Paul es la fantástica parte central. Creo que la canción es jodidamente buena».
PLAYBOY:»I wanna be your man»
«Paul y yo la escribimos para los Stones. Necesitaban una canción y la compusimos delante de ellos…Creo que fliparon…A partir de entonces Mick y Keith empezaron a escribir y componer juntos»
PLAYBOY: «Strawberry fields»
«Es un lugar real, estaba cerca de mi casa…Le di un toque surreal…Lewis Carroll influyó mucho en mí, yo veo el mundo así, soy surrealista…Quizás pueda parecer loco, pero no lo estoy… «
PLAYBOY: «Help!»…
«Estaba pidiendo auxilio de verdad…Estaba gordo e inseguro y me encontraba perdido…De todas maneras estando en los Beatles no se notaba que yo estuviera hecho polvo…Desayunábamos con Marihuana y vivíamos en una burbuja «
PLAYBOY: ¿Qué nos cuentas de la canción de Paul «Hey Jude»?
«Es genial. Paul dice que es sobre Julian, se le dan muy bien los críos y, para Jules, era como un tío… Pero yo siempre he creído que hablaba de mí…¡Joder!, ¡parezco uno de esos fans que busca cosas raras en las canciones!, pero de verdad lo creo… Yoko acababa de entrar en escena y, subsoncientemente, estaba diciendo «Hey John», «vete con ella», su ángel interior decía «Dios os bendiga», su demonio sin embargo no quería perder a su compañero…»
PLAYBOY: «Because»
«Estaba escuchando a Yoko tocar el piano…Era la «Sonata del Claro de Luna»…Le dije «¿puedes tocarla al revés?»…Lo hizó y compuse la melodía sobre aquello»
PLAYBOY: ¿Por qué firmabais como Lennon-McCartney si muchas de vuestras canciones eran trabajos en solitario?
«Paul y yo hicimos un trato cuando teníamos 15 años, nunca hubo nada escrito, ningún contrato…Decidimos que así fuera y nunca hubo ningún problema»
PLAYBOY: «Do you want to know a secret»…
«Está basada en una canción infántil que mi madre me cantaba… Escribí la canción y se la di a George para que la cantara…Él no cantaba muy bien entonces (1964) pero esta era fácil de cantar, ahora ha mejorado muchísimo»
PLAYBOY: «Across the Universe»…
«Los Beatles no la grabaron bien, creo que -a veces- Paul subconscientemente trataba de destruir mis grandes canciones. Siempre experimentábamos con ellas…mira «Strawberry fields»…Funcionaban pero no quedaban todo lo bien que deberían…Podíamos pasar horas y días perfeccionando una canción de Paul, sin embargo cuando llegábamos a las mías, entrábamos en un clima de experimentación y dejadez…»
PLAYBOY: ¿sabotaje?
«Inconscientemente sí. Quizás estoy paranoico… «
PLAYBOY: ¿Qué esperas de los 80?
«Podemos hacer realidad nuestros sueños. Todo es posible…Pero no espereis que ni Ronald Reagan, ni Bob Dylan, ni John Lennon, ni Yoko, ni Jesucristo vayan a hacerlo por vosotros…Tenéis que hacerlo vosotros mismos, son vuestros sueños».
John hizo un repaso de todo y de todos en esta entrevista. Lennon mantiene su habitual irónica arrogancia en sus respuestas, especialemente al hablar de George y de Paul. John seguía la carrera de George y, sobre todo, la de Paul. La propia Yoko reconoció que John escuchaba los discos de McCartney en solitario y, frecuentemente, acababa llorando. Pero John tenía que mantener su imagen de chico duro de Liverpool, tal y como comenta Paul: «es típico de John, por fuera parece un cabrón, pero cuando estás con él te das cuenta de que tiene un corazón enorme» .
Poco a poco se fue haciendo público que John y Yoko volvían al showbiz. En agosto de 1980 y tras unas vacaciones en las Bermudas, John, Yoko y el productor de Aerosmith, Jack Douglas, entran al estudio donde grabaron docenas de canciones. John había empezado a componer en serio desde principios de 1980 (demos casera de «Dear Yoko«, «Real Love» y «I’m Loosing You«). «Había material de John para un par de discos», recuerda el productor pero la idea de John y Yoko era editar un álbum conjunto en el que cada uno interpretaría sus canciones (tal y como hicieron en el desastroso «Some Time in New York City». La idea de Lennon era editar un primer Lp a finales de 1980 y otro en la primavera de 1981 cunado planeaba volver a los escenarios y realizar una gira mundial. Douglas recuerda : «John imaginaba una gran producción para su gira en la cual incluiria canciones de The Beatles con nuevos arreglos para algunas canciones que él decía que no habían sido bien grabadas como ‘She Loves You’ y ‘I Want To Hold Your Hand’.»
Durante la grabación del disco, el miércoles 13 de agosto y siempre según versión de Jack Douglas, Paul llamó al estudio para hablar con John y sugerirle una colaboración, pero Yoko decidió que no se informara a John. «Es una lástima y resulta irónico», afirma el productor, «porque por lo que yo escuche de John, él estaba con la idea de llamar a Paul para escribir algo juntos…»
El 9 de octubre, , coincidiendo con su cuarenta cumpleaños, John edita el single de adelanto «(Just Like) Starting Over«, una fantástica canción con aire de rock añejo, que alcanzó un número 5 en listas y preparaba el camino para la edición el 17 de noviembre de 1980 del álbum de regreso de John Lennon (y Yoko Ono): «Double Fantasy» (enlace a crítica en Guilletek’s). El álbum en sí fue recibido con mucho interés, pero las ventas no respondieron. El álbum, editado por Geffen Records, debutó en el puesto 27 en las listas británicas, alcanzando la siguiente semana el puesto 14. En Estados Unidos no pasó del 11. Y es que aunque el material de John era maravilloso, las siete canciones de Yoko son una basura integral…, y un disco en el que la mitad de las canciones son malísimas no puede considerarse un buen LP. Eso sí, si aislamos el material de John, estamos ante un trabajo sublime, desde la ya mencionada «(Just Like) Starting Over«, pasando por la intrigante «I’m loosing you» (¡qué middle-8!), la íntima «Beautiful Boy» (dedicada a su hijo Sean y merecedora de los elogios de Paul), la prodigiosa «Watching The Wheels«, la romántica «Woman» o la juguetona «Dear Yoko«, estamos ante el trabajo más inspirado de John en solitario desde «Imagine» de 1971. John había vuelto y lo había hecho a gran nivel.
John, a pesar de que lo negara públicamente, quería consseguir el éxito musical de nuevo y siguió promocionando el disco. De esta forma, concertó una entrevista con la revista Rollingstone el 5 de diciembre. El redactor jefe de la revista, Jonathan Cott, charló con John en su apartamento durante 9 horas
Double fantasy es la primera grabación que has hecho en cinco años y, para citar tu canción The ballad of John and Yoko, “qué bien teneros de vuelta a los dos”.
«Pero esa ilusión de que yo me aislé de la sociedad fue un chiste. Yo era una persona igual al resto; trabajaba de nueve a cinco – haciendo pan y cambiando pañales y cuidando al bebé. La gente no paraba de preguntar: “¿Por qué desapareciste, por qué te escondiste?”. Pero yo no me escondía. Me fui a Singapur, a Suráfrica, Hong Kong y las Bermudas. He estado en todos los sitios del maldito universo. E hice cosas bastante normales, como ir al cine».
Pero no has escrito muchas canciones en estos años.
«No escribí ni una nota… ¿Sabes? Tener un niño fue algo muy importante para nosotros. La gente podría haber olvidado cuántas veces intentamos conseguirlo y cuántos abortos hemos tenido, y las ocasiones en las que Yoko ha estado cerca de la muerte… De hecho, tuvimos un bebé que nació muerto. Tuvimos también problemas con las drogas, y un montón de problemas públicos y privados que alimentamos nosotros y nuestros amigos. Pero es lo que hay. Nos pusimos en situaciones muy estresantes, pero al final conseguimos tener el bebé que llevábamos diez años intentando tener, y no íbamos a echarlo a perder. Estuvimos un año sin movernos: hasta practiqué yoga con la señora de pelo gris de la tele [risas]»
Pero es como que tú nunca puedes ganar. La gente te critica por no componer ni grabar, pero también se olvidan de que tus últimos trabajos (Some time in New York City, Walls and bridges y Rock’n’ roll) no fueron muy bien recibidos… especialmente el agitador Some time in New York City, con temas como Attica state, Sunday bloody sunday y Woman is the nigger of the world.
«Sí, ese es el que hizo que mucha gente se enfadara. Yoko lo llama Bertolt Brecht, pero yo no sabía quién era hasta que ella me llevó a ver la producción de Richard Foreman, La ópera de los tres centavos, hace cuatro años. Fue entonces cuando lo entendí. Siempre me irritó la urgencia del sonido en ese disco, pero lo hacía conscientemente, como un periódico en el que hay errores de imprenta, los tiempos y los hechos no concuerdan, y hay esa actitud de “hay que tenerlo listo para el viernes”.
«He sido atacado muchas, muchas veces… y desde el principio: From me to you estaba “por debajo de la media de los Beatles”, no lo olvides. Eso fue lo que dijeron en NME [New Musical Express]. Jesús, lo siento. A lo mejor no era tan buena como Please please me, pero, “¿por debajo de la media?”. Nunca lo olvidaré. ¿Y sabes lo malas que fueron las críticas de los discos de Plastic Ono Band? ¡Nos destrozaron! “Un gemido simplista, autoindulgente”… esa fue la tónica de las críticas. Porque esos discos trataban sobre nosotros mismos, no sobre Ziggy Stardust o Tommy… Y Mind games, lo odiaban».
«No sólo me pasaba a mí. Mira a Mick, por ejemplo. Mick lleva 20 años sacando unos discos bastante buenos, ¿y crees que le dan un respiro? ¿Dirán de él alguna vez, “mírale, es el número uno, tiene 37 años y ha publicado una preciosa canción, Emotional rescue, sigue en la cumbre?”. A mí me encantó. Y a mucha otra gente. Y que dios ayude a Bruce Springsteen cuando decidan que ya no es dios. No le he visto nunca, pero he oído muy buenas cosas de él. Ahora mismo sus fans son felices. Les ha hablado de emborracharse y perseguir chicas y coches y demás. Pero cuando tenga que afrontar el éxito y la necesidad de madurar y tener que repetirlo una y otra vez, le atacarán, y espero que sobreviva a ello. Todo lo que tiene que hacer es mirarnos a Mick o a mí.»
«Así que esto va así: unas veces arriba y otras abajo, arriba y abajo… Pero, ¿qué somos nosotros, máquinas? ¿Qué es lo que esperan? ¿Quieren que me suicide en el escenario? ¿Quieren que Yoko y yo follemos, o que nos matemos el uno al otro en el escenario? Cuando criticaron From me to you como un peldaño por debajo de los Beatles, en ese momento me di cuenta de que tienes que resistir, hay una especie de mecanismo por el que entras en la rueda y tienes que continuar girando.«
Como lo que dices en Watching the wheels. ¿Qué son las ruedas?
«El universo es una rueda, ¿no? Ruedas que giran y giran. Son mis propias ruedas, sobre todo, pero, ya sabes, verme a mí mismo es ver a los demás. Y también me veo a mí mismo a través de mi hijo. Lo que pasa con el niño es que… Aún es difícil. No soy el mejor padre del mundo, lo hago lo mejor que puedo. Pero soy un tipo muy irritable, suelo estar deprimido. Estoy unas veces arriba, otras abajo, siempre así, y él ha tenido que aguantarlo también, alejándome de él y luego volviendo, alejándome de él y luego volviendo. No sé cómo le afectará eso cuando crezca, pero al menos he estado ahí físicamente».
«Todos somos egoístas, pero creo que los denominados artistas lo son por completo: hacer que Yoko, Sean, el gato o cualquier otra persona estén pendientes de mi constantemente crea bastante tensión. Por supuesto, hay alegría y tiene su recompensa, pero aún así…»
Así que luchas contra tus instintos naturales egoístas.
«Sí, de la misma forma que con las drogas, la mala alimentación o la falta de ejercicio. Es muy difícil tener que enseñarle eso a un niño, es antinatural. Tal vez sea la forma en la que fuimos criados, pero es muy difícil pensar en alguien más que uno mismo, incluso en tu propio hijo, pensar de verdad en él.»
Pero hablas de él en temas como Beautiful boy.
«Sí, pero eso es fácil… es pintar. Gauguin estuvo atrapado en el puto Tahití pintando un gran cuadro para su hija, si es que la película cuenta la verdad. Así que él está en Tahití pintando un cuadro para ella, que muere en Dinamarca, y que no le había visto en 20 años; él padece una enfermedad venérea y se está volviendo loco allí. Él muere y el cuadro acaba quemándose, así que nadie vio nunca la obra de arte que le llevó toda su puta vida. Y yo siempre estoy pensando en cosas como esa. Así que escribo una canción sobre mi hijo, pero habría sido mejor pasar el tiempo que me llevó componer la puta canción jugando con él a la pelota. Lo más difícil de todo para mí es jugar… puedo hacer todo lo demás.»
¿No puedes jugar?
«Soy incapaz de jugar. Trato de inventar cosas. Puedo dibujar, puedo ver la tele con él. Soy muy bueno haciendo eso, puedo ver cualquier basura, mientras no tenga que moverme, puedo hablar, leerle algo o llevarle de paseo, a por café o cosas así.»
Es raro, porque tus dibujos y muchas de las canciones que has escrito son bastante juguetonas.
«Eso seguro que tenía más que ver con Paul que conmigo.»
¿Qué me dices de Good morning good morning? Es una gran canción: un tipo mayor que vaga sin rumbo por la ciudad después de trabajar, que no quiere ir a casa porque no tiene nada que decir.
«Oh, eso fue sólo un ejercicio. Solamente tuve una semana para componer temas para Sgt. pepper’s. Good Morning good Morning era por la época el eslogan de un anuncio de Corn Flakes, así de desesperado estaba por escribir un tema.»
«Me di cuenta cuando leí la entrevista de Playboy fue de que siempre estoy quejándome de lo difícil que es componer o de lo que sufro cuando lo estoy haciendo, que cada canción que he escrito ha sido casi una auténtica tortura. Siempre pienso que no hay nada en lo que estoy haciendo, que es una mierda, que no va a ningún sitio, que no es buena, que es basura… y aunque salga algo, me pregunto, ¿qué coño es esto?»
Suena doloroso.
«Es ridículo. Sólo pienso, “Eso fue difícil. Estaba en mala forma en aquel momento” [risas]… Excepto por las diez canciones que los dioses te conceden y que salen de la nada.»
¿Fueron más fáciles de componer las canciones de Double fantasy?
«La verdad es que no, escribirlas me llevó cinco años ¡Estreñido durante cinco años, y luego diarrea durante tres semanas! [risas] La composición como tal me llevó tres semanas.»
Es interesante que no sea capaz de recordar a ningún artista de rock and roll que haya hecho un disco con su mujer o con quien sea y le haya dado el 50% del disco.
«Es la primera vez que lo hemos hecho así. Sé que juntos hemos hecho discos antes, como Live peace in Toronto 1969, en el que yo aparecía en una cara y Yoko en la otra. Pero Double fantasy es un diálogo, y hemos resurgido, de algún modo, como John y Yoko, no como John ex Beatle y Yoko and the Plastic Ono Band. Somos sólo los dos, y nuestra postura era la de que si el disco no vendía, era porque la gente no quería saber nada de John y Yoko: o ya estaban hartos de John o no querían a John con Yoko o tal vez sólo querían a Yoko, o cualquier otra cosa. Pero si la gente no quería saber nada de los dos juntos, nosotros no continuaríamos. A lo largo de mi carrera, he elegido trabajar con sólo dos personas, sólo dos compañeros, aparte de los rollos de una noche como los de David Bowie o Elton John: Paul McCartney y Yoko Ono. Yo introduje a Paul en mi grupo, los Quarrymen, él se trajo a George y George trajo a Ringo. Y la otra persona que me interesó como artista y con quien tuve la sensación de que podría colaborar fue Yoko Ono. No creo que fueran malas elecciones.»
«Ahora mismo, el público es nuestro único criterio: puedes aspirar a tener un público pequeño o mediano, pero a mí me gustan las grandes audiencias. Y tomé esa decisión en la escuela de arte, si voy a ser un artista, en cualquier disciplina, quiero tener la máxima exposición, no sólo eso de pintar tus cuadros en tu casa y no mostrárselos a nadie».
Siempre has tenido, como dibujante, un estilo único. Estoy pensando en el libro In his own write o la portada y el libreto de Walls and bridges o tus identificables viñetas ‘lennonescas’.
«Hice los dibujos de la portada de Walls and bridges cuando tenía diez u once años. Pero en la escuela de arte descubrí que pretendían acabar con mi estilo. Intentaron que dejara de dibujar de la forma natural que lo hacía, cosa que no les permití. Pero nunca llegué a desarrollarlo más allá de las viñetas. Alguien dijo una vez que los dibujantes de tebeos son gente con un don creativo que tienen miedo de fracasar como pintores, así que se dedican a los cómics. Mis viñetas, para mí, son como esos cuadros japoneses: si no eres capaz de mostrar lo que quieres en una línea, destrúyelo. Yoko me introdujo en esa noción cuando nos conocimos, y cuando vio mis dibujos dijo: “Así es como se hace en Japón, no tienes que cambiar nada… ¡Ya lo tienes!”.»
«Los críticos crean unas ilusiones sobre los artistas que recuerdan a la adoración de los ídolos. Igual que esos chicos de Liverpool a quienes sólo gustábamos cuando estábamos allí… a muchos de ellos dejamos de gustarles porque nos hicimos famosos en Manchester. ¿No fue así? Pensaron que nos habíamos vendido. Después los ingleses se enfadaron cuando nos hicimos grandes en… ¿De qué va esto? Sólo les gusta la gente que está ascendiendo, y cuando llegan ahí arriba, no tienen otra cosa que hacer que arrojarles mierda. No podría volver a intentar subir a la cima. Lo que la gente quiere son héroes muertos, como Sid Vicious o James Dean. No me interesa ser un puto héroe… Así que olvídate de ellos, olvídate de ellos.»
Siempre, a lo largo de tu obra, hay esta increíble y fuerte noción de inspirar a la gente a que sean ellos mismos y a que se unan para intentar cambiar las cosas. Estoy pensando, obviamente, en canciones como Give peace a chance, Power to the people y ‘Happy xmas (War is over).
«Y ahí sigue. Si echas un vistazo al vinilo, alrededor del logo del nuevo disco [en el single de 12” (Just like) Starting over], hay algo que han hecho ya todos los niños del mundo desde Brasil hasta Australia o Polonia: UN MUNDO, UNA GENTE. Así que seguimos. “Dale una oportunidad a la paz”, no “Dispara a la gente por la paz”. “Todo lo que necesitas es amor”: Es dificilísimo, pero creo absolutamente en ello.»
«No somos los primeros en decir “Imagina que no hay países” o “Dale una oportunidad a la paz”, pero portamos esa antorcha, como la antorcha olímpica, que va pasando de mano en mano, de uno a otro, de generación en generación… y ese es nuestro trabajo. No vivir como los demás creen que tendríamos que hacerlo, ricos, pobres, felices, no felices, sonrientes, no sonrientes, llevando los vaqueros adecuados, no llevándolos.»
«No estoy afirmando mi divinidad. Nunca he afirmado que tuviera un alma pura. Nunca he afirmado que tuviera las respuestas para la vida. Sólo compongo canciones y contesto a las preguntas tan honestamente como puedo, ni más, ni menos. No puedo vivir según lo que los demás esperan de mí porque sus expectativas son ilusorias. No puedo ser una pieza en Hamburgo y Liverpool, porque ahora soy mayor. Ahora veo el mundo con otros ojos. Pero aún creo en la paz, el amor y el entendimiento. Como dijo Elvis Costello, “¿Qué coño tienen de gracioso la paz, el amor y el entendimiento?” [título de la canción (What’s so funny about) Peace, love and understanding]. Ahora está de moda ser un tipo duro y marcar a tu vecino con una cruz, pero nosotros somos de los que seguimos la moda.»
Como en tu canción ‘The word’…
«Sí, la palabra era “amor”.
Hay otro aspecto de tu obra que tiene que ver con la forma en la que cuestionas continuamente lo que es real y lo que es ilusión, como en Look at me, la nueva Watching the wheels y, por supuesto, Strawberry fields forever, en la que cantas: “Nada es real”.
«De alguna forma, nada es real, si desglosas la palabra. Como los hindúes y los budistas dicen, es una ilusión. Es Rashomon [película de Akira Kurosawa]. Todos lo vemos, pero esa ilusión comúnmente acordada es lo que vivimos. Y lo más difícil de todo es enfrentarte a ti mismo.
Solía pensar que el mundo me lo estaba haciendo a mí y que me debía algo, y que los conservadores o los socialistas o los fascistas o los comunistas o los cristianos o los judíos estaban haciéndome algo. Y cuando eres un crío, es lo que piensas. Pero ahora tengo 40 años, y ya no pienso así, ¡porque he descubierto que no funciona! La vida continúa de todas formas, y lo único que haces es masturbarte, gritar por lo que tus padres hicieron… Pero hay que pasar por eso. La gente que incluso se molestó en pasar por ello, la mayoría de esos gilipollas lo aceptan tal como es y continúan con su vida, ¿no?, pero los pocos que cuestionamos lo que estaba pasando… Bueno, he descubierto personalmente, no puedo hablar por el resto del mundo, que yo soy responsable de mí mismo, y también de ellos. Soy una parte de ellos. No existe separación: Todos somos uno, así que respecto a eso, lo observo todo y pienso: “Ah, tengo que seguir trabajando en ese aspecto. ¿Qué es real?¿Cuál es la ilusión que estoy o no estoy viviendo?”. Y tengo que lidiar con ello todos los días. Las capas de la cebolla.»
Como en Looking through a glass onion.
«De eso se trata, ¿no?»
En este disco usas un eco profundo en tus grabaciones.
«Bueno, el eco de cinta es de los cincuenta. Casi todas mis grabaciones tienen el mismo eco… Desde Rock and roll music. Me encanta. Y mi voz siempre ha sonado igual. Voy directo a las raíces de mi pasado. Como cuando Dylan hizo Nashville skyline. Pero yo no tengo ningún Nashville siendo de Liverpool, así que regresé a los discos que conocía, los de Elvis, Roy Orbison, Gene Vincent y Jerry Lee Lewis. De vez en cuando me desato con cosas como Revolution 9, pero mi lado más marciano ha sido absorbido por Yoko.»
«¿Sabes?, la primera canción que compusimos juntos fue en la universidad de Cambridge en 1969. Ella había sido contratada para dar un concierto con algunos músicos de jazz. Esa fue la primera vez que aparecí sin ser un Beatle. Tenía un amplificador de guitarra y tocaba acoples, y la gente se enfadó mucho al reconocerme: “¿Qué hace él contigo?”. “Quédate con tu grupo”. Así que, cuando ella intentó tocar rock, le dijeron: “¿Qué hace esta aquí?”. Y cuando fui con ella e intenté ser su instrumento, ser su grupo, una especie de Ike Turner para su Tina, sólo que esta Tina era un poco diferente, era una Tina vanguardista, bueno, hasta los músicos de jazz se enfadaron.»
«Todo el mundo tiene una imagen de ti que esperan que cumplas. Pero es lo mismo que vivir según lo que tus padres esperan de ti, o la sociedad, o los llamados críticos que son sólo tipos con un boli o máquina de escribir en su pequeña habitación, que beben y fuman y tienen sueños y pesadillas también, pero que de alguna forma creen que viven en un mundo diferente. No pasa nada. Pero hay gente que rompe sus bolsas.»
Recuerdo hace unos años, cuando Yoko y tú aparecisteis dentro de unas bolsas en una rueda de prensa en Viena.
«Sí. Cantamos una canción folk japonesa dentro de las bolsas. “¿Eres tú realmente, John?”. “¿John Lennon en una bolsa?”. Sí, soy yo. “¿Pero cómo sabemos que eres tú?”. Porque te lo estoy diciendo. “¿Y por qué no sales de esa bolsa?”. Porque no quiero. “¿No te das cuenta de que esto es el palacio de los Habsburgo?”. Creí que era un hotel. “Bueno, ahora es un hotel”. Tenían una fantástica tarta de chocolate en ese hotel de Viena, de eso me acuerdo. De todas formas, ¿quién quiere estar encerrado en una bolsa? Tienes que salir de tu bolsa para mantenerte vivo.»
¿Tenéis Yoko y tú planes en breve para hacer una gira?
«No lo sé. A lo mejor. Podría ser. ¿Te imaginas a los dos tocando estas nuevas canciones?… Y a lo mejor tocaríamos algunos de sus primeros temas, como Don’t worry, Kyoko, Open your box o Why, del disco Plastic ono. Sólo su voz, mi guitarra, un bajo y una batería. Puede que lo hagamos. Pero no habrá bombas de humo, ni pintalabios, ni luces brillantes. Tiene que ser acogedor. Pero podría ser divertido. Somos rockeros renacidos, y estamos empezando de nuevo.»
«Algunas veces piensas, me refiero a que de verdad piensas. Sé que creamos nuestra propia realidad, y que siempre tenemos una opción, ¿pero cuánto está predestinado? ¿Hay siempre una bifurcación en el camino, y hay dos caminos predestinados que están igualmente predestinados? Podría haber cientos de caminos en los que uno pudiera ir en una u otra dirección: hay una opción, y a veces es una muy rara».
«Y este es un buen final para nuestra entrevista. Adiós, hasta la próxima».

Tres días después, John quedó con la fotógrafa Anne Lebovitz para realizar las fotos que habían de ilustrar la entrevista que os acabo de transcribir. Posteriormente recibió a unos periodistas a los que declaró: «Tenemos hecho un disco; ya hay suficiente material para el segundo y canciones para un tercero. Queremos editar al menos un trabajo por año». La idea de los Lennon era intensificar su producción discográfica y, con ese plan, salieron a las 17h de su casa camino a los estudios Record Plant. Cuando se encaminaba a su coche Lennon fue abordado por unos fans. Uno de ellos, llegado de Texas aunque oriundo de Hawaii, llamado Mark Daid Chapman le acercó un LP para que John lo firmara, y Lennon firmó.
Lennon, Ono y Douglas trabajaron sobre una canción de Yoko, «Walking On Ice». John estaba entusiasmado con la grabación y le dijo a su mujer, “Acabas de terminar tu primer número uno”, parafraseando lo que George Martin le comentó a los Beatles nada más terminar la grabación de «Please Please Me». Eran en torno a las 22h y, al salir del estudio, John y Yoko debaten sobre ir a casa o cenar en algún restaurante. Es John quien defiende ir a casa y así poder acostar a Sean.
De esta forma, a las 22:49h del 8 de dicembre de 1980, el coche de los Lennon aparcó frente a los apartamentos Dakota.Cuando estaban encaminándose al portal del edificio, John se giró cuando alguién dijo en mitad de la noche, «Mister Lennon«…
…fueron cinco disparos…
…dos entraron por la espalda y salieron por el pecho…
…dos le atravesaron su hombro izquierdo…
…uno apenas le tocó el cuello…
John cayó desplomado intentando alcanzar el portal del edificio gritando «Me han disparado«. Yoko entró en un estado de histeria mientras los vigilantes del edificio llamaban a la policía. Mientras su asesino, permanecía impasible, con el revólver humeante aún en la mano. Soltó la pistola y comenzó a leer tranquilamente «El Guardián entre el Centeno» de Salinger. El portero de los Dakota le increpó: «¡Maldita sea!, ¿sabes lo que acabas de hacer?», a lo que Chapman contestó con total tranquilidad, «Sí, acabo de matar a John Lennon».
LLegaron las patrullas de policía. Chapman fue detenido. John aún estaba vivo y fue trasladado, sangrando abundantemente por la boca, al hospital Roosvelt…, pero llegó sin pulso. Intentaron reanimarl0 durante 20 minutos pero fue inútil. Eran las 23:15h del 8 de diciembre de 1980, John Lennon había muerto.
En cuestión de horas, el edificio Dakota se convertía en un hormiguero de gente que fue convirtiéndose en un santuario improvisado. Para cuando la noticia de su muerte se hace oficial a las 23:50, más de seiscientas personas se congregan frente al edificio Dakota y encienden velas. Los fans comienzan a cantar tímidamente «Give Peace A Chance»…,pasaron toda la noche temas de los Beatles y del propio John…
Los periódicos y los noticiarios del día siguiente amanecen con la noticia. Yoko realiza un comunicado oficial afirmando que no habrá funeral. A petición de su esposa, el cuerpo de John se incinerará y no se revelará el lugar donde reposarán sus restos .
En París miles de jóvenes se reúnen en la Torre Eiffel para cantar temas de Lennon; y en las dos Alemanias cientos de personasse congregan en ambos lados del Muro de Berlín e interpretan los temas de los Beatles y de John Lennon.
El martes 9 de diciembre, Ringo Starr y la que entonces era su novia, Barbara Bach, llegan a Nueva York. Ringo llamó a Yoko para ofrecerse a cuidar a Sean.
George quedó completamente conmocionado -en gran medidad porque todo hubiera ocurrido justo cuando estaba «peleado» con John por la no mención de este en su autobiografía- y paranoico se refugió en su mansión doblando todos los sistemas de seguridad.
Pero sin duda, la reacción más polémica fue la de Paul. Los periódicos aparecieron son el titular, «Paul dice sobre el asesinato de Lennon: «Es un fastidio», como única reacción de Paul ante la muerte de su compañero. Obviamente se acusó a McCartney de frío e insensible. No obstante no fue esto lo que ocurrió, en este vídeo se puede ver a Paul conmocionado por la noticia. Sus palabras fueron “Estoy muy conmovido, ya sabes, es una noticia terrible… He pasado el día en el estudio escuchando nuevo material porque no tenía ganas de quedarme sentado en casa…”. Cuando le preguntaron por cuándo se enteró de la noticia, contestó: “Por la mañana, en algún momento”, y preguntó a los periodistas si todos lo sabían, a lo que contestaron que sí. McCartney dijo entonces: “Es un fastidio, ¿No es así?”. Estas declaraciones fueron publicadas, y su gesto fue muy criticado. No obstante, con el tiempo se ha sabido, por declaraciones del propio Paul y de Yoko, que Paul llamó a Yoko y ésta le dijo, «John te quería, te quería mucho»… Paul se enteró mientras Linda dejaba a los niños en el colegio. Cuando ella volvió a casa lo encontró casi paralizado. Conmocionado fue al estudio para pensar en otra cosa y al salir del mismo, aún en estado de shock, atendió a los periodistas de forma torpe, intentando mantener el tipo (de nuevo la imagen de tipo duro de Liverpool. John y Paul no eran tan distintos). Cuando llegó a casa se sentó a ver las noticias y lloró amargamante junto a su familia. . Pocos meses después, en una entrevista de televisión, Paul apenas puede contener las lágrimas al escuchar «Beautiful Boy» (vídeo).
No obstante, los Beatles eran músicos y nunca tuvieron mejor forma de expresarse que a través de la música. Tanto George como Paul dedicaron sendas canciones al compañero caído en 1981 y 1982 respectivamente, pero no puedo concluir este artículo sin transcribirlas. Harrison, editó en 1981 «All Those Years Ago» («A lo largo de todos estos años»), con Ringo a la batería y Paul a los coros.
«Estoy hablando a todo el mundo sobre el amor
y sin embargo a ti te trataron como un perro,
cuando tú fuiste el único que habló claro de todo esto, A lo largo de todos estos años
Hablo de cómo compartir
aunque ellos no actúan con honestidad,
pero tú fuiste quien puso los puntos sobre las íes cuando dijiste «Todo lo que necesitas es amor»
En los buenos y en los malos momentos,
siempre te admiré,
ahora nos quedamos fríos y tristes
pero sé que ahora el demonio tiene un mejor amigo,
alguien que consiguió ofender a todos
Estamos viviendo un mal sueño,
la gente ha dejado de lado la humanidad
y tú fuiste al que pusieron en el paredón
a lo largo de todos estos años,
tú fuiste el que imaginaste todo
a lo largo de todos estos años
A lo largo de todos estos años
Hundido en la noche oscura
rezo por ti
Ahora en el mundo de la luz
el espíritu está libre de mentiras
y de todo lo que nosotros despreciábamos
Han olvidado todo acerca de dios
aunque es la única razón de que existamos
incluso tú, dijiste que era extraño…
hace todos estos años,
Tú dijiste todo pero pocos te escucharon
a lo largo de todos estos años
Tú tenías control sobre nuestra risa y nuestro llanto
a lo largo de todos estos años
Por su parte, Paul, editó en 1982 una bellísima canción escrita, desde las mismas entrañas, a la memoria de su amigo. «Here Today«, («Aquí, hoy»):
«Si te dijera que te conozco bien,
¿Cuál sería tu respuesta si estuvieras, aquí hoy?
Aquí hoy
Bueno, conociéndote, probablemente te reirías y dirías que tú y vivimos en mundos diferentes
Si estuvieras aquí hoy, aquí hoy
Pero yo todavía recuerdo cómo era antes y ya no voy a seguir conteniendo las lágrimas,
Te quiero
¿Recuerdas el día que nos conocimos?
Bueno, supongo que podríamos decir que estábamos jugando a hacernos los duros
No entendíamos nada, pero siempre podíamos cantar.
¿Recuerdas la noche que lloramos porque no había ninguna razón para seguir guardándolo todo dentro?
Nunca entendimos una palabra, pero siempre estabas ahí con una sonrisa
Y si te digo que realmente te quería y que estoy feliz de haberte conocido
Entonces tú estarás aquí, hoy,
Porque estarás en mi canción
Aquí, hoy»
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn Beltrán. 6 de Abril de 2013.