Pipes Of Peace (McCartney)
Say Say Say (McCartney-Jackson)
The Other Me (McCartney)
Keep Under Cover (McCartney)
So Bad (McCartney)
The Man (McCartney-Jackson)
Sweetest Little Show (McCartney)
Average Person (McCartney)
Hey Hey (McCartney-Clarke)
Tug Of Peace (McCartney)
Through Our Love (McCartney)
En un principio «Tug Of War», el fabuloso disco que McCartney editó en 1982, estaba destinado a ser un doble LP. El concepto era enfrentar canciones de tono melancólico a otras más alegres y contraponerlas. Finalmente, se decidió que «Tug Of War» fuera un disco simple con lo que Paul se encontró con mucho material excedente que no quiso desaprovechar, por lo que, más la mitad de de las canciones incluidas en este «Pipes Of Peace», provienen de las sesiones del álbum de 1982.
El elenco de músicos que aparecen en el LP es básicamente el mismo que el que grabó «Tug Of War» -Ringo Starr incluido- y George Martin vuelve a estar al mando de la mesa de mezclas, sin embargo el sonido es mucho más contemporáneo y menos exquisito que el del LP anterior. En ello tuvo mucho que ver el guitarrista y líder de 10cc Eric Stewart y sobre, todo, la colaboración de Michael Jackson.
Jackson, por entonces la estrella más rutilante del momento tras la edición de «Thriller» ya había colaborado previamente con McCartney en la ñoña «The Girl Is Mine» (incluida en el citado «Thriller») y había incluido una versión del «Girlfriend» de Paul en su LP «Off The Wall». Paul solicitó su colaboración y, juntos, compusieron un par de canciones que se incluirían finalmente en este «Pipes Of Peace». Ambos músicos tuvieron una excelente relación hasta 1985, cuando su amistad se truncó abruptamente una vez Jackson compró los derechos de edición las canciones de los Beatles
ATV propietaria de los derechos había decidido vender los derechos de edición de las canciones de Lennon y McCartney, y se pusieron en contacto con McCartney al que le ofrecieron el catálogo por 20 millones de dólares. Paul aceptó la oferta pero dijo que iba a llamar a Yoko Ono para comprarlo a medias, como condescendencia con la viuda del coautor del catálogo, John. Yoko aceptó pero dijo que intentaría renegociar el precio y McCartney creyó que merecería la pena que lo intentara.
Entre tanto, un día hablando, Paul recomendó a Jackson que debería introducirse en el mundo de la edición musical (Paul era todo un experto y ya había comprado el catálogo de gente como Buddy Holly)… Michael Jackson, millonario absoluto por las ventas de “Thriller”, ofreció sin previo aviso más de 47 millones de dólares por toda la empresa ATV, incluyendo el catálogo de The Beatles…, al día siguiente Michael llamó a McCartney: «He comprado tus canciones» Desgraciadamente, Jackson enseguida empezó a hacer un uso dudoso de los derechos: en 1984 Nike lanzó una campaña de zapatillas con «Revolution» como melodía…Una canción que resumía el sentimiento rebelde de una época, era un vehículo mercantil en los 80… Paul nunca volvió a hablar a Michael Jacson y le criticó en múltiples entrevistas.
Sea como fuere, la colaboración entre ambos músicos generó un fantástico single de adelanto para el LP: la funky «Say, Say, Say«. La canción fue un megahit mundial en octubre de 1983 (número 2 en Inglaterra y 1 en USA), apoyado por un muy difundido videoclip. Un clásico, que ayudó mucho al posterior lanzamiento del LP
Finalmente el decimosegundio Lp de estudio post-Beatle de Paul McCartney (quinto bajo su nombre en solitario) vio la luz en octubre de 1983. La crítica lo recibió de forma tibia y tuvo un éxito relativo, ya que fue número 4 en Inglaterra pero sólo número 15 en Estados Unidos, marcando el comienzo del declive comercial en Estados Unidos de McCartney. La comparación con el excelso «Tug Of War» no favoreció a un LP que, aunque tiene muy buenos momentos, dista mucho de ser brillante. En absoluto se trata de un mal álbum, pero, a pesar de la excelencia de sus singles, resulta anodino y en pocos aspectos memorable.
Y eso que el arranque es sobresaliente con la fabulosa «Pipes Of Peace«, una extraordinaria canción pop de aires reggae con mensaje pacifista. Esta fantástica canción fue editada con enorme éxito como single en Inglaterra en diciembre de 1983 apoyada por un no menos genial videoclip rememorando la famosa tregua del Día de Navidad de 1914 entre las tropas inglesas y alemanas. Simplemente maravillosa. Un número 1 en toda regla.
El buen tono se mantiene con el hit «Say, Say, Say«, el mejor fruto de la colaboración McCartney-Jackson, y hace imaginar un disco de gran altura pero «The Other Me» empieza a poner las cosas en su sitio. ¿Se trata de una mala canción?, en absoluto, es agradable, melódica, impecablemente interpretada…, pero hablamos de Paul McCartney, si acaso el más importante creador de melodías de la historia del rock. Sabe a poco. Algo parecido ocurre con «Keep Under Cover«, en la que McCartney parece ser abducido por la ELO en un correcto pop que tampoco parece llegar a ningún sitio y al que parece sentarle mejor una producción menos recargada (tal y como puede escucharse en algunas demos de estudio).
La cara A se cierra con la elegante y azucaradísisma balada «So Bad«, ñoña a más no poder pero con una excelente melodía. Fue la canción elegida como segundo single en Estados Unidos, en lugra de «Pipes Of Peace» y fracasó comercialmente apenas alcanzando un Top-30. Una bonita canción con una memorable línea de bajo.
La cara B se abre con «The Man» un nuevo dueto con Michael Jackson que, aunque no es ninguna joya, suena «muy de 1983» y debió ser editada como single para aprovechar su tirón comercial…, ¿como canción?, olvidable.
«Sweetest Little Show» es una de esas canciones que a Paul se le caen de los bolsillos. McCartney es frecuentemente indulgente con su producción y este tipo de canciones lo demuestran, el fragmento acústico instrumental a mitad del tema es lo mejor de una canción que tiene tantos aspectos destacables como criticables: ninguno. Igual de ligera resulta «Average Person«, insisto, ninguna canción de este disco es mala, pero tampoco ninguna -exceptuando cuatro canciones- están a la altura de su autor.
Afrontamos la recta final con el disfrutable instrumental «Hey Hey» obra de McCartney y el excelente bajista Stanley Clarke, antes de llegar a la experimental «Tug Of Peace» en un estilo muy afro-funk y en la que Paul juega con fragmentos de «Tug Of War» adelantando técnicas propias del tecno-rap.
El honor de cerra el Lp corresponde a la pomposa pero notable «Through Our Love«, quizás ligeramente sobreproducida pero de indudable calidad. Y este es el punto final a un Lp que te deja sensaciones encontradas: tienes la sensación de haber escuchado grandes canciones («Pipes Of Peace», «Say Say Say» y, en menor medida, «So Bad» y «Through Our Love»), pero también tienes cierta sensación de aburrimiento…, no puedes afirmar que tal o cual canción es mala…, pero pasadas unas semanas tampoco vas a recordar la mayoría…
Siempre he pensado que este era un «disco de trabajo», con el que Paul quiso aprovechar el material sobrante del sobresaliente «Tug Of War» y ganar tiempo mientras preparaba su gran proyecto en esta primera mitad de los 80: su debut cinematográfico con «Give My Regards To Broad Street»
VALORACIÓN GUILLETEK’S: 6,5/10
Mi estimado amigo, si bien tus críticas a otros discos no menos empalagosos han sido poco más que indulgentes y quizás se deben a una particular aprecio por los mismos, creo que en el caso de Pipes… no hacen justicia objetiva ni subjetiva. Objetivamente, el disco tuvo gran éxito en mercados no tan populosos como el de Noruega (nº1), España (nº3), Argentina (nº2); subjetivamente no es peor que Give my Regards… que sin embargo tuvo mejor suerte en los charts; y en lo personal marcó toda una época, continuando la senda de Tug of War aunque sea un poquito a la sombra de los duetos con Michael Jackson que cosechaba asombros por entonces, mientras Paul era otra escena…
Las letras banales siempre le fueron criticadas y en este caso no fue la excepción, pero la música estaba ahí! Algunos temas como Hey hey, no agregaban nada y mejor hubiera sido sustituirlo por Ode to a Koala bear, el lado B de Say Say Say; Average Person era melódica y métricamente muy parecida a Magneto and Titanium man, sin embargo le tengo un gran cariño a este disco que sin duda debió haber sido más. De todos modos, creo que una puntuación 7.5/10 le harían mayor justicia.
En primer lugar, gracias por tu comentario. Poco tengo que añadir al mismo, toda crítica es subjetiva y celebro que disfrutes este LP más de lo que yo puedo hacerlo. Pienso que queda muy lejos de «Tug Of War» e inicia una senda negativa que concluirá en «Press To Play». Tiene un puñado de buenas canciones y la puntuación que propones no sería ninguna locura, pero, en mi opinión, darle un notable desvirtuaría la calificación del resto de la producción de McCartney