Stranglehold (McCartney-Stewart)
Good Times Coming / Feel The Sun (McCartney)
Talk More Talk (McCartney)
Footprints (McCartney-Stewart)
Only Love Remains (McCartney)

Press (McCartney)
Pretty Little Head (McCartney-Stewart)
Move Over Busker (McCartney-Stewart)
Angry (McCartney-Stewart)
However Absurd (McCartney-Stewart)

Creo que esta es la crítica de un disco de McCartney que me resulta más difícil. Entre los seguidores del ex-Beatle está extendida la idea de que este álbum es el punto más bajo de la carrera del genio zurdo y, en mi clasificación particular, si no ha sido último si ha ocupado siempre los puestos menos favorecidos. Su sonido siempre me ha resultado artificioso y artificial y nunca he sido un defensor de los sonidos ochenteros que, aquí, predominan… Pero de cara a escribir estas líneas, he vuelto a escucharlo y me he llevado más de una agradable sorpresa al redescubrir canciones que había juzgado más por su producción (que me sigue sonando horrible) que por su calidad musical, gran error, amigos.

Tras el fiasco que supuso el largometraje «Give My Regards to Broad Street» en 1984, McCartney decidió reinventarse y contrató al productor de moda, Hugh Padgham (Peter Gabriel, Genesis, XTC, Phil Collins, The Police). Paul quería sonar contemporáneo y tapar la boca a todos los críticos que recurrentemente le acusaban de vivir de las glorias del pasado. Paul, que parecía desesperado por encontrar un compañero de composición tras la muerte de Lennon y tras haber trabajado con Stevie Wonder y Michael Jackson en los LP’s anteriores, cuenta con la ayuda del 10cc Eric Stewart en más de la mitad de las canciones del álbum. Stewart ya había trabajado con Paul en los dos LP’s anteriores, pero como músico de sesión.

Las sesiones de grabación comenzaron en marzo de 1985 y en ellas participaron artistas invitados, como Pete Townshend (The Who), Phil Collins (Genesis) y el propio Eric Stewart. El disco se editó definitivamente  el 22 de agosto de 1986 en Estados Unidos y el 1 de septiembre  en Inglaterra y, aunque recibió críticas entusiastas en un primer momento, fue el mayor fracaso de su carrera musical hasta aquella fecha (número 8 en Inglaterra y 30 en USA)…

El disco arranca en una línea más bien clásica con «Strangehold«, un rock más que correcto y la primera de las composiciones McCartney-Stewart. No es una joya, pero es una fantástica forma de empezar un disco, tiene gancho. No obstante, el cambio de tercio es más que radical cuando escuchamos las primeras notas de «Good Times Coming / Feel The Sun» ¿qué coño es esto?, esa gélida batería electrónica ese loco juego de pan…, pero olvidémonos del sonido, al carajo con esa producción artificiosa y no prestemos atención a sus absurdos y tediosos pasajes instrumentales (tan propios de la época)…, ese estribillo es fantástico, su línea de bajo, su infecciosa cadencia…, y entonces entra la segunda parte -«Feel The Sun»- mucho más tradicional y  bastante disfrutable. No tengo claro si esta canción me gusta por el respeto que le tengo a McCartney o por que realmente es buena, el caso es que me gusta.

Los sonidos electrónicos siguen predominado en «Talk More Talk«, una baratija ornamentada con ruidillos de estudio y una gruesa capa electrónica. Olvidable. Las cosas mejoran y mucho con otra de las composiciones del tándem McCartney-Stewart, la misteriosa y comúnmente olvidada «Footprints«, una hermosa balada cuya belleza se sobrepone a una producción que pretende tomar demasiado protagonismo.

La cara A concluye con el baladón del disco, la notable «Only Love Remains«, un romántico y elegante tema marca de la casa que tuvo poco éxito (número 34) tras ser editada como single. Buena canción aunque queda muy lejos de las grandes baladas de Paul tanto en su etapa Beatle como en solitario.

La cara B arranca con el single principal del LP y sin duda su tema más comercial, «Press«. Un sencillo y agradable tema pop rebozado de sonidos electrónicos para adaptarlo a los nuevos tiempos. El resultado no es malo y, aunque resulta un poco forzado, sorprende su mal resultado en listas (número 30), teniendo en cuenta que el gran éxito de los anteriores singles de McCartney. Quizás sonaba demasiado modernos para sus seguidores clásicos y demasiado antiguo para los nuevos oyentes.

«Pretty Little Head«, la siguiente canción, significó otro fracasó en su edición como single (número 38), y supone un claro avance en busca de actualizar su sonido penetrando en ambientes cercanos al dance. La canción fue calificada por la crítica como «salvaje, de alta experimentación y computerizada» y también la destacaron como un «sueño abstracto de sonido espacial y batería explosiva». Con el paso del tiempo, ha quedado más como una curiosidad que como otra cosa.

En «Move Over Busker» Paul parece haberse tragado al David Bowie de «Scary Monsters». El sonido Bowie se completa con la presencia de  Carlos Alomar y el resultado es un buen tema que, como le pasa a la mayoría del LP, dista mucho de ser sobresaliente, pero también está muy lejos de ser malo. Me gusta.

La recta final del álbum llega con la vibrante «Angry«, en la que Paul une su bajo a la guitarra de Pete Townshend y la batería de Phil Collins en un buen número de rock que es uno de los mejores momentos del LP, antes de llegar al último tema: «However Absurd«. Una curiosa balada que alterna momentos de melodía casi infatiloide con otros realmente brillantes. Un más que digno final para un disco que no merece suspender, pero tampoco buena nota. Sus detractores probablemente no lo serían tanto si la producción fuera otra, menos computerizada y más orgánica…, por otro lado, sus defensores no están juzgando a Macca con la misma dureza que hicieron con otros dinosaurios de los 60 que, en general, tan mal lo pasaron en los años 80.

En resumen, me he estado preguntando durante mucho tiempo si este disco me gustaría si no fuera de Paul McCartney, cuando realmente me debería haber preguntado de si el hecho de saber que es un disco de Paul McCartney me ha impedido juzgar justamente un álbum que viniendo de un menos mítico compositor hubiera disfrutado con menos prejuicios. Probablemente no sea un buen disco de Paul McCartney, pero quizás sea un buen disco a secas.

VALORACIÓN GUILLETEK: 6/10

10 comentarios sobre “Paul McCartney: «Press To Play» (1986). (6/10)

  1. La carrera de Paul en los ochenta fue muy irregular… y sin embargo cualquier »artista» actual pagaría por tener una carrera como la tuvo Paul en aquella época con joyas como «McCartney II», «Tug of War» o «Flowers in the Dirt», que por cierto considero el último gran álbum de Macca, aunque no le falten temas interesantes posteriormente.

    1. He escuchado con atención «Flaming Pie» y cierto, es un gran disco, alguna canción de relleno pero tiene cuatro o cinco clásicos inolvidables. Estoy en proceso con «Chaos and Creation», y aunque de momento me parece muy inferior, es bastante decente. «New» me parece insípido y prescindible. Pero lo que destacaría negativamente de la producción de Paul en los últimos años es que se ha olvidado de los temas movidos como »Junior’s Farm», »Jet», »Rockshow», »Old Siam, Sir», »Helen Wheels» y muchos otros que demostraban que era mucho más que el beatle de las baladas.

      1. Flaming Pie es un gran álbum, pero incluso prefiero Chaos. En cuanto a New, a mí, tras varias escuchas, me gusta y bastante. Es arriesgado y bastante imaginativo, sobre todo para un tipo septuagenario.
        Es cierto que los temas han rebajado decibelios, entiendo que es cosa de la edad, pero en «Driving Rain» y «Memory almost full» hay temas bastante movidos como «About You» o «Only Mamma Knows». El McCartney crepuscular suele sorprender, dale una oportunidad

  2. Coincido en la calificación de este álbum en todos sus dichos… Es el álbum más flojo en toda la carrera de Paul. Sólo un mínimo detalle: la valoración sería correcta sólo incluyendo los 3 tracks extras que contenía la edición en CD por entonces (excelentes, por cierto!!): Write away, It´s not True y Tough On A Tightrope. Tres temas que superan a varios de los incluidos en la edición en vinilo y bien podrían haber salvado más de una crítica por aquellos días.

  3. Quiero decir que el disco me gustó cuando lo escuché en 1986… ese año hubo grandes producciones y el de McCartney fue uno de mis preferidos.. junto con el de Peter Gabriel, So, e incluso el de Genesis, Invisible touch.. obvio, el productor fue el mismo… creo que lo subestiman… para mí fue un gran disco… McCartney se ha arriesgado mucho en su carrera y eso es muy valioso… ya verán cuando muera, será mitificado más allá de Lennon e incluso que cualquier músico de Rock, Pop o lo que sea…. saludos por tu página, es excelente

    1. Gracias por tu comentario, Eric. McCartney ha arriesgado con bastante frecuencia es su carrera y la mayoría de las veces con acierto. Pero en esta ocasión, en mi opinión más que arriesgar intentó subirse al tren de las sonoridades imperantes… Y no creo que le sentara bien. Muchas gracias por tu participación

  4. McCartney ha intentado subirse a los sonidos de moda en varias ocasiones, especialmente en los 80 y, disculparme, no quiero herir sensibilidades pero, se equivocó de arriba a abajo. Discrepo enormemente en muchas cosas que leo sobre los discos de esta época, que de no haber sido firmados por Paul McCartney, algunos ni se hubieran grabado jamás. ‘Tug of War’ es una joya, maravilloso, a la altura del gran compositor que es y, desde mi punto de vista, la obra más completa que firmó hasta 1980 desde ‘Band on the run’. A partir de ahí, su trabajo, sin embargo, como bien lo defines, comenzó a caer en barrena, cuando intentó repetir el modelo que le valió una diana con el material de deshecho: ‘Pipes of Peace’.

    Durante los años ochenta, el exbeatle permaneció dormido hasta que, como él mismo reconoció, se encontró con Elvis Costello y volvió a sentir lo mismo que sentía cuando trabajaba codo con codo con John Lennon. ‘McCartney II’… no lo comento; En ‘Press to play’ se salva el single, gran esfuerzo, baldío por el conjunto del álbum; ‘Give my regards’, en general, es una mala revisión de trabajos que estaban muy bien editados. No merecía la pena desgastarse para eso… y menos mal que por fin apareció McManus y McCartney fue capaz de encontrarse con lo mejor de sí mismo. (Por cierto, tampoco puedo con ‘Memory Almost Full’, pese a haberlo intentado reiteradamente… No entiendo tanto alborozo con este disco, que efectivamente le veo algunos destellos muy destacables, como ‘Only Mamma Knows’)

    Que nadie se equivoque. Me encantan los Beatles, tanto como banda como en solitario. Siempre ha sido así, incluso en tiempos en los que decirlo (finales de los 70, primeros 80) era casi un sacrilegio, porque representaban al pasado (¡Diez años después!). En fin, ése es otro tema… Dicho lo cual, a McCartney hay que reconocerle muchos méritos, más allá de ser uno de los dos artistas (¿cuatro?) que cambiaron para siempre la escena musical, que convirtieron la música en un fenómeno de masas, que en el rock abrieron todos los caminos posibles para la creación artística… y todo lo que ya se sabe. Pocos como él han logrado navegar por el difícil mundo del espectáculo, con sus caídas y ascensos, durante tantos años, más de medio siglo, y con tanta dignidad y pocos -no sé si alguno- han trabajado tanto por poner al día su obra, impregnarse de nuevas tendencias y brindar a su público, en cada nuevo álbum, una versión renovada de su quehacer tradicional. La mayoría de los músicos se dedican a hacer más de lo mismo toda la vida, a explotar el filón hasta que ya no da más de sí. Ese no es el caso de McCartney, un músico irrepetible, entre otros motivos, porque aúna una capacidad de trabajo descomunal (única) con una creatividad fuera de serie (sólo comparable a la de Lennon).

    De esa forma de trabajar, han surgido ‘Chaos and Creation in the Backyard’ que es una auténtica joya. Quizás cueste entrar en ella, pero cuando se descubre permite el placer, que muy pocos discos dan, de -literalmente- saborear la música; ‘Flaming Pie’, que revive el espíritu beatle; o ‘New’, con una más que admirable puesta al día de la música mccartniana.
    El día que no le tengamos le echaremos de menos para siempre

  5. He seguido con gran interés tus comentarios de este foro y no estoy de acuerdo que Press to play sea un álbum mediocre,Para mi es bueno e interesante nada más.

    los 80’s tienen para mi (y para mucha gente de mi generación) un lugar muy especial en mi vida, tengo 45 años y me tocaron de frente, y no solo eso, 1986 en particular, se caracteriza por haber tenido excelentes álbumes como el so de Peter Gabriel, Kate Bush Hounds of love, Steve Winwood «walk in the high life» y que decir del discazo del LEGENDARIO Paul Simon GRACELAND! entre muchos otros albums de mediados de los ochentas!

    Aclaro que esa GRAN década no solo fueron Madonna Y Michael Jackson , Tambien fueron Siouxie And The Banshees, Bauhaus, el desarrollo del post punk y new wave, una veta rica e interesante! entre muchas otras, el desarrollo del funk con discos excelentes purple rain de Prince, Bowie con Scary Monsters y un largo etcétera!

    LARGA VIDA A LOS OCHENTAS!!!

    y eso que me encantan los sesentas y setentas!

    Saludos desde Ciudad de México, México

    Bernardo Casarín

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