Siendo conocedores de su recién revitalizado prestigio al otro lado del Atlántico, Ray Davies se desplaza a negociar con el sindicato de músicos con la idea de intentar levantar el veto que les impedía actuar en tierras norteamericana desde 1964. Las negociaciones tienen final feliz y el grupo organiza un tour americano que empezaría en octubre de 1969. Quedaba mucho tiempo para aquello, casi un año, en el que la banda no iba a estar parada.
Lo primero sería reclutar a un nuevo bajista que sustituyera a Peter Quaife. El elegido sería John Dalton quien ya había sustituido a Peter en algún concierto.
Entretanto, el prestigio de Ray como compositor musical y, especialmente, como narrador de historias cotidianas, provocó que GRANADA TV le ofreciera la posibilidad de musicalizar su nuevo proyecto televisivo. La historia giraría en torno a un «pobre hombre» llamado Arthur -en honor al hijo de la Reina Victoria- que vivía en una casa (llamada «Sangri-La») en una zona residencial que ve cómo sus hijos emigran a Australia dejándole solo. Ray colaboró con el novelista Julian Mitchell en la escritura de la historia… Una historia cotidiana que encajaba perfectamente en la irónica forma de escribir de Ray.
Así que Ray, Dave, Mick y el nuevo fichaje, John, entraron en mayo de 1969 al estudio de grabación dispuestos a dar forma a las canciones que Ray estaba componiendo para el proyecto televisivo. El resultado de estas primeras sesiones fue el single “Drivin’” / “Mindless child of motherhood” que, si bien no estaba destinado a serlo, sirvió para mantener al grupo en el candelero y se editó en junio. “Drivin’” (enlace) podría ser calificada de típica canción Kink y aunque, como será habitual a partir de ahora, está mucho más pulida tanto a nivel vocal como instrumental no tiene pegada en absoluto y es perfectamente olvidable. Mucho más destacable es la excelsa composición de Dave “Mindless child of motherhood” (enlace) incomprensiblemente relegada a cara B cuando es de un nivel infinitamente superior a su cara A. La pasión que transmite Dave al cantarla es tan contagiosa como sus afiladas guitarras. Un chute de rock del bueno. El single fue el mayor fracaso del grupo hasta la fecha y ni siquiera entró en listas.
Mientras, Ray seguía colaborando con el proyecto televisivo, cuyos responsables ya lo habían anunciado a los medios fijando la fecha tanto del lanzamiento del disco como del estreno de la serie. La idea era lanzar el disco (que ya estaba terminado) en julio y que la serie se estrenada en septiembre… Ray estaba entusiasmado con el proyecto pues iba a ser el primer disco que versara sobre una historia única, sobre un argumento cerrado “una especie de ópera”.
Pero llego julio y la serie ni siquiera había comenzado a planificarse, por lo que se retrasó el lanzamiento del disco intentando que hubiera cierto sincronismo entre serie y LP… y llegó septiembre y seguíamos igual. Finalmente el disco se editó en octubre y la serie televisiva se suspendió en diciembre.
«Arthur or the decline and fall of the British Empire»
Octubre de 1969
01. Victoria
02. Yes sir, no sir
03. Some mother’s son
04. Drivin’
05. Brainwashed
06. Australia
07. Shangri-La 08. Mr. Churchill says
09. She’s bought a hat like princess Marina
10. Young and innocent days
11. Nothing to say
12. Arthur
«Village green…» ya apuntaba a disco conceptual, pero este es la primera grabación de los Kinks que merece ese nombre. Aunque de haberse editado cuando estuvo grabado el proyecto de los Kinks hubiera sido absolutamente pionero, la publicación del fastuoso «Tommy» de los Who unos meses antes hizo que el público recibiera “Arthur” como una “copia” del trabajo de los de Pete Townshend.
Es un disco fantástico, muy completo, bien producido y con el grupo rayando a gran altura a niveles interpretativos. La soberbia «Victoria»(enlace) es una gran apertura para el disco. Pop-rock del bueno con un gran trabajo vocal por parte de Ray que por alguna extraña razón imita al impostado McCartney de «Back in the USSR» con gran maestría. Con «Yes sir, no sir» (enlace), en cambio, sus limitaciones vocales quedan patentes y estropean una canción que, por otro lado, presenta una interesante estructura con múltiples cambios y que va creciendo conforme avanza antes de dar paso a «Some mother son» (enlace), preciosa balada que eleva el nivel melódico y supone unos de los puntos álgidos del LP a través de su emotiva letra.
“El hijo de alguna madre se encuentra en un campo de batalla
Alguien ha matado al hijo de alguna madre hoy
el arma de algún soldado le ha volado la cabeza
Mientras todas las madres esperan,
verán que su hijo no viene a casa hoy
el hijo de alguna madre no tiene ninguna tumba
Dos soldados luchando en una trinchera
Un soldado mira a ver el sol
Y sueña con los juegos a los que jugaba cuando era joven
Y luego llama a su amigo por su nombre
Se detiene su sueńo y cuando gira la cabeza
Ve que, un segundo después, su amigo está muerto
El hijo de alguna madre se encuentra en un campo de batalla
De vuelta a casa se puso su foto en un marco
Sin embargo, todos los soldados muertos tienen el mismo aspecto
Mientras todos los padres esperan a que sus hijos lleguen del colegio
Para a que hacer frente a sus hijos que volvían a casa desde la escuela
el hijo de alguna madre está muerto
En algún lugar alguien está llorando
Alguien está tratando de ser tan valiente
Pero aún así el mundo sigue girando
A pesar de que todos los niños se han ido
El hijo de alguna madre se encuentra en un campo de batalla
Pero a los ojos de su madre sigue igual
que en el día en que se fue
Ponen su foto en la pared
Ellos pusieron flores en el marco
Perp siguen en las memorias de sus madres
La insulsa “Drivin’”, que ya hemos comentado, precede a la espectacular «Brainwashed» (enlace). Llena de cambios imposibles, suena muy moderna para su época -de nuevo en un estilo vocal muy Macca- y demuestra hasta qué punto grupos como Blur se han basado en el material de los Kinks.
La ambiciosa «Australia» (enlace), -fresca, simpática, vanguardista y melódica a partes iguales- introduce la canción principal del álbum: la magnífica «Sangri-La»(enlace). Una vez más, Ray Davies muestra su talento para crear imaginativas suites pop llenas de distintos ambientes. La canción temazo en toda regla, una maravilla en todos los sentidos. Desde el acústico inicio con sus maravillosos arreglos de viento, clavicordio y sus acertadas armonías, a su efectivo estribillo, pasando por su rompedora parte central, la canción es un monumento en toda regla.
«Mr Churchill says» (enlace) sufre el hecho de estar situada detrás de “Sangri-La” pero es una buena canción, al igual que la juguetona «She bought a hat like princess Marina» (enlace). El álbum recupera el gran nivel con la preciosa «Young and inocent days» (enlace), una hermosísima canción con un excelente trabajo de guitarras que pone de manifiesto el enorme talento de Ray para la melodía.
La traca final se inicia con la potente y de nuevo mccartiana «Nothing to say» (enlace), de nuevo una canción que, como le pasa a la mayoría de las composiciones de este disco, mejora conforme avanza. El disco se cierra con «Arthur» (enlace) que tiene toda la pinta de estar concebida como la canción que estaría destinada a convertirse en la cabecera de la serie televisiva por la que, no olvidemos, fue creado este disco.
Gran disco… que, de nuevo, fue un gran fracaso comercial. Dos factores fueron claves, la cancelación de la serie y la edición del “Tommy” de los Who. Ni siquiera la calurosísima acogida del álbum por parte de la crítica consiguió que se vendiera. “Obra maestra”, “Lo mejor de Davies”, “El mejor disco británico del año” fueron sólo algunos de los calificativos recibidos, si bien la mayoría en Estados Unidos… Y es que “Arthur” se convirtió en la balsa que permitió a los Kinks cruzar el Atlántico. Llegó la deseada gira americana.
Texto: Guillermo Mittelbrunn. 12 de agosto de 2012
El lado B del sencillo “Drivin’”
no fue incluido en el álbum, además de set relegado a ser la cara posterior de ese disco de 45, porque no es una composición de Ray Davies, sino de Dave. Todo el LP Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire) está compuesto únicamente por pistas escritas por Ray Davies.