
A finales de 1963, el productor norteamericano Walter Shenson le presentó a Brian Epstein un oferta de United Artist para financiar una película protagonizada por los Beatles. Tras los primeros contactos se fijó un presupuesto de 189.000 libras, una cifra muy baja. Epstein pecó de novato durante la negociación puesto que, sin esperar a ver el resultado comercial de la película, firmó por dos películas más, sus consiguientes bandas sonoras y cedió todos los derechos a Shenson una vez pasaran 15 años desde el estreno…, todo esto a cambio de 125.000 dólares y un porcentaje del 7,5% sobre la taquilla (el estándar en películas rock era un 25%).
Toda esta negociación transcurrió antes de la explosión mundial de la beatlemanía pero Brian y su sentido del honor impidieron solicitar a Epstein una renegociación de los términos del contrato que, sin duda, United Artist se hubiera visto forzada a aceptar antes de perder el filón Beatle.
Shenson pensó en el director Richar Lester tras visionar su película «THE RUNNING, JUMPING AND STANDING STILL FILM» (1960) a causa de su atrevido estilo de montaje y sus modos vanguardistas.

Los Beatles no estaban muy convencidos de hacer la película. Muchas películas protagonizadas por grupos (la mayoría) eran bazofia comercialoide. De hecho, John advirtió que no pensaba hacer de «monigote en un musical de serie B» y, cuando se enteró de que la película se iba a rodar en blanco y negro por la escasez de presupuesto, se negó a participar.

John volvió al proyecto y todos coincidieron en que no harían una película musical al uso, con tramas predecibles y números musicales absolutamente forzados. La idea era plasmar el loco día a día del grupo. Paul sugirió al escritor de Liverpool Alun Owen como guionista.
La idea era que Owen les acompañara para empaparse de su forma de hablar, su sentido del humor, sus costumbres, su día a día… que captara la esencia del grupo y lo plasmara en un guión cinematográfico.
El resultado es el guión de un pseudo-documental que refleja 48 horas en la vida del grupo. Owen puso un especial cuidado en reflejar la forma de hablar de los Beatles, conocedor como era de sus giros norteños. También intentó marcar la personalidad de los miembros, punto éste en el que había insistido mucho Richard Lester, «en aquella época la imagen pública de los cuatro era demasiado similar. Compartían las mismas características». Así, el guión refleja con gran acierto, la arrogancia burlona de John, la amabilidad de Paul, el carácter taciturno y algo tosco de George y la personalidad solitaria y tímida de un Ringo menos agraciado que el resto pero merecedor de la mayor de las ternuras. Se procuró también equilibrar la trama para que ninguno destacara sobre el resto y, de esta forma, no enfadar a ningún/a fan.
John, Paul, George y Ringo revisaron el guión y, antes de aceptarlo sugirieron la secuencia del encuentro con los periodistas (inspirada en su tumultuosa rueda de prensa al aterrizar en Nueva York) y modificaron algunas expresiones y diálogos para acercarlos más a su forma de hablar… Con lo que no fueron flexibles es con el título provisional de la película «Beatlemanía«, que fue rechazado de forma unánime.
El rodaje de lo que acabaría siendo la primera película del grupo empezó el 6 de marzo de 1964. Tan sólo tres meses después la película estaba en los cines y, como era obvio, tenía que ser acompañada por un disco cuyas canciones tuvieron que componer y grabar en tiempo récord… No obstante, los Beatles estaban mucho más cómodos en los estudios de EMI que en los Twickenham, donde se rodaba la película. John Lennon reconoció que estaban aterrorizados cada vez que tenían que interpretar ante la cámara. Paul fue quien más dificultades tuvo e incluso hubo que suprimir alguna de sus escenas. Por el contrario, a pesar de sus reservas, John se desenvolvió con naturalidad y George se reveló como un actor bastante competente. Pero fue Ringo quien más destacó, su naturalidad interpretativa sorprendió a todos. En concreto, la secuencia en la que se escapa para vagabundear con un niño callejero, constituye sin duda el mejor momento del film. «La gente dice que quedé muy bien en A Hard Day’s Night, pero yo no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Cuando rodé aquella escenita del chico y el canal, que decían que era tan buena, no sabía lo que hacía. Tenía la cabeza espesa de verdad, no había dormido en toda la noche. Salí con mi impermeable y muerto de cansancio. No podía ni moverme. Dick (Lester) tenía que gritármelo todo, pero al final salió bien. Aquella parte donde le daba patadas a una piedra, aquello era cosa mía. Sí, en serio. Pero todo lo demás fue idea de Dick. Yo estaba atontado».
Los Beatles aprovecharon los tiempos muertos el rodaje para jugar a las cartas, ver películas de James Bond e…, invitar a la actrices a su camerino. Una de las que nunca aceptó dichas invitaciones fue la modelo y actriz Patty Boyd. La joven interpretaba a una de las fans del grupo y George se había fijado en ella desde el principio. A pesar de su negativa inicial, George insistió y acabó iniciando una relación con ella hasta que, en 1966, acabaron casándose
La película iba a buen ritmo y, para mediados de marzo, ya tenían el disco muy adelantado… pero el film seguía sin título y, por lo tanto, el disco no tenía canción principal. Se manejaron otros títulos como «Travelling On», «Let’s go, on the move», It’s a daft, daft, daft World»… Pero el título no llegó hasta ek 19 de marzo cuando Ringo, tras un día agotador, dijo: «Oh boy!, this has been a hard day’s night», algo así como «Chico, esta sí que ha sido la noche de un día duro», uno de los extraños giros lingüísticos característicos del batería. «Era una de sus incongruencias. Un ringoísmo. Cuando Dick Lester dijo que íbamos a usar ese título, me fui a casa y al día siguiente traje la canción…, ya sabes, había cierta competencia entre Paul y yo para ver quien se llevaba los singles», recuerda Lennon.
«A HARD DAY’S NIGHT» se estrenó el 6 de julio en el London Pavilion, originándose un absoluto caos que acabó provocando el cierre de Picadilly Circu después de que unas 12.000 fans trataran de tomar el cine por asalto.
La familia Real británica asistió al evento representada por la princesa Margarita y su marido Lord Snowdon. Walter Shenson, productor de la película, recuerda que durante el cóctel posterior al estreno, George Harrison se le acercó para preguntar en voz baja: «¿Cuándo vamos a cenar?». Shenson respondió que no podían empezar hasta que no se marchase la princesa. Poco después, George no dudó en aproximarse a la princesa para decirle: «Alteza, estamos muertos de hambre y Walter dice que no podemos cenar hasta que usted se marche». Lejos de incomodarse, la princesa Margarita se echó a reír y le dijo a su esposo: «Vámonos Tony, estamos estorbando».
Tras la cena, Paul le entregó a su padre un marco con la foto de un caballo. Jim McCartney, quien cumplía 62 años ese 7 de julio, se quedó atónito y preguntó para qué quería él la foto de un caballo de carreras. Paul contestó que no era la foto, sino el propio caballo, su regalo de cumpleaños… Ya de madrugada, los Beatles continuaron celebrando el estreno en un bar de moda, en compañía de los miembros de los Rolling Stones Brian Jones y Keith Richards. Allí leyeron también las primeras ediciones de los periódicos que incluían elogios unánimes para la película.
Y es que no sólo fue un éxito de público, la crítica fue casi unánime. la crítica alabó la innovadora concepción del film, subrayando su humor visual y coincidiendo en comparar a Los Beatles con los Hermanos Marx, e incluso, en alguna crítica, estableciendo paralelismos entre Ringo y el mismísimo Charlot. Se pasaron tres pueblos. Según Richard Lester, el propio Groucho Marx acudió a ver A Hard Day’s Night , «Me dijo que no le había gustado nada la película», recuerda Lester, «nosotros éramos personas reales, podías ver la diferencia entre Harpo y Zeppo. Pero con ellos no consigo distinguir a uno de otro».
Daily Mirror se refirió a la película afirmando que los Beatles eran «descarados, irreverentes, divertidos e irresistibles» y prestigiosos críticos como el norteamericano Andrew Sarris llegarían a describir A Hard Day’s Night como el «Ciudadano Kane del cine musical«. «A Hard Day’s Night» recibiría dos nominaciones a los Óscar, para Alun Owen por el mejor guión original y para George Martin por la banda sonora. Premios que irían a parar a Barnett, Stone y Tarloff por el guión de la película «Father Goose» y a Previn por la banda sonora de «My Fair Lady».
La película fue un éxito arrollador en todo el mundo y, aún hoy, muchos directores la consideran la mejor película con un grupo de rock como protagonista (que tampoco es mucho decir). Técnicamente, destaca por utilizar la técnica innovadora de cortar las imágenes al ritmo de la música, y por ello muchos ven este filme como precursor de los modernos videos musicales.
Pero los Beatles eran músicos…, y la película no dejaba de ser una excusa que rodeaba a unas maravillosas canciones. «A hard day’s night«, tercer disco del grupo, fue su mejor trabajo hasta el momento, y, además, presentaba una novedad: no había versiones…, todas las canciones eran composiciones del grupo…, de hecho, al no haber temas no de Ringo ni de George, es el único LP que es un 100% Lennon-McCartney.
«A HARD DAY’S NIGHT»
(Edotado en Inglaterra el 10 de julio 1964)
CARA A
1. «A Hard Day’s Night» (Lennon-McCartney)
2. «I Should Have Known Better» (Lennon-McCartney)
3. «If I Fell» (Lennon-McCartney)
4. «I’m Happy Just to Dance with You» (Lennon-McCartney)
5. «And I Love Her» (Lennon-McCartney)
6. «Tell Me Why» (Lennon-McCartney)
7. «Can’t Buy Me Love» (Lennon-McCartney)
CARA B
1. «Any Time at All» (Lennon-McCartney)
2. «I’ll Cry Instead» (Lennon-McCartney)
3. «Things We Said Today» (Lennon-McCartney)
4. «When I Get Home» (Lennon-McCartney)
5. «You Can’t Do That» (Lennon-McCartney)
6. «I’ll Be Back» (Lennon-McCartney)
Este L.P. es una proeza de Paul y, sobre todo, de John, ya que compusieron todas las canciones. Algo del todo inusual en la época, y más sacando tres discos en un año. Como decía, John lleva el peso de la composición en este disco, siendo el trabajo más lennoniano de todo el catálogo del grupo. Sorprende que George no compusiera nada para el disco, sobre todo cuando ya se había estrenado en “With the Beatles” con “Don’t bother me” pero el más joven de los Beatles era mucho menos prolífico que John y Paul y además los temas que tenía por entonces, como «You know what to do» (enlace) , aunque no eran malas canciones tampoco eran excesivamente brillantes y fueron descartadas para el disco.
A nivel sonoro, el disco destaca por la introducción de la guitarra Rickembaker de 12 cuerdas de George que tendría una enorme influencia en bandas como los Byrds, quienes admiten haber abrazado el rock tras haber visto la película y haber comprobado lo compatible que era ese sonido con el folk que practicaban.
También fue el primer álbum de la banda en grabarse en cintas de cuatro pistas, permiténdoles un mejor mezclado y tratamiento del estéreo. Sigue siendo un disco muy fresco, pero es mucho más sofisticado que los anteriores y anuncia lo que está por venir.
La cara A, dedicada a las canciones que aparecerían en el film, se abre con el tema que da título al disco y la película: «A hard day’s night» (enlace). Es el corte que aparecía en los créditos iniciales, como podéis ver en el enlace. Estupenda canción compuesta por John en tiempo récord. El acorde inicial es muy innovador y absolutamente reconocible. Es sorprendente (por poco usual) que Paul cante la voz principal en una parte (el “When I’m home…») de una canción compuesta por Lennon, pero John explicó más tarde que ”cantó porque yo no llegaba a las notas tan altas”. Un temazo que estuvo cuatro semanas en el nº1 británico y 2 en Estados Unidos. Grandiosa la parte del solo con la guitarra de 12 cuerdas de Harrison y el piano de George Martin entrelzados.
«I should have known better» (enlace) es pop en estado puro. John es el autor y el único cantante del tema, utilizando la técnica de regrabar sobre su propia pista de voz doblándola y creando así esa sonoridad tan características de muchas de las grabciones del grupo. Tanto o mejor es la fantástica «If I fell» (enlace) que si no es la mejor balada que escribió John, poco le falta… «Fue mi primer intento de escribir una balada digna», recuerda el propio Lennon. Las armonías de John y Paul alcanzan aquí un nivel sobresaliente. George lleva la voz cantante en «I’m Happy Just to Dance with You» (enlace), si bien es una composición de John que cedió a Harrison para que éste tuviera protagonismo en la película. Buen tema que ni Paul («era la típica canción para salir del paso«) ni John («yo la escribí pero jamás la hubiera cantado«), apreciaban demasiado.
La primera composición de McCartney en aparece en el disco es un temazo: «And I love her» (enlace), uno de los primeros baladones “made in McCartney”. John compuso la parte central (“a love like ours…”). En un principio, la canción no era tan acústica y tan latina, tal y como se puede escuchar en la toma 1 de la misma editada en Anthology 1. Ha terminado siendo una de las canciones más versioneada del grupo. En 1972 ya se habían grabado más de 300 y, gente tan variopinta como Bob Marley han engrosado este número. «Tell me why» (enlace), otro tema de John, sirve para subir los ánimos. John hace dos de las tres voces presentes en la canción, dejando a Paul la más alta. Respecto a la letra, Paul dijo hace unos años «Creo que muchas de estas canciones de John como ‘Tell Me Why’ quizá se hayan basado en experiencias reales o aventuras que estaba teniendo…, o asuntos con Cynthia… o lo que sea, pero nunca se nos había ocurrido poner este enfoque hasta más tarde en nuestras canciones». La cara A se cierra con «Can’t Buy Me Love» (enlace). Otra clásico de Paul, quien aporta pocas canciones al disco pero de gran calidad. Este verdadero temazo tuvo varias versiones previas antes de llegar a lo que hoy conocemos, resultando especialmente curiosa la excelente toma 2 y sus brillantes coros.

La cara B contiene canciones que no aparecen en la película. Siete canciones eran más que suficientes para un film, pero no para un LP, por lo que se hacía necesario completarlo. En Estados Unidos, el disco fue editado por United Artists Records y se hizo como banda sonora con sólo las canciones que hemos comentado hasta ahora y cuatro versiones instrumentales de «And I Love Her», «Ringo’s Theme (This Boy)», «A Hard Day’s Night» y «I Should Have Known Better» orquestadas por George Martin. Para Inglaterrra y el resto del mundo excepto los USA, Lennon y McCartney nos regalaron seis canciones más, las que compondrían la cara B.
Arrancamos con la excelente «Any time at all» (enlace). Esta dinámica canción es según su autor, John Lennon, «una hija de ‘It Won’t Be Long’…, es el mismo rollo…, Do, La menor y yo berreando». Paul vuelve a ocuparse del piano. El siguiente tema, «I’ll Cry Instead» (enlace), es otra canción de John fue escrita para la escena de las escaleras de incendio de la película para la que se acabó usando «Can’t Buy Me Love». Excelente canción de raigambre country cantada por John y Paul al unísono.

«Things We Said Today» (enlace) es la tercera y última de las canciones que Paul McCartney aporta al disco. Fue escrita en un yate en las islas Vírgenes mientras Paul estaba de vacaciones con su novia, Jane Asher, Ringo y Maureen, su respectiva. John vuelve a coger la batuta con la soulera «When I Get Home» (enlace), «soy yo haciendo de Wilson Pickett, sonido Motown y todo eso…, una canción de cuatro tíos en un bar y un cencerro», recuerda el propio Lennon. Algo parecido a lo que declara de «You Can’t Do That» (enlace), «otra vez Pickett». Es la primera ocasión en la que Lennon graba la guitarra solista, «realmente no hay ningún solo que George no pudiera tocar mucho mejor que yo, pero me aburría de hacer siempre la rítmica…, por eso toqué en ésta».
El disco concluye con la inconmensurable canción de John «I’ll Be Back» (enlace). Una de las mejores melodías de los primeros Beatles y una de las preferidas de su autor. Increíbles los ochos compases centrales. En principio, tal y como se puede escuchar en la toma 2 de la canción iba a ser un valls en 3×4 pero se desechó por la dificultad al frasear.
Sin duda posible, «A Hard Day’s Night» fue el mejor disco que los Beatles habían editado hasta la fecha. De hecho, es un disco fantástico que fue un éxito total de crítica y público permaneciendo 21 semanas en el número 1 del Reino Unido (hasta que salió su cuarto LP, «Beatles For Sale»).

Sin embargo, y a pesar del enorme éxito, en dos años los Beatles habían grabado tres LP’s, cinco singles y una película… Estaban agotados, así se que fueron de vacaciones pero, cuando volvieron, les esperaba una gira mundial… Era un ritmo dificilmente soportable, repito, en dos años los habían grabado tres LP’s, cinco singles, una película, varias giras europeas, una mundial…, todos esos periodistas…, todas esas locas fans chillando…
Al final todo estó les pasó factura y Ringo, justo antes de salir hacia Australia, cayó enfermo. No había tiempo para cancelar los conciertos, así que se planteó a la banda que tendrían que salir de gira con un batería sustituto: Jimmy Nicol.
George lo tuvo claro, «si Ringo no va, entonces yo tampoco, ya podéis buscar dos sustiutos«. Pero tras un duro trabajo de persuasión de Brian Epstein, acabó cediendo.
Nicol actuó en un total de ocho shows hasta que Ringo se reincorporó al grupo en Melbourne, el 14 de junio. La gira fue una locura. Todo el mundo estaba histérico con los Beatles. Tenían que ir a ver a todos los primeros ministros del mundo. Las madres llevaban a sus hijos enfermos para que los curaran… Todo eso comenzó a afectarles…, y las drogas comenzaron a convertirse en una solución…
Durante la gira americana los Beatles, solían quedarse por la noche en el Hotel haciendo fiestas. Una noche estaban en su habitación y apareció un pequeño hombre de pelo rizado de nombre Robert y de apellido Zimmerman… Bob Dylan. Los Beatles idolatraban a Dylan, les encantaban sus letras y sus canciones. Bob y los Beatles comenzaron a hablar y, al rato, Dylan sacó un porro de marihuana… Los Beatles no lo habían probado nunca pero no se iban a achantar ante su ídolo, así que, para no quedarse cortos, se pusieron hasta el culo… A Paul le dio un rollo filosófico y creyó haber descubierto el significado de la vida…Para que no se le olvidara, lo escribió en un papel. Al día siguiente pudo leerlo… «hay siete niveles»
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn, 12 de octubre de 2012
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