«Come Together» (Lennon-McCartney)
«Something» (Harrison)
«Maxwell’s Silver Hammer» (Lennon-McCartney)
«Oh Darling» (Lennon-McCartney)
«Octopus’s Garden» (Starkey)
«I Want You (She’s So Heavy)» (Lennon-McCartney)
«Here Comes The Sun»(Harrison)
«Because» (Lennon-McCartney)
«You Never Give Me Your Money» (Lennon-McCartney)
«Sun King» (Lennon-McCartney)
«Mean Mr. Mustard» (Lennon-McCartney)
«Polythene Pam» (Lennon-McCartney)
«She Came In Through The Bathroom Window» (Lennon-McCartney)
«Golden Slumbers» (Lennon-McCartney)
«Carry That Weight» (Lennon-McCartney)
«The End» (Lennon-McCartney)
«Her Majesty» (Lennon-McCartney)
Producido por George Martin
Seamos claros, «Abbey Road», el último disco que los Beatles grabaron, es una absoluta obra maestra. No tiene ni un sólo momento bajo y es, sin duda, su álbum más refinado y su cénit como banda, tanto a nivel instrumental como vocal. A pesar de que la banda en lo personal estaba absolutamente rota, es uno de los discos más coherentes del grupo y aparecen como un conjunto especialmente compenetrado. Es, de hecho, el disco con más fragmentos cantados en armonías de tres voces. No obstante esta cohesión es un espejismo cuidadosamente elaborado. Fue Paul el que llamó , con su incontenible entusiasmo por todo lo que tuviera que ver con los Beatles, a John, George y Ringo. Los cuatro sabían que el grupo estaba roto y los cuatro sabían que el proyecto «Get Back» (que acabaría conviertiéndose en «Let It Be») no era un final a la altura del grupo. Paul explica que querían «terminar el trabajo de una forma honorable. El truco fue dejar todo a un lado, ponernos el mono de trabajo para hacer un álbum muy especial. De alguna manera, pensábamos que este sería nuestro último trabajo, así que… todavía podíamos mostrarnos a nosotros mismos de lo que eramos capaces de hacer, y tratamos de divertirnos mientras lo hacíamos». Realmente los cuatro Beatles coincidieron en el estudio en pocas ocasiones (en parte debido al accidente de coche que sufrió Lennon el 1 de julio de 1969) y para evitar la tradicional guerra de egos entre John y Paul, se llegó a un acuerdo fundamental según el cual la cara «1» se haría a criterio de Lennon y la cara «2» (la suite) según McCartney.
John y Paul estaban para entonces en mundos separados y, como ocurriera en el «Álbum Blanco», cada uno de ellos utilizaba al resto como músicos de apoyo. De hecho el disco, como he dicho antes, está claramente diferenciado en dos partes: la cara A, mucho más tradicional y la cara B en la que McCartney construye una suite, una especie de opereta-pop con varios fragmentos de canciones. Es esta cara B lo que hace al disco especial y único, haciendo avanzar al grupo hacia nuevas atmósferas sonoras e incluso lo acerca al rock progresivo. Sin embargo a John nunca le gustó esta parte, «Me gustaba la cara A, pero nunca me gustó esa especie de ópera pop que hay en la otra cara. Es chatarra, trozos de canciones que fuimos echando ahí y juntando. Fue un álbum competente, estaba conjuntado, pero carecía de vida». De hecho, no es el mejor disco de Lennon en cuanto a aportaciones y, aunque demostró estar en forma extraordinaria con el «Álbum Blanco», baja mucho enteros en este disco.
La idea era titular el disco «Everest» y tenían preparado un viaje al Himalaya para realizar la sesión de fotos para la portada, pero esta idea se abandonó y Paul hizo la sugerencia de salir fuera del estudio, hacer las fotos para la portada y conseguir una de las portadas más famosas de la historia.
«Shoot me» («dispárame») canta John, junto a una línea de bajo de Paul para la historia y unos acertados redobles de Ringo…, «Come Together» . Lennon compuso este sucio y glorioso rock poco después de su accidente de coche, para una campaña electoral de su amigo Tim Leary, que éste no llegó a a utiliizar. Para su composición, Lennon tomó como base «You Can’t Catch Me» de Chuck Berry de la que de hecho mantiene el verso ‘Here comes old flat-top’ (Aquí llega el viejo portaaviones). Berry demandó a John por plagio y Lennon zanjó el asunto negando haber copiado la canción y aceptando grabar algunas de las canciones de Berry y compensarlo con los derechos de autor generados. Es un temazo, con John y Paul destacando a nivel instrumental de forma sobresaliente, John a la guitarra solista y Paul con el bajo y el piano eléctrico.
Los ánimos se sosiegan con la maravillosa e incomparable balada de George «Something» . Pattie, la mujer de George, inspira esta excepcional canción que mereció los elogios de sus compañeros de grupo y le hizo conseguir por primera vez la cara A de un single (junto a «Come Together). Es una canción sublime que, la gloriosa base rítmica -a cargo de Paul y Ringo- y el enorme arreglo orquestal de George Martin, elevan hasta los cielos.
La primera aparición de McCartney como compositor llega con la simpática «Maxwell’s Silver Hammer«, una siniestra historia sobre un estudiante que asesina a sus víctimas con un martillo de plata edulcorada por una melodía al más puro estilo boudeville. La canción tardó varias sesiones en grabarse -en gran medida por el uso del sintetizador Moog-, provocando la ira de Lennon. Melódicamente la canción es irreprochable y, como dice George, «es una de esas canciones que algunos odian y a otros les encanta». A mí me resulta adorable. McCartney vuelve a la carga y elimina el azúcar de la canción anterior con «Oh! Darling» , una desgarradora balada rock en la que Paul se deja la garganta. La sencilla, pero efectiva, instrumentación a lo años 50 sirve de contrapunto ideal a un McCartney con auténtico serrín en las cuerdas vocales. Gloriosa.
Tras su debut con «Don’t Pass Me By», Ringo se consagra como compositor en este álbum con la deliciosa «Octopus’s Garden» . George ayudó (mucho) a Ringo a terminar esta adorable canción que el batería comenzó a componer en Cerdeña cuando abandonó a los Beatles en 1968). La intro de guitarra de George merece una tesis doctoral.
Lennon vuelve al mando con la hipnótica y fantástica «I Want You (She’s So Heavy)» , uno de los temas más heavy de la carrera de los Beatles tras la tremenda «Helter Skelter». La voz de John recita una letra premeditadamente minimalista frente a un pesado manto de guitarras -que John y George doblaron una y otra vez- y una espectacular línea de bajo de McCartney. Es una de las canciones más largas de la banda y su seco final, que además da por concluida la cara A, uno de los más sorprendentes.
La cara B no puede empezar mejor, si George había demostrado con «Something» que podía acercarse mucho al nivel de Lennon y McCartney, con «Here Comes The Sun» lo confirma de forma contundente. Uno de los temas definitivos del pop de todos los tiempos. Las guitarras acústicas de esta canción son un tratado de buen gusto. Maravillosa.
A pesar del ambiente enrarecido reinante en el seno del grupo, «Because» es canción en la que los miembros del grupo más conjuntados parecen en toda la carrera de los Beatles. George, John y Paul cantan en armonía de forma absolutamente admirable esta canción que John compuso basándose en la Sonata del Claro de Luna de Beethoven. Los tres cantantes del grupo grabaron hasta nueve pistas de voz. Bellísima y realmente prodigiosa a nivel vocal.
Con la fastuosa «You Never Give Me Your Money» de Paul McCartney, con la crisis financiera de Apple como temática, da comienzo la extraordinaria suite de más de 16 minutos (que recomiendo escuchar de un tirón) con la que los de Liverpool nos obsequian en éste su último disco juntos. De hecho, esta canción en sí ya es un medley, puesto que fusiona cuatro temas inacabados de Paul: arranca con la impresionante melodía al piano de «You Never Give Me Your Money» arreglada (¡qué bajo!) de forma magistral, para luego pasar a «That Magic Feeling» con un McCartney tan brillante como teatral al micrófono…, unas bellas armonías seguidas de un brillantísimo puente instrumental nos lleva a la parte «One Sweet Dream», para acabar con el «one, two, three, four, five, six seven, all good children go to heaven». Una obra de arte integral, absolutamente magistral…, cuando termina sólo oímos unos grillos… Grillos que, unidos a un bellísimo fraseo de guitarra reverberado muy influenciado según palabras del propio George Harrison por el ‘Albatross’ de Fleetwood Mac , nos llevan a la delicada «Sun King» de John. Con fragmentos cantados en castellano, portugués e italiano utilizados de forma ininteligible, a pesar de su absurda letra y de ser, con mucho la peor canción del disco, es un tema formidable que nos da paso a otra composición de John, «Mean Mr Mustard» , compuesta en la India y con John y Paul cantando a dos voces como en los buenos tiempos. Sin pausa John ataca de nuevo con «Polytheme Pam» la mejor de esta triada de canciones de John. Enormes George y Paul a las armonías y con John recuperando su brío de antaño. Muy buena…, aunque muy corta…pero… Seguimos sin pausa, un inspirado puente instrumental, alguien grita «Look Out!» (cuidado) y llega la sublime «She Came In Through The Bathroom Window«. ¡Qué canción! Paul compone y canta de forma magistral esta extraña canción sobre unas fans que se colaron en su casa. Instrumentalmente sublime (grandes Ringo y Paul a la base rítmica), fue compuesta originalmente para Joe Cocker, quien acabó cantándola un tiempo después.
Los Beatles nos dan una pausa de apenas un segundo antes de de suenen las primeras y dulces notas de la gran traca final el medley «Golden Slumbers«/»Carry That Weight» / «The End» . Extraordinario trío de canciones de Paul fusionadas de forma magistral. Arrancamos con la dulce «Golden Slumbers» que Paul compuso basándose en un poema de Thomas Dekker del que tomó tres versos y sobre el que construyo el resto de la letra y compuso la música. Arreglada con un gusto exquisito, en su minuto y medio transmite una belleza no descriptible con palabras…, cuando, de repente, los timbales de Ringo nos despiertan del sueño en el que estábamos sumergidos para unirnos al coro de «Carry That Weight» . Cantada a cuatro voces, Paul compuso este tema sobre su sensación de llevar todo el peso de la unión del grupo. Musicalmente parece una prolongación de «You Never Give Me Your Money» (de la que incluye un fragment0) y nos prepara para el gran final. «The End» es la última canción del último disco que grabaron los Beatles, ¿cómo podría titularse de otra forma? De nuevo, Paul es el autor de esta joya en la que la banda despliega sus virtudes instrumentales. En primer lugar, Ringo hace su primer y único solo de batería que, sin ser un prodigio de complejidad, es muy efectivo. Luego tenemos un fantástico duelo de guitarras solistas en el que McCartney, Harrison y Lennon van turnándose, por este orden, tocando un compás cada uno. Acojonante. El gran y melódico final acaba con Paul al piano cantando un verso que John definió como «cósmico»: ‘The love you take is equal to love you make’ (El amor que recoges es igual al amor que das). ¿Se puede mejorar esto?
«Abbey Road» se editó el 26 de septiembre de 1969 y entró directamente en el nº 1 en ventas y permaneció en él 11 semanas; en diciembre volvió al nº 1 durante 6 semanas, permaneciendo en listas más de año y medio. Pero su éxito va mucho más lejos de lo comercial, en tanto en cuanto es la obra final, el canto del cisne, de la formación musical más prodigiosa de la historia del rock. Nunca tanto talento estuvo al servicio de un solo grupo musical, y ahí están los resultados: una colección de discos maravillosa, el 99% absolutamente imprescindibles, de la que este «Abbey Road» es el epílogo perfecto.
VALORACIÓN GUILLETEK: 10 / 10
Buenísima crítica. Igualmente quiero corregir que no fue Berry quién demandó a Lennon, sino que fue su publisher y Berry no tenía la menor gana de hacer juicio; razón por la que arregló todo rápidamente con John haciendo un cover de la misma canción en el excelente álbum: «Rock ‘n’ Roll».
Gracias Mako, y apunto la corrección